¡Qué hermosas son las pollas!

Hoy te canto con pasión, polla de mis arrebatos;

¡Qué hermosas son las pollas! Hoy te canto con pasión, polla de mis arrebatos; siento una gran emoción cuando sorbo de tu meato, y pierdo toda la noción, al mirar tan bello aparato. ¡Que gozo cuando te manipulo! Mis alma se conmueve, tiembla de emoción mi culo, el corazón se me remueve, y al dios del amor emulo, al “beber tu blanca nieve”. Con calor buscas mis cogollos; cual impetuoso desafiante llegas al fondo de los meollos de tu más devoto amante, rompiendo todos los escollos de este tierno y dulce infante. ¡Polla hermosa, polla morena! Deleite de coños y tafanarios. ¡Cómo me quitas las penas! Tantos años “en el armario” sumido en una horrible trena triste, abandonado y solitario. Hoy te gozo con fruición, polla, Siento como taladras mis entrañas. Mi corazón tierno cual zorolla se libra de todas sus marañas, y de alegría y de emoción llora, el más maricón de España.