Que locura fue enamorarme II

El aire que me rodea se siente como una jaula Y el amor es solo un camuflaje que al final se asemeja a rabia otra vez

El me miro unos segundos sin entender, le explique todo con lujo y detalle, hasta que por fin entendió de lo que le hablaba. Al salir de su cuarto él fue a lo de Luz y yo me quede en la sala.

-        No está, que raro – se fue hasta el baño y la cocina pero volvió en segundos – creo que estamos solos chiquita – se sentó a mi lado y me quito el control – yo busco, vos cocina que tengo hambre – pero este chico que se creía

-        Búscate un novio que te cocine – le saque el control y me puse a ver la tele

Dónde carajo se habrá metido Luz, capaz y se enojó por mi reacción, no creo o ¿sí? Ahh está duda me come la cabeza, no aguanto. Los días pasaban y por mala suerte y por el trabajo no volví a ver a Luz, solo la cruzaba de vez en cuando, ya no me preparaba el desayuno ni me  llevaba ni mucho menos me iba a buscar al trabajo, y eso que me había acostumbrado tanto a su atención. Es feo cuando alguien te acostumbra a algo y después te lo quita, te quedas como algo extraña, es como si algo te faltara, bueno creo porque así me siento.

-        Está re fuerte, es un re papi – se pasaba la mano por la cara mientras me lo decía

-        ¿Hablaste con Luz? – no me aguantaba no saber de ella

-        Te estaba hablando de Gonzalo y vos me salís con Luz – levante mis hombros mientras bajaba la cabeza – esta como decirlo… espera que busque las palabras – pensó uno segundos que me parecieron minutos – si hable con ella – qué cosa – anda… de idiota, ya sabes cómo es… especial

-        ¿Por qué? No entiendo lo de idiota

-        Te hago un rápido – levante la ceja – que te cuento rápido, mente sucia – hizo una leve pausa y lo largo todo – anda entrenando porque piensa – hace un gesto de piñas – pelear y anda… saliendo con míster tetas

-        ¡¿qué?! Lo de la pelea después lo hablamos, lo de míster tetas me interesa ahora.

-        Jajaja, celosa – le golpee despacio en el hombro – bueno celosa ahí te digo, que complicadas son las mujeres – le golpee de nuevo – con Cristina, ya sabes, míster tetas – esa regalada anda con ella – no sabes, el otro día vinieron para acá… Ahh si, vos no estabas, le hubieras visto las tetas que tenía, apostaría que tiene más o el corpiño le hacía eso, no lo sé, ahora estoy en duda – sus ojos se perdieron por el techo

-        Así que míster tetas – pobre almohada por aguantarse ese estrangulamiento, pero necesitaba apretar algo, no es que sea celosa, pero justo con ella tiene que meterse – justo con la regalada

-        Error – mire a Seba – su trabajo no será el más bello de todos pero  eso no quiere decir que ella sea una cualquiera – un poco de razón tiene, aunque para mi sigue siendo una regalada – no juzgues si no sabes, me enferma cuando sos así, perdón que lo diga, pero soy sincero. Encima la chica me cae bien, es buena

-        Ahora estas a favor de ella – me estaba empezando a enojar

-        No estoy a favor de nadie, si Luz quiere estar con quien quiera lo va a estar, porque es su vida, sino esta con vos yo no puedo hacer nada, quien te manda a salir después de besarla. Ella es así, si la chica que le gusta no le da bola, la deja, no lo intenta. Pensé que sabías algo de ella – me quede muda, no sabía que decir. Seba estaba enojado y por mi culpa. Nos quedamos callados por un largo tiempo, yo pensando y el no sé – disculpa por mi reacción

-        No te disculpes, fui yo la tonta – lo abrace fuerte, tan fuerte que casi caímos de la cama – quiero intentarlo – me separe un poco de el – quiero estar con Luz

-        Y ahora lo decís – me da un leve golpe en la cabeza – lo intentamos, pero no te aseguro nada, mira que Cris me cae bien – esta vez lo golpeo yo – vos me caes bien también… lo que uno hace por su amiga lesbiana

-        Conozco un chico hermoso que te podría presentar

-        Lo que uno hace por su amiga lesbiana que capaz me presentará a mi futuro novio – se ríe un poco – bueno el plan es este… no hay plan – esto me confunde – actúa normal, se tu misma, pero cuando estén juntas, vos siempre estate más cerca, no sé si me captas – negué – que estés pegada a ella literalmente – Ahh – usa escote o una remera grande sin pantalón ni nada, le encanta eso. Tenes que ser de casa. Ah y mándale mensajes, le encanta la atención

-        No entiendo para que los mensajes

-        ¿No la queres tener? – asentí – entonces haceme caso

-        Bueno está bien, pero ella todavía no me habla

-        Eso déjamelo a mí, le invento que andas mal por… tus padres, hacete la pobrecita

-        Justo con mis padres, aparte ella habla con mi prima

-        Bueno le digo que… viste un perro en la calle y te dio pena porque no pudiste traerlo – justo con un perrito – si eso está bien, ella tiene alma de veterinaria, te va a entender.

-        ¿alma de veterinaria?

-        Si, le encanta los animales, ya sabes… por favor, no sabes nada de ella

-        Eso es mentira – seba alzo sus cejas – sé que ama el café, que si le toco el pelo le da sueño, que los besos en el cuello le bueno, ya sabes. Le encanta comer y ama las camisas igual que los bóxer

-        ¿eso es todo? – negué – entonces seguí

-        Le gusta dormir con música, al igual que despertar con música. No le gusta la cumbia – el levanta el pulgar – y bueno esas cosas… es muy tierna – sonreí mientras recordaba cuando me preparaba el desayuno

-        Bueno si ya entendí, sabes cosas de ella, eso es bueno. Como te decía, se normal, una chica natural… comunícate con ella, se cariñosa, trátala como si fuera tu novia, pero no tanto. Le gusta que la celen pero no que la cases sin ser nada ¿me vas siguiendo?

-        Si claro, ya estoy tomando apuntes en mi libreta  imaginaria – le sonrío y le doy un beso – voy hacerte caso, voy a ser yo misma y voy a enamorarla

-        Esa es mi chamaca – se levanta del sofá – voy a hablar por teléfono, necesito verificar algunas cosas y te digo que para tu cumple te voy a llevar a comer – me guiña el ojo y entra a su cuarto

Los últimos días pasan, en esos días pude volver a hablar con Luz, todo había vuelto a ser normal, solo que ella estaba con míster tetas. Mi cumple llego y con ello, me levante más temprano de lo debido, me aliste todo para ir a trabajar. Salí del cuarto y fui directo a la cocina y ahí estaba ella, sentada, con el pelo revuelto, sus lindos ojitos medios chiquitos por el sueño, su pijama que era un bóxer  una remera un poco grande y descalza. Sonreí automáticamente al verla, si ella era mi regalo, sería el mejor que podría tener.

-        ¡Feliz cumple! – se levantó de la silla y se tiró encima de mí abrazándome. Mi sonrisa creció al apretarla con mi cuerpo y poder besar su cuello – te deseo lo mejor en tu día hermosa – susurro en mi oído y me sentí en las nubes.

-        Gracias – respondí al momento en que le daba un beso más en su cuello y nos despegábamos del abrazo. Nos quedamos mirando sin dejar de sonreírnos – buen día – dije de la nada, ella se sentó mostrándome una taza de café y una torta – hoy sí que es un buen día – me senté en frente de ella y tome el café – ¿lo hiciste vos?

-        Claro linda, no iba a comprarlo. Aparte los comprados me gustan menos – cortó una porción bastante grande y me la dio. Ella agarro su taza y comenzó a tomar el café

-        Esta deliciosa – dije después de probarla - ¿vos no comes? – volví a comer la torta hasta terminarla y tomar el café

-        No me gustan las tortas, jejeje –me regalo una sonrisa y bajo la cabeza. Era tan hermosa

-        Bueno cariño, ya tengo que retirarme – me levante de la mesa y lleve las cosas a la bacha

-        Deja que lavo y te llevo – de nuevo me regalo una sonrisa y camino hasta donde estaba yo. Este sí que era un gran cumple años. Salí de la cocina y me fui al baño a cepillarme los dientes. Para cuando tenía que salir ahí estaba ella esperándome en el auto. Me llevo hasta a la fábrica y después se fue. Hoy es un hermoso sábado, la verdad que sí. Contenta entre al trabajo y estuve a full con todo.

-        Feliz cumple hermosa – la voz de Seba me descoloco, pensé que la vería a ella y no el. Sus brazos me apretaron tan fuerte. Tiene fuerza la nena – estas viejita – se ríe de mi cara, no me gusta ser vieja – mira esas arrugas – se ríe con más fuerza. Siento su manos en mi oreja y empieza a tirarme

-        Nooo, detestable, suéltame ¡BASTA! – grito mientras trato de sacar su mano, pero es peor, me tira más fuerte. Me rindo y me quedo quieta hasta que escucho que dice 22 y me suelta la oreja – gracias, ahora tengo la oreja re grande

-        Exagerada. Te llevo a tu casa y a la noche salimos a tomar algo a algún bar – me sonríe – nosotros dos de casería

-        ¿nosotros dos? – y Luz, no va a venir con nosotros

-        Si – agarra mi mano y me hace subir al auto de Luz. Lo miro medio raro – me lo presto, ella no puede estar con nosotros y te pide disculpas – era un lindo sábado hasta ahora.

El arranca el auto y vamos a mi casa, al llegar ahí estaban mis padres, algunos familiares  y unas que otras amigas mías. Pasamos una tarde entre charla y mates, hasta que llega hora de la comida y comemos entre risas. A las 23 cortan la torta y después de comer se empiezan a retirar uno por uno. Nos quedamos con mis padres, mi prima y Seba, él se levanta a ayudar a mi madre con las cosas y mi prima me dice que me cambie para salir a tomar algo ya que era sábado.  Yo le hago caso, me pongo un jean azul ajustado y una remera negra de manga corta. Bajo hasta la sala

-        Bueno vamos – digo algo desanimada, desearía que Luz este con nosotros

-        Dale, pero cambia la cara mujer – Seba me abraza y antes de salir saludamos a mis padres, subimos al auto y Seba empieza a conducir. Yo me quedo acostada en la parte de atrás. El auto se detiene – llegamos vamos – me levanto y veo que estábamos en la casa

-        ¿No íbamos a tomar algo? – pregunto al ver la casa, todo estaba más oscuro, parecía todo tan triste, mi mañana fue la mejor y ahora es tan triste

-        Si, lo que pasa es que si tomamos afuera en otro lugar después quien sabe si nos pasa algo por tomar y conducir – el abre la puerta con la llave. Encima no está Luz, voy a terminar mi cumple con Seba y Rocío, no es que no me guste, pero… no me gusta, no lo voy a negar. Entramos y el cierra de nuevo la puerta de calle con llave y caminamos en hasta entrar

-        ¡FELIZ CUMPLE! – me quedo helada, casi me hago pis del susto al prender la luz y escuchar a todos gritar. Miro a todos lados y la encuentro, entre tanta gente conocida y desconocida. Mi sonrisa no cabe en mi rostro, veo a Seba y mi prima que me sonríen, es tan lindo ahora todo

-        Son unos guachos. Gracias – los abrazo y voy hasta donde esta Luz a abrazarla también – gracias por el detalle – ella aprieta mi cuerpo con el suyo

-        Todo por vos – me termino de matar – feliz cumple – vuelve a decir y después de un rato se despega de mi – Ernesto, mándale play – grita y en eso las luces se apagan y empieza a sonar la música – disfruta de tu fiesta – me dice al momento en que me da un vaso con alguna bebida, le sonrío ya que por las luces del dj.

La noche se hizo total y con ella la fiesta, que estaba buenísima. Había bebida por todos lados, un dj espectacular. Gente conocida que me saludaba y gente que tampoco conocía y me saludaban igual. Todo era hermoso, mi felicidad la transmitía hasta por los poros hasta que llego ella y me saludo felicitándome por mi cumple años. Maldita míster tetas. No podía negarlo, era realmente hermosa, alta, rubia y blanca, con unas tetas y un culo bastante envidiable, tenía un cuerpo bastante envidiable. La odiaba.

Ahí estaba yo, mirando a Luz y a míster tetas bailar tan pegadas, disfrutando la noche. Otro vaso más agarre de la mesa y tome sin asco. Estaba que hervía por dentro, ver a esa regalada tocar el cuerpo de Luz, cuando le sonreía y la besaba como si nada y yo ahí deseando poder estrangular a esa y salvar a Luz de esas garras de puta.

-        Cambia la cara que es tu fiesta – mire a Seba y termine el vaso - ¿Cuántos vas tomando?

-        Eso no importa – dije mientras llenaba el vaso con un poco de… vodka – quiero tomar eso – dije apuntando a Luz y sin dejar de mirarla

-        Es tu cumple años, que estas esperando – lo mire y él me sonrió haciéndome un gesto con la mano – podes tener lo que queres – tenía razón. Tome un sorbo más del vaso y camine directo hacía ella sin dejar de mirarla.

-        Disculpa – la regalada se detuvo y me miro con una sonrisa –voy a bailar con Luz – dije al momento en que agarra su mano y le daba el vaso a esa. Luz nos miró a las dos

-        Es el cumple de ella…es su fiesta – dijo y en eso empezó el cuarteto – me encanta el cuarteto – agarro mi otra mano y comenzó a bailar, yo la seguí sin dejar de sonreírle. Me gusta como se mueve, me gusta más cuando al momento de girarme ella tocaba mi cintura y espalda – tengo sed – yo tengo sed de vos - ¿tomamos algo? – solo asentí y la seguí. No fue a la mesa, fue directo a la cocina y yo la seguí.

Luz

Camine hasta la cocina, deseaba despegarme de tanta gente. Quería un poco más de aire. Agarre un vaso  y llene de gancia, en eso veo a Caro, que estaba apoyada en la pared. No pensé que me había seguido. Le regalo una sonrisa, se veía hermosa así. Su pelo estaba como medio mojado, el baile más el calor, como que transpiramos un poco. No podía dejar de ver su cuerpo, su boca que deseo besar. ¿Qué me está pasando? Ahí afuera esta Cris y no podría engañarla, aunque no somos algo serio así que, si podría. No que digo.

-        Me darías – me sorprendí por su pregunta y la quede mirando – un poco o me servís – a estaba hablando de la bebida. Si supieras que te daría todo. Que digo – por favor – la vuelvo a mirar y le paso mi vaso, ella se lo toma de un tiro – vamos ahora – yo solo asentí y ella toma mi mano y me lleva hasta la sala de nuevo. Todavía seguía el cuarteto. Veo a Ernesto y en eso él me sonríe, de repente empieza a sonar La Konga- la cabaña

Ella se para en el medio de la sala y empieza a bailar tan bien y yo la sigo. Me encanta la forma en que nos entendemos, no nos equivocamos o no sufro por una pisada en el pie. De repente la escucho cantar en mi oído al momento en que me pego en su costado – y hoy quiero amanecer en una cabaña…viendo la lluvia caer frente a mi ventana – me suelta y vuelve hacer lo mismo pero para el lado contrario – y hoy voy a besarte suavemente… y acariciar con mis manos todo tu cuerpo ardiente – me quedo mirándola mientras se muerde el labio, no puedo aguantar el momento. La deseo tanto.

En un momento de distracción veo a Rocío bailar con Cristina, ellas tan felices bailando y en eso veo a Caro, no eran nada iguales, las dos completamente distintas, pero una me gustaba horrores y la otra solo era… en verdad no sabía que era con Cris. Siento una manos tocar mi cintura y girar mi cuerpo y en eso termina la canción dejando empezar a que bonito. De repente alguien le agarra a ella y yo quedo sola. Ese pendejo. Esa canción es perfecta para poder besarla, así que antes de que siga sonando la tome de las manos – ella es mía – lo golpee 20 veces con la mirada y comencé a bailar con ella de nuevo. Su sonrisa me embobaba más de lo normal, su cuerpo moviéndose era un delirio para mi vista.

Qué bonito es sentir que estas aquí… junto a mí. Su sonrisa creció en el momento en que se lo decía.  Todo era perfecto, la canción era perfecta. Era bonito todo, todo de ella. Con cada mirada y a través de nuestro contacto podía sentir que estábamos tan… como expresarlo, tan unidas. Me sentía completa con ella. Nuestros cuerpos se acercaban y puse mi mano en su cintura rodeando su espalda. Mi respiración se mesclaba con la suya, sus ojos mirándome tan directo. Sentí mis mejillas arder y baje la mirada para ver su boca y no pude contenerme más. La bese, como si en ese beso se me fuera la vida, sin importarme la gente, sin pensar en nada más, solo en ella, su boca y en mí. Sus labios son tan deliciosos, suaves, perfectos para los míos, perfectos para que la bese siempre.

-        ¿qué haces? – el beso se volvió mejor, mi lengua jugaba con la suya, mientras su mano en mi nuca me acercaba más de lo que no podíamos. Mis manos apretaban su espalda para poder sentirla mejor – hey – escuchamos de repente y nos alejamos rápidamente y vimos a Seba mirarnos y al lado de el a Rocío y a Cristina. Joder. Que Cristina nos vio

-        Yo – intente hablar, pero no sabía que decir, algunos miraban lo que pasaba mientras la música seguía sonando

-        Vos ¿qué? – la voz y la mirada de Cristina me decía todo. La fregué. Ella se fue y yo la seguí, no podía dejar las cosas así

-        Espera Cris – dije mientras la agarra de la mano y ella se soltaba para salir de la casa – Cris…

-        No me llames Cris – su cuerpo se detuvo antes de llegar al portón – Soy Cristina para vos – me miro y entendí las ganas de asesinarme que me tenía

-        Perdón – susurre

-        Solo eso me vas a decir – no levante la mirada, sabía que había jodido todo – te odio, esto que tenemos o mejor dicho lo que no tuvimos nunca se terminó – se dio media vuelta – cómo pudiste engañarme en mi delante – camino hasta el portón

-        Sos la menos indicada para hablar de engaño – mi enojo se hizo presente que se creía – si a un beso lo tienes como una infidelidad, déjame decirte que yo ya tengo los cuernos por las nubes – grite y ella me miro

-        ¿qué estás diciendo? – se acerca tanto a mí que quedo cerca de mi cara viéndome tan enojada

-        Lo que escuchaste – la empuje y ella tambaleo – que ya debo tener los cuernos por las nubes ¿con cuántos te acostaste? – pregunte y antes de que conteste dije – ya perdiste la cuenta verdad – afirme y en eso sentí mi mejilla arder del dolor – maldita perra – exclame y antes de acércame sentí unos brazos detenerme – suéltame Sebastián – intente hacerlo pero no pude. Veo la cara llena de lágrimas de Cristina y  me di cuenta de lo que dije. Si antes la fregué ahora sí que me llevo el premio – perdóname – entre rápidamente a la casa y fui en busca de la llave, salí dejando ahí afuera a Cristina y Sebastián consolándola

Fui tan idiota en decir y hacer esas cosas, pero no me arrepiento de besarla y aparte ella me correspondió, por esa parte me siento tan feliz, pero por otro lado me siento tan basura de hacerle daño a Cris y más diciéndole esas cosas. Soy una verdadera basura. Camine por tantas cuadras que cuando me detuve ya ni sabía dónde estaba. Me senté en el cordón de la vereda y me abrace a mis piernas. Me quede sentada así por un largo tiempo, arreglando mi cabeza, necesitaba no solo arreglar mi cabeza sino arreglar lo que hice mal. Me levante y camine de nuevo, por un momento me perdí pero después de caminar un poco más llegue a la casa. Todo seguía igual, música a reventar, gente salía y entraba a la casa como si nada. Entre sin tener que usar la llave y entre tanta gente pude ver a Seba, hablando con un chico.

-        Vos venís conmigo – una mano me arrastro hasta un cuarto, en donde todo estaba oscuro, no veía un pomo. Me empujaron hasta caer en la cama y sentí un pesa mediana encima de mí, unos pechos apretar los míos – esta noche sos mía – ¿esa era la voz de Caro? Sus manos se metieron dentro de mi remera y me tocaban toda, su boca devoraba mi cuello y ya sentía un calor bastante alto en mi entrepierna, pero no quería hacerlo. No es que no quería hacerlo con ella, es que con ella no quería una noche y nada más, aparte tiene un olor a alcohol extremo

-        No, basta – saque sus manos dentro de mi remera y la voltee dejándola acostada a mi lado. Prendí el velador y la mire. Sus ojos estaban tan brillantes

-        ¿no te gusto? – pregunto tan inocente, pero con un olor a alcohol saliendo de su boca

-        Me encantas, pero no… – parece que no escucho lo que dije, ya me beso antes de terminar de hablar, le correspondí, como no hacerlo si esos labios son tan adictivos – no quiero sexo – la aleje un poco – quiero hacerte el amor – volví a perderme en sus ojos que estaban abiertos como platos y antes de joder y quedar más obvia salí del cuarto. Que por cierto, ese era el cuarto de Seba. Casi, pero casi por escasos grados de temperatura corporal la cama de Seba quedaba profanada.

Durante lo poco que resto de madrugada no vi de vuelta a Caro. Solo me pase la noche tomando vaso tras vaso, disfrutando la música y de ver bailar a los chicos, los muy grosos se comían a cada mina. Hasta que de a poco se iban y la gente era poca. Los últimos gatos locos se quedaron a dormir en el sillón, igual que Ernesto. Con el juntamos algunas cosas del piso, pusimos todo en bolsas de consorcio y barrí. Limpiamos la cocina y guardamos las botellas que sobraron en una caja, para la próxima fiesta. Cuando terminamos de limpiar, abrimos los dos sofás e hicimos pasar a los otros muertos que apenas se pasaron siguieron roncando.

-        ¿Nos acabamos esta? – vi a Ernesto con la botella de vodka por la mitad y me acerque a el – no preguntes como llego a tu cuarto, pero la cama por lo menos está intacta – me reí con él y le quite la botella al momento en que me tiraba en la cama, me acomode en la cama y lo invite a hacer lo mismo a él. Bebí un gran sorbo – lindo quilombo se te hizo hoy – le pase la botella y me quede mirando el techo

-        La verdad que sí. Espero poder solucionar todo – cerré los ojos por unos segundos. El me paso la botella y di un último sorbo dejándole un poco a el – gran… dj – ya sentía mi lengua rara, me costaba un poco pronunciar. Vi como termino bebiendo todo – acos…té…monos – dije con dificultad mientras trataba de sacarme las zapatillas y el creo que hacía lo mismo.

No sé cómo me acosté, menos a qué hora me quede dormida, solo sé que después de ver una zapatilla en el piso todo se me borro. Desperté por una cachetada, vi a Seba mirarme y negar con la cabeza y me agarre la cabeza por el dolor, una resaca tengo. Algo al costado mío se movió y me asuste, vi a Ernesto sin remera, me levante rápido de la cama y estaba en ropa interior. La cara de Seba me asustaba más de lo que yo estaba. Trate de recordar lo de anoche, jamás me hubiera acostado con un tipo, menos con él, uno de mis mejores amigos. Intentaba recordar y no podía.

-        No lo puedo creer – su voz era de enojo, me miraba con bronca y yo tratando de recordar. Ernesto abrió los ojos y nos miró, cuando me vio se miró dentro de las sabanas

-        No nos acostamos ¿verdad? – apenas podía hablar. Todo me daba vueltas y él estaba igual que yo.  Se sentó en la cama y empezó a buscar su ropa – no es lo que parece Seba – dije convencida, me puse a caminar de un lado a otro por el cuarto. Porque no recuerdo un carajo.

-        Buen… - se quedó parada mirándome. Lo que me faltaba, me senté en la cama tapando mi cara con mis manos – Luz – la escucho decir, pero no podía mirarla, no recordaba nada y no quería mentirle

-        Se nota que la pasaron bien – mire a Seba que tenía la botella vacía de vodka y salió del cuarto puteandome por lo bajo

-        Yo me voy – dale ándate, déjame con la confusión y todo el lio. Se terminó de poner la remera saliendo del cuarto y quede sola con Caro que no dejaba de mirarme

-        No es lo que parece – afirme tratando de hacer una sonrisa

Mil disculpas por la demora, trate de encontrar un tiempo y poder terminar todo la historia en sí, pero como ando media bloqueada por tantas cosas preferí subir una parte.

Con respecto al anterior cap. Mil gracias por los comentarios, si no los pude contestar fue por falta de tiempo, y voy hacer mención de un comentario en particular. “ Artwork (ID: 1368763) gracias por tu observación, ni yo sé porque lo escribí así, sinceramente perdón por esos errores. Hubiera estado igual que vos, si lo hubiera leído antes de poder subirlo. Si en este cap. hay algún error, tratare de que el próximo si pueda revisarlo con detenimiento.

De nuevo digo, gracias por los comentarios y/o también valoraciones.