Que pene 2

El me besaba mi vulva y mi ano, había ratos en los que no podía dar o sentir placer, me gustaba la ocurrencia de inflar como globo ese prepucio.

QUE PENE 2

Hola chicos y chicas. Como lo mencioné al final de mí primer relato que envié, aquí continúo contando parte de mis aventurillas sexuales en México. Mi nombre es Lila, soy casada, con dos chicos y tengo 31 años creo que así me recordarán.

Después de mi primera relación sexual en el auto de mi novio, solo pensaba en volver a sentir ese pene tan peculiar que tenía, que como lo mencione en mi anterior relato, tenía un gran trozo de prepucio que aun teniendo su pene erecto, no permitía descubrir el glande y sobraba como 3 cm. de piel la cual se enrollaba sobre el mismo pene de mi novio y lo transformaba en un anillo de carne que provocaba sensaciones especiales.

Bueno entrando en materia, buscamos la manera de ir a un hotel, pues el asiento del auto resultó ser muy incomodo, sobre todo para mis nalguitas y siempre temíamos a ser descubiertos en aquella pensión para autos por veladores o personas en general, por lo cual no tuvimos más oportunidad de volver a repetir nuestro acto. Era difícil escaparnos, pues como cometimos el error de tardarnos cada vez más en ir dejar el auto, mis padres se enojaron y ahora me tenían mas controlada para salir, tenia el tiempo medido o mandaban de vigilante a mi hermano pequeño.

Ante esta dificultad, paso algo de tiempo sin que pudiéramos escaparnos del control de mis padres, pero no nos dimos por vencidos y en la fiesta de mi graduación de preparatoria, se organizó una fiesta a la cual asistieron parte de mí familia y la de mi novio. Todo transcurrió bien y ya entrada la noche me puse de acuerdo con algunas compañeras para poder escaparme de mis padres y fugarme esa noche con Edjos y dio resultado. Mis padres y los padres de Edjos se fueron y nosotros supuestamente nos quedaríamos más tiempo, quizás hasta el amanecer por lo menos es lo que dijeron a mis padres mis compañeras, pero yo sabía que era la cuartada perfecta para estar con mi novio.

Nos salimos discretamente y nos enfilamos en el auto de Edjos hacia un motel, de esos donde entra uno con todo y auto hasta casi la habitación. Como había bebido un poco de vino estaba desinhibida, relajada, excitada y me tiré sobre la cama, desabrochándome los botones de mi vestido negro que traía puesto, quería aprovechar el tiempo. Edjos empezó a hacer lo mismo, se quitó el saco, la corbata, camisa y pantalón y pronto estuvo solo en boxer. Se acostó a un lado de mí, acariciándome y al mismo tiempo quitándome el vestido. Lo hizo rápido, me dejo en bra y panty, que en esa ocasión yo los había comprado y creo que eran lo más sexy de aquel tiempo. Me empezó a acariciar todo mi cuerpo, sentía esas manos grandes y frías en mi cuerpo, me estaba excitando, me estremecía y mi vagina empezó a mojarse de mis jugos. Era maravilloso volver a sentir esas sensaciones. Me soltó el broche de mi bra y me comió a besos mis senos y mis erectos pezones. Se fue bajando hasta mí vientre llenándome de besos y fue bajándome mi panty las cuales deslizó en forma sutil. Acercó su boca a mi cosita llenándola de besos, abrió delicadamente mis grandes labios para llegar hasta mi rosado clitoris y lo lamió y chupó haciéndome tener un orgasmo fabuloso. Mis manos buscaban su enorme cosa, que ya la tenía bien parada por debajo de sus boxers. Lo puse de espaldas a la cama, le quité los calzones y saltó enseguida esa gran verga totalmente parada, con ese largo prepucio cubriendo el glande, en ese momento me di cuenta el verdadero tamaño de esa cosa. Abrí mis pierna y me puse encima de su pecho para hacer el famoso "69", acerque mi vulva a su cara y yo empecé a estirar ese gran prepucio, luego puse mí boca sobre su pene para besarlo, chuparlo y también se me ocurrió soplarlo, inflándolo como un globo.

El me besaba mi vulva y mi ano, había ratos en los que no podía dar o sentir placer, me gustaba la ocurrencia de inflar como globo ese prepucio, hacía ver enorme la cabeza del pene y a él le gustó mucho. Luego enrollé su prepucio, como el me había enseñado y se formó ese anillo de carne muy grueso. Él seguía comiéndome mis labios vaginales, los succionaba, sentía como se los metía a su boca y cada vez se hinchaban más y más. Me di vuelta y tomé su cosa y la acomode entre mis hinchados labios vaginales, me fui metiendo toda su verga hasta el fondo de mi vagina, sintiendo ese anillo de carne recorrer cada milimetro de mi hoyito. Me empecé a mover de arriba abajo, me gustaba hacerlo fuerte y sentir como llegaba a golpearme mí útero su verga sintiendo como tres orgasmos deliciosos. Desinhibidos por el alcohol se me ocurrió una cosa perversa. Le puse el prepucio en su lugar y sople dentro de él, busqué con que contener el aire dentro y le enrolle un pedazo de cinta adhesiva para que no escapara el aire y si resultó. La punta de su pito tenia como 8 cm. de circunferencia, se lo ensalive todo y me volví a montar, lo coloque entre mis labios vaginales y traté de meterlo. Estaba resultando muy difícil pero cuando paso aquel pequeño globo de piel, todo fue más fácil, sentía mi vagina tan llena que corrí otras cuatro veces y cuando él se corrió quedo almacenada toda su leche dentro de su prepucio. Quite la cinta y me bebí toda su leche. Teniamos ganas de más pero era hora de irnos a casa.

No olvidaré esa gran experiencia con ese chico, desgraciadamente se fue del barrio y yo me fui a estudiar al extranjero. No lo volví a localizar nunca. Puse una foto, donde verán algo de lo que conté, espero sea explicativa.

Les escribiré mis aventuras en Europa se van a divertir Adiós.