Que hizo ella para merecer todo eso??? (9)

Ya lo explica el refrán a Dios rogando y la polla clavando. Este es el mejor credo del padre Sabino, el guia espiritual del internado donde estudian nuestras mellizas. Puede que la cándida Maria pueda purificar los sucios secretillos familiares.

Otro día de lluvia, Buuuuffff-- coloco el empapado paraguas junto a la puerta, se escurrió la larga trenza rubia frente al espejo del recibidor, deteniéndose y enrojeciendo en seguida al recordar el encuentro de unas semanas atrás con papa.

Maria se aparto una hebra suelta de su jersey de lana roja , apresurándose por recuperar su aspecto pulcro y desenfadado.

Si alguien la hubiera podido le

er s

us pensamientos habría sabido lo lejos de la verdad de lo que se encontraban, desde hacia un tiempo sentía una quemazón entre sus muslos , algo caliente que la hacia estar en las nubes, en casa, en el instituto, incluso en la biblioteca no dejaba de pensar en las pollas taladrándola sin descanso.

Ardía con solo pensar en el peso de su hermano aplastándola contra la cama, jodiéndola como un animal una y otra vez. El calor de la excitación le subió por el cuello de su pudoroso jersey.

Peor era en clase, donde había perdido el hilo de la explicación de matemáticas. Pero como no hacerlo, solo con cerrar los ojos el calor la invadía y el suave ronroneo de su vagina la ponía a mil, en medio de matemáticas, lenguaje o de inglés-.

Lo peor era la continua humedad de sus bragas, ese estado de ardor vaginal que la obligaba a escaparse al lavabo a deslizar sus bragas hasta los tobillos y acariciarse entre murmullos ahogados. Día tras día, aprendió a correrse en una frustración que la volvía cada vez mas insaciable.

En casa parecieron no darse cuenta, pues su padre apenas tenia tiempo para el taller o su hermana Eva, con lo que debía conformarse frustrada a una mas que gustosa comida de coño al acostarse y una palmadita en la cabeza.

A su hermano raramente lo podía pillar disponible solo para ella, o compartía su fabuloso cipote con alguna de sus hermanas o se quedaba fuera. Ardía por disponer solo para ella un buen cipote en las entrañas perforándola poco a poco hasta hacerla boquear.

Lamentándose no lograría nada; eso lo sabia, así que enderezo los hombros y se dirigió al comedor. Estaba parada junto al botellero cuando su vista dio con la nota junto al teléfono.

Leyó con atención la letra puntiaguda de su hermana Violeta; seguía cuidando del vecino idiota de al lado, llegaría tarde.

Justo bajo la nota, otra pequeño papel se pegaba al dorso de la nota. Lo observo extrañada, era del internado de las mellizas, una breve anotación del Padre Sabino recordándo el pago de la excursión de 3 días a la casa fundadora.

Por lo visto, el plazo terminaba ese mismo día. Maria recapacito egoístamente, si sus hermanitas salían de casa aunque fuera 3 días , ella podría gozar por entero de Alberto durante ese tiempo.

Ellas no habían mencionado nada, claro...! Con lo que disfrutarían tres días enteros en casa!,-- se dijo.

La cantidad no era muy alta, pero al ser doble debía depositarse en la tesorería del Internado a cargo del padre Sabino. Estaba demasiado ocupada haciendo cabalas de como recoger el dinero, rebusco por todo el comedor sin éxito, decepcionada se dirigió de nuevo a la cocina , al menos lo había intentado – se animo tomándose un batido de fresa, fue entonces cuando reparo en el bote de cristal de mama, en él se dejaban las monedas y billetes sueltos de la compra semanal, llevaba allí una eternidad y con la chispa de la idea, volcó el contenido del tarro encima de la mesa.

Aliso los billetes arrugados apilándolos con cuidado , contó en columnas las monedas , sabiéndose vencedora enrollo los billetes en un pequeño rulo , con aquello bastaría. Casi a la carrera , escribió en la pizarra de la cocina el lugar donde estaría, no era necesario preocupar mas a su familia.

Ademas no estaría con desconocidos, era el lugar donde ella hubiera estudiado si no hubiera tenido una salud tan frágil.

Apurando el batido, se volvió a colocar el chubasquero sobre los hombros agarro el paraguas y salio volando para el internado, si lograba pillar el autobús pronto llegaría en 10 minutos.

Chapoteo entre las aceras desiertas hasta llegar a la solitaria parada de bus. Aquello era una locura, pero el premio bien que lo merecía-- se recordaba.-- seguía dándole vueltas al asunto en el momento en que el autobús torció la esquina y se paro frente a la parada. Pago el billete con parte de las monedas requisadas al frasco , se sentó justo detrás del conductor. Debía bajarse en la séptima parada, contando cada una de las paradas por fin, tras 12 minutos de arrancar y frenar llegaron a la parada frente a la que se distinguía la mole de ladrillo rojo.

Se bajo tiritando por las ráfagas de viento, podía ver las luces del internado encendidas, aun era pronto. Apurando el paso, atravesó la cancela abierta dirigiéndose a la desierta recepción.

Una monja algo sorda la guió hasta las entrañas del edificio, justo frente a la puerta de la sacristía donde el padre Sabino permanecía sentado junto a una hilera de expedientes.

A Maria el olor a cera y ropa vieja le arrugo la nariz, el padre Sabino era mas joven de lo esperado aun distraído con las cuentas , parecía estar ausente del mundo que le rodeaba.

--Padre Sabino …, padre...-- llamo la monja justo tras ella.--

Este, levanto la cabeza sorprendido observando las dos figuras paradas junto a la puerta.

Sor Mercedes la vieja portera sorda iba acompañada de una muchacha preciosa, pelo largo algo húmedo trenzado sobre el hombro, un sobrio jersey de lana roja en el que si se fijaba uno bien podían apreciarse dos rígidos pezones , respiro profundamente intentando calmar el brinco de su polla en los pantalones.

Ni que decir, que aquellas interminables piernas enfundadas en aquellos estrechos pantalones se pegaban a un suculento culito.

Carraspeo controlando su lascivia, – Pase, pase pequeña...-- Gracias hermana Mercedes, puede retirarse.

Dígame hija... en que puedo ayudarla, – hablo sin dejar que sus ojos escaparan a los gruesos pezones tan cerca y tan lejos.

  • Vera padre..., vengo en nombre de las mellizas Aura y Rebeca...-- están en el equipo de voley.-- aclaro, la verdad es que... hasta hoy no habíamos visto la nota con el pago de la excursión.
  • Ah siii... – la excursión de convivencias..., cierto...-- se levanto con lentitud para colocar las carpetas tras los archivadores. – Pensaba que no venían....--
  • No es eso..., vera aquí tengo el importe reunido. Bueno esta algo húmedo-- dijo al depositar el rulo de billetes sobre el escritorio, .-- pero esta todo.
  • Estupendo... hija, – déjeme que le extienda un recibo y da por terminado el asunto... eh?.
  • Claro....

El cura rebusco un talonario de recibos y con lentitud extendió la cifra depositada, rellenando los apartadas con intencionada lentitud.

  • Y dime hija..., como es que no estudias en este centro con tus hermanas...?.
  • Vera..., yo he estado algo enferma..., y con el tiempo que pasaba en casa..., pues decidieron buscarme un centro cerca de casa.
  • Ah claro... pobrecita, menos mal que ahora se te ve muy sana … Vaya estupenda!
  • Siii... buenooo, – contesto algo confundida enrojeciendo.
  • Vamos, vamosss... una chica tan atractiva como tu debe estar cansada de oírselo al enjambre de chicos que tendrás por ahí, eh?-- comento en tono divertido.
  • No..., si yo no...-- soltó Maria cada vez mas extrañada.-- No hay ningún chico..., bueno... que no vaya...
  • Ah.... eso es bueno hija mía! – El pecado esta por todos lados..., acechando, buscando una victima tan deliciosamente inocente.-- murmuro secando la nota y rasgándola.
  • Esto... enrojeció Maria al agarrar el papel y no poder soltarlo.
  • Porque como buena cristiana confesaras tus pecados y acudirás a misa, verdad?
  • Mmmmmm , la verdad es que no solemos ir a misa desde que...., bueno … desde que murió mama...-- susurro .

El cura vio la oportunidad de estrechar algo mas la presa que tenia frente a él, llevaba demasiado tiempo sin un polvo como dios manda, allí encerrado entre momias y crías de pañales. Un bocado tan apetecible como aquel no se le escaparía, no aquella vez.

  • Sospecho entonces... que no habrá vaciado su alma de pecados, cierto?-- pregunto en su tono mas censurable. – Imperdonable...-- golpeo la mesa con un seco palmetazo.
  • Yooo... , yoooo... --- pronunciaba Maria cada vez mas abatida-- No recuerdo...-- bajo la vista al suelo.
  • Eso tiene solución aquí y ahora..., – vamos hija..., acompañame justo aquí al reclinatorio. – Hoy lavaremos tus pecados con la absolución santa.-- se santiguo relamiéndose.

La ingenua niña se arrodillo en el reclinatorio, junto sus manos sobre la almohadilla en tono suplicante cerrando los ojos , Sabino se coloco justo frente a ella de pie, la tela de su pantalón negra empinada a un palmo de su cara.

  • Ave maría purisima padre..., murmuro levantando los ojos y paralizándose ante la erección a un palmo de su cara .
  • Sin pecado concebida, susurro echando un vistazo sobre el hombro.
  • Vera padre... he pecado..., de pensamiento y obra..., yoooo , yoooo he pensado en cosas sucias y lascivas...-- bajo de nuevo la cabeza arrepentida.

Sabino saboreo cada palabra de la chica satisfecho, preocupado por alguna interrupción inoportuna se apresuro en cerrar la puerta de la sacristía girando el pestillo.

Solo cuando volvió a tenerla justo donde quería, se fijo en la hilera de lagrimas que recorrían su cara.

  • Sigue hija..., confiesa tus pecados detalladamente..., el perdón estará cerca de los arrepentidos.
  • Vera padre..., no se lo que me pasa últimamente..., siento que mi cuerpo arde en busca de liberación..., yo , yoooo no paro de tocarme dándome placer. – sollozo en voz baja.
  • Enseñámelo hija..., muéstrame como realizas ese degenerado acto.-- Deja que juzgue con mis propios ojos.

Maria se levanto del reclinatorio aun con la cabeza hundida entre sus hombros abatidos, sorbiendo sus lagrimas se desabotono el pantalón con mucha lentitud, luchando con la ropa mojada fue deslizando la tela vaquera hasta los tobillos , hasta despojarse de ellos y de sus mocasines negros.

fijo sus ojos llorosos en el viejo banco de madera , la madera fría le provoco escalofríos al tocar su piel, sus bragas de corazones rosas a la vista del cura.

  • Adelante hija mía..., demuéstrame como realizas esos actos impuros..., yo juzgare en el nombre del altísimo – le vio acercarse justo frente a ella.

Abrió sus piernas hasta reclinarlas de cualquier manera, sus mano bajo reptando por toda el jersey hasta dar con la goma elástica , enterrando su mano bien dentro comenzó a sobarse el botón duro una y otra vez. Pronto el calor agradable de su vagina la hizo jadear muy bajo. Miro al cura impasible, sintiéndose perversa , acelero las caricias hasta untar dos dedos , deslizándolo con mayor rapidez.

  • Aparta cualquier estorbo de la visión del señor..., – ordeno el Padre enronquecido, abriendo sus fosas nasales con nerviosismo.

Maria obedeció la divina orden , apartando las tela rosa, enseñándole a las claras como se frotaba el coño una y otra vez. Por primera vez, escucho una especie de jadeo profundo del cura, la lujuria la invadió al capturar su mirada, cuando se chupo los dedos con los que había estado masturbándose y volverlos a hundirlos dentro de su vagina. Atrapo su mirada al verlo allí de pie sobre ella, sus ojos paralizados en su coño lubricado .

Mmmmmmmm,-- gimió siseando al acelerar el masaje.

Jadeo un poco mas seguido, lastimera al empezar a agitar las caderas imitando la cadencia de la follada. Hinco 3 dedos en el rugoso agujero hasta que le llego la corrida en una serie de espasmos salvajes, cerro los ojos jadeando al derramar sus abundantes fluidos sobre la madera del banco. Menudo Orgasmo!-- procuro no abrir los ojos enseguida, Vaya corte...!

Sabino apretó las mandíbulas al sentir sus calzoncillos mojados por la corrida, igual que cuando apenas levantaba un palmo del suelo. Tomo algo de aire aun impregnado por el rico y picante olor a coño , sin dejar de admirar los soberbios fluidos goteando frente a sus narices, se situó justo delante de ella .

Bajo la cremallera de su pantalón negro y el rabo asomo de nuevo en todo su esplendor.

  • Ohhh hija mía..., esto es perverso..., mira lo que has provocado a este pobre siervo de Dios...!-- Ohhh, debemos rogar juntos por el perdón.-- Se arrodillo entre sus piernas abiertas.
  • Padreee, ohhh Padre essssssss...-- contemplo Maria asombrada.

Procurando recuperar el aliento, sus ojos se fijaron en el descomunal rabo del padre Sabino. Madre mía! – tembló algo mareada ante la enorme barra morena de carne, procuro no decir ni mu , ni aun cuando las manos del cura se apuntalaron a sus caderas. La tiesa polla rozándole la piel del muslo.

Ufffffff..., que calentura!.-- necesitaba que la follaran, vaya si lo necesitaba!.

  • Mmmffff hija mía … purificare tus entrañas... con la leche de este servidor de dios Padre..., – Recibirás la gracia divina de la semilla de este humilde herramienta de perdón.-- hablo el cura comenzando a rozar su polla con lascivia. --- Dime hija..., deseas el perdón dentro de ti?-- Lo deseas....?-- acelero la friegas de su rabo contra los labios empapados .
  • Ohhhhhhh, ohhhhhh, siiiii , siiiiiiiiiiiiiii..... lleneme de perdón! Lo necesito , lo necesito ya.....-- jadeo ante las friegas – Por favoooorr – rogó Maria excitadisima.

Mareada de deseo ,se aferro a la madera del banco aguantando la respiración arqueando las caderas para adaptarse mejor, la palma caliente del cura acariciaron la suave piel de su tripa levantando el jersey de lana por encima de la cintura hasta casi ahogarla de frustración.

  • Preciosos pechos echos para manar leche y miel...! – Susurro el cura al apretar la teta derecha , empitonando el pezón.-- Para alimentar a los hambrientos ...-- gruño destapando el sujetador , magreando a placer la carne de la pobre Maria.
  • Auuuuuuu..., auuuuuuu...-- ronroneo Maria al contemplar los ojos del cura deslizándose hasta su hinchado coño.

El rugido de la garganta del padre Sabino la excito cuando él empujo sus muslos abriéndola mas, pudo apenas tragar una respiración mas cuando agarro su polla guiando el inmenso capullo en la entrada del coño. – Eres una buena cristiana, hija... asiii...., esoooo ess.... !-- Aggggghhhhhhhhhhhhhhhhhhh – aulló al clavarle un palmo de rabo y hundirse entre las estrechas paredes como un taladro percutor.

Solo sentía las vibraciones de su polla abriéndose paso lentamente, perforando la vagina mas exquisita que recordara, empujando con cuidado hasta enterrarse hasta las pelotas. Era una delicia....! caliente y estrecho jadeo cuando la chica lo sujeto por la espalda.

Noto como aun paralizado entre sus piernas la chica empezaba a menear las caderas empujándolo a joderla a fondo.

Apoyándose sobre la madera del banco, para no aplastar mas a la pobre chica se lanzo a empujar con fuerza hasta contemplar aquellas estupendas tetas botando arriba y abajo al compás de las riñonadas. El peto clerical le hacia sudar como un puto cerdo, siguió jodiendola con furia la mano resbalando sobre el clítoris excitándola haciéndola ofrecer sus tetas a su mas que sedienta boca.

Chupo y mordió la carne con ansia, dejando la marcas de dientes sobre los tremendos pezones rosados a cada envestida.

A Maria todo le parecía una neblina de placer y dolor, el pollón del cura la jodía de manera brutal, los chasquidos de carne golpeándola hasta hacerla boquear. El ploooop, plooooop, plooooop, ploooooop, resonando entre las paredes de la sacristía , el olor a cera la mareaba . El dolor atravesándola al sentir sus manos amasando y pellizcando sus sensibles pezones. --- Ahhhhh, ahhhhhhh, ahhhhhhhh, ahhhhhhhh-- repetía una y otra vez.

Consiguió enfocar la vista en la sudorosa estampa del cura, la cara transformada en un mascara de goce . El gruñido constante al empalar su coño con toda la fuerza de su cuerpo.

  • Ufffffff, ufffffff, uffffff.... yaaa llegooo , yaaaa llegoooo hijaaaaa....! – susurro empujando su rabo empalando su coño con secas envestidas.
  • Ahhhhh, ahhhhhhh, ahhhhhhhh, ahhhhhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhh...-- escucho el sonido de la succión de su coño impulsado dentro y fuera Como si la tranca le llegara hasta el estomago.

Gruñendo como el animal que escondía dentro, Sabino se hundió en ella, una y otra vez , una y otra vez. La monto como la puta perra que era, envistiendo como un tren de carga. Sin perder detalle de la calentura que los invadía a los dos , tenso las venas del cuello aumentando la follada hasta que la boca se le abrió y las babas se le escurrieron entre sus tetas. La monto sin piedad, marcando la carne con su rabo.

Atravesada por la carne del cura Maria se sentía en el séptimo cielo, las tetas bailando al compás interminable mientras el padre Sabino la follaba en un eterno y duro polvazo. Abrió los ojos mirándolo descaradamente cuando empezó a sentir las pulsaciones del orgasmo. Se corrió en un sinfín de aullidos profundos, una y otra vez aulló como loca.

  • Ahhhhhhhhhhhhhhhhh, Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh....-- gimió a pleno pulmón abriendo los ojos y fijándolos en el cura.

Sabino bajo su agotada cara escondiendo su mueca de enorme placer al acelerar las riñonadas al sentir la cálida corrida sobre su polla, sus caderas empalaron atrás y adelante con la mandíbula apretada en un rictus de resistencia sin igual, el gruñido se convirtió en un bramido furioso al ponerse tieso y rígido sobre ella, empujando dentro y fuera como una bestia salvaje sin dejar de envestir hasta bombear la potente semilla hasta sus entrañas.

  • Recibeee el perdoooonnnn, ahhhhhh, siiiiii, ooooohhhhh siiiiii...., ahhhhhh-- llenateee de la leche purificada …. aaaahhh-- continuo descargando los chorros de esperma en largos empujes.

Maria sintio el calor de la adorada lefa llenándola mas y mas, y sin querer darse cuenta se corrió de nuevo sobre la espuma caliente. Todo se volvió oscuro cuando la tela áspera del peto la aplasto de nuevo sobre el banco.

El peso del cansado cura la tenia aprisionada, su polla aun dura pulsando en su vagina , el corazón latiendole como un tambor.

Poco a poco la erección del padre fue bajando hasta que su polla resbalo de su interior. Estaba agotada, como siempre después de un polvazo, apenas podía hilar dos pensamientos seguidos. Aun estaba callado cuando se aparto de entre sus piernas con torpeza.

  • Puedes darte por satisfecha..., has cumplido con la obligación de una buena cristiana... – Yo te absuelvo en el nombre del padre..., del hijo... del espíritu santo...,-- rozo su vagina hurgando un dedo dentro llevándose un pegote de esperma con él.-- Te unjo para que vayas libre de pecado.-- extendió la cruz de esperma en la boca , hasta que la lengua de Maria lamió su dedo.
  • Gracias padre...., – contesto algo confundida.-- Creo que va siendo hora de marcharme...
  • Por supuesto hija..., acaricio su cara con ternura. – Podrás recibir siempre mi perdón..., no te quepa duda que estaré encantado en colaborar en la salvación de tu alma.
  • Ehhh, si buenooo....-- se coloco bien las bragas-- Sera mejor que vuelva a casa... murmuro subiéndose los pantalones.

Recompuesta de la mejor manera posible, se dirigió a la puerta de la sacristía con el resguardo sujeto de la mano.

  • Adiós Padre..., encantada de conocerlo.-- Eh... supongo que hasta próxima....!-- se despidió Maria.
  • Ve con Dios...-- volvió a sentarse tras el escritorio.-- Recuerda que puedes encontrarme en la iglesia de santa Eleonora o aquí. – No te preocupes por la hora..., siempre podemos profundizar en el mutuo conocimiento del pecado. –

Maria abandono el internado preocupadamente satisfecha, afuera la lluvia había dejado de atronar, y la hermana portera la acompaño junto a la puerta.

Has encontrado lo que buscabas ,hija mía?.

  • Siiii... , con creces...-- el buen padre ha sido de mucha ayuda.! Se alejo nerviosa hacia la parada del autobús. Aunque ya no diluviase , se había convertido en fina llovizna... al menos tendría la excusa de la lluvia para justificar su caladas bragas , y la enorme mancha que empezaba a traspasar el pantalón.

Al menos la lefa divina la seguiría purificando hasta que llegara a casa y se bañara. Mientras tendría que llevar la lechada del cura como penitencia por su calentura.

Puede que después de todo, si que tuviera que confesar mas pecados..., ella sabia que el padre Sabino la perdonaría..., muchas y muuuuy profundamente.