Que hizo ella para merecer todo eso??? (11.)
Las mellizas se encuentran de convivencias religiosas, aisladas en la montaña con unos curas algo especiales, si; el Padre sabino y lo demás hermanos, se encargaran de enderezarlas. O puede que sea lo contrario?
- Cuuuummmmbaaaa yaaaaaaaaa , señoooor. Cuuuuuuuuuuumbaaaa yaaaaaaaa!-- cantaban a pleno pulmón casi todas las chicas del autobús.
Llevaban cerca de 20 minutos en la carretera pero a Rebeca le parecían horas. Tener que soportar las canciones era peor que una tortura china. Cerro los ojos de nuevo, intentando aislarse de todo y todos. Justo al lado de ella en el asiento junto a la ventana Aura contemplaba el paisaje cada vez mas verde.
Abandonaban la ciudad, adentrándose en la montaña.
- Miraaa, miraaaa … eso de allá parece una granja, tendrán muchos animales?, perros..... – termino girando la cabeza conforme dejaban atrás la edificación.
- Por mi … como si los crían para hacer morcillas.-- se sentó de un bote Rebeca.-- como no salgamos pronto de aquí, voy atizar alguna de esas pedorras.-- murmuro bebiendo un sorbo de su botella de agua. – Queee llegemoss prontoooo...! – suplico al escuchar entonar otra canción religiosa.
- Vaaamooos, no seas gruñona...! tenemos 4 días para no dar ni golpe, jugar a voley y no se....-- tratar con los animales que tengan los hermanos.
- Perooo que perrraaa te ha entrado con los animales!-- se enfurruño Rebeca .
Viajaron durante toda la tarde en el pequeño microbus, las 13 chicas iban acompañadas de la hermana Socorro la responsable durante la estancia en el refugio de la orden en la montaña. Según supieron durante la comida en una área de servicio, llegarían casi al anochecer.
El lugar era un sitio propiedad de la orden poseía , algo así como una donación desinteresada de un particular. Era un magnifico sitio para descansar, enclavada en lo alto de la montaña.
Un reposo de hermanos y hermanas divididos en dos majestuosas naves de piedra del siglo XVI, equipado con todas las modernidades que pudiera preeveer su anterior dueño; un productor de cine venido a menos.
La piscina cubierta justo al lado del pequeño bosquecillos de pinos, la pista de tenis y la de fútbol detrás de la parte central, lugar donde se alojarían durante esos 4 días. Amurallado como una fortaleza inexpugnable, cortesía de su paranoico propietario. Cuando las puertas se cerraron tras el bus, Rebeca y Aura tuvieron un presentimiento algo preocupante.
A las dos les costo no abrir la boca asombradas ante tanta riqueza, una larga avenida de olmos precedía la entrada a la puerta principal.
Allí, junto a la puerta se encontraba la familiar figura del padre Sabino.
Aun sabiendo que las esperaría, les costo reconocerlo sin el habitual uniforme clerical. Allí arriba vestía de un sobrio polo oscuro y pantalón de algodón.
- Vamooos, vamooos... niñaaaass.. Silenciooooo!-- intento hacerse oír entre la algarabía de voces chillando emocionadas.-- Ante todooo, bienvenidas... – grito a pleno pulmón.-- A continuación, pasare lista y la hermana Socorro las llevara a sus habitaciones.
Una a una fueron pasando frente a la tablilla sujeta por Don Sabino, recogiendo sus llaves. Todas por parejas, entraron en sus habitaciones aun medio pasmadas por el lujo que se palpaba allí dentro, pantallas de plasma, camas enormes, e incluso lavabo individual enorme.
- Ostiaaa putaa...! – acabo de gritar aura desde el lavabo.-- Tenemos jacuzzi !...-- Madreee miaaa , miraaa, miraaa!
Rebeca se asomo aun asombrada por la cantidad de mármol blanco utilizada, y a su hermana dentro del enorme jacuzzi vació.
- Me loooo pidooo primeee!-- chillo entusiasmada Aura.-- Uaaauuuuu, que pasadaa!.
- Te imaginas como serán las habitaciones de ellos?-- le atizo con una toalla.-- Va..., sera mejor que nos pongamos en marcha..., acuérdate que cenamos en 10 minutos.
El torbellino de ropa esparcida por las camas era un caos de colores y formas. Pero al fin, tras 5 minutos de peleas mutuas las dos salieron a cenar vestidas con los viejos shorts vaqueros y una camiseta vieja.
Cuando se incorporaron al comedor, ambas comprendieron que la opulencia no solo se limitaba a las habitaciones.
El comedor, parecía salido de una de aquellas películas de Harry Potter.
Tres enormes mesas estaban ya ocupadas por lo que debían ser hermanos y hermanas de la orden. En el centro de ellas, las mesas reservada para las visitas. Allí dentro, la formalidad de los hábitos estaba colgada a un lado.
Todo vestían sin sotana o hábitos, solo sencilla ropa clara y algo menos de formalidad.
Comieron con sencillez la misma comida, tanto religiosos como alumnos dieron cuenta de un menú sencillo y sin pretensiones. Para cuando terminaron, Aura y Rebeca se sentían algo recuperadas de la tortura musical del autobús.
Fue cuando volvieron a sus habitaciones, cuando Rebeca cayo en la cuenta.
- Te has fijado Aura... que nadie ha bendecido la mesa?-- le comento cepillándose los dientes.-- Vamoooss...-- ni si quiera el padre Sabino...-- Nadie ha dicho nada!-- escupió enjuagándose la boca.
- Puess sii... es raro!, – le contesto desde su cama-- Pero vamos... supongo que mañana sera otra cosa...-- vamos vente a la cama, anda!--
Rebeca se metió entre las sabanas blancas con algo rondandole la mente, algo intranquila se quedo tendida en la cama escuchando como el resto de la mansión iba quedándose en silencio. Las campanadas del reloj del vestíbulo daban las 12 de la noche y ella seguía sin entender como no lograba dormirse.
- Auuura, auuura... estas despierta....!-- susurro volviéndose de costado.-- Ehhhh... – acabo lanzandole un cojín
- Ehhhhhhh... peroooo, quee haaaceess!-- respondió despertándose bruscamente.-- Ahoooraa si que estoy despierta...-- se enfureció sentándose y volviendole arrojar el cojín.
- Shhhhhh... escucha... escuchaa...!-- se llevo el dedo a la boca... , no lo oyes...--
- Queeee... dices! – intento centrarse la cabreada melliza.-- no se que me estas contandooo... Aghhhhhhh-- bostezo con fuerza.
- Que si..., escucha... , no oyes como ruido de pies por el pasillo. – acabo bajándose de la cama Rebeca acercándose a la puerta.
- Espera..., espera … hermanita! – Ahoraa que estoy despiertaaa , no piensooo dejar que te metas en líos!- argumento Aura colocándose justo detrás de ella.
Sin esperar ninguna aprobación, rebeca abrió la puerta con cuidado intentando no espantar al paseante nocturno. Para cuando la abrió, la negrura del pasillo la dejo algo decepcionada. Asomándose a uno y otro lado no pudo detenerse solo en echar un vistacillo.
Palpando y con pasos de tortuga se paro en medio del pasillo quieta, su hermana melliza tirando de ella para volver a llevarla a la habitación.
- Pero estas loca o que ? – quien demonios va a levantarse aquí, anda ya... – susurro cabreada Aura.
- Shhhhhh, shhhhhhhhhhh...-- siiii !, por allí al final del pasillo...! – Oigo ruido!-- Vaaa … sígueme .. no seas cagueta..!
- Grrrrrrrrrrrrrr, – Tu y tus chorradas de siempre , la fulmino enfadada siguiéndola muy lentamente.
Llegaron a lo que parecía el final del pasillo donde se alojaban, la puerta que conectaba con la nave principal , con el corazón latiendo a cien abrieron la puerta con cuidado, los pasos se oían cada vez mas cerca, como en carrera.
- Miraaa... por alli veeees., mira la luz....!-- apunto aura excitada.-- Vamooos... parece que va a toda leche...!
Rebeca distinguió la figura alargada sujetando una linterna esfumándose por una de las entradas laterales, y sin darse tregua se lanzo a seguir la estela de la linterna. Tropezaron con el borde de una mesa , pero al fin llegaron al destino donde la luz se había apagado; Una maciza puerta de roble.
Apurando los latidos de su corazón, apretó la manija para girarla con cuidado y pasar al interior de la estancia.
Parecía una sala de caza o algo así, cientos de cabezas de animales colgaban de lado a lado de la habitación, todo tapizado con madera de cedro , el leve aroma a tabaco flotando aun.
Inclinadas como pudieron se arrastraron hasta lo que parecía un aparador de cristal, se escuchaban voces tras una cortina oscura. Pero aquello ya era suficientemente de locos, justo cuando Aura le tiraba del hombro para largarse de allí, la puerta se abrió y tras ella el Padre Sabino salio de su interior, justo después tres de los hermanos sentados a la mesa esa misma tarde se le unieron. Todos murmuraban algo que no podían distinguir con claridad.
Lo realmente sorprendente fue escuchar la voz de la hermana Socorro entre ellos.
- Yooo, yoooo... murmuro nerviosa-- entiendo mi cometido en la orden y me ofrezco como recipiente de la mas sublime bendición y alivio santoral. – acabo diciendo la hermana.
- Como jefe espiritual de este enclave, sabes la obligación sagrada de aliviar a tus hermanos y te regocijas en la múltiple ofrenda que recibirás esta noche?-- se paro el padre Sabino delante de ella.
- Si padre..., estoy dispuesta a descargar dentro de mi..., de aliviar las pasiones de estos pobres siervos del señor.
- Benditas seas , hermana! – acabo haciendo el señal de la cruz.-- Tus hermanos están dispuestos...
Aura y Rebeca se miraron impresionadas, la hermana Socorro se dirigió al centro de la sala sin levantar la cabeza del suelo. Estando a oscuras apenas podía distinguirse lo cerca que estuviera de ellas, así que cuando la luz cegadora se encendió la impresión de estar a un palmo tras ella casi las tira de espaldas.
Encogidas como estaban a solo un metro , separadas por la pared de cristal del aparador, el corazón empezó a latirles como una locomotora cuando la hermana se desanudo la bata azul y quedo desnuda.
Las dos se miraron pasmadas medio temblando de nervios por ser descubiertas y por la excitación de lo que iba a suceder.
Aun de espaldas, con la bata tan cerca que podían incluso tocarla si solo alargaban una mano, contemplaron como la monja se llevaba las manos a la cabeza y soltaba unas horquillas.
La profunda voz de Don Sabino les sorprendió tanto como a la religiosa.
- Hermana, acercate junto a la alfombra. Sera mas cómodo para todos, Esoo es.! – se dirigió a la hermana desde donde se iba desabrochando los botones de su camisa.
Muuuy bienn...-- ahora y como primera ofrenda deveras ofrecerte sumisamente a la purificación de los hermanos.-- colocate sobre la mesita de café hermana...., esooo es.... . * Siii padreee...-- contesto la hermana situándose tal como ordenaba su guía espiritual sobre pequeña mesa cuadrada, justo en frente del escondite de las mellizas. * Abre bien las piernas..., porque ahora limpiare como mi boca los pecados que quieras derramar sobre mi.--
Antes de que Aura y Rebeca volvieran a escucharlo , dos de los dos hermanos se colocaron a ambos lados de la mesa y detrás de ella el ultimo de ellos, como guardianes vigilantes, y sin previo aviso todos se bajaron los pantalones casi inmediatamente.
Rebeca tuvo que llevarse el puño a la boca para no chillar por la sorpresa, los tres curas empalmados ya apuntaban con sus pollas tiesas , atentos.
Aura apenas podía dar crédito de lo que sus ojos veían, el mas joven de los cuatro, el que estaba justo detrás de ella debía rondar los 22 o 23 años y su polla no era la mas grande que hubiera visto, pero la sorprendió lo gorda y surcada de venas que era. Se imagino empalada por semejante trozo de carne y tuvo que reconocer que el calor empezó a subirle por todo el cuerpo.
los otros dos hermanos a ambos lados ,gozaban de unos rabos algo mas largos y afilados , aunque el que estaba justo a la derecha de la hermana tenia los cojones mas grandes que hubiese visto nunca, igual que pelotas de tenis.
Rebeca la tenia sujeta por el brazo, y aun así el calor de tanta polla al aire le provocaba una excitación que su hermanita sin duda compartía.
Rebeca tuvo que parpadear un par de veces para no perderse como el hermano de la izquierda, el sosainas que esa tarde les había servido el estofado, se acariciaba un cipote surcado de abultadas venas y acabado en la seta mas gruesa y roja que hubiese visto nunca.
Interiormente se imagino intentando chupar aquella ciruela madura, y la boca se le hizo agua.
El calor iba excitándola hasta que su mano dio con la telilla de sus bragas. Solo la figura de Don Sabino de espaldas a ellas estaba aun vestida casi por completo.
Pronto, su pantalón de algodón bajo por las estrechas caderas para enseñarles un culo firme y prieto .
- Has visto eso...-- le susurro aura al oído-- Van a...-- dejo sin terminar .
- Ufff... ya lo creooo... que suerte la de la hermanaaaa!.-- murmuro lo mas bajito que pudo.
Casi no había terminado de despegar las ultimas palabras de su boca, cuando Don sabino se arrodillo frente a la monja y colocándose entre sus piernas la sujeto por los muslos hasta subir sus piernas sobre sus hombros.
- Compartiremos el peso del pecado hermana..., la lengua de este servidor abrirá el camino a tu liberación, abreteee hija miaaa..., colabora con los hermanos en su purificación ….-- acabo por decirle.
Los dos curas a los lados de ella se arrodillaron , justo a la señal del padre sabino..., sus erecciones empezaban a empinar las pollas de una manera ridícula , así con la hermana aun inmóvil se dedicaron a fregar los capullos ya brillantes contra los pezones de la hermana socorro.
- Oh hermanaaa...,tienes unos pechos esplendidooosss... Uffff...., uuuffff... ., refregó la seta contra el pezón untándolo con el liquido transparente.-- murmuro con los ojos medio cerrados.
- Siiiii , oooohhhhhh hermanaaaa...., – le secundo el otro cura-- Tiiiesoooos como fresoneeeeesss...- mmmmmm, se dedicaba a frotarse contra ellos, una y otra vez.
El tercero y mas joven de todos, consiguió arrodillarse medio a trompicones , dejando su gruesa polla de caballo casi encima de la cara de la monja. Sin duda la hermana, también vería la tranca encañonándola , pero no protesto ni pronuncio queja alguna cuando el joven cura le hablo.
- Ohhh señooor, te ofrezcooo mi humilde semilla para que esta sierva beba de ella-- punteo el cabezón por primera vez sobre su boca.-- Llena de crema divina la boca de esta hermana...-- refregó la gruesa barra sobre la boca.
La monja dudo lo que se dice un minuto, obligada como estaba por voto de obediencia abrió la boca para tragar la seta por primera vez. El sonido ahogado de sorpresa siguió a otro mas excitante, el del cura inclinándose sobre ella para clavarle la polla hasta las casi enterrarse por completo.
- Bendita seaaaaasss , hermanaaaaa , ahhhh , ahhhhh, esoooo essss.-- gruño roncamente el joven cura , enredando sus manos sobre la corta melena de la monja. – Siiiiii, ohhhhhhh, ohhhhhh, siiiii--- Tragaaaa cuantaaaa puedaaaaass..., esoooo es..., siiiiiii, ahhhhhhh, ahhhhh.
El ruido de succión del grueso cipote era constante , y para castigo de las dos pequeñas espías, tan cachondo que ambas comenzaron a sobarse el coño al ritmo lubrico desatado por el religioso.
Los dos hermanos habían dejado atrás los sobeteos y libremente chupaban mamando teta, estirando los pezones en sus bocas. Ensalivando y mordiendo hasta convertir a la pobre monja en un amasijo de sensaciones lubricas.
Uno y luego otro terminaron de puntear los pezones y volvieron a erguirse sobre sus rodillas, sujetando las manos de Socorro guiándolas hacia sus pollas. Algo torpe al principio, tragando rabo . Sujeto los cipotes a ambos lados , comenzando a pajearlos como buenamente podía.
Allí entre gemidos deviles, los tres se enzarzaron en un abandono lubrico de lenguas y roces, aun ajenos al padre Sabino atento de cada uno de los movimientos de sus discípulos.
Las dos mellizas hacia algo que comenzaban a encontrarse en ese punto donde desearían ser la hermana Socorro, recibiendo y dando placer de una manera tan desinhibida.
Con los pezones duros y tiesos por las contantes lamidas , el cálido aliento del Padre Sabino acariciando su coño abierto, la excitación de ser objeto del sacrificio gozoso de sus pollas ,Socorro se irguió para poder ojear en un parpadeo al padre Sabino enredando sus piernas tras su cuello.
Aun con el pollón del joven cura golpeando una y otra vez su garganta, casi se muere del susto cuando el superior de su orden empezó a lamerle el coño , mamando y sorbiendo aceleradamente, clavando la nariz en el botoncillo una y otra vez, hincando la lengua con rabia como a la busca de un tesoro perdido.
Sin poder soltar las pollas de los dos hermanos, solo pudo arquearse gustosa ante la boca de don Sabino, sin duda a gusto por las atenciones de sus piadosos hermanos. Los sonidos de chupetones y lamidas eran alucinantes, la cara del cura enterrada entre las piernas de la monja chupando el clítoris sin dejar de contemplar a sus tres alumnos, acompañando las succiones con dos de sus dedos profundamente clavados dentro de mujer.
Ya no aguanto mas y convulsionándose como loca , se corrió con un gemido aun ahogado por la polla encajada en su boca, salpico la cara de un mas que complacido padre Sabino, dedicado a tragar sin descanso los jugos celestiales.
Aquello fue como la señal divina que esperaban los hermanos que apretándolas mandíbulas se tensaron , primero el de la derecha gruño apretando los dientes lanzando chorros de esperma a diestro y siniestro. Aun seguía descargando la semilla divina cuando el otro cura a la izquierda lo acompaño aullando como un animal herido , escupiendo su semen casi al compás , bañando la piel rosada de la monja de chorreones espesos.
El joven cura debía estar cerca del fin, pues sujeto con fuerza la cara de la monja y se quedo quieto , relajando los músculos de la cara mientras aliviaba la pesada carga dentro de la boca de la hermana Socorro.
Esta, abrió los ojos sorprendida por la cantidad de leche descargada por el jovencito, escupiendo y tosiendo la lechada medio ahogada.
Solo el padre sabino aguanto la excitación solo un poco mas. Corriéndose sobre la cintura de la joven monja, imitando el ritmo de la follada. Tras lo cual, la estampa de la monja cubierta por la semilla divina de los cuatro religiosos era la perfecta conclusión de la velada.
Uno a uno, se santiguaron igual que tras una misa matinal, desapareciendo tras la puerta de donde habían salido. Solo el padre Sabino permaneció en la sala de trofeos, de nuevo con toda la ropa puesta, volvía a tener aquella flemática apariencia de gran líder espiritual y contemplaba a la hermana vestirse con su bata.
- Sera mejor que se lave..., la limpieza y la santidad siempre van de la mano!-- recordó Don Sabino-- Puede darse por satisfecha, todos estos santos varones le agradecerán el grato sacrificio.-- buenas noches hermana.
- Buenas noches..., padre..-- se alejo y desapareció tras la puerta.
Don sabino se volvió hacia el enorme escritorio , sentándose tras el butacón y encendiendo un grueso habano , tras varias caladas en silencio, apago el habano en el cenicero.
Aun desde donde estaba sentado el reflejo del gran espejo le mostraba los dos cuerpos de las chicas agazapados.
Peleándose con lo que debía hacer, calculo mentalmente las consecuencias del escándalo si se sabían de los secretillos del refugio, la otra parte de su cerebro solo recordaba el magnifico polvo que la hermana de estas alumnas le había regalado. Y si las dos eran igual de complacientes? , gozarían de carne fresca.
Relamiéndose gustosos, se dirigió a la puerta con la idea flotando en su cabeza, dos coñitos para todos ellos.
Mmmmm, seria delicioso.