Que hizo ella para merecer todo eso??? (1)

Empieza otra nueva serie de relatos con protagonistas de las hijas rogando y el padre castigando..., puede que Violeta y sus hermanos necesiten ayuda extra. O no os lo parece?

  • Ya estaban otra vez-- se dijo Eugenia escondiéndose tras la cortinilla, -a estas horas y entrando en casa.-- Madre mía, donde iremos a parar. Termino sentándose junto a la taza de manzanilla caliente.

Sorbió con cuidado el liquido caliente,no tenia sueño, algo normal en una anciana de casi 72 años. rara vez dormía mas de 5 horas seguidas su cuerpo ya no lo necesitaba.

Como mucho, permanecía despierta en la cama mirando el techo, esperando que llegase las primeras horas del alba. Pero no permanecía mucho tiempo tranquila, siempre tenia cosas por planificar.

Levantar al niño, preparar la ropa del día, hacer el desayuno y almorzar juntos. Dejarlo a punto para la llegada del mono volumen del centro y despedirse junto a la verja. Luego , después de su partida podría disponer de la mañana para lo que mas le gustaba; observar a sus vecinos.

Suspiro con fuerza, la tisana aun humeaba en la taza cuando vio los faros del coche de su vecino barriendo la entrada.

La asusto un poco, con demasiada lentitud para sus cansados huesos se desplazo renqueando hacia la ventana. La débil luz de bebe era la única que iluminaba la cocina, suerte para ella.

Menudas horas de volver a casa, que estarían haciendo a esas horas?-- Nada bueno..., tenlo claro Eugenia.-- Mira, mira, si es el padre con la niña pequeña.--- la pequeña golfa.-- Mmmfff... – Malo, malo.--rezongo apartándose para no ser vista observando.

Eugenia sabia desde hacia mucho los pormenores de la vida de toda la urbanización, sin duda su Nemesio se lo hubiera agradecido, se convencía una y otra vez-- al fin y al cabo la habían levantado ellos. Casa a casa.

Acaso, no debían averiguar a quien les consignaban las casas que tanto esfuerzo les habían costado?.

Que recuerdos, Nemesio su marido durante casi 42 años, – En gloria este ,se santiguo — un hombre honrao a carta cabal trabajador como un mulo.

Días , semanas, meses de trabajo sin descanso, nada de vacaciones ni tonterías de esas. Durante años amaso una fortuna construyendo urbanizaciones , comprando y vendiendo solares. Ahorrando céntimo a céntimo para el hijo que nunca llegaba.

Eugenia volvió a suspirar, mirando al techo. Aun, seguiría dormido. Su pequeñín.

Pascual no podía importarle menos todo aquello por lo que había luchado su padre, a él dinero y el negocio familiar le daban igual, si hubiera sido un poco diferente...

Que se le iba a hacer, llego a este mundo cuando sobrepasaba los 47 años, una sorpresa monumental que los convertía en los padres mas viejos del bloque. A Nemesio poco le importo, por fin tenia heredero.

Solo que no resulto como él esperaba.

Pascual fue un niño inmenso , peso casi 4,500 , todo un muchachote que casi no cabía en la cuna. Era precioso, con su pelito rubio rizadito como su padre, – recordaba Eugenia-- pero conforme los años pasaban y crecía se dieron cuenta que no aprendía al ritmo de los otros niños de la guardería. Hablaron con cientos de especialistas, ninguno le encontraba nada. --estaba sano, sin duda era un error, Ya espabilara..- aullaba Nemesio en cada consulta.

Pero no lo hizo, con 9 años no sabia leer y tuvieron que afrontar que Pascual era un niño especial. Acudió de nuevo a psicólogos, psiquiatras infantiles y sus conclusiones fueron las mismas, un ligero retraso mental.

Según ellos, estaba por debajo de la inteligencia media. Tenia lo que llamaban un retraso mental leve. necesitaría un educación especial, tras la cual podría vivir una vida enteramente normal.

Pero ellos sabían que no seria así, no podría llevar el negocio , ni mucho menos hacerse cargo del dinero que habían acumulado durante todos esos años. Poco podía hacerse, aquello fue un duro golpe para su marido, que se refugio en el trabajo. Ella lo crió lo mejor que supo, era el destino.

Se trasladaron a la primera casa de la urbanización cuando Pascual tenia 11 años, y allí seguían desde entonces.

Había perdido a su Nemesio en el camino hacia mas de 14 años, seguía envejeciendo asustada , que seria de su hijito? . Con 25 años era un buen mozo, bueno, cariñoso todo lo que una madre pudiera desear, pero, ahí estaba ese gran pero..., un poco mas lento que el resto.

Cuanto tardarían en desplumarle si supieran todo el dinero que tenia. No dejaba de darle vueltas y vueltas, lo dejarían en la calle con una mano delante y otra atrás.

La de veces que tenia que regañarle por gastarse su paga en esos odiosos video juegos, no había manera. A el le daba igual.

Que tipo de persona no se aprovecharía de alguien así cuando ella faltara?. Los años pasaban , cada vez le costaba mas hacerle entenderlo, en el centro le habían encontrado un trabajo en el gran centro comercial ; reponedor de mercancía.

la paga se la ingresaban religiosamente en su cuenta de ahorros individual, porque dinero que tenia, dinero que se gastaba.

Apuro la taza ya tibia, levantándose nuevamente. Los vecinos también tenían problemas, vaya si los tenían.

Con tantos hijos, era normal que uno se torciera-- se dijo avanzando hacia el cuarto de baño. -- 6 hijos, Madre mía... pobre hombre!-- se ducho en silencio , dándole vueltas al asunto .

  • Paco el padre era viudo, y el pobre se había tenido que hacer cargo de 6 hijos..., suerte de la mayor.

Violeta-- apunto mentalmente, pobre hija mía... te compadezco..., – tu si que tienes trabajo! – se dijo enroscándose la trenza en su habitual moño. – Si que serias un buen partido para mi niño...! – Tú si que cuidarías bien de mi niño... – se dijo en voz baja..., es mas... continuo. Me me moriría mas tranquila si fueses la moza que consiguiera atender a mi niñito. No tendrías que pensar en el dinero el resto de tu vida..., y se que mi niño te tendría bien ocupada..., – volvió a mirarse en el espejo. Solo que...., los hermanoooss....

Alberto era el único chico, – ese es una buena pieza, un sinvergüenza de mucho cuidado-- se dijo aplicándose la colonia detrás de las orejas... – aun le recordaba fornicando con una guarrilla contra su manzano, a escasos palmos de la ventana de Pascual. – Que escándalo!

A partir de ahí, siempre confundía al resto de las hijas, sabia de dos de ellas que eran mellizas, Rebeca y Aura le pareció recordar, aquellos malos bichos!-- recordaba bien como habían acorralado a su pequeñín, riéndose a pleno pulmón al lanzarle aquellos globos llenos de agua pestilente...,-- tuvo que lanzar toda la ropa a la basura directamente... – inservible.

Saco la leche de la nevera , calentándola justo como le gustaba a su niño, coloco la sarten sobre el fuego para hacerle su habitual torre de tortitas, pensando en las dos ultimas hijas del vecino.

La mala pieza sin duda era la pequeña; Eva .-- si , esa si que era carne de prisión-- no creía que llegara a terminar sus estudios sin cargar con un bombo...-- menuda zorrilla.

La otra era la que intrigaba a Eugenia, nunca recordaba muy bien su nombre porque era lo que se dice muy tímida, pero una cosa era clara, se pasaba el día medio embobada. La recordaba sentada en el ultimo escalón con la cabeza hundida en sus libros.

Como se llamaba?- Como....?; Maria... , que memoria la suya.

Con una extraña idea rondando le , se dirigió como cada día a la habitación de su hijo encendiendo la luz. Su angelito dormía boca arriba, y por lo que veía... despertaba igual de contento que su padre.

El tremendo bulto levantaba la sabana hasta casi parecer una ridícula tienda de campaña. Se santiguo como cada mañana, al ver la erección de mulo que tenia su hijito.

  • Vamos dormilón,-- arriba... dijo destapando la sabana.--- venga... o se enfriaran las tortitas...! –
  • Aggggggggghhh Mamaaa! – un poquito massss andaaaa.... – peleo intentando girarse para dormir de nuevo.
  • No me has oidooo! Fuera de la cama gandul....! volvió a destapar a su hijo.
  • Valeee, valeeee, ya voyyyyy... – hablo desperezándose a la vez.
  • Vengaaa a la ducha, peque... – el desayuno espera.... vamosss....-- ordeno Eugenia aun turbada.

Se pusieron en marcha como cada mañana, entre bromas y tortitas, se comió casi 12 de ellas regadas con una pirámide de nata. Aun no se hacia creces donde metía toda aquella comida, desayuno mirándolo engullir a marchas aceleradas. Y decidió poner en juego parte de aquella extraña idea.

  • Pascual hijo, hoy tengo que ir al centro a charlar con los abogados. Vale? – Tardare bastante rato.
  • Pero, mamaaa! Hoy no tengo que ir a trabajar...., no me hagas ir contigo..., me cansaree de esperarteee...!
  • No hijo, tu te quedaras aquí. – podrás ver los dibujos cuanto quieras!-- que me dices?
  • En serio!-- chillo entusiasmado-- Yo soloo.... Yuuuuupiii! – empezó a rebotar en su silla.
  • Alto ahí!-- no pienso dejarte solo... – o se te olvida lo que hiciste al aparador del comedor?-- alguien se quedara contigo. Entendido'
  • Oye, yo ya soy grande Mama. No pienso jugar en el comedor!, no romperé nada , lo prometo.
  • Ya, ya me lo imagino chiquitín, pero me quedo mas tranquila si hay alguien aquí contigo.
  • No me gustan los extraños, mama! No les caigo bien...-- susurro comiéndose otra de las tortitas.
  • Que te parece si llamo a una de las vecinas de al lado?-- pregunto curiosa Eugenia.

Vio como paraba de comer inmediatamente y la miraba, tal como sospechaba dejo los cubiertos sobre la mesa.

  • Aura y Rebeca son malas conmigo, se ríen de mi...-- no me gustan.
  • Ellas no estarán, es día de clase, podrías llevarte la consola y los juegos , a Violeta no le importara...-

Eugenia contemplo como enrojecía hasta la raíz de su pelo rizado al escucharla.

  • Bueeenooo, puedes llamarla..., pero que conste... yo soy mayor que ellla, yo mando. Vale?
  • Si, clarooo... – rió Eugenia dirigiéndose al teléfono.

Pascual estaba muy emocionado, por fin podría estrenar el Final Fantasy, … comprado con sus ahorros secretos..., sabia que allí no le molestaría, y tendría toda la mañana para fundir el mando.... Suspiro asustado y nervioso , llevaba su camiseta de hulk arrugada, sus pantalones aun tenían las manchas de mayonesa de la hamburguesa . Debía cambiarse antes de que Mama sospechase nada, subió como la escalera de 3 en 3 , revolviendo entre la pila de camisetas de superheroes, escogió a Spiderman. Era lo suficientemente larga para tapar los lamparones de mayonesa.

Hizo un ovillo con los cables y metió el juego entre el culo y la espalda, Mama sabia cuantos juegos tenia, no debía ver ese, o terminaría regañando le.

Bajo rápido hasta tener todo en una bolsa de lona, evito mirarla directamente sino lo descubriría , siempre lo hacia.

La escuchaba hablar por el teléfono, suerte de los vecinos...

  • Lo siento chiquitín, parece que hoy tienen a Eva enferma..., – Paco me ha dicho que no es grave..., pero no se... , tendrás que quedarte en casa...
  • Peroooo Mammaaaaa.... – se quejo . Me dijiste que podía jugar a la consola todo el rato...., no me hagas ir contigo...--lloriqueo.
  • Noooo llores pequeñín...., puedes quedarte jugando...--Paco me ha dicho que mandaría a Violeta, a si que portate bien... eh?-- no armes mucho jaleo!-- tirandole de la oreja.
  • Buuuuenoooo. Entonces me puedo poner aquí a jugar? – acabo diciendo mientras se apoltrono en el sillón encendiendo la consola.
  • Vaya..., que rápido eres..., –

Eugenia escucho el timbre de la puerta en ese momento, apoyándose en su bastón se dirigió hacia la entrada arrastrando sus cansado cuerpo . Al otro lado la cara de Violeta parecía aliviada.

  • Hola hija,.... Pasa , pasa...., estas en tu casa...-- me sabe mal molestarte en tu único día libre...., pero tengo visita en el hospital y no puedo aplazarla....-- mintió sin ningún reparo.
  • No se preocupe Eugenia..., yoooo la verdad es que... no tenia nada planeadooo... buenoooo, – termino entrando lentamente .
  • Pues..., mira... Pascual esta ahi dentro..., no te preocupes... esta como en otro mundo..., ni te molestara...,

echale un vistazo de vez en cuando-- dijo poniéndose el abrigo para salir por la puerta.-- Si ves que se hace tarde y no he vuelto... hay macarrones en la nevera... , – adios cariño, llego mi taxi....-- salio apresurada. * Adioooss...-- murmuro Violeta viéndola desaparecer dentro del automóvil.

Se volvió hacia el vestíbulo de nuevo, contemplando la casa atentamente, todo tenia la apariencia antiguo como salido de otras décadas, la decoración algo estridente parecía sacada de un mercadillo , se acerco lentamente al comedor donde escuchaba los ruidos de espadas chocando.

Pascual estaba prácticamente enganchado a la pantalla, aferrando el mando como si le fuera la vida en ello. Suspiro , y volvió sobre sus pasos hasta la cocina, abrió la nevera y contemplo la fiambrera con los macarrones congelados.

  • Que asco!... – echo un vistazo por toda la pulcra cocina , comprobando armario a armario la extraña alimentación de sus vecinos. Todo eran dulces y golosinas... – no era de extrañar que tuviera que ir al hospital!.

Seguro que no veían las verduras en siglos. Escucho el grito ensordecedor de Pascual , se enderezo asustada , menudo idiota..., al minuto la cara de Pascual apareció en la cocina contento y satisfecho..., .-- Coca-cola quiero coca-cola murmuraba acelerado.

  • Están aquí! Tu madre te las dejo fuera..., – se las acerco Violeta con un ligero roce.
  • Tu quien eres?-- asusto retrocediendo-- Tu cara me suena.... pero..., no me acuerdo bien...
  • Soy tu vecina...., Violeta...,. Tu madre me ha dejado al cargo..., recuerdas?
  • Pero es mi casa...., Mando yo....! – le chillo enfurecido.
  • Lo que tu digas... Pascual...!-- bajo los ojos evitando sonreír.

Pascual abrió la lata y se la bebió de dos tragos largos, aun así seguía vigilando a la niñera que su madre le había mandado, era la chica mayor ; la seria. Allí estaba con aquel pelo enrollado en un moño como el de mama, tendría el pelo tan largo como ella?-- se pregunto apurando la lata.

Llevaba una de aquellas chaquetillas de lana blanca y unos jeans negros. Solo que la chaqueta no le quedaba igual que a mama.

Podía ver la curva de los hombros ceñidos por la lana fina bajando hasta aquellos enormes pechos que parecían querer salirse de la tela. Mama no los tenia así..., estos eran mas bonitos... sin darse cuenta se había quedado mirándolos fijamente y se sonrojo...

  • Me vuelvoooo a jugar..., quieres venir conmigo. al comedor-- termino diciendo Pascual aturullado.
  • Si , espera que apague la luz...-- vamos, voy detrás tuyo.--
  • Soy muy bueno con el Final Fantasy.... sabes?-- hablo aceleradamente-- si quieres jugar...?
  • Mejor no..., – me quedare sentada aquí contigo leyendo una revista... – que te parece? –

Se sentó en silencio con una revista en la mano, ojeando los cotilleos habituales, sin fijarse si quiera como Pascual empezaba una nueva partida. Al poco rato la acción del juego se paralizo de nuevo y levanto los ojos de la revista. El chico la miraba muy serio, la cara aun enrojecida por el esfuerzo .

  • Pasa algo?-- le pregunto Violeta extrañada..
  • No tienes los pechos iguales que Mama-- sentencio muy serio.
  • Queee... que dices...-- se sonrojo Violeta nerviosa--
  • Tus pechos son muchiiiisimos mas grandes...., No como los de mama...--.
  • Oyeee! Sera mejor que vuelvas a tu juego... y olvides todo esto-- Entendido? –

A Violeta la dejo pasmada ver como lanzaba el mando a un lado y se acercaba hasta casi arrinconarla contra el sofá y él.

Aquello estaba convirtiéndose en algo muy , muyyy raro.

  • Mira sera mejor... que vaya a prepararte esos macarrones, Eh?. – intentando encontrar la forma mas rápida de escabullirse de su vecinito.
  • No tengo hambre! – le contesto acercando su mano hasta dejarla encima de su teta derecha.-- Que graaandeeee.... y que blandita....! – murmuro estrujando lentamente la lana blanca.
  • Queee haces....! – empujo con fuerza a Pascual hasta deshacerse de él y levantarse de un salto. Ni se te ocurraaa... volver a hacer eso!-- le grito furiosa.

Pascual no dejaba de mirar la cara roja de furia de Violeta, hacia solo un segundo sentía el gustillo al apretujar su pecho blandito..., porque estaba mal aquello? , No había sido su madre quien la había llamado para cuidarlo? , porque se enfadaba.

No lo entendía, se levanto con cuidado, y fue detrás de ella. Quería seguir tocándoles los pechos..., era mucho mas divertido que jugar a la consola...

Se encamino hacia la cocina , Violeta estaba sacando los macarrones de la nevera y no lo veía. Si se acercaba por detrás muy despacito..., sin que la oyera...

hizo lo que tenia pensado, y avanzando muy despacio se coloco detrás de ella, levanto los brazos y se lanzo hacia los pechos agarrándolos con fuerza, apretujando y acariciando con ganas.

El chillido de Violeta casi lo dejo sordo, pero le dolió mas el codazo en la barriga. Aquello si que dolía, se doblo sobre la encimera, su niñera escapando a un lado furiosa.

  • Pero que coño te crees... , te he dicho que no … y es que no..., entendido?

Pascual fue recuperando el aliento poco a poco, sentía las tortitas a punto de salir por la boca, estaba enfadado, muy enfadado. Aquella era su casa, su Mama le pagaría por cuidarlo y encima le pegaba. Puede que fuese lento, pero no era idiota, si Mama pagaba ella tenia que hacer lo que él quisiera.

  • Sera mejor que vuelvas a tus juegos, o te aseguro que te dejare un buen montón de morados...! – sentencio Violeta desde el comedor.
  • Mama te paga por cuidarme, no puedes pegarme! – le chillo furioso., – Tienes que hacer lo que yo quiera! – O si no...., o si nooo... le contare que me has pegadooooo...

No podía creérselo, la estaba amenazando con denunciarla, encima que el muy salido le había sobado las tetas. Queeeeeeee?... – No seras capaz....!-- balbuceo cada vez mas alarmada.

-- A un cuidador del centro lo metieron en chirona, sabes? , Por pegar al pobre Miguel. – A ti te meterán en la cárcel como a él !-- chillo furioso-- A si queeee!..... Quiero tocarte los pechos...!-- aulló

  • Pero tu esta mal , o que?, Eso no …, no ves que no esta bien....-- intento justificarse Violeta.
  • Me da iguaaaaal....-- se lo diré a Mama...., ella …. --refunfuño.
  • Mira Pascual..., eso que quieres no esta bien..., no puedes ir por ahí pidiéndoselo a la gente, lo entiendes?
  • Yo mandooooo! Aulló tapándose los oídos y comenzando a darse cabezazos contra la pared.

Violeta se lanzo a detenerlo cuando vio la sangre fluyendo por la cabeza abajo, aquello parecía un infierno. Lo detuvo antes de que se abriese otra brecha aun mas profunda. Se asusto al ver la sangre chorreando por la frente. Agarro uno de los trapos de la cocina, sujetándolo con fuerza contra la cabeza, tapono como pudo la herida intentando tranquilizarlo.

  • Ya esta, ya esta..., teee... dejare tocarlas... pero para de hacerte daño. ! – dejame curarte esto.

Pascual se vio arrastrado hacia el cuarto de baño, donde violeta rebusco en el pequeño armario hasta dar con el pequeño botiquín, le lavo la cara apartando el mechón reseco de sangre y enjuagando le la herida. Aplico un poco de yodo , apretándole la herida y haciéndole ver las estrellas. Estaba algo mareado, pero no lo suficiente para renunciar a su triunfo. No necesitaría puntos, suspiro aliviada Violeta.

Solo le faltaría eso, – suspiro algo mas calmada cuando le vio sujetarla por la cintura de nuevo.

  • Espera..., espera... aquí no... mejor fuera del baño , en los sofás...-- suspiro resignada.

Pascual se dejo llevar como un corderillo , sentándose ambos uno junto al otro, le dolía un poco la cabeza pero nada le hubiera impedido continuar con aquello. Ansioso, vio como se recostaba dejando le la iniciativa a él.

Ahora si que disfrutaría, se inclino solo un poco para poder posar las manos encima de los pechos , eran deliciosa mentee blanditos, tan grandes que no lecabíann en la mano. Comenzó a estrujarlos con miedo, eran alucinantes...

al poco, un pequeño quejido salio de la boca de violeta.

  • Ufffff..., despacitoooo Pascual. – con cuidadooo.... –

pascual no podía dejar de sobar los pechos de su vecina con mas ganas, sin saber muy bien como dos pequeños botones se levantaron agujereando la tela. Que seria aquello?, antes de que Violeta tuviese ocasión de queja metió la mano por dentro de la tela de lana, palpando un bulto tieso que parecía engancharse entre sus dedos. Estaban tiesos entre sus dedos, los toco con curiosidad enroscandolos como si un botón de radio se tratase.

El suspiro de Violeta lo asusto un poco haciéndolo retroceder.

  • Que tiesos están, mira parecen de piedra...--- comenzó a retorcer la tela de la camisilla sin descanso. –
  • Auuuuuuuuuuuuuu, con cuidado Pascuaaaal, con cuidadoooo! – procuro seguir quieta mordiéndose los labios.
  • Miraaaaaa, que gordoooosssss , Jaaaaaa , jaaaaaaaaaaaaaaa!-- continuo arrugando con fuerza toda la tela alrededor de la teta. Peroooo...?

Antes de que pudiese pararlo, Pascual desabrocho dos botones de la fina camisa blanca metiendo la mano dentro , palpando por primera vez la carne tibia de una teta, abrió los ojos pasmado al sentir el tacto de la teta de su vecina.

  • Oyeeeee....., noooo hagas esoooooo! – intento rebullirse Violeta cada vez mas cachonda... Nooooo en seriooo.... – protesto devilmente.
  • Que calentitasss...,-- murmuro bajito al apartar la tela del sujetador y apretando la teta con ganas.

Por primera vez el tacto del pezón tropezó entre sus dedos y decidido a verlo mejor asomo la cabeza hasta descubrir el gran botón rosado.

Levanto la vista hacia Violeta, llevaba callada mucho rato..., o eso le pareció a él.

No lo miraba, pero no dejaba de maullar como el gatito de la vecina, debía gustarle que le acariciasen como a el pequeño Manchas.

Sentía los pechos de Violeta llenarle la mano y casi sin darse cuenta su otra mano desabrocho la camisilla por entero , no dejo de agitarse cuando sujeto su otra teta y aprecio la diferencia entre las dos, manoseo ambas con la boca extrañamente seca.

El otro botón se endureció bajo su mano, hasta que le parecieron jugosas cerezas. Sabrían igual? . Sin pensárselo se lanzo a probarlos. La punta de su lengua lamió el botón hasta paladear su sabor, no era dulce. Al final no eran cerezas.

Pero el gemido de Violeta encendió algo muy caliente dentro de él. Le quemaba por dentro y no sabia lo que era. Estaría malo? .

Sin saber muy bien porque a Violeta le gustaba que le chupase como lo hacia, la notaba relajada y mejor dispuesta que desde que llegara. Porque no?

Lamió con lentitud el botón rodeándolo como un helado de fresa, su favorito. Antes de que entendiese lo que sucedía, las manos de su vecina se cerraron alrededor de su cuello., escucharla gemir mas seguido le provocaba algo que no entendía bajo el pantalón.

Trago saliva nervioso con sus brazos alrededor del cuello y se lanzo sin pensárselo a lamer como nunca aquella tierna carne. Al poco de escuchar los jadeos de Violeta , se dedico a morder y tragar su carne como si la vida le fuese en ello.

  • Ohhhhh siiiii, siiiiiiii, mmmmmmm, mmmmmmm, mmmmm-- repetía una y otra vez Violeta.

La saliva se le escapaba en hilillos al lamer con hambre y sorber toda aquella carne, notaba como se endurecían mas y mas bajo su mano , los gemidos empezaban a volverse casi una suplica... y a él le parecieron una gozada.

Pronto dejo la teta castigada y comenzó a chupar mordisqueando la otra, hasta que los gruñidos se volvieron algo mas salvajes.

Estaba como loca, le sujeto con fuerza por detrás del cuello tensándose chillando sin parar.

  • Ahhhhhhhhhhhh , oooooohhhhhhhhhhhhhh, ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, – jadeaba sin control

cuando pareció que iba ahogarlo al aplastarlo entre aquellos peños enormes se tenso relajándose, y dejandole libre para respirar.

Tomo aire como pudo, contemplando los monumentales pechos aun llenos de sus babas subiendo y bajando aceleradamente. Casi al instante Violeta se recobro, abriendo los ojos aturdida, aquello no podía ser cierto-- se dijo . Se había corrido con el chico que cuidaba-- Que pesadilla!. Intento enfocar la vista hacia donde un momento atrás estaba.

seguía contemplándola desde arriba con los ojos exageradamente abiertos, lo peor era que no era la única parte exagerada que la contemplaba.

Intento no hacerlo, pero su mirada se desvió hacia el tremendo abultamiento que parecía rajar la tela del pantalón de un momento a otro.

  • Esto no puede estar pasándome a mi? – se regaño mentalmente cuando le vio acercarse de nuevo.

No lo hagas... Pascual. No sigas con esto..., ya te deje tocarme las tetas..., ya esta bien...! Vale? – pregunto temerosa. * Andaaaa Violetaaa dejamee otra vez...!, – rogó aproximándose con la polla a punto de rozarle el brazo. * Nooooo...., en seriooo , otrooo diaaaa , eh?-- trago saliva mas nerviosa. * Es que no seeee que me pasaaaaaa, me ardeee el cuerpooo, como si estubiera malitoooo! * Entonceeesss , a la camaaaaa. Valeeeeee? * Noooo, dejameee chuparte las tetaaaaassss – volvió a protestar

aquello parecía, que no acabaría bien-- se dijo Violeta. Estaba de lo mas excitado y el pobre no sabia que le pasaba, no le dejaría en paz si no lo dejaba volver a magrearle las tetas, pero puede que después aun estuviera en pie de guerra. – Madre de Dios, lo que tenia que hacer una para ser una buena vecina--

  • Ven anda Pascual, tengo una idea! – Va acercate...
  • No me pegaras de nuevo, verdad? – pregunto en tono suspicaz.
  • Te lo prometo, vamos a aliviarte ese calor, entendido?
  • Bueeenoooo. Pero no me trates como un tonto , solo soy un poco mas lento no idiota?

Tuvo que evitar volver a reírse, que cosas tenia este chico.

Lo bastante seria para no generar mas quejas, lo dejo acercarse hasta casi tener el bultazo a un palmo de su cara.

Intento no parecer nerviosa allí como estaba entre sus piernas abiertas,si su madre entrase en aquel momento la situación pasaría a ser peliaguda de verdad.

Intento vaciar la mente. Levantando la vista para enfrentar a la curiosidad de su vecino observándola a la vez.

  • No te muevas, vale? No se muy bien como se hace esto... pero allá vamos!.

Violeta suspiro al levantar su mano hacia la bragueta y sobar por primera vez el paquete sobre el pantalón. – Era gigante..-- que les pasaba a todos los hombres que conocía...., eran como jodidos elefantes o que?. Parecía que Pascual no se asustaba, así que sobo suavemente la erección mirando cada reacción.

  • Te gusta?-- le pregunto algo insegura.
  • Mmmm , siii , queee gustiiiitooooo, sigueeee, siguuueeee! Le ordeno mientras balanceaba las caderas hacia delante.

Armándose de valor busco la cremallera metálica bajándola lentamente sin desviar los ojos curiosos. Su mano se deslizo con cuidado hasta dar con la tirante tela del calzón. – Menudo calor hacia allí, se dijo cuando palpo el tremendo aparato aun sujeto por un slip elástico de bob esponja.

El pobre chaval no decía ni pío, así que con la mano untada de su liquido seminal destapo a una polla gigantesca.

  • Jooodeeerrr , mierdaaaaaa esto no puede ser..., se maldijo si dejar de admirar el pollon de ballena.
  • Que pasaaa, algo esta mal?-- pregunto inocentemente Pascual con la polla tiesa apuntándole peligrosamente.
  • Nooo, noooo, peroooo estooo es enormeeee....-- murmuro alucinada Violeta.
  • Mama dice que como soy lento, Dios me compenso con un pito de mulo. – se carcajeo con fuerza.

Violeta había visto pollas grandes, sin duda, la de su hermano era enorme y que decir de la de su padre mas parecida a un poste de teléfono , pero nada podía compararse con aquel pene monstruoso. El carnoso tronco era un alucinante sinfín de venas rodeando la barra de carne mas grande que jamas hubiese visto, solo con imaginarse tragando la gruesa ciruela se le acababan las ganas de todo aquello. – En menudo lío se había metido.--

Los redondos cojones se apretaban entre una pelambrera rizada.

Sin pararse a recapacitar sujeto la tranca con mucha suavidad, no le extraño no poder abarcarla con la mano abierta, meneo la mano un par de veces arriba y abajo, intentando acabar cuanto antes aquella locura. Notaba la polla palpitar en su mano como un motor , miro hacia arriba fijándose en la cara cada vez mas relajada de Pascual.

Con semejante rabo seria difícil no tener un ejercito de chicas haciendo cola en casa de su vecina-- pensó. Aumento el ritmo de la tallada hasta hacer suspirar al pobre chico, que parecía estar en el séptimo cielo.

La mano se le unto mejor de lo esperado y lo pajeo aun con mas fuerza.

Arriba y abajo, arriba y abajo, arriba y abajo...., no había manera de hacerlo eyacular. – Menudo aguante tiene el chaval.

Algo mas preocupada de lo normal se asomo intentando ver detrás de ella, la puerta seguía cerrada. Aquello era alucinante, llevaba cerca de 10 minutos machacandosela , y nada. Intentando no desesperarse, acerco la cara hasta la enorme ciruela encarnada y lamió la cabeza al compás de la tallada.

Probo con tragar tanto cabezón como pudiese, pero o su boca era mas pequeña de lo esperado o su rabo no le cabía en la boca.

Enrabiada , decidió usar la lengua para castigar la punta de seta, escupiendo sobre el agujerillo y sorbiendo como su sorbete favorito .

  • Ooooooooooohhhh queeeee bueeeenoooooooooooo, ooooooooohhhhhhhhhhhhhhh siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii....-- gemía Pascual

Por fin resultaba, intentando no sentir las arcadas, se trago toda la cabeza ,atacando con la lengua enroscada una y otra vez. Sentía las mandíbulas desencajadas, pero tanta carne no era normal. Joooodeer, que gustazooooo!

Intentando hacerlo correrse cuanto antes agarro los cojones con la otra mano enroscandolos con saña.

Menudo cabronazo, tragaba tanta carne como podía y allí seguía tieso como el acero. Aquello le dolería durante días. – se dijo.

  • Ahhhhh, ahhhhhhh....aaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhh,..... meeee meeeooooooo....-- aulló Pascual asustado.

Antes de que si quiera pudiera reaccionar, desencajo el pollon de su boca cuando el primer chorro de esperma salio disparado como un géiser hacia su cara.

La crema caliente escupida como un volcán le salpico la cara antes de que ni siquiera pudiera apartarse...

Acabo con un berrido animal, que nada tenia que ver con el inocente muchacho de hacia unas horas. Todo había terminado , la cara de violeta parecía un árbol de navidad con chorros de lefa colgando .

Aproximo su mano hasta tocar uno de los goterones de semen de su cara y decirle.

  • Esto no es pipí..., verdad?
  • Dioooooossss como me has puestooooo....! Joooodeeerr.... – protesto levantándose.

Llego al cuarto de baño aterrada, menudo monstruo tenia en frente..., sacándose el esperma con todo el papel higiénico que pudo, contemplo su estampa frente al espejo.

Las tetas aun colgando seguían empapadas con sus babas, e incluso una pequeña gotita de esperma le goteaba de una pestaña. Como seria tirárselo? – fantaseo un segundo.

En que estas pensando Violeta? Se regaño, solo faltaba eso.

Abrochándose la camisa y la chaqueta después, recompuso su estampa como pudo. Aquello no podría pasar nunca, por que si lo hiciera la mataría del polvazo.

Noooo, noooo... quitatelo de la cabeza, se repitió zarandeando el lavabo un instante.

El ruido en la planta de abajo le llego muy claramente, por fin había vuelto su madre. Intentando no revelar nada mas comprometedor, bajo de nuevo con paso firme las escaleras.

  • Hola hija..., que tarde se ha echo... habéis cenado algo.?
  • Estooo... nooo exactamente...! – murmuro Violeta intentando enfrentar la mirada de Eugenia.-- No se ha despegadooo de la... Pantallla...! – Joder idiota ibas a decir mis Tetas..., donde tienes la cabeza.
  • Bueno eso se arregla en un periquete. – Toma hija, es poca cosa..., pero como esta todo hoy en día...dijo tendiéndole un par de billetes.
  • No hace falta , señora Eugenia... ! Me sentiría culpable si aceptar un céntimo suyo... – se dijo enrojeciendo
  • Eres un primor Hija...! dijo palmeando su cara--
  • Si , estoooo... que le dijo el medico...-- se intereso Violeta.
  • El medico?... A si... buenooo... a mi edaaaad., siempre hay alguna cosa..., creo que tendré que ir a hacer un tratamiento de corrientes para mis piernas.
  • Ahhh, vaya parece algo engorroso!
  • Si , bueno. Todos los días de 8 a 10 de la noche.-- sentencio Eugenia.
  • Tan tarde? Están abiertos hasta tan tarde? – quiso saber curiosa Violeta.
  • Al ser publico, ya se sabe..., a la hora que te den ellos, todo sea para poder moverme sin tanto dolor.
  • En ese caso..., sera mejor que me vuelva a casa.-- intento escapar Violeta cada vez mas nerviosa.

Estaba junto a la puerta asiendo el pomo cuando escucho la temible pregunta.

Ayyy Violetaaa si me hicieras ese favor, hija mía!, con lo tranquilito que ha estado el niño, podrías pasarte por aquí y quedarte con él hasta que volviese de la recuperación?.

Tan tarde Eugenia, no se como..., ademas mi familia..., no podre... en serio!-- acabo excusándose cada vez mas nerviosa.

Hablaría con tu padre, mujer!, no sabes como necesito esas corrientes... – fingió agarrándose la cadera dramáticamente-- Esta pobre anciana no vivirá mucho mas! Me darías media vida... – suspiro enérgicamente.

Bueeenooo , si es así...., lo haré por usted..., – se mintió Violeta mortificada.

Solo quiero que se recupere del todo--

Termino despidiéndose y saliendo rauda hacia la seguridad del hogar, sentía un run- run que solo un buen rabo podría aplacarle.

Doña Eugenia la vio desaparecer tras la puerta de su casa, la idea le parecía perfecta, y la moza bien valía volver tarde todas las noches, quizás después de todo su niño tendría una hembra bien dispuesta cerca. Y si dios lo quisiera, las campanas de boda sonarían. Ya le parecía oir los piececitos de sus nietos por toda la casa.

Apago todas las luces y se dirigió como todas las noches a despedirse de su angelito.

Puede que después de todo, esa noche descansara un par de horas.