Qué generación tan grande!
Nosotros seguimos las generaciones, y sus constumbres sexuales.
Hola les escribo de Maracay Venezuela para contarle como es mi gente, mi familia es un tanto anormal. Mis abuelos eran hermanos. Tuvieron cuatro hijos, mis padres. Estos a su vez, se unieron entre ellos y nacimos mi hermana Sandra y yo. Ella es Sandra (la que esta de la falda) cuando cumplió la mayoría de edad. Y la otra es mi Mama. Mi mama es una mujer joven ya que ella me tuvo a mi a los 14 años
Sandra y yo siempre hemos dormido juntos. De pequeños, teníamos dos camas en nuestra habitación, pero ya fuera Sandra la que se despertaba de noche o yo, siempre terminábamos en la cama del otro, por lo que al final, nuestros padres nos compraron una cama de matrimonio. Muchas noches nos despertábamos en mitad de la cama fuertemente abrazados.
Papá y mamá nunca se han mostrado apenados a la hora de besarse y acariciarse delante de nosotros. Cuando tuvimos unos trece años, Sandra y yo ya estábamos acostados y oímos unos gemidos. Ya sabíamos que estaban haciendo el amor, aunque nunca los habíamos visto hasta entonces. Mi curiosidad era demasiado fuerte y me levanté. Mi hermana me siguió en silencio. Papá y mamá estaban en la sala, con la luz encendida totalmente desnudos. Entonces, papá se dio la vuelta sobre ella y empezaron a hacer el 69. Nosotros nos sentamos en el suelo mientras los veíamos. Papá se dio cuenta de que estábamos allí aunque no dijo nada y siguió hasta que los dos tuvieron un tremendo orgasmo. Luego, papá se volteó, abrió completamente las piernas de mamá y la penetró, mi mama le decía a mi papa que se corriera afuera, ya que no estaba usando condón y ella no se estaba cuidando. Yo notaba que tenía la polla muy tiesa y luego Sandra me dijo que tenía el coño húmedo.
Esa noche al acostarnos de nuevo, todavía estábamos excitados. Los dos teníamos calor y decidimos quitarnos la ropa y dormir desnudos. Yo metí el pene hinchado entre sus piernas. Sandra tenía su precioso coñito húmedo. Después de hablar un rato, nos quedamos dormidos.
Posteriormente, empezamos a besarnos y acariciarnos. Una noche, en que oímos los gemidos y grititos de nuestros padres, Sandra quiso tocarme la verga y yo su panochita. Luego me puse encima de ella y puse mi pene erecto en su coñito, haciendo movimientos hacia arriba y hacia abajo frotando su clítoris. Los gemidos de placer salieron de sus labios mientras su cuerpo se movía y su respiración era rápida y ardiente. Sandra movía su cadera a mi ritmo gimiendo cada vez más fuerte. Chupaba sus tetas despacio, con mordiditas que la hacían estremecer. Luego, le separé las piernas y me puse a besar su coñito empapado. Abrí sus labios mayores y ahí estaba su clítoris hinchado.
Con mis labios tomé la punta del clítoris y empecé a chupar. El cuerpo de Sandra reaccionó rápidamente, con gritos entrecortados contorsionando su cuerpo, le brotó mucho líquido caliente bañando mi cara. Entonces, coloqué mi polla en la entrada de su vagina y logré introducir la cabeza en su vagina...
Luego empecé con el mete y saca, suave y lentamente hasta que se le fue pasando el dolor. Fuimos aumentando el ritmo y en su excitación empezó a gemir más fuerte anunciando su orgasmo que vino con una descarga de líquido ardiente. Yo seguí un poco más hasta que sentí que me correría, y se lo anuncie a mi hermana y ella abrió bien las piernas para que la penetración fuera mas profunda y me agarro de las nalgas y me atrajo hacia ella mientras me decía hermanito, embarazame, préñame, quiero tener un hijo tuyo. Me estremecía mientras mi semen caliente salía por mi pene; brotaba y brotaba semen que deposité en su vagina.
Sandra a tener otro orgasmo cuando sintió la leche caliente en su vientre. Luego, me desplomé sobre ella y así, abrazados, con mi pene todavía dentro de ella, nos quedamos dormidos. Cuando desperté a la mañana siguiente, Sandra daba movimientos circulares con sus caderas. Yo todavía seguía con mi pene en su interior y con esos movimientos empezaba a crecer. Yo a mi vez, empecé a chupar y lamerle las tetas. Entonces, todavía las tenía pequeñas, pero bien duritas y riquísimas. Rápidamente nos excitamos y nos vinimos a la vez.
Un par de días más tarde, llegué a casa y estaban papá y Sandra solos. Estaban desnudos y papá me dijo que me quedase a mirar y así aprender de un experto. Sin dejar de mirarles, me fui desnudando y empecé a masturbarme. Sin que ninguno de nosotros se enterara, había llegado mamá a casa. Al ver la escena, rápidamente se desnudó en silencio, se puso delante en cuclillas del sofá donde yo estaba sentado, me apartó la mano de la polla y se la metió en la boca. Papá y Sandra que estaban descansando unos instantes, se acercaron a nosotros y papá le dijo a Sandra.
--Mira la mamada que le hace mamá a tu hermano.
Ella miró unos instantes, cogió con la mano la polla de papá y se la metió en la boca. Después de lamerle y chuparle como una golosa, papá tuvo un orgasmo tremendo. Yo había tenido el mío unos instantes antes. Posteriormente, mamá se sentó encima de mi tranca y me dijo hijo quiero que aprendas como se preña a una mujer, a si que tienes mi permiso para preñarme a mi y a tu hermana, y se la enchufó dentro de su vagina, Sandra no quería quedarse sin probar semejante placer y después de terminar con mamá lo hice con ella de nuevo hasta bañarle sus úteros de leche.
Desde entonces, hay veces que "dormimos" tres en una cama, ya sea papá y yo con Sandra o con mamá. Hay veces que papá duerme a solas con mi hermana y yo con mamá, mi papa tiene que hacerlo con condón, pero la mayoría de las veces, nuestros padres siguen durmiendo juntos y Sandra y yo lo mismo. Hace tres meses Sandra y yo hemos sido padres de una niña, aunque mi madre también ha dado a luz a un niños que también es míos. Un niño y otra niña. La tercera generación seguida.