Que más da la vida debe seguir
Historia parecida a las de Óscar de la borbolla.
Que más da, la vida debe seguir
I
Tal vez esta historia parezca algo fuera de lo común, similar a una novela de desgracia en la que el personaje principal, es tímido y torpe, le pasan demasiadas calamidades pero al final todo le resulta, consecuentemente es feliz para siempre, pero, como es de imaginarse, no es así esta narración y únicamente, quisiera contarla para liberar una carga de tantas que tengo.
Mi nombre es René Sánchez Pereira, tengo 26 años, años de desmanes, viajes y algunas relaciones sin romance, puramente con desenlaces carnales; año tras año era lo mismo, conocía a una mujer, por lo general hermosa, la seducía, engatusándola con encantos que hoy en día, es raro que un hombre los utilice, por ejemplo, normalmente le hablaba con formalidades, la hacia sentirse especial, la algaba diciéndole lo perfecta que era y cómo pudo haber sido posible que no la hubiera conocido antes, en fin, la historia de mi vida que es apaciguada con mi perro el " Caguamo" .
II
Esto es raro de mí, pero me encuentro en una cantina de mala muerte, con un vaso de whisky en una mano y la otra dentro del bolsillo de mi chaqueta, apretando una pequeña botella, en tanto veo el espectáculo dado en la tasca llamada de modo sarcástico, "Un Lindo Lugar ". Tocan melodías de grupos como "The Cure", "Nirvana", "Queen", "The Doors", un rato después pasan a la sección de español, con la letra y la música algo depresivas. Escuchando, me pongo melancólico y pienso en lo ocurrido en todo el día, cada detalle, cada acontecimiento, como si todo lo que pasó hubiera sido predestinado para que me volviera un psicótico-maniático-agresivo-pasivo.
Por fin después de pensarlo una hora, 26 minutos y 15 segundos me decido a poner un poco del contenido de la pequeña botella que había tenido aprisionada en mi mano izquierda durante una hora 24 minutos y 55 segundos, en el vaso de
whisky medio vació y medio lleno, y antes de siquiera darle un trago, un hombre fornido y de bigote me lo arrebata de los dedos y se lo toma todo de un solo golpe.
No se qué pensar, otra maldición a mi lista negra. No me queda otra opción más que sentirme miserable y ponerme a sollozar. El hombre que me arreba0074o el vaso, sintiéndose algo culpable por lo ocurrido me pide otro trago y me pide que le cuente por que era tan importante ese trago para mí.
Algo más calmado y con una que otra lágrima en mis mejillas le cuento la historia más cruel, vil y perversa hecha para un don nadie en la historia del universo.
II
Se podría decir que al despertar lo hice con el pie izquierdo, el mundo color rosa que yo conocía, en un día, se hizo añicos de un momento a otro, sin que me dijeran: agua va güey.
Eran las 6:30 a.m. cuando me desperté, por desgracia olvidé poner el reloj a la hora indicada para despertarme la cual era a las 5:50am pues yo entro a trabajar a las 7:00am. No recordé poner el reloj la noche anterior por una razón: el sexo, desde el día que conocí a mi esposa el sexo era imprescindible para ambos, es como el aire, como el agua, es como una chispa que te ayuda a seguir viviendo placenteramente en una ciudad tan ajetreada, empero, después de unos años el sexo se volvió monótono, regular, uniforme, invariable, isócrono, monocorde, continuo, pesado, repetido, enojoso, reiterativo, frecuente, periódico, iterativo, igual, indiferenciado, cargante, constante, latoso, molesto, simple, cíclico, aburrido, usual . En fin,
como pude me vestí con una camisa blanca, el saco de siempre y con una corbata horrible y mal aliñada que mi esposa Denís me regalo en mi cumpleaños, unos días atrás. Tan mala fue mi suerte que ni siquiera me dio tiempo de desayunar mi vaso de leche con chocolate y mi pan que siempre en las mañanas tomaba.
¡Las 6:50am!, Dios mío, solo tengo 10 minutos para llegar al trabajo cuando este se ubica a 25 minutos de aquí, y volando salgo en mi carro. Llego a las 7:36 a consecuencia de que me multaron por ir a exceso de velocidad en la avenida de tutilpico el chico.
Mi trabajo es en una empresa cigarrera, pagan bien y tengo varios beneficios, por ejemplo, prestaciones, vacaciones, siempre tener cigarros, pero de uno de los beneficios con los que no contaba era con la tolerancia de que llegara al trabajo tarde y como política de la empresa tabacalera era que después de 5 faltas en un semestre te despedían y desafortunadamente así lo
hicieron. Me negaba a creerlo; ahora, comó podría mantener a mi esposa, ¿De qué viviríamos?, solo tenia una opción hablar con el jefe.
Al encontrarlo le plantee mi problema de manera que pudiera compadecerse de una pobre
alma desamparada con problemas de puntualidad. Cuando empezó a expresarse creí que me aceptaría de vuelta, pues con esa tranquilidad al hablarte que tienen los muy culeros pensé que todo estaba resuelto, que no habría problema y que todo saldría excelente pero al parecer no fue así. Comenzó a explicarme que en una empresa tan importante no se podían tolerar tales faltas como la que había cometido yo. Las ultimas palabras que me dijo fueron las que me resonaron en la cabeza un buen rato, mirándome fijamente a los ojos me dijo: escucha bien esto muchacho, no a cualquier persona le cuento algo tan importante, -¿Crees que eres indispensable?- yo respondí de inmediato que si, luego dijo -Es mentira, pues si tú faltas, siempre habrá alguien que te reemplace, no
importa si es mejo o peor que tú, sin embargo yo si soy indispensable, si falto un solo día de mi vida a esta empresa todo se sale de control y nada funcionaria. Mi consejo es que no solo aprendas una cosa de tu oficio sino trata de aprender lo más que puedas de lo que a tu alrededor esta, así si alguien falta en tu trabajo siempre lo podrás reemplazar y esa persona se hace obsoleta.-Me preguntó nuevamente que si yo era imprescindible, no conteste, solo me quede con la cabeza gacha y sin moverme. Salgo pensando en que les diré a mis cuates cuando me vean guardando todo lo de mi lugar de trabajo.
Observo todas las baratijas que tenia en mi oficina, mientras lo hago, meto cada recuerdo y cada sueño que me dejó la empresa en unas cajas de cartón, veo con melancolía el osito Tedi (al que yo llamaba con ternura Omar, en recuerdo de mi padre que también parecía oso), me lo regalo Heby el primer día de trabajo en este lugar, veo la foto que cada navidad nos tomaban a todos los
compañeros vestidos de Santa Clos, otra de una fiesta donde estoy con todos mis cuates.
Recuerdo las veces en que nos emborrachábamos cuando faltaba el jefe de piso, cuando jugábamos al baloncesto con hojas de papel en el cesto de basura, lo que más me gustaba era cuando íbamos al billar, a un restaurante o simplemente a tomar café, esos eran buenos tiempos, discutiendo por cualquier tontería nos reíamos hasta que nos dolía la barriga, nos reíamos de la vida, es más, no solo nos reíamos, nos cagábamos de la risa, porque la vida solo es una y hay que reír con ella.
III
Heby era mi mejor amiga en el trabajo, con ella había pasado muchos cosas memorables, como la vez en que fuimos a una fiesta, ella vestía provocativamente con una minifalda ajustada que dejaba ver su respingado trasero y un top muy pegado que permitía observar sus abultados senos con unos pezones que era casi imposible dejar de verlos; esa noche bebimos mucho, charlábamos de todos los temas, hablábamos cosas triviales, del mundo, música (en espacial de los Beatles), de sexo, cierto tiempo después nos centramos en el tema de los besos, inició platicándome como fue su primer beso, lo tuvo de su novio, -se llamaba David- dijo -no era guapo pero me fascinaba su forma de tratarme, recuerdo que un viernes antes de la primera clase me dio una rosa violeta y tomándome de la mano, me condujo hacia un extremo de patio, se quedó callado un momento y se acercó lentamente a mi oído, me susurró tres
palabras, esta fueron "Te amo Heby", me quedé
atónita, luego me dio el beso, un beso nada cachondo, con baba y el súmmun fue que sus frenos se atoraron con mis braquets, que asco ¿no crees?- solo atine a decir si, no supe que más decir porque durante su narración solo la observaba con lujuria haciendo caso omiso a lo que decía.-Te toca decirme como fue tu primer beso- me dijo,-Te diré como fue si prometes darme uno al terminar de contarte-solo asintió,- Creo que te reirás, pero lo prometido es deuda, mi primer beso fue - Leo nos interrumpió argumentando que diéramos unos pesos para traer más alcohol y cigarros, -Que molesto es tu amigo- dijo-lo se, lo se pero me cae bien; como te decía, mi primer beso fue - Yuridia, una de tantas buenas amigas que tenia Heby nos preguntó si no queríamos un trago, un cigarrillo o un condón- ¿¡Un condón!?- contestamos al unísono Para que querríamos un condón- decíamos algo nerviosos-Para que más se utiliza un condón torpes, pues para hacer el amor,-solo pude
contestarle que por el momento estábamos bien, que no se hubiera tomado tantas molestias, algo enfadada se retiró sin decir nada, -Por fin solos ¿verdad?-dije-Eso creo- contesto-Que raro ¿no?, un condón, es muy chistosa tu amiga y hablando de cosas chistosas me quedé en mi primer beso- antes de proseguir trague un poco de saliva que me ayudaría a no trabarme en la platica y poder soportar las burlas de Heby, -como te decía, pienso que ese beso fue raro, se podría decir espontáneo, llano, natural, sencillo, auténtico, sobrio, austero, simple, fino, en resumen romántico, me gusto, lo admito, recuerdo como sucedió, en la calle eran las 5 p.m. cuando paseaba en el parque de la serpiente sólo, caminé y caminé hasta que me canse, tomé asiento en una banca junto a una compañera del colegio de cuyo nombre solo diré que empezaba con "D" y terminaba con "enís" - que idiota soy, pensé - hablamos sobre el colegio, preguntándonos como nos fue en los exámenes,
ya mas avanzada la noche ella me declaro el amor que ella sentía por mi, me decía que era todo para ella y como yo estaba caliente y ella con suerte nos
fuimos en un taxi hasta su apartamento, tenia una puerta de madera, creo que era de palo de rosa, una alfombra color melaza, varios cuadros de Da Vinci y recostado en su sofá su inseparable compañero del cual tenia muchas fotos en su oficina, era un gato llamado Lalo , el gato era un antipático, cuando pasabas te observaba con malicia como queriéndote matar y siempre se la pasaba mirando la ventana como diciendo: saquéenme de este puto lugar que ya no los soporto más; el felino es un recuerdo de un exnovio que tuvo (se lo regaló en su cumpleaños). Su cuarto era todo de color rosa con una cama de gran tamaño en la cual ya había tenido, seguramente muchas aventuras pasionales; unos
segundos después que entramos a su cuarto me bajo los pantalones, se quito la top escotado que
tenia y me dejo apreciar sus abultados pechos de
los cuales me puse a chupar cual mamila para un bebé, mientras tanto ella se reía un poco de mi
pene diciendo que estaba muy rosado pero al parecer no le tomo mucha importancia a su comentario pues ya lo meneaba de arriba para abajo y se lo engullía como si fuera el primer dulce que probaba en si vida, después de un rato de follar nos recostamos exhaustos prendiendo un cigarrillo para calmar un poco los ánimos que continuarían toda la noche.
Al despertar, con la ventana abierta me daba el sol de lleno en la cara y a un lado Heby dormitaba como un bebe, me cambie y le deje una nota diciéndole que yo también la quería pero no la amaba, al escribir eso me sentí mal porque ella me había dado todo y cómo le estaba pagando yo, con una simple nota escrita en una servilleta, después de ese día fuimos amantes, nadie se entero de nuestro romance excepto tal vez, Lalo .
Al terminar de recordar todos esos momentos y al finalizar de guardar mis cosas, bajo con mis cajas al estacionamiento y veo a un par de sujetos
enmascarados haciéndole algo a mi carro.
IV
Eran un par de malandrines con mascaras del
Santo, que habían abierto mi auto, llevándoselo sin que yo pudiera hacer algo para detenerlos; -me lleva el carajo- me repetía cada minuto mientras caminaba rumbo a mi casa en la colonia Roma, en la calle Italia junto a la avenida Pizza; mientras andaba me venían a la mente varios momentos de melancolía y alegría, uno de ellos es cuando conocí a mi mujer. Para empezar me percate de ella en la secundaria llamada M.I.U.C.T.E (Me Importa Un Carajo Tu Educación), era bella, simpática, pelirroja, de mi estatura, unos pechos de rechupete, un trasero al que su tamaño en francés se le denomina petit y unas curvas que parecen carretera; en realidad no se por que la describo de una forma tan despectiva, como si lo el corazón se hubiera quedado en segundo termino haciendo al cuerpo participe indispensable para el atractivo de
una persona, me doy cuenta hasta ahora que creí
que lo que amaba era en si su cuerpo pero descubrí su alma, este alma es sin duda alguna fue su sarcasmo, ese sarcasmo que para tenerlo se necesitan años de añejamiento viendo los Simpsons .
En lo único que difería con ella en sus gusto musicales, le gustaba: RPD (Repelde),Rayk , Los Leones de Sur y lo peor de lo peor Ponderato con Felinda , los grupos eran un asco, una aberración de la naturaleza, eran en resumen una chingadera.
En ese entonces tenia un compinche llamado Leonardo, era un muchacho chaparro de tes blanca con muchas pecas en el rostro, desde que lo conocía nunca me había fallado en todas las experiencias que vivimos, era vivaz, pícaro y muy inteligente, bueno solo cuando le convenía; a el le comente mi amor por Denis, la chava mas popular de la ciudad, la chava mas popular de la secundaria, la chava que todos deseaban, la chava a la que tenia en mente día y noche. Al decirle esto
a Leo el no paraba de reírse a carcajadas diciéndome: no chingues mano, habiendo tantas viejas en todos lados y tú ahuevo quieres a la más difícil de atrapar, siempre quieres lo imposible cabrón, no digo que no lo intentes pero, como explicarle a un pinche descerebrado como tú, te va a dejar chiflando en la loma y te va a mandar al chorizo intentes lo que intentes. No mames Leo, tu sabes que ella si me pelaría, yo no soy como la chusma que solo busca un faje con ella, soy un caballero, ¿Caballero tú? No me la chupes Rene, ve como vienes a la escuela, playeras mugrosas que tus hermanos te han ido dejando, zapatos de pordiosero, tienes cara de un niño de la calle y no tienes dinero güey, aunque te diera una cita como piensas llevarla al cine o a comer, se lógico y no seas pendejo. Tienes razón Leo, tendré que ponerme a chambiar.
Después de esa plática conseguí un trabajo de pinche, si no se entiende me convertí en ayudante
de un cocinero en un restaurante de lujo, donde además que me pagaban, me enseñaban un oficio
con el que conquiste a Denis, me enseñaron algo que en Francia, en Italia y en muchos países era considerado un arte, el arte culinario. Después de un año y medio de trabajar con Don Mario, con más dinero y con un oficio aprendido, por fin podría invitar a Denis a salir.
Para entonces tendría dieciséis años, había pasado la secundaria y estaría en el segundo año de nivel medio superior, para mi fortuna Denis estaba en la misma escuela y en el mismo grupo que yo. Después de tratar con ella más de medio año por fin me decidí a invitarla a salir, ella acepto gustosa, nos veríamos un domingo en el cine del centro de la ciudad. Nos vimos el domingo, vimos una película de la cual no recuerdo de que se trataba pero si recuerdo que en esa sala tuve una sesión de besos abrazos y apapachos con Denis, al salir la invite a mi azotea a comer, fue algo inolvidable, la azotea, la luna, la cena, muchas velas, la ciudad iluminada de noche, ella y yo, en fin todo era perfecto, hasta en el aspecto de que
no había nadie en mi casa.
Bajamos a mi habitación, nos miramos a los ojos y sin decir palabra nos tumbamos en la cama, Denis se abalanzo sobre mi sexo, lo lamió, lo degusto, en fin, mi sexo erecto era cubierto por su sexo apretado, sus pechos de adolescente contra mi pecho con pocos bellos, todo su ser sobre mi ser en un vaivén interminable, mis manos sobre sus nalgas, sus labios contra mis labios, uno contra el otro en un mar de éxtasis, los dos terminamos rendidos y sin fuerzas después de tan violento orgasmo. Desde aquel entonces la he amado.
V
Con estos recuerdos todavía presentes en mi cabeza por fin llego a mi casa después de caminar casi dos horas, llego pensando en tomar una ducha e ir a dormir, al subir las escales de madera, regalo del padre de Denis, oigo ruidos en mi dormitorio, primero sonidos, luego palabras y por ultimo jadeo, jadeos de placer, de éxtasis, de lujuria inimaginable, me pasan un millón de cosas por la cabeza y para tener un millón de respuestas a un millón de preguntas, me asome sigilosamente y vi algo que me dejo impactado, mi mujer montando a un tipo que ni siquiera conocía, pensé en que les podría decir, tal vez:
Maldita puta hija de tu chingada madre, lo que
haces son cabronadas, o tal vez, correrlos a los dos de la casa a patadas o quizás unirme a su éxtasis; no hice nada, sola tome dinero, el coche de Denis y fui con Leo, se había vuelto laboratorista químico,
le pedí que me diera el veneno mas fuerte que tuviera argumentando que tenia ratas en mi casa y quería exterminarlas, me lo dio en una botella la cual mantuve en mi mano izquierda por una hora 24 minutos y 55 segundos, al terminar de decir esto el hombre fornido del bar callo fulminado muerto por un paro cardiaco producido por el veneno. Al ver esto, me retire del lugar, me sentía mal con la vida, peleado con un mar de mentiras, engaños, falsedades, farsas, en fin, en un rollo que hacia que me sulfurara a un grado extremo. Que más me quedaba, un carro robado, una esposa que me engañaba desde no se hace cuanto tiempo, y por ultimo el Caguamo, ese perro con ojeras, vista cansada, pelo color miel que a través de los años se fue haciendo color café. Recuerdo aquel día en que Leo llego a mi casa con una caja de zapatos, con un cordón rojo que hacia un vaivén con la corriente de aire que soplaba en dirección al oriente junto con una nota que decía: "Para el mejor camarada que un pillo pueda tener". No
sabia lo que me esperaba dentro de esa caja, tal vez con una nota que diga "sorpresa", ¿que tendrá? ¿dulces, un paquete de cigarros, una muñeca inflable? me pasaban una infinidad de cosas absurdas por le mente hasta que escuche un ladrido, ese gruñido tan típico del animal como es tan característico ver a un hombre con una revista de novela vaquera en el metro o a un mexicano con una rubia espumosa y un taco de frijoles. Era un perro, zagas, valiente y despistado; desde un principio lo quise
ÍNDICE
Te amaré
Lastimaste mi corazón,
sin que hacerlo fuera tu intención,
sabíamos que al darnos regalos los guardaríamos, como el mayor tesoro
y aunque no lo asimiláramos,
en el llanto roto nos amábamos.
Empezaba a verte,
ni un beso nos dimos,
pero nos conocimos,
veíamos películas,
y tu sueño se expandió en las partículas,
sobre mis brazos estabas,
te bese la mejilla color carmín,
no me retractaría al decir que fue el mejor momento de mi vida.
Mi sueño se realizo al darte un beso,
pero tú lo arruinaste diciendo,
-fue un juego, solo un juego de botella,-
aunque todo este roto, te amare,
aunque me ames y no lo creas, te amare,
aunque no sueñes en mí todas las noches, te amare,
aunque solloce berreando por ti, te amare.
Te amare por ser lo que eres y no por tu cuerpo,
te amare por el secreto de tu sonrisa,
te amare por ser lo contrario a mí,
te amare por ser sincera,
aunque con eso destroces a la amiga consejera .
Juro que la botella fue mi mejor carta esa noche,
al amanecer te tenía en mis brazos dormida,
cual ángel sarcástico,
eras belleza expuesta,
sin sombras, rimeles o labial,
así eras, eres y seras perfecta.
La mañana,
dulce resplandor dorado
que abren tus ojos,
para encontrarse con los míos de forma inesperada.
Más tarde revisaba tu habitación,
encontrando el reloj que te prometí regalar,
pero más me sorprendió,
ver la caja en la que te lo regale
Mi cumpleaños por la mañana, te soñé,
aun en el sueño eras perfecta,
eres perfecta por qué te amo con todo el corazón,
te doy mi alma,
has lo que quieras con ella,
de ser posible ámala,
ámala con locura,
con pasión,
pues alma solo hay una en la vida,
y si no la abres cual regalo,
se quedara sin conocer la luz de tu sonrisa secreta,
sonrisa que me come la locura,
y me da 1 segundo de vida,
el que utilizare para amarte un segundo más,
el cual será igual a los demás segundos,
minutos, horas, días, semanas, meses y
años que te ame, pues cada instante que te amé lo exprimí como el último instante que me diste.
Esa noche subimos a la azotea y miramos el cielo,
lleno de puntos minúsculos,
tomamos un poco,
sentamos, nos tomamos de la mano,
me dolió que
tus uñas se me enterraran en la palma de la mano, pero lo soporte
porque te amo.
Te despedías de mí,
ese fue el último adiós y el último beso,
que fue el más corto pero más romántico de todos,
no se si tú lo sientas así pero
te ame, te amo y te amare pase lo que pase,
aunque conozcamos a más gente,
besemos más labios y abracemos más cuerpos,
te amare porque fuiste,
eres y serás mi primer amor,
mi amor verdadero,
mi amor a primera vista,
mi amor platónico,
mi amor secreto,
eres amor.