Que hizo ella para merecer todo esto.??? (16.)

Alberto rogando y Maria castigando.

  • Podemos ir al cine! Que te parece...., le animo Alberto. – hace tiempo que llevabas diciéndomelo!-- se sentó justo en los pies de la cama de Maria.
  • No see...!-- se dedico a pasar la uña por el bordado de la colcha.-- A lo mejor tienes otras cosas mejores que hacer.-- lo miro retándolo.
  • Vamooos... , no hay nada mas importante que tu, cariño!-- ya lo sabes!-- se acerco sujetando su rostro y besándola-- Mmmmm.... lamió su lengua incitándola a imitarlo.
  • Sueeltaaa...no me mientas!, y Eva? …. o Violeta?..., – se enfurruño – no me digas que también son lo mas importante...!--
  • No hay ninguna como tu preciosa..., eso ya lo sabes...-- Mira como me pones con solo mirarme así!-- agarro su mano hasta conducirla hasta la erección que empezaba a despuntar en sus pantalones.

Alberto aprovecho la distracción para besarla y hacerla olvidar cualquier pensamiento, menudo alivio. Si Maria se volvía posesiva, puufff.-- eso si que seria una jodida faena.

No era de piedra, --Ostia puta, no!--simplemente no podía evitar adorar los coños de todas sus hermanas.

Adoraba follarlas, así de sencillo. Y aunque ellas protestasen al principio, sabia que gozaban cuando las jodía. Solo ver las magnificas tetas de violeta botando empalmaban su polla por muy agotado que estuviera,y eso que no le veía el pelo desde hacia un tiempo.

Las mellizas, buuufff..., ese era otro bocadito digno de ser catado muy despacito , Rebeca y Aura , Aura y Rebeca.

No podía imaginarse a unas fanáticas del sexo anal tan adictas como aquellas dos niñas de colegio de monjas, menudos enemas de semen les había regalado.

Luego estaba la rebelde, la pequeña Eva...,había que oírla ladrar como una perra cuando le atizabas el culo o usabas el cinturón para “castigarla”, toda una zorrita adicta al castigo.

Bajando los ojos a su polla tiesa, se dijo que de todas sus hermanas , Maria era la que conseguía hacerlo correr mas veces. Por eso se limitaba a tirársela de vez en cuando.

Con ese aire inocente e infantil, madre mía!.

Aun estando en el trabajo, con un motor en las manos, ajustando bujías o poniendo a punto una moto no dejaba de mirar las sillas sin recordar la magnifica primera vez con Maria.

Las erecciones lo ponían en un aprieto, si encima … se encontraba rodeado de tíos en un lugar donde lo mas excitante era un carburador obturado...

Y para postres el gilipollas de Daniel todo el día dando la matraca con lo de lo preciosa que era Maria, lo bien que hacia la contabilidad. Por favor!, si solo la había visto una vez en el taller!.

El imbécil apenas había dejado de babear con la mandíbula desencajada cuando apareció hacia un par de meses atrás, desde entonces tenia que oírlo taladrándole día si , día también.

Maria era un caramelito, algo que había que saborear con los 5 sentidos, no esta hecho para la boca de ese asno.

Retirándose bruscamente, se echo para atrás contemplando la embelesada carita de Maria, los labios rojos e hinchados , las mejillas ligeramente sonrosadas, aquellos picaros ojos cerrados , Perfecta.

Carraspeo intranquilo, despertando de la ensoñación a Maria, aun seguía recuperándose de aquella fuerte gripe. Arropada hasta la cintura , uno podía apreciar los preciosos pezones excitados a través del camisón.

Jodeeeer... que buena estaba...!, tragando saliva , se echo hacia atrás poniendo espacio de por medio.

  • Que me dices... carraspeo bajando los ojos-- Salgamos por ahí!-- Ya estas recuperada... , no me digas que no te mueres por salir de estas 4 paredes?-- Si prefieres vamos donde tu quieras.
  • De verdad?-- lo derritió con aquella dulce sonrisa-- Nosotros solos, – termino aclarando.
  • Nosotros dos, prometido!-- levanto la mano jurando solemnemente.-- Algo así..., como una cita..., aunque sea con el plasta de tu hermano!.
  • Bieeeennn...-- palmeo complacida.-- Esta noche te digo el sitio que quiero, vale?

Alberto se levanto de la cama alejándose hacia la puerta, si no salia de allí, se lanzaría a chuparles los pezones sin importarle nada.

Cerro la puerta a sus espaldas, saliendo al pasillo con las ideas cada vez mas enredadas. Mierda!, olvidate de chorradas, un polvo es un polvo, olvidate de chorradas románticas.

Tu no eres de esa clase, se decía una y otra vez mientras se dirigía al comedor, las mellizas aun seguían fuera de convivencias espirituales, y bueno... Violeta no paraba en casa desde hacia un tiempecillo, algo se cocía a fuego lento y entendía que su vecinito tenia algo que ver en aquel extraño potaje.

Con Eva encerrada en el dormitorio con su padre ya no podía contar, maldito viejo!, encoñado con la puta cria. Maldita suerte la suya!, al final resultaría que envuelto de tantos coños tendría que machacarsela como un vulgar pajillero.

Fastidiado , contemplo a sus espaldas la puerta cerrada de su hermanita. Avanzo un paso, deteniéndose donde tenia sujeto el picaporte.

Lo soltó, como si ardiese..., Maria aun estaba recuperándose, acaso era un puto animal.

Volvió a retroceder enojado, puta conciencia!,--

Dejo la puerta atrás y entro en su habitación, la toalla colgaba del respaldo de su silla, la agarro irritado dirigiéndose a grandes zancadas a la ducha.

Una jodida ducha fría-- pensó-- al final me la tendré que cascar en la ducha-- suspiro entrando bajo el chorro de agua helada.

Maria hacia días que se encontraba muchísimo mejor, hubiera podido regresar a su rutinaria vida, estudios, estudios y mas estudios. Solo que..., que no le daba la gana.

Desde el día en que había enfermado Alberto rondaba alrededor de ella, cuidándola , mimándola..., quedándose con ella …., por una vez haciéndola sentir importante.

Ella lo adoraba, como no iba a ser así, estando tan bueno, hubiera podido tener a cualquier buscona zumbando alrededor suyo, aun así... había preferido quedarse a cuidar de ella, por algo seria, no?.

Suspiro palpándose la sonrosadas mejillas, se mordió el labio inferior al recordarlo desnudo.

El suave bello castaño rozándola íntimamente, la enorme polla clavándose en la profundidad de sus entrañas... los potentes chorros de esperma inundandola , tres, cuatro , hasta incluso cinco veces.

Jadeo soñadora, sonriendo estúpidamente a la muñeca repollo que abrazaba. Estaba claro, – ahhhhhhhhhhhyyyy--- volvió gimotear .

Adoraba a su hermano.

Se preparo a salir de la cama, correteo hasta el armario buscando como loca algo que ponerse para la noche, percha a percha descarto los vestidos que había usado hasta ese momento, lamentando su vestuario infantil, agarro el vestido de florecillas rosas y lo echo sobre la cama.

Algo decepcionada, decidió echar el resto con lo que su mente planeaba.

si..., definitivamente lo haría, había leído en Internet un millar de maneras de hacerlo..., se suponía que a ellos eso les volvía locos, vamooos... , que los dejaba de lo mas satisfechos..., frunciendo el ceño se llevo la trenza a la espalda decidida.

Preparate hermanito..., voy a dejarte seco.

Después de matar a unos cuantos zombies en la consola, se sentía algo mas tranquilo. Las puntas mojadas rozaban su nuca haciéndole cosquillas, se agarro la cabellera peinandola bruscamente.

Era frustrarte, peor..., aggggggggggghhhh-- se encabrono apartando un mechón de la cara-- Joder... alberto, que cojones te pasa?.

Soltó el mando de la consola al escuchar el ruido de la puerta de la calle abriéndose, un murmullo de voces llegaban desde el portal.

Extrañado asomo la cabeza para ver mejor, Violeta parecía estar hablando amigablemente con un mastodonte rubio.

  • Que si... no seas tonto..., te queda muy bien el azul...-- se giro dirigiéndose a él en busca de ayuda-- A que si Alberto..., a que le queda bien esta camisa?--
  • Ehhh... Siii..., claro...!-- Cojonuda... ehh ?-- intento distinguir la cara del tío y reconociendo a Pascual.-- Paascuaal , no te había conocido.
  • Hola Alberto!-- lo saludo levantando la mano con una bobalicona sonrisa-- Violeta me ha acompañado a hacer unas compras... meee ha echo comprar esto, y esto, todo esto de aquí...-- levanto la decena de bolsas que colgaba de sus muñecas.
  • Ya veooo, yaaa...-- sonrió bajado la cara-- Has arrasado en la tienda, eh?-- Bueeenooo, buenoooo también te has arreglado la melena de Harpo Max.-- Joder tío... Pobre diablo!, definitivamente pareces otro.-- sentencio compadeciéndose .

Violeta lo miro enfurruñada, y plantándose delante del cada vez mas molesto Pascual lo tomo de la cara y lo miro tiernamente.

  • No le hagas caso Pascual, estas muuuuy bieen..!, – es un envidioso-- se acerco hasta rozar su boca con la del vecino y besarlo abriéndole la boca y metiendole la lengua.-- Las bolsas de ropa cayeron al suelo al deslizarse de sus muñecas al empezar a tallar el culo de Violeta.

Se excito con solo ver aquello, el jodido idiota magreaba a su hermana sobre lo una mas que considerable tranca monumental, joder como no empalmarse ante la escenita.

Joder, con el tipo, y parecía idiota.

Cuando los ruiditos se volvieron mas y mas seguidos, contemplo alucinado como Violeta se separaba de su rostro rojo como la grana y retrocedía procurando poner distancia entre los dos , volviéndose para replicarle de nuevo.

  • No tienes nada mejor que hacer que quedarte hay con cara de besugo,-- soltó Violeta regañándolo con la vista fija en el paquete de Alberto.-- O a lo mejor... te duele un poco?-- señalo fijándose en el bulto de su entrepierna.
  • Si vienes aquí.... lo puedes calmar por tu misma-- la desafió-- y si quieres... dejamos mirar al idiota..., para que vaya a aprendiendo a follar como dios manda!.
  • Me parece que no, hermanito!-- echando su brazo hacia atrás sujetando la muñeca de un alelado Pascual-- mi novio va a probarse toda la ropa nueva...., y creo que-- lo miro chupándose el labio superior-- voy a ayudarle de mil amores, verdad Pascual?
  • Oyeee , tu hermanooo a dichoooo que....! – dejo flotando la frase mientras era llevado mansamente al dormitorio de Violeta-- Viooleeetaaa , no me oyeesss...?-- escucho el portazo de la puerta de violeta.

Era eso; Eso era lo que llevaba entre manos su hermanita mayor, La leche, no podía creérselo, se tiraba al idiota de su vecino desde hacia un tiempo. Como demonios no se había dado cuenta?, Puuuff... después de todo había sido él quien empezara a follársela después de tanto tiempo. Aquel coño estrechito había sido estrenado hacia demasiado tiempo, pero visto lo visto había conseguido ponerse al día.

El gesto alegre paso por su cara fugazmente, haciéndole soltar la primera carcajada liberadora. Bien por ti hermanita. Se volvió al escuchar el primer jadeo de Pascual. Por un momento se imagino la boca de su hermana envolviendo la polla de Pascual , cabeceo orgulloso , dirigiéndose hacia su habitación. Definitivamente su hermanita se ponía al día.

Maria salio de su cuarto con las mejillas sonrosadas y una chispa maliciosa prendida en sus ojos, su aspecto angelical no reflejaba el autentico espirito lascivo que ardía en toda ella.

El vestido tapaba cada una de las esplendidas curvas, estando como estaban cubiertas por una chaquetilla rosa de suave lana, un caramelito de fresa y nata que esperaba a ser lamido por Alberto.

Como no iba a ponerse en celo se dijo, no llevaba nada bajo el vestido solo aquellos calcetines de conejito, podría bajarse la cremallera tras el cuello y lanzarse a follárselo sin miedo alguno fantaseo sonrojándose, se detuvo frente a la puerta abierta de su habitación.

  • Ya estoy..., como es que no te has vestido?-- le recrimino en la puerta de su habitación-- Ya es de noche, lo contemplo sentado frente a su consola.
  • Buuufff, si es verdad! , veras....! – Ooooouuuuuchhhhhhhhh... resonó con fuerza al otro lado de la pared-- Maria..., que te parece si lo dejamos para otro día..., eh ?-- desvió la cabeza hacia la siguiente tanda de gritos del otro lado del tabique.
  • Queee.... ! – No..., dio una patada en el suelo enfurruñada-- Me lo prometiste... , se adentro en la habitación de su hermano-- No me digas que te rajas... por eso-- señalo furibunda hacia el otro lado de la pared.
  • Vamoos, no es para tanto..., solo lo aparcamos hasta el viernes! se sentó a lo indio sobre su cama-- sonrió divertido al escuchar el gemido de los dos folladores de la habitación de al lado.
  • Pues noooo....! – No me da la gana!-- se quito la chaquetilla de los hombros furiosa lanzando la al suelo.
  • No seas cría..., la abronco sin desviar la vista de la pared-- Vamos Maria … ya te lo he dicho...-- No va de un par de días...-- se acaricio la entrepierna al compás de los jadeos del otro lado de la pared.

María realmente estaba cabreada, volvía a dejarla tirada como un trapo viejo, eso si que no !, de un certero movimiento su larga trenza rubia voló hasta su espalda cada vez mas rígida , aquella vez no. De eso estaba segura!.

Tiesa como un palo , los ojos firmemente entrecerrados bullía de una furia de la que su hermanito era responsable, avanzo hasta que sus piernas rozaron el mullido edredón sobre el que se recostaba Alberto.

  • No señooor..., – No me vooooy...-- soltó con el labio inferior sobresaliendo en una clara señal de rabieta.-- Intenta impedírmelo!-

Alberto dejo de ojear al otro lado de la pared enfocando sus ojos en Maria, estaba frente a su cama , a escasos centímetros de sus pies entrelazados.

De sus ojos parecían salir chispas furiosas, algo que nunca hubiese pensado de su dulce y tierna hermanita. Joder , podía llegar a ser un poco acojonante, las respiraciones entrecortadas, las mejillas ligeramente enrojecidas , las aletas de la nariz dilatadas acompasando cada palabra escupida furiosamente.

  • A mi nadie me deja plantadaaa...., entendido?-- declaro poniendo sus brazos a cada banda de sus piernas.

Algo poderosamente excitante le subió por la espina dorsal, levantando su rabo un par de centímetros de su mas que empalmado paquete, A donde quería llegar con todo eso? , estaba deseando averiguarlo.

Mil ideas guarras pasaban por su calenturienta mente. Los quejidos al otro lado de la pared se estaban convirtiendo en un coro de jadeos compartidos cada vez mas cerca de una corrida de las de campeonato.

Estaba muy cachondo, su hermana mayor jodiendo al lado con el vecino y el sentado sobre su cama agarrándose al edredón negro esperando algo por parte de Maria, quizás necesitaría pincharla algo.

  • Uuuffff menuda manera de follar tiene Violeta..., jodeeeeer como grita la muy zorra-- aparto el contacto visual sabiendo las consecuencias de sus palabras.-- Menudo cabronazo este Pascuaaaal, !-- Con que ganas me cambiaría con el idiota de al lado-- cabeceo captando la atención de Maria.

Aquello fue demasiado-- una nube roja de furia nublo su juicio, no sabia como pero iba a tragarse cada una de sus palabras-- se juro agarrando decidida la tela de la bragueta y bajando la cremallera metálica.

Al igual que siempre Alberto tomo el brazo de Maria, decidido a sentarla sobre sus rodillas, si jodían allí mismo puede que se le bajasen los humos y la mala leche, la dejaría como una gatita mimosa. – encantado con su idea parpadeo desconcertado ante el manotazo de Maria.

  • Gilipollaaas..., Acaso crees que soy tu puta esclava...-- manoteo escabulléndose de las manos de Alberto-- No soy una puta colilla a la que pisotear cuando te de la gana!-- Joooder , seguro que piensas así, pero estas muuuuuy equivocado-- le insinuó acalorada por la rabia .-- Nadieee, nadieeee me va a volver a ignorar , te queda claro hermanito?-- murmuro a un palmo de sus narices.
  • Al final resultara que te he tratado mal, no? – Me vas a decir que no quieres esto-- se sujeto el enorme bulto de su slip – Vaya , vaya... – escondió un amago de sonrisa-- Que me dices, me he portado mal contigo-- deslizo un mechón rubio tras la oreja de Maria sin mirarla y descubrirse.-- Esta bien... soy un cabronazo!-- A lo mejor necesito azotes o una paliza, seguro! – levanto las cejas recostándose su espalda en la pared dispuesto al siguiente paso.
  • Siiii, eres un hijo de puta!, un cabronazo que va acordarse de hoy …-- respiro entrecortadamente Maria viendo el slip cada vez mas tenso levantándose mas y mas.
  • No moveré ni un solo musculo, no me defenderé, te lo prometo..., si quieres castigarme...-- Adelante!-- sentencio dejando la pelota en el tejado de Maria.-- Si quiere darme de ostias... no haré nada , me lo merezco!-- Incluso si quieres violarme!.
  • Ya esta otra vez, ese tonito de gilipollas-- Encima te lo tomas a cachondeo....-- Buuuurrr... – mascullo hiperventilando, sus ojos se achicaron entre sus parpados. Empezaba a notar las pulsaciones de la vagina mojándose , los pezones duros y tiesos a cada palabra.-- Alberto también parecía haberse fijado.
  • Juro por lo mas sagrado!-- cruzo su pecho con rapidez, que no haré nada por tocarte cuando me montes.-- aprecio los tiesos pezones destacándose en la angelical ropa de florecillas.

Maria se echo para atrás arqueando las cejas, se iba a enterar de una buena vez, retrocediendo volvió a colocarse fuera del alcance de de su impredecible hermanito, este reacciono echándose hacia delante llevándose un empujón dejándolo clavado donde estaba.

  • Quiete cito... vale?-- lo disuadió-- Sin tocar, no te acuerdas?-- pronuncio en tono angelical a la vez que su dedo recorría el contorno de la camiseta y se paraba en el botón metálico del pantalón.
  • Vale, vale-- levanto las manos rindiéndose-- los ojos fijos en Maria mordiendo el labio inferior y sacando trabajosamente el botón de su ojal.
  • Vaaayaaa , vayaaaa... ya la tienes dura, eh?-- Vas a enterarte de lo que es bueno-- insinuandoselo al oído mientras mordía la oreja arrancándole un gritito.

Y si después de todo, no había sido una buena idea. La frente de Alberto empezaba a cubrirse de gotitas de sudor, estando allí sentado con el pantalón abierto y una erección apuntando al techo no podía imaginaba cuanto iba a aguantar sin llevar la iniciativa, Maria parecía disfrutar con aquello, mas cuando sus pantalones se convirtieron en un fardo a los pies de la cama sin que él hubiese movido un solo musculo.

Una promesa era una promesa, se dijo cerrando los ojos apurado.

Mierda..., solo era una puta cría...! que cojones..., si hacia solo unos días ni siquiera sabia lo que era follar como conejos!-- se autoconvencio cuando las uñas de esta empezaron a arañarle bajo la camiseta blanca.

Gatita, gatita,-- escondió el gesto dispuesto al ser despojado de la camiseta , el rabo latiendo deseoso de aire fresco.

Si seguía arañandolo así, iba a reventar los calzoncillos-- Jodida cría, siguió paralizado.-- si no dejaba de hacerle eso, ufff..., – como si de una señal invisible se tratara, Maria se levanto mirándolo provocadoramente , la mano acariciando el torso velludo hasta dar con la tetilla izquierda pellizcando con aquella sonrisa prendida de su boquita.

  • Auuuuuuuu , Hijaaa de puutaaa!-- aulló sin aliento Alberto pestañeando rapidamente , fijando sus ojos en la picara risita mientras colaba sus dedos bajo la goma de su calzoncillo estirándolo y soltando como un tirachinas mortal.

Plaaaappp... fustigo el elástico en su sensible polla. * Abre las piernas Alberto... , hazme sitio!-- volvió a colocar la mano bajo la elástica goma. * Valeee, valeeee, yaaaaa lo hagoooo... – jodeeeer! – incomodo por el ramalazo de dolor , contemplo como maria se colocaba entre sus rodillas.-- Coñoooo..., acaso iba a … siiiiiiiiiii-!-- se dijo eufórico.

Maria sin saber muy bien como continuar, recordó los párrafos señalados de todas sus novelas románticas , al fin y al cabo si ellas chupaban la polla a sus héroes , a caso ella no podría hacerlo, solo que..., puede que, puede queeeee.... consiguiera hacerlo llorar.

Envarada, se apoyo sobre los muslos de él. Ladeando la cabeza como un perro curioso.

  • Ostia putaa...Maria, si piensas hacer lo que creo...-- Mejooor que... – quee...-- se le atasco la voz-- Joooderr si que hace calor aquí... resoplo cada vez mas nervioso soltando y apretando la tela del edredón.

Esta echándose hacia atrás lo contemplo con un dedo pensativo golpeando su boca, enseguida sus manos volaron tras su cuello hasta dar con la cremallera oculta bajo el ribete plisado del cuello. El revelador ziiiiiiiiip de la cremallera resonó al liberar aquellas enormes tetas delante de sus narices.

Al final resultaba que su hermanita no llevaba sujetador bajo el recatado vestido, ni que decir cuando se inclino sacándolo por su cintura y enseñándole un precioso plano de aquel tierno culete.

La putilla iba sin nada bajo el vestido, solo aquellos calcetines de conejitos rosas, pidiendo guerra.

Plantada delante de él, espero mordiéndose el labio sabiendo como los ojos de Alberto se fijarían en su coñito afeitado.

La mandíbula desencajada de Alberto parecía llegarle hasta el suelo, no tenia ni un solo pelo cubriendo la estrecha rajita, calvo como un bebe!-- Madre miaaaa.... yo meee corrroooo-- observo con las pupilas dilatadas.

  • Cuando cojones te has afeitado el coño?-- protesto con la voz estrangulada.
  • Ahhh , te gusta?-- A mi si..., es mas suave... sobre todo cuando me acaricio así-- y dándole una muestra de sus palabras paso la palma sobre la sonrosada raja acariciando sin desviar la vista de su alteradisimo hermano.-- Mmmmmmm..., mmmmmmm..., siii... maaasss suuuaveeeee! –
  • Cojonees Maria, deja de hacer eso o no respondo!-- amenazo Alberto con los músculos del cuello tenso-
  • Hacia algún día que pensaba enseñártelo..., – continuo gimiendo a la vez que hablaba-- Uuuufffff, ufffffff, uuufff-- peeerooo, perooo como no estabas por la labor-- Agggggghhhh...

Alberto sudaba como un cerdo contemplando el pajote que Maria le estaba dedicando, la sonrosada almejita de la niña rezumaba el jugo celestial que empapaba sus deditos, haciéndolo salivar hambriento, joder que ganas tenia de probar aquel coño calvo, seria una delicia.

En un amago incomodo se removió incomodo, deseaba acariciar, lamer aquel coñito. El cojín negro lo golpeo tumbándolo de nuevo contra la pared. Atontado por la táctica, pestañeo descubriendolo en la mano de Maria.

  • Manos fuera.... hermanito, ohhhh puede que te la arranque de un mordisco, Vale? -- dejo caer el cojín al suelo.
  • Estaaa bien..., Estaaa bieeen..., – Esta vez ganas tu..., – la brillaron los ojos, se estaba poniendo muy, muuuuy cachondo, hasta el punto que la punta empezo a rezumar juguillos empapando los slips rojos.

A que esperaba?-- se dijo alberto contemplándola-- joder si casi había conseguido que se corriese, la prueba de ella era el enorme manchon de sus calzoncillos, sus hombros descansaban apoyados contra la pared rugosa pendiente de cada uno de los movimientos que realizaba, ahueco los brazos bajo los cojines de la cama.

  • Me rindo..., – murmuro viéndola acercarse de nuevo a su pecho lamiendo la tetilla como un puto helado-- achico la mueca que luchaba por reflejarse en su cara.-- La muy zorra lo estaba matando, pensó al notar los dientes mordiendo y estirando la otra tetilla. – Jodida niña.
  • Mmmmmmmm, tienes unas tetillas muy sensibles...-- susurro chupándolo mas y mas-- casi tanto como mis pezones.-- A ver? – sujetándose una de sus tetas restregó el pezón sobre la mojada tetilla.

El roce del pezón le arranco un quejido frustrado, – lo estaba matando con aquello, vaya si lo hacia-- se agarro a la tela del cojín ahogando las ganas de agarrarla de la cintura y tumbarla sobre la cama.

El sudor empezaba a empaparle la cara, maldita cría!.

Maria levanto la cabeza vigilante, parecía sufrir de lo lindo.-- bien por ella, un fuerte olor a macho le llegaba claramente, es mas.

Veía el enorme lamparon extendiéndose por el slip. Si, desde luego estaba a punto.

Tal como ella quería, coloco la mano bajo la flexible cinturilla tirando y sacando cualquier estorbo, el rabo de su hermano salio disparado como un cohete. Gordo, tieso y venoso con el enorme cabezón granate y brillante.

Se mordió un labio algo asombrada, no podía evitarlo pero era demasiado..., temblando deslizo los slips aturdida ,dejándolo bajo la mata de pelo castaña donde reposaban los pesados cojones.

  • Joodeer... paa , pareece un torpedo a punto de reventar...--confeso Maria.-- Estaaa, estaaa muy coloradoooo!-- sentencio Maria dirigiéndose a él con las mejillas encendidas.

Si otro tipo le hubiera contado esa misma situación, se lo habría tomado a pitorreo. Es mas, le hubiera llamado fantasma , pero estando él sumergido ,amago la mueca incomoda y dolorosa, como no. Parecía toda una zorrita, pero luego lo desarmaba a uno con semejantes palabras, y aun ni le había puesto un dedo encima. Madre miaaa.... iba a ser una noche muy, muyyyy larga!

  • En seriooo, ni me había dado cuenta... – echo la cabeza hacia atrás tomando aire-- Al fin y al cabo solo esta tomando el aire... – se encogió de hombros despreocupado.

Maria supo como castigaría, a ese idiota y encantador hermanito suyo. No le cabía en una mano , colocando las dos manos podía agarrarla a duras penas, bajo la cabeza hasta tenerla a un palmo y lo miro traviesa soplando sobre el enorme capullo escarlata como una vela de cumpleaños.

  • Vas a enterarte! – le guiño un ojo juguetona.

No las tenia todas con él, – Mierda..., cada vez estaba mas al borde de disparar la caliente lechada si lo miraba con aquella carita de pervertida, jooodeerr se estaba poniendo malo!-- resoplo incomodo al primer lametazo de una sofocada Maria.

Le ardía la cara de vergüenza , una cosa era probar la lechosa descarga cuando era disparada sobre su cara a como ahora con la cabeza entre sus muslos catando tranca , la ligera risita asomando en la comisura de su boca al relamerse complacida.

Sin desviar lamió todo el enorme tronco , hasta la base igual que una deliciosa piruleta.

Lo hacia bien..., – se dijo mientras se escucho boquear tomando aire-- Uuuufffffffffffffffffff-- si sigue chupándome así voy a correrme como un puto chaval de teta. Tanta sangre acumulada en su polla no era buena, no!-- Ostia puta si notaba las palpitaciones en sus huevos bombeando lefa como un géiser.

Ya casi, ya..., se dijo echando la cabeza hacia atrás y justo ahí..., justo en ese instante... Maria enrosco su gruesa trenza rubia en la base de la tiesa estaca , estrangulando su cipote como un jodido cepo dejándolo al borde de una corrida a punto de estallar ,reteniendo el orgasmo.

En aquella penosa postura el sudor empezaba a resbalarle por el cuello abajo, quien cojones le habia......-- pregunto bajando de nuevo la cabeza para verla de nuevo aflojando algo la gruesa trenza, de nuevo se lanzo a mamar de su polla como una gatita deseosa de crema, tragándose el rojo cabezón de una manera algo brusca y enloquecedora, succionando como un batido de chocolate del que parecía no hartarse, – Se le nublo la vista de gustazo, y unas chispitas empezaron a cruzar a través de sus ojos; Oosstiaaaa!-- seguía pelandosela arriba y abajo, no veas como tragaba rabo.

Las manos le picaban histéricas , aferradas al edredón hacia un esfuerzo casi sobrehumano para no agarrar la cabecita y mostrarle a Maria como le gustaba que se la comieran.--- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh siiiiiiiiiiiiiiiiiiii, justo así....! tragatela toda peque, Ohhhhhhhh jooooderrr, que gustazzoooooo! – la vio metiéndosela hasta el fondo de la acogedora garganta , sacándosela justo cuando volvió a sentir los espasmos de la corrida.

  • Cooojoneees Maria!-- chillo cabreado apoyando la cabeza en la pared con gesto lastimero-- No me dejeeees así, diooooos!-- se le crisparon los dedos aferrados a la colcha.

Maria contemplo el aspecto extenuado de Alberto , el pelo empapado sobre la cara girada , cada musculo tirante como a punto de romperse en una postura rígida, – Biiiennn, por fin, – se convenció orgullosa, lo tenia a sus pies, o en ese caso en su boca.

Si no hubiera estado sentado en la cama habría caído como un fardo inservible, le temblaba todo, al igual que un bol de gelatina, y su cruel hermanita seguía volvía a la carga otra vez, – joooder que buena era haciendo mamadas..., aunque en ese momento le hubiera fulminado un rayo..., no se habría cambiado por el imbécil de al lado, y eso que hacia rato que no los escuchaba.

Que gustazo morir con la polla dentro de la boca de Maria, y la jodida cría siempre lo dejaba a punto de caramelo apretándole con aquella trenza sedosa.

  • ¿ Te duelee... hermanito?-- pregunto lanzando un ruidoso Poooop al destetarse de su rabo y aflojar la trenza ligeramente. Toda la dura barra de carne resplandecía con la saliva mojandola , las venas latían inflándose igual que raíces llenas de savia. Aquella vez era ella quien mandaba, verlo así , derrotado.... la complacía terriblemente, se mordió el labio inferior escuchando el pecho subiendo y bajando como un fuelle acelerado.
  • Jooooooodeeer Maria, yaa looo sabess-- mastico las palabras, me va a reventar la polla si sigues haciéndome eso!-- confeso serenándose. – Hostiaa putaaa , acaba de ordeñarme o no respondo! –

Alberto se agarro de nuevo a la tela cada vez mas arrugada bajo sus manos, como si de un bote salvavidas se tratase, su hermana se embutió toda su cipote hasta la base, la mano pajeandole de lo lindo , sacudida a sacudida hasta hacerlo verlo todo oscuro tras sus ojos , la trenza de nuevo asfixiandole la corrida , le dolían los huevos, le dolía la polla, la sensibilidad del glande le hacia apretar las mandíbulas en un gesto lacerante.

Si no le reventaba la polla ; lo dejaría ciego... si no explotaba antes.

  • Ves lo que pasaa , cuando no cumples tus promesas...., Acojona a que si..., puees aprende la lección Alberto porque... a partir de ahoraaa..., no piensas olvidarte de mi , A que no?-- le dio un largo lametazo hasta enroscar la lengua en la punta de la ciruela granate a punto de reventar, punteando el agujerillo traviesamente.-- mmmmmm, rico!

Alberto bizqueo al sentir aquello , el dolor y el gustazo se mezclaron al explotar en la boca de Maria, tres dolorosos chorros de esperma estallaron en su boca con un bramido brutal; las mandibulas encajadas mientras temblaba al escupir otro caliente caño de espesa lefa y otro mas.

Menudaaaa corrida..., – como no, Maria ahora quería escaparse...., intentaba recular atragantada del surtidor de semen, de eso nada..., Se tragaría cada una de las descargas!-- el se encargaría.

Los ojos se le desorbitaron, tenia la boca totalmente llena de la salado esperma de Alberto y aun seguía corriéndose, procuro tragar cuanto pudo, aun cuando las arcadas empezaron a atascarse en su garganta y ya no podía mas.

Las manos de alberto la sujetaron de las orejas con firmeza, peleo para poder respirar mientras el seguía descargando la eterna corrida , tosió tomando aire, y un pequeño charco de lefa se escurrió por la comisura de su boca.

  • Aun no..., peque... . Vengaaa abre la boquitaaa... y traaagaaaaa..., ahhhh!..-- le levanto la cabeza hacia la siguiente inyección de crema caliente.

Parpadeando como buenamente pudo, noto la ducha de leche tocándole los labios derramándose descontroladamente mientras ella se dejaba llevar, tragando poco a poco , hasta que el ultimo gruñido de Alberto se apago. Abrió un ojo solo para ojearlo, todo su cuerpo relucía sudoroso, la polla colgando mustia entre sus muslos mientras el respiraba con la cabeza girada.

No es que se sintiera mucho mejor, notaba su coño mojado y resbaladizo, aun de rodillas bajo la vista fijándose en los goterones que manchaban la moqueta azul.

Algo mareada, se puso de pie tambaleando, la piel le pinchaba de una manera embarazosa y.... pese a ser finales de Otoño,casi empezando el Invierno, el calor la abrasaba como nunca antes lo hiciera.

En un parpadeo , se vio reflejada en la ventana tras la cama, de su cara parecían colgar babas blanquecinas, igual que un eufórico bulldog . Se restregó el brazo por la cara, esparciendo la babosa lechada de su rostro.

Su hermano parecía estar medio muerto, como si un mazo le hubiera atizado en medio de la cabeza, desmadejado sobre la cama, se pregunto si quizás no se hubiera excedido un pelin .

Rozo un dedo sobre el tobillo, escuchando un gemido gutural como respuesta, mordiéndose los labios, dio un paso hacia atrás y luego otro, su pie dio con el dobladillo de su vestido , se lo pondría y saldría de allí echando leches, no fuera que...., no fuera que..... Alberto se le ocurriese algo para vengarse….,

Con esa idea , se agacho , llevándose el vestido contra la excitada piel , no pudo enderezarse..., el aliento de una voz demasiado conocida le taladro la mente.

  • ¿ Donde cojones te crees que vas? – Esto no te va a hacer falta..., agarro el vestido en un puño y estiro lanzandolo por encima de sus cabezas.-- A si que quieres... , quieres toda mi atención?-- Pues enterate bien... vas a desear no haberla pedido?-- la sujeto de la nuca arrastrándola hacia el borde de la cama.

A esto podemos jugar dos, no te quepa duda....