Que goleada!

El partido de futbol quedo cero a cero, pero a mi me metieron unos golazos que me hicieron gemir del placer

Saliendo de la oficina, llamó mi prima para que le hiciera el favor de llevarle unos documentos que le había prometido a su apartamento, le dije que claro, que estaba saliendo de la oficina hacia la casa pero que en un momento pasaba a dejárselos.

Eran unos documentos de un contrato que mi empresa, donde trabajo, estaba haciendo con la empresa de mi prima, empresa que es de su propiedad. Ella los necesitaba de inmediato, por eso se los iba a llevar ese mismo día. Tome un taxi y me dirigí hacia el apartamento de mi prima. Ya llegando, me llama de nuevo y me avisa que se demorará porque le surgió un compromiso que no podía aplazar, pero que ya le avisó a su esposo para que esté pendiente de mi llegada y para que recibiera los documentos. Le dije que no había ningún problema que le entregaría los documentos a Raúl, su esposo, y que apenas los dejara la llamaría para avisarle que los documentos ya estaban en su apartamento.

Cuando llegué al edificio donde estaba ubicado el apartamento de mi prima, pagué el taxi, me anuncié en la portería e ingresé al edificio. Llegué al apartamento y me abrió Raúl, me invitó a pasar pero le dije que no, que le entregaba los documentos y me iba, que otro día les hacía la visita a él y a mi prima. Pero el insistió e insistió, me dijo que estaba con sus hijos y un amigo que se encontraba para observar el partido por las eliminatorias sudamericanas hacia el mundial de Sudáfrica 2010 entre Brasil y Colombia en el estadio maracaná. Al fin me convenció y entré al apartamento, saludé a su amigo, se llamaba Orlando, saludé a sus hijos; un niño de 6 años y una niña de 3.

Raúl me invitó a ver el partido con ellos y me ofreció una cerveza, la acepté y comenzamos a hablar de muchas cosas antes que comenzará el encuentro. Mientras que Raúl me convencía para que entrara, se me olvidó llamar a mi prima para avisarle que ya le había dejado los documentos en el apartamento.

El tiempo pasó y mi prima llamó para preguntar que había pasado, si era que me había perdido o que. Le contesté que los documentos ya se encontraban en su apartamento, pero mientras le decía esto, Raúl me hizo señas para que no le contara que estaba aún en el apartamento y que estaba con un amigo listo para ver el partido. Se me hizo algo raro, pero por no hacer quedar mal a Raúl, le dije a mi prima que inclusive estaba llegando a mi casa, que no se preocupara, que ya le había dejado los documentos, me había ido bien y ya estaba cerca de casa. Se despidió y me dio las gracias.

Cuando colgué le pregunté a Raúl el porque esconderle que iba a ver el partido conmigo y con Orlando. Él me contesto diciéndome que en el último partido que había visto con Orlando, ellos habían terminado en una borrachera tremenda y que mi prima se había molestado bastante. El último partido que habían visto fue entre Colombia y Paraguay hacía pocos días, entonces ella, mi prima, aún seguía un poco molesta por eso. Cuando mi prima lo llamó, le dijo que se iba a demorar bastante por un compromiso que le había surgido, fue ahí cuando Raúl tomó el teléfono e invitó a Orlando para que vieran el partido. La explicación de Raúl me dejó claro todo, no había nada raro, solo una gran afición al fútbol y ganas de tomarse, nuevamente, unas cervezas.

Como conté anteriormente, antes de comenzar el partido, los tres hablamos de muchas cosas. Raúl me preguntaba sobre mi matrimonio, sobre mi trabajo, el me contaba sobre su familia y su trabajo y Orlando y yo hablábamos de cosas para conocernos. Raúl es un hombre interesante, es inteligente, trabaja duro y es responsable. Le gusta demasiado el fútbol y también salir de vez en cuando a alguna fiesta y tomarse algunas cervezas. Lo mejor que tiene es el sentido del humor. Con sus bromas, sus comentarios graciosos en el momento indicado, su alegría, sus chistes, hace que cualquier reunión, cualquier momento, cualquier instante con el, sea entretenido y lleno de risas. No es muy atractivo físicamente, tiene pelo negro, ojos cafés, mide como 1.77, un poco más alto que yo, y es un poco gordito. Le gusta el fútbol, pero definitivamente no lo practica ni ningún otro deporte. Su cuerpo dice que hace mucho no hace deporte, debe ser por esa razón que su humor es tan entretenido.

Orlando, era más atractivo que Raúl, aunque sin ser un galán. Me había parecido un hombre inteligente e interesante como para salir con él o hablar, es decir, me había parecido simpático. Orlando tiene pelo negro, ojos negros, grandes cejas, su cuerpo es delgado, pero no tiene rastros de hacer deporte o de ir al gimnasio. En pocas palabras ninguno de ellos era lo que acá en Colombia llamamos unos "papacitos", solo eran hombres interesantes para pasar un rato agradable y reírse un poco aunque su físico no era desagradable para nada.

Al apartamento había llegado como a las cinco treinta de la tarde, el partido comenzaba a las siete y treinta, creo, no lo recuerdo bien, solo recuerdo que el tiempo que transcurrió entre mi llegada al apartamento y el comienzo del partido, fue bastante. En ese tiempo alcanzamos a hablar de muchas cosas, nos conocimos un poco mas con Orlando, me reí bastante con las cosas de Raúl, en fin, fue un rato agradable. Cuando el partido estaba a punto de comenzar, Raúl hizo un comentario que me pareció salido de tono, extraño en él que hiciera esta clase de comentarios.

Como he contado en relatos anteriores, me gusta usar minifalda. Con la minifalda me siento cómoda y elegante además que me siento deseada y eso me gusta. Ese día no era la excepción. Llevaba puesta una blusa azul oscura y una minifalda gris. La blusa era normal, es decir, no muy ajustada ni tampoco escotada, solo era una blusa fresca de manga larga que me hacia ver bien. La minifalda en cambio, era súper ajustada y corta, me llegaba como a dos manos arriba de la rodilla y al ser ajustada se me notaban las piernas y se me notaba bien el culo y claro, cuando me sentaba se subía bastante y se me veían mucho mas las piernas, sobre todo cuando las cruzaba. Ese día también llevaba medias y zapatos de tacón negros.

En el apartamento de mi prima, estuvimos hablando en la sala, esperando a que comenzara el partido, Raúl había colocado el televisor en medio de la sala. Cuando el partido estaba a punto de comenzar, Orlando dijo que ojala las piernas de los jugadores colombianos no se entumieran a lo que Raúl contesto que ojala tuvieran las piernas de Susana porque harían entumir pero a los brasileros, todos nos reímos y con ese comentario también sonreí, pero el comentario que no me gustó, fue algo que Raúl añadió. El dijo que si los jugadores de Colombia tuvieran las piernas de Susana todos los brasileros se entumirían –pero añadió- o que mejor se fuera Susana con la selección y que en el partido se apareciera con esa falda que traía puesta, así los jugadores brasileros saldrían detrás de ella para querer cojérsela. Raúl y Orlando soltaron la carcajada, yo me reí pero me pareció extraño que Raúl hiciera esa clase de comentarios. Al hacer esto, Raúl se paro de la silla, se me acercó y me dijo, estas preciosa y me dio una palmadita en mis piernas y dijo que se iba a traer ron para el partido en vez de cerveza. Cuando Raúl me dio la palmadita, me quedé sin palabras, se me hacía extraño y a la vez pensé en su esposa y sus hijos, pero también me había gustado.

Raúl trajo una botella de ron y trajo hielo y dijo que mientras que comenzaba el partido me dejaba sola con Orlando, que nos conociéramos mas mientras él iba a acostar a los niños. Me quedé hablando con Orlando y el me dijo que le encantaría seguir en contacto conmigo, le di mi numero celular y quedamos en salir un día. Era un hombre agradable y simpático. El partido comenzó y Raúl aún no llegaba, me paré de la silla y fui a llamarlo, llegué al cuarto de los niños y ellos ya estaban dormidos, le dije que el partido acababa de comenzar que fuera a la sala, cuando salimos del cuarto me dijo gracias, me miro a los ojos y luego me miro todo el cuerpo, de arriba para abajo, le pregunté sorprendida que hacía? El me contesto con que me miraba porque estaba muy buena. Luego de eso nos fuimos para la sala a ver el partido.

Extrañamente, lo que había pasado me había gustado. Pensaba en mi prima y en sus hijos, pero me había gustado. En la sala nos sentamos de forma diferente a como nos habíamos sentado antes. Mientras comenzaba el partido, yo estaba sentada en el sillón grande, mientras que Orlando y Raúl estaban en los pequeños. Para ver el partido, los tres nos sentamos en el grande, yo en medio de los dos hombres.

El partido comenzó, también nosotros empezamos a tomar ron y la selección Colombia jugaba muy bien, como hacía tiempo no se le veía jugar. Esto nos ponía contentos, obviamente a Orlando y Raúl mucho más. Mientras observábamos el partido, noté que tanto Raúl como Orlando a la vez que miraban el partido, miraban mis piernas. Eso me agradó mucho y como ya tenía unos tragos encima, comencé a coquetear. Me sentaba de forma sugestiva, cruzaba las piernas para ambos lados, me jalaba la falda hacia la rodilla, inclusive me acariciaba las piernas de forma sutil y me subía un poco la falda, solo un poco. Me gusto hacer esto. Colombia seguía jugando muy bien y los tres estábamos emocionados. Raúl y Orlando con el partido y con mis piernas y yo con el coqueteo que estaba haciendo.

Como en el minuto 40 del primer tiempo me levanté hacia la cocina para traer mas hielo y para traer otra botella de ron. Cuando me levante pase por detrás del televisor y observé de reojo a mis amigos, noté que me miraron el culo y las piernas cuando me levanté. Me gustó y esta vez mas. Cuando entré en la cocina pensé que alguno de los dos iba a venir a ayudarme o algo, pero no pasó nada. Al contrario, cuando ya había tomado el hielo y la otra botella de ron, observé algo extraño. Raúl y Orlando estaban jugando piedra papel y tijera. Me quedé un rato observándolos y me di cuenta que el juego lo había ganado Raúl, me pareció extraño pero no hice caso. Volví a sentarme y comencé mi juego una vez más.

Se acabó el primer tiempo, la selección Colombia jugaba muy bien pero el partido iba cero a cero. En el entretiempo ellos se pararon, fueron al baño, hicieron llamadas, en fin, todo lo que no pensé que harían. Aún así, seguí con mi juego para que me vieran desde el comedor, que era donde estaban haciendo las llamadas y me pude dar cuenta como me miraban. Me gustaba y en este punto tengo que confesar que me comenzaba a excitar. No se si eran los tragos de ron o que, pero me estaba excitando. Yo pensé que eran los tragos, porque aunque ellos no eran desagradables ni feos y eran bastante interesantes, no eran lo suficientemente atractivos para provocar excitación en una mujer de inmediato, pero igual no me importó y seguí.

Comenzó el segundo tiempo. Igual, yo sentada en medio de los dos hombres, jugando con mis piernas y pasándola bien. Era como el minuto 15 del segundo tiempo, cuando Raúl me preguntó que si la estaba pasando bien y descaradamente me acaricio las piernas, yo le respondí que si. Esa caricia me excitó más y me encantó. Mientras le contestaba a Raúl lo miré a los ojos y con esa mirada el se pudo dar cuenta que me había encantado su caricia.

El partido siguió, pero esta vez fue diferente. Ahora no coqueteaba con ambos, no. Lo que hacía era seducir a Raúl. El estaba a mi lado derecho, así que crucé la pierna derecha. Lo tocaba ligeramente con mis manos, me subía un poco la falta, nos mirábamos. Yo ya estaba muy excitada, volví a pensar en su esposa y sus hijos, pero no me importaba ya. Ya para terminar el partido, me paré y fui a la cocina, esta vez conseguí lo que quería. Raúl me siguió y cuando entramos en la cocina me tomo por la cintura con fuerza y nos comenzamos a besar.

Me manoseó todo el cuerpo, me subió la falda, me acarició el culo, me besaba por el cuello. El me dijo, acá no y me llevó a su cuarto, donde él duerme con su esposa. Orlando debió haber visto todo, pero no me importó.

Raúl de inmediato me tiró en la cama y me quito la blusa, me beso la boca, el cuello y todo mi pecho, de inmediato me quito el brasier y comenzó a estrujarme y a chuparme las tetas. El se quito su camisa y pude ver bien su cuerpo, como ya había dicho era gordito, pero estaba muy excitada como para decir que no a tener sexo con él. Raúl continuó besándome, que digo besándome, comiéndome entera. Me besaba mis tetas mientras que con sus manos me acariciaba las piernas y el culo.

Me quitó la falta y de una las medias y la tanga. Me chupó la cuca, me metió su lengua, me besó las piernas. Luego Raúl se coloco un condón y me lo metió de una. Que delicia!!!!!! Yo abrí mis piernas y dejé que me lo metiera de una forma deliciosa. Me lo metía rápido y con fuerza, le dije que no llegara todavía que me culiara mas y mas fuerte, el solo me dio un beso en la boca y siguió metiéndolo. De pronto sentí que se abría la puerta, miré y estaba entrando Orlando, ya sin la camisa.

Intente detener a Raúl, intente parar todo, pero Raúl me abrazó fuerte y me lo metió demasiado duro. Orlando se acerco y se quitó los pantalones. Raúl se corrió, me dio un beso en la boca, me lo saco y se quitó de encima. Yo intente pararme de la cama, pero Orlando me detuvo de los hombros, inmediatamente se colocó encima mió. El me detenía con sus manos ahora sobre mis brazos, yo cerré mis piernas, pero el comenzó a besarme el cuello y las tetas y como yo seguía excitada abrí mis piernas y de inmediato Orlando me lo metió.

Raúl nos dijo, los dejo a solas y salió del cuarto. Orlando me lo metía fuerte, mas fuerte que Raúl. Orlando me hacía gemir mas, yo estaba perdida. Orlado me coloco de medio lado, me levanto una pierna y comenzó a metérmelo, que delicia. Luego me colocó en cuatro, me clavaba durísimo, me agarraba las tetas. Luego me volteo otra vez para metérmelo como al comienzo, pero no lo deje. Lo coloque boca arriba en la cama y lo cabalgué. Ahora si el dijo que no aguantaba mas y me colocó como al comienzo, yo recostada en la cama boca arriba y el encima. Me lo metía durísimo mientras me agarraba el culo. Me lo sacó y comenzó a masturbarse, le pregunté que pasaba, me dijo que no se iba a venir dentro de mi, le dije que no, que me lo metiera, que me diera toda su leche. Orlando sin pensarlo volvió y lo metió, con fuerza, con la fuerza descomunal de antes de venirse. Se corrió y me llenó la cuca de semen.

Delicioso!!!!! Solo puedo decir eso, delicioso. Cuando me levanté y comenzaba a vestirme Orlando dijo que todavía no, que podríamos seguir, pero le dije que no. No era porque no quisiera, sino porque podría llegar mi prima, le dije. Él estuvo de acuerdo pero me dijo, te llevo a tu casa, a lo que dije que si.

Nos vestimos y salimos a la sala, en donde estaba Raúl viendo televisión. El partido entre Brasil y Colombia había terminado cero a cero, pero el partido de nosotros tres, había terminado con una goleada estupenda. Nos sentamos los tres en la misma silla donde habíamos estado viendo el partido y ambos me acariciaron la cara. Nos tomamos el último trago. Yo dije que me iba, Orlando se ofreció a llevarme como habíamos quedado, me despedí de Raúl con un besote en la boca y el me volvió a acariciar el culo, no dijimos nada mas.

Bajamos con Orlando en silencio, el me abrió la puerta de su carro, me subí en el, Orlando encendió su carro y nos fuimos. En el carro me acarició las piernas y me preguntó que quería hacer. Le dije sin pensarlo dos veces que fuéramos a un motel. Yo creo que fue el ron que tomé, porque estaba como loca, como enferma. Acá en Colombia, dicen que esa marca de ron, de la que tomamos, es "el mejor abridor de piernas de las mujeres" y creo que es verdad. Llegamos al motel y comenzamos a tener sexo. Me lo metió con fuerza. Yo diría que no me lo metió fuerte ni de una forma descomunal, diría que me lo metió de una forma brutal!!!. Orlando parecía loco por la forma como me penetraba. Me lo metió demasiado duro, súper duro, durísimo. Hicimos de todo, me lo metió en muchas posiciones, me lo metió en la cama y en la ducha, me puso en cuatro otra vez y para terminar, cuando ya se estaba acabando el tiempo en el motel, me recostó boca abajo en la cama, Orlando se coloco encima mío y me lo metió por el culo. Me lo metió durísimo y yo como loca por sentir un hombre encima de mis nalgas. Se corrió y me lleno el culo de semen.

Más tarde me llevó cerca de la casa. Mientras me llevaba a la casa, le pregunté que como habían decidido el y Raúl hacer esto, me contesto que cuando yo me paré a la cocina la primera vez, hablaron y dijeron que me tenían que follar como fuera, estuvieron de acuerdo, pero que debieron decidir con el juego de piedra papel y tijera quien iba primero. Me contó que además, había ciertas reglas para el primero y para el segundo. El primero me desvestiría, me comería y me lo metería con condón y el segundo me lo metería sin condón y podría hacer conmigo lo que fuera. Por fin entendí el porque los vi jugando al piedra papel y tijera, pero igual todo me pareció super.

Orlando me dejó como a tres cuadras de mi casa, caminé hasta la puerta y en este recorrido Orlando me acompaño con su carro. Cuando llegué, observé que mi marido estaba tomando trago con sus amigos, supongo que también estuvieron viendo el partido. Ellos ya estaban algo borrachos, no notaron el estado en el que llegué. Con tragos y follada. Mi esposo me dijo que los acompañara un rato, pero teniendo en cuenta que estaban tomando el mismo ron que había tomado y que ellos eran como seis, decidí irme a acostar, no quería que se repitiera lo sucedido antes. Que tal esta vez también me enloqueciera y comenzara a coquetear y esta vez no eran dos, sino seis hombres. Creo que estaba enferma de sexo, pero no para tanto.