Que duro es recordar

Historia sobre lo duro que puede llegar a ser recordar el pasado.

Tres días ya, tres días desde que te fuiste de mi lado y me dejastes solo, tres días de insomnio, tres días de pesar, tres días de dolor, de sufrimiento, de pena, de rabia, de preguntas, de espera. Tres días, tres putos días de recuerdo, de esperar a verte entrar por esa puerta y ver tu maravillosa sonrisa, tu melena castaño claro casi rubio, tus ojos verdes, tu cara fina y tan cuidada con esos hoyitos que se te salían en las mejillas al sonreír y que eran lo mas precioso de ti, tu cuerpo esbelto con esos pechos firmes y tersos que tantas veces he saboreado, tus largas piernas que acababan en un maravilloso y duro trasero. Daría lo que fuera por volver a verte entrar por esa puerta. Miro a mi alrededor y no te veo. ¿Porque Marta porque?. Ahogo mi corazón con el llanto de mis ojos, y con la botella de Chivas que me regalaste las navidades pasadas. Llevo borracho demasiado tiempo, veo la botella casi vacía, pero no me preocupa, sé que todavía tengo un buen arsenal en el mueble bar del salón. Bebo porque es lo único que me hace olvidarte durante unos segundos en mi mente. No puedo mas, mi vida sin ti no tiene sentido, porque Dios porqueeee.... Me siento en el sofá, nuestro sofá, y con mi copa en la mano me quedo mirando las fotos que hay en la mesita del salón. Miro las fotos y bebo un trago de mi vaso, las sigo mirando y me acuerdo de nuestros maravillosos días juntos. Los recuerdos vuelven a mi traicioneros, no podré olvidarte jamás. Me levanto del sofá y la rabia se apodera de mí, lanzo el vaso con todas mis fuerzas contra la pared y en un segundo se hace mil añicos. Voy hacia la mesita y cojo la foto de nuestra boda. Estabas tan preciosa aquel día, con tu traje blanco marfil de palabra de honor, con esos pliegues desde tu cintura que acababan en un largo faldón, y con ese recogido en el pelo que dejaba ver tu precioso rostro. Parecías una diosa ante mis ojos. Recuerdo lo que disfrutamos aquel día, fue el mejor de mi vida y sé que de la tuya también. Sigo bebiendo, ahora de la botella directamente, y poco a poco empiezo a sumirme en mis recuerdos, como queriendo escapar de la triste y dura realidad. -Venga Vengaaaaaaa....... que son las 8 ya Marcos. Arriba que tienes que prepararte. -AHHHHHHH (bostezo profundamente y con mucho ruido) Me estiro a mas no poder y empiezo a entrar en el mundo de la realidad. Dios que mal he dormido, los nervios no me han dejado conciliar el sueño hasta las tantas de la madrugada, bufffff he debido dormir apenas unas horas. Me levanto de la cama de mi antigua habitación en casa de mis padres, ya no me encuentro en ella, desde que hace un año y medio que nos mudamos Marta y yo a nuestra casa ganada con sudor y trabajo no había vuelto a dormir en ella, y la verdad que se nota el cambio. Nada mas incorporarme me dirijo a la ventana rezando, por favor que no llueva, que no llueva. Levanto la persiana y la luz de un nuevo día ciega mis ojos, que todavía no están adaptados a la claridad. Sí, siiiiii, hace un día maravilloso, la luz del sol invade mi vieja habitación llenándola de claridad. -Venga a la ducha que te tienes que preparar, por diosssssss que hoy te casasssssssss y tienes que estar mejor que nunca. Anda venga corre a la ducha que ya esta puesto el calentador. -Ya ya Mama que ya voy joe, que son las 8 y falta mucho para la 1 todavía. -Vale vale, pero corre a ducharte que va venir tu amigo Carlos el peluquero a peinar a toda la familia, es un favor que nos ha hecho y no debes retrasarte. -Vale Mama. Me pego la ducha más feliz de mi vida y me afeito, me miro al espejo por ultima vez antes de convertirme en el marido de mi amada Marta, era como un cara a cara entre mi pasado y mi futuro. Me miro de arriba abajo, veo mi pelo castaño corto húmedo por la ducha, mis ojos castaños, mis labios finos, mi barbilla pronunciada, mis pómulos marcados, mi torso firme, así como mis brazos. Me pregunto que ha sido de aquel chiquillo que conoció a Marta sin saber que era la mujer de su vida. Tras esto voy a mi cuarto a vestirme con mi traje de boda, que precioso es. Con lo que me ha costado como para que no lo sea jejeje. Me visto con mi traje azul marino mi camisa blanca y el chaleco azul turquesa, me coloco bien la corbata de un azul claro maravilloso y me calzo mis zapatos negros. Por ultimo me pongo los gemelos que me regalo Marta. Estoy listo para el gran día. Mi madre me llama, pues Carlos me reclama para peinarme. Tras la preparación para ir a la Iglesia, comienza ya el ajetreo, mi madre nerviosa, mi padre como siempre muy sobrio y tranquilo ante todo intenta calmarla, mi hermano me intenta tranquilizar a mí, aunque se le nota bastante nervioso. Vamos toda una escena. Mi madre para no variar tiene que dar los últimos retoques a todo, me alisa la chaqueta por la espalda, me tira de los bajos del pantalón, mira que este bien la corbata. -AY DIOS MAMAAAAAAA.... para un poco por favor, que me pones más nervioso. -Si hijo si, es que quiero que salga todo perfecto. -Vale Mama, pero ya veras como sale todo bien. Cuando ya se tranquilizaron un poco las cosas miro a mi padre como esperando que me transmitiera un poco de su tranquilidad, mirarle es como un relajante para mí. Me pone el brazo en el hombro y me asiente con la cabeza. -Listo hijo. -Sí padre. Bajamos al portal y allí estaba esperándonos mi amigo Fernando con su Mercedes a mi madre (la madrina) y a mí. Mi padre y mi hermano irían en el vehículo de mi padre. El viaje en coche se me hace eterno, por mi cabeza solo pasa la idea de que todo salga perfecto, miro a mi madre y la pobre esta nerviosisima, le agarro la mano y noto como le tiembla. -Tranquila mama que me caso yo jajaja. -Si hijo, pero es que para mí es como si fuera la mía. -Vale, pero relájate, no estés así que es peor. -Sí hijo. Llegamos a la iglesia y ya se reúnen bastantes de los invitados, mis tíos y primos, mis amigotes con quienes corrí mis mejores juergas, mis abuelos, familiares de ella... etc Bajo del coche y ayudo a mi madre a bajar del mismo. Esta más guapa que nunca con su traje verde claro, en un tono muy clásico y recatado, con un chal por encima de los hombros que la hace aun más guapa, el peinado que le ha hecho Carlos le queda precioso. Me doy la vuelta y miro la iglesia de mi boda. No es muy grande, pero es muy bonita, se encuentra a las afueras de la ciudad. Tiene un precioso pórtico con bonitas esculturas, una nave central preciosa con su torre y su campana coronándola, y ambos lados dos pequeñas naves laterales que están llenas de impresionantes vidrieras con citas a la Biblia. Y allí, debajo justo del pórtico de entrada espero. Dios la espera es interminable, como buena novia se retraso unos 15 minutos de la hora, la verdad que es un sufrimiento esa espera, te pasan mil cosas por la cabeza. Mi madre y mis amigos me dan conversación para que mis nervios se pausen, aunque la verdad que no lo consiguen. Al fin llega en la limusina que hemos alquilado para nuestra boda, es enorme medirá por lo menos seis metros de largo, es de un blanco impactante y con los cristales tintados, no se la ve dentro. Nada mas verla salir me dirijo rápidamente a esperarla en el altar, en mi camino hacia él todo el mundo me da aliento y animo, entre guiños, palmaditas, palabras de aliento..etc consigo relajarme un poco. Llego al altar junto a mi madre, y dirijo mi mirada hacia la entrada de la iglesia. Y tras mirar hacia ella justo veo entrar a la mujer más preciosa del mundo, dios que bella es y que preciosa esta con su traje y ese recogido que lleva, envidia tengo de que su padre la lleve del brazo. Cada paso sobre la alfombra roja hace que me enamore aun mas si cabe de mi amada Marta, la veo pasar entre los invitados que le cuchichean cosas y ella sonríe como solo ella sabe hacer, las flores colocadas en los laterales de los bancos hacen que el ambiente sea increíble, el aroma que desprenden y la vista de mi futura mujer, hacen que piense que estoy en un sueño. Llega a mi altura y me sonríe muy dulcemente. -Hola Marcos. -Dios estas preciosa mi amor. El cura interrumpe nuestro intimo y especial momento para comenzar con la boda. La boda transcurre normalmente, aunque a mi se me hace eterna, no veo el momento de que acabe para poder celebrarlo en el restaurante compartiendo con todos nuestra felicidad. Tras darnos el si quiero, y las felicitaciones por parte de los invitados, y unos cuantos VIVA LOS NOVIOS!!!!!!!!!! , firmamos todo el papeleo para legalizar definitivamente nuestro enlace, y salimos de la iglesia en medio de una lluvia de arroz que nos entraba por todas las partes de nuestro cuerpo y el resonar de las campanas. Conseguimos llegar a la limusina que nos espera a pocos metros de la entrada, y nos metemos en ella entre los vítores y felicitaciones de todo el mundo. Al fin un momento intimo y tranquilo para los dos. Nos dirigíamos a hacer nuestra sesión de fotos en un parador cercano, en el camino charlamos aun nerviosos por nuestro día. -Marta soy el hombre más feliz del mundo, al fin eres mi mujer después de tantos años. -Y yo mi amor, es el día más feliz de mi vida. Verla así con el traje de novia, y tan preciosa como estaba me excitaba muchísimo. Sin poder remediarlo la bese apasionadamente, y ella me correspondió. -Que preciosa estas mi vida, eres la mujer más guapa del mundo. -Tú si que estas guapo mi amor, estas para comerte trocito a trocito jijiji. El conductor de la limusina miraba por el retrovisor y mostraba una sonrisa picarona. Dándome cuenta de ello, decidí subir el cristal tintado y insonorizado que nos separaría del conductor, así si que estaríamos tranquilos. -Uy Marcos, que pensara el conductor jajaja. -Que piense lo que quiera, no me importa nada en absoluto, solo me importas tu. Continué besándola, aun más excitado, me daba muchísimo morbo verla vestida de novia y ella lo notaba. El bulto de mi entrepierna iba creciendo rápidamente debido a la excitación de la situación. La besaba y le acariciaba sus pechos por fuera de su vestido, esas preciosas tetas que tanto placer me habían dado ya en múltiples ocasiones. La acariciaba y la besaba desenfrenadamente, ella poco a poco empezó a acariciarme el bulto que se marcaba en mi pantalón, lo masajeaba muy suavemente de arriba abajo y en movimientos circulares, eso hizo que definitivamente tuviera una tremenda erección. -Vaya como estas mi amor, te va reventar el pantalón. -Quiero hacerlo mi vida, necesito hacértelo. -No, no. No puedes hacérmelo, me arrugare todo el vestido y me despeinare, y me ha costado mucho estar así de guapa para ti. -No puedo mi amor, es que necesito hacerte el amor, te necesito sentir dentro de mí, quiero sentirme completo por primera vez en nuestro matrimonio. -No mi amor, tendrás que esperar a que acabe la boda es que si lo hacemos me va quedar el traje fatal, y no quiero jo. -Vale mi amor, aguantare como pueda. Ella con una sonrisa picarona, me dijo: -Aunque si que puedo aliviarte la calentura. Se paso un dedo muy suavemente por sus labios y se lo empezó a chupar. -Que te parece mi amor, deseas que tu mujercita te calme la calentura con su boquita. -Si mi amor, lo necesito por favor. -Serás un buen marido y le darás tu polla a tu mujer. -Sí mi amor sí. Lentamente bajo su mano hasta mi polla, y empezó a masajearla de nuevo, esta vez mas fuertemente, agarra el bulto de mis pantalones con mucha agresividad, me cogía los huevos y me los meneaba muy fuertemente, me ponía a 100 que me hiciera eso, y lo sabia. Me bajo la bragueta muy suavemente mientras se pasaba la lengua por sus labios, se la notaba ansiosa por hacerlo, y eso me volvía loco. Le gusta mucho hacerme el sexo oral y que yo se lo haga, es con lo que más disfrutamos y ya teníamos mucha practica en ello, así que sabíamos justo como lo teníamos que hacer para volvernos locos. Dejo mi polla al aire, que salió disparada por mi bragueta. Estaba excitadísimo, ver mi polla al aire y como ella empezaba a acariciarla con su mano mientras me miraba me ponía cardiaco. Bajo su cabeza hacia mi polla y empezó a lamerme el capullo, pasaba su lengua por él muy dulcemente. Comenzó a metérsela en la boca, primero el capullo donde se paro un buen rato chupando y dándole suaves mordiscos, metía su lengua en el agujero de mi polla donde ya había bastante liquido preseminal, el cual chupaba y tragaba como un dulce caramelo. Empezó el moviento de sube y bajo sobre mi polla, yo no la tocaba no quería que su traje se estropeara, ella se tragaba toda la polla que sobresalía por mi bragueta, se la metía entera hasta donde podía y cada vez que la sacaba un hilo de saliva se le quedaba uniendo su boca a mi polla. Continuaba masturbándome con su mano, cuando sacaba mi polla de su boca. Me besaba apasionadamente mientras seguía su maravilloso masajeo sobre mi miembro. El sabor de mi polla en su boca me excitaba sobre manera, nos besábamos con mucha excitación mientras me masturbaba. Interrumpimos nuestro apasionado beso para que ella siguiera haciéndome el sexo oral. Volvió sobre mi pene, y empezó a chupármela de nuevo con un ansia inimaginable. Se la introducía en su boca entera, y ya dentro empezó a mover su cabeza en círculos y a darme pequeños empujones contra mi barriga con su cabeza, como queriendo tragársela mas aun de lo que ella podía. Estaba ya apunto de correrme y se lo dije, pero ella seguía chupándomela desenfrenadamente. No podía mas se lo advertía. -Me voy a correr mi amor me voy a correr mi amor...... Ella cuando escucho mis palabras en vez de sacársela de su boca comenzó a mamarla con mas ímpetu. Ya no podía mas y derrame todo mi semen sobre su boca. Note que mi semen era espeso ya que salía con dificulta de mi polla. Le eche la mayor corrida de mi vida entera en su boca. Ella dio síntoma de tener una leve arcada al tragárselo todo, pero relamía mi polla limpiándomela entera, sorbiendo las pequeñas gotas que iban saliendo tras la enorme eyaculacion. -Que rico mi amor, no quería que nos mancháramos así que me lo trague todo todo todo jijiji. Sabia que eso no le gustaba, pero no quería que nos mancháramos con el semen y ensuciáramos nuestros trajes. -Dios mi amor ha sido la mejor mamada que me has hecho nunca. -Gracias mi amor, ahora guárdatela dentro de los pantalones que vamos a llegar ya al parador. -Si mi amor no te preocupes. Me arregle un poco antes de salir para hacerme las fotos, y ella se limpio sus labios y se los pinto un poco con el pintalabios que llevaba en una cajita de maquillaje que le había dado su madre después de la boda para que se arreglara antes de las fotos. -Estoy bien mi amor. -Si estas preciosa como nunca, me volvería casar contigo una y mil veces. -Gracias mi amor, vamos a hacernos las fotos, que la gente espera en el restaurante. -Sí mi amor. Tras la sesión de fotos, nos dirigimos al restaurante donde estaban todos los invitados esperando. Llegamos al restaurante y la gente ya estaba ansiosa por nuestra llegada, bajamos del coche y la gente venia a felicitarnos de nuevo, y a desearnos suerte en nuestra futura vida juntos. Tras las felicitaciones vino el metre del convite a pedirnos que entráramos ya al salón donde se celebraría la comida. Nos dio unas tijeras y cortamos la cinta que había justo en la puerta, tras cortarla y escuchar aplausos de los invitados, el metre abrió una botella de cava y nos dio una copa a cada uno, la cual bebimos muy gustosamente. Entramos en la sala, y poco a poco la gente se iba acomodando en sus mesas para recibir una copiosa comida. El menú estaba compuesto de: -Plato de marisco variados ( gambones, langosta, centollo y carabineros) -Crema de necoras. -Mero con almejas en salsa de sidra. -Lechazo de cordero con patatas. -Tarta Imperial. -Licores y café. Por su puesto después de esto había barra libre para que todo el mundo pudiera celebrar en condiciones nuestro feliz enlace. En medio de la comida, manteníamos una charla entre mí ya mujer y yo muy como diría jejeje sensual recordando la escena del coche, nos cuchicheábamos cosas al oído para que nadie pudiera escucharnos. -Dios mi amor, tengo la vagina todavía empapada por lo del coche, estoy súper excitada por aquello jijiji. -Y yo mi amor, solo de acordarme se me pone como un palo jajaja. -Luego tendrás que complacer a tu esposa eh, que esta muy muy caliente. -Si esposa mía, te haré todo lo que tu quieras, eso sí, no te quites el traje por nada, que con él me vuelves loco. -Jajajaja que picaron eres eh, no te preocupes de noche me lo harás con él puesto, lo quieres así no. -Si si, ya sabes lo que me gusta que nos disfracemos y hagamos juegecitos de doctor y enfermera, cura y monja, y tu favorito ya sabes, que me vista de papa Noel y te traiga tus regalitos jajaja, tú si que eres una picarona. Suavemente ella me tocaba mi muslo por debajo de la mesa y se acercaba al ya tremendo bulto en mis pantalones de nuevo. Lo acariciaba y lo sobaba con mucho cuidado y disimulo. Me hacia mucha gracia ver como su madre me miraba y me decía. -Que Marcos vaya feliz que se te ve e yerno mío jejeje. Normal suegra pensaba yo, con lo que me hasta haciendo su hijita, como para que no este contento. Obviamente eso no se lo iba a decir, así que asentí con la cabeza y le di una bonita sonrisa. Marta se moría de la risa y me la apretaba mas y más. Y muy suavemente me susurro al oído. -Como té estas poniendo eh Marcos, con lo que nos gusta a nosotros los juegos y hacerlo en sitios comprometidos, cual mejor que el día de nuestra boda eh, que somos el centro de atención jijiji. Yo ya no podía mas y le dije que antes de que acabara la boda la haría mía. Ella puso cara de asombro, pero me guiño un ojo como dándome su aprobación. -Te vas a enterar tu pillina jejeje. -Eso quiero yo enterarme que tengo ya el tanga empapado jajaja. Mi madre me llamo la atención, que que eran tantos cuchicheos, que eso hacia muy feo, que pensaría la gente. Ayyyyy mi madre como siempre, con el que dirán. Pero bueno no quería que se enfadara el día de nuestra boda así que paramos con los cuchicheos y seguimos con la comida. Todo transcurrió perfectamente. La comida inmejorable, la bebida también, y la tarta exquisita. Hicimos el ritual de cortar la tarta, para tener la foto para la posteridad, y llego el momento de los cafés, licores y de las charlas distendidas. Tras los cafés y licores llego el baile. Como no empezamos Marta y yo bailando el Vals del Lago de los cisnes (creo porque yo de vals ni idea, había aprendido a bailarlo solo para la boda) y era maravilloso ver a todo el mundo alrededor nuestro mirando como bailábamos. Durante el baile no lo pude evitar y le di un maravilloso y dulce beso entre los vítores de la gente, y solo de verla esa sonrisa en su cara me hacia ver que era el hombre mas afortunado del mundo. -Gracias Marta. -¿Por qué? -Por ser mi mujer, por darme todo, por hacerme el hombre más feliz, siempre estaré a tu lado amándote y cuidándote toda mi vida. -Dios Marcos me vas hacer llorar mi amor. Ya sabes que yo siento lo mismo por ti. Empezaron a unirse los padrinos al baile y poco a poco el resto de invitados con ganas de bailar. El tiempo pasaba rápido y la gente ya empezaba a beber y a hacer corrillos bailando y cantando en la pista. Ese era el momento, y se lo dije. -Marta ahora es el momento. ¿Todavía quieres hacerlo? -Sabes que si, el cosquilleo en mi coño todavía persiste, te necesito ya. -Vale, sígueme. He visto un sitio en el que lo podemos hacer. -Vale mi amor. La lleve hacia el recibidor del restaurante y allí nos metimos en una puerta que ponía privado y que había comprobado antes (cuando fui al baño) que estaba abierta. Miramos a los lados y comprobamos que no había nadie alrededor. Nos metimos dentro, encendí la luz, cerré la puerta y comprobé que era el cuarto donde guardaban los productos de limpieza. No era muy grande, pero suficiente para nosotros. -Bueno en peores sitios lo hemos hecho eh mi amor jajaja. -Pues sí, como el baño de aquel bar jajaja. No aguante mas y empecé a besarla en sus gruesos labios, la besaba y le acariciaba sus duros pechos. Ella me abrazaba y me tocaba el paquete muy impaciente por que lo hiciéramos. -Tenemos que ser rápidos mi amor, que a lo mejor se dan cuenta y empiezan a buscarnos jajaja, -Si mi vida, tenemos que ser muy rápidos jejeje. Sin preámbulos le saque sus pechos del traje, no salieron mucho, solo sus pezones, pero para mí era suficiente, se los mordí, se los chupe, los lamía en círculos. Son maravillosos negros y muy grandes. Se los lamía una y otra vez y ella daba pequeños gemidos. Me agarraba mas fuertemente mi paquete y intentaba hacerme una paja sobre el pantalón. Le empecé a comer su cuello se lo lamía y mordía, le chupaba los lóbulos de las orejas, y le introducía mi lengua dentro de su oído, le echaba mi aliento caliente en su oreja. Sabia que eso la volvía loca y la excitaba muchísimo. El aliento en su oreja hizo que se volviera loca, me bajo la bragueta y saco mi polla, empezó a masturbarme, mientras yo le comía su cuello. -No aguanto mas mi amor. Se puso de espaldas a mí apoyándose sobre la pared con sus brazos. Se fue levantando poco a poco su faldón dejando al aire su tanga azul, sus preciosas medias blancas y ese ligero azul a juego con el tanga. Llevaba también puesta una liga roja que me excitaba muchísimo verla apretada sobre su duro muslo. Me arrodille ante ella para ver mejor aquella maravillosa obra de dios. Aparte su tanga y pude ver perfectamente su culo prieto y su vagina, por la que ya sobre salían un manantial de flujos, hacia que su coño brillara como nunca. No aguante mas y con mis manos separe sus nalgas. Ella estaba empotrada contra la pared, porque con sus manos tenia que mantener levantado el largo faldón. Su pecho y su cara estaban pegados a la pared y sus nalgas en pompa frente a mí. Separe sus duras carnes anales y metí mi boca en todo su culo, se lo lamí una y mil veces, se lo lamía con mi lengua mientras mantenía separadas sus nalgas con mis manos apretándolas muy fuertemente, podía ver como mis dedos se hundía en su culo por la fuerza que ejercía. Le intentaba meter mi lengua en su ano, pero me resultaba difícil, así que le introduje un dedo para poder facilitarme la tarea. Me chupaba el dedo y se lo metía muy despacio, sus jadeos mostraban lo excitada que estaba. Cuando el ano ya estaba dilatado, le introduje mi lengua hasta donde podía, olí el aroma de su flujo y empecé a alternar las metidas de mi lengua entre su ano y su vagina, uhmmmmm que rico sabor, siempre me ha encantado el sabor de su culo, me fascinaba esa mezcla de sabores que se fundían en mi boca. Ella estaba apunto de correrse, podía notar los espasmos de sus caderas y como menea su culo en busca de mi lengua para poder correrse. Gustoso comencé a meterle un dedo en su vagina mientras le chupaba el culo, eso facilitaría su orgasmo, y así fue, no tardo ni un minuto en correrse. Su vagina empezaba a encharcar mi dedo y notaba como chapoteaba en su interior. Era una sensación increíble. Ella no paraba de gemir y de morder una de sus manos, porque sabia que no podía gritar, eso la excitaba aun más, mordía su mano con tanta fuerza que dejo marcados sus dientes en ella. Tras correrse me pidió que se la metiera, no dude ni un instante y me levante. Frote un poco mi polla con la mano, y se la acerque a su vagina. Ella seguía empotrada contra la pared, era una postura incomoda, pero no había otra forma. Si no se recogía el faldón no había manera de hacerlo. Con su faldón levantado, le baje su tanga azul y le puse mi polla en sus labios vaginales. La frote para que sintiera lo dura que se me había puesto y ella con una sonrisa en sus labios me agradecía esa demostración. Se la fui metiendo poco a poco, podía sentir todo el calor de su vagina y los todavía abundantes flujos que tenia de su orgasmo anterior. Mi polla se deslizaba suavemente entre las paredes de su vagina que iban adaptándose al tamaño de mi polla. Cuando la tenia toda dentro de ella, acerque mis labios a su cara y le di un dulce beso en su mejilla. -Te amare toda mi vida Marta, te amare a cada a segundo, no habrá un día en tu vida que no te sientas querida. -Gracias mi amor, yo también te querré siempre. -Lo sé. Eres la mujer de mi vida y quiero que tu seas la madre de mis hijos, quiero que seas la mujer que esté a mi lado cuando la vida nos juegue malas pasadas. -Si mi amor, lo seré. Tras susurrarnos estas palabras, comencé a bombear muy despacio mi pene dentro de su vagina. Eran movimientos muy rítmicos y pausados, lentamente podía notar como sus flujos encharcaban aun más mi polla. Ella me miraba de reojo y me sonreía con esos hoyitos que se le ponen siempre al sonreír en sus mejillas, y que es lo que más adoro de ella, con esos hoyitos es cuando más preciosa esta. Comencé a aumentar el ritmo de embestidas y ella cambio la sonrisa de su cara, cerro sus ojos y mordisqueaba sus labios carnosos, se los mordía y se los lamía como si estuviera disfrutando como nunca lo había hecho. Mi polla se deslizaba ya a un ritmo frenético, entraba y salía vertiginosamente de su humedecida vagina, quería gritar de placer pero no podía, mis gritos se ahogaban en mi boca. No podía aguantar más mi eyaculacion, era imposible parar lo inevitable. Ella estaba igual o peor que yo, sus labios habían perdido todo el carmín que en ellos tenia debido a los tremendos mordiscos que se estaba dando. -Si mi amor córrete, córrete dentro de tu mujer –me decía en voz muy muy baja. -Ah ah ahhhhhhh si mi amor me corro me corro.... córrete conmigo correteeee.......- le susurraba yo. Al instante nuestros fluidos se estaban uniendo como ese mismo día nos habíamos unido en matrimonio. Se mezclaban y se fundían en uno. A partir de ese día seriamos uno, nada en el mundo podría separarnos. Aun con mi pene introducido en su vagina, le dije -Dios mi amor, ha sido maravilloso. -Si mi amor ha sido maravilloso, me ha encantado sofocar la calentura que tenia jejeje. -Si Marta, lo necesitábamos eh jejeje. Que bien y que a gusto nos hemos quedado. -Venga Marcos arréglate que tenemos que volver a la fiesta. -Si si, en un minuto estoy listo. Nos volvimos a vestir y nos colocamos bien la ropa, estábamos bastante sudados, pero bueno lo achacaríamos al baile jejeje. Y que baile. Asome mi cabeza por la puerta del cuarto de la limpieza y eche un ojo a ver si había alguien. Al ver que no había moros en la costa, salí rápidamente y Marta me siguió. Ella se fue al baño a arreglarse mejor y yo me fui a la fiesta. Mis padres y mis suegros se habían percatado de nuestra ausencia. -Donde estabas metido. ¿Y Marta donde esta? -Estábamos fuera, nos escondimos un rato para estar a solas, tanto ajetreo podía con nosotros, así que fuimos a tomar el aire y relajarnos un poco. -Bueno anda, pero podíais haber avisado. -Perdonar. Ella volvió a la fiesta con una sonrisa en su cara, y me guiño un ojo. Nadie nos había descubierto, seria nuestro secreto para siempre. RIIIIIIIIINNNNNNNGGGGGGGGGG........ RIIIIIIIIIIIIIIIIINNNNNNNGGGGGGG -Que pasa, dios no el teléfono. Me desperté tirado en el sofá con la foto en mi mano, dios malditos recuerdos. Las lagrimas emanaban de mis ojos y corrían por toda mi cara. Llevaba tres días emborrachándome y recordando a mi amada Marta. RIIIIIIIINNNNNNNGGGGGG..... RIIIIIIIIIIIINNNNNNGGGGGG......... El teléfono no dejaba de sonar. No quería cogerlo, lo único que aliviaba mi dolor era el recuerdo. Y no quería hablar con nadie. Pero el teléfono no dejaba de sonar, así que por no soportar mas ese terrible ruido cogí el teléfono. -Sí -Marcos que haces, llevas tres días en casa sin coger el teléfono, no puedes seguir a si Marcos, tienes que superarlo. -No puedo Mama no puedo –decía entre lagrimas y con voz de borracho- -Pero hijo, no puedes quedarte en casa aislado de todo, debes afrontar la realidad. -No puedo, para mí la vida no tiene sentido. -Marcos hijo, sé que es muy duro todo esto, pero hijo tienes que venir por el hospital, tu hija te necesita. -NO MAMA NOOOOOO..... -Hijo comprende que Marta sabia los riesgos que corría cuando entro al quirófano para dar a luz. El medico le advirtió que el feto estaba mal y si no se intervenía la niña podría morir. Y ella quiso salvar la vida de su hija. -No Mama, por favor para, no sigas hablando. -Hijo, ella sabia que si lo sacaban prematuramente podía correr riesgos, pero si esperaban mas la niña moriría sin duda. Y se arriesgo a un parto prematuro, las cosas se complicaron.... -PARAAAAAAA NO SIGAAAAAAAASSSSSSSSSSSS. No sigas Mama... -Si hijo es duro lo sé, sé que solo llevabais 7 meses casados y que es lo mas duro que te ha pasado en la vida, pero debes venir hijo, debes estar junto a tu hija, te necesita, no le puedes dar la espalda. -Mama ella murió por su culpa. -No hijo ella no murió por su culpa. Las complicaciones en la operación ya sabia que eran posibles hijo, ella no murió por su culpa, sino que ella le dio la vida a vuestra hija entiendes, ella le dio la vida a vuestra hija. Las lagrimas me impedían hablar, estaba en un estado de sock, pero mi madre tenia razón, ella le había dado la vida a nuestra hija. Yo no podía darle la espalda mas a mi niña, ella era nuestra niña, la que habíamos engendrado el día de nuestra boda y no podía seguir apartado de ella. Rápidamente me duche me vestí y llame a un taxi para ir al hospital, no había visto todavía a mi hija. Cuando el Doctor me dio la noticia salí corriendo del hospital, no podía creerlo, no quería creer lo que el Doctor me había dicho, estaba huyendo de la realidad. Pero tenia que afrontarla, tenia que dar la cara de una vez y aceptar que mi amada se había ido y que solo me quedaba nuestra hija. Tenia que amar y cuidar a la hija que habíamos tenido y que era la unión que siempre tendríamos, aquí y en la otra vida. Llegue al hospital y fui corriendo a maternidad, allí estaban todos mis familiares más cercanos, mis padres, mi hermano, y los padres de Marta. Me miraban con recelo, pero también con compresión, entendían lo que me había pasado mi sufrimiento, pero no entendían que me olvidara de mi hija. Yo no podía dejar de lado mas a mi hija. Tenia que verla, sentirla, ver el fruto de nuestro amor que había acabado con mi Marta, con el amor de mi vida. Fui con mi Madre hasta la incubadora donde estaba mi hija, la vi tumbada en las sabanitas blancas, con sus ojitos abiertos y moviendo esos pequeños bracitos. Quería cogerla pero la enfermera me lo prohibió, aun estaba muy débil y no podía salir de su incubadora. Me conforme con admirarla, con verla entre las sabanitas. Me empecé a fijar en su carita, en el poquito pelo que tenia en su cabecita, en sus ojos en sus labios. Era igual que su madre!!!!!!! Tenia los ojitos verdes, su pelo era castaño claro casi rubio, sus labios eran carnosos, la carita tan fina y lo que me impacto fue que al sonreír le salieron dos hoyitos como los de su madre en sus mejillas, era la viva imagen de su madre. Mi madre comenzó a hablar. -Ves hijo, ella te necesita, no había sonreído hasta ahora, es como si supiera que tú eres su padre. Empecé a llorar, mis lagrimas me corrían por toda la cara. Mi Madre intentaba consolarme. -Vamos hijo, Marta a muerto si, pero ella no tiene ninguna culpa, debes quererla como nada en el mundo. Y darle todo tu cariño, lo necesitara. -Si Mama, la querré mas que nada en el mundo, será la niña mas querida y mejor cuidada. -Mírala hijo, mírala y siéntete orgulloso de tu mujer. -Sí Mama sí. -Mírala pobrecita, no tiene ni nombre todavía, hemos estado pensando unos cuantos. Que te parece Cristina o Miriam. -Marta Mama, se llamara Marta. Espero que os haya gustado el relato y no os resultase pesado ni largo de leer. Se lo dedico a tod@s los miembros de este foro.