¡Que confesiones, migran Dios!

¡Robertito, me puedes decir porqué guardas los calzoncito de mamá, manchados con tu sémen.

¡QUE CONFESIONES, MI GRAN DIOS¡

Robertito, me puedes decir, porque mantienes guardado los calzoncitos de tu madre, blancos de semen.

A la hermosa Maribel, con el dinero que le daba su marido sus horas las distribuyo en gimnasios, institutos de belleza , masajistas, dietistas, desfiles de moda etc. Pronto los efectos fueron notorios, su belleza se había realzado a tal punto que no representaba más de unos veintiocho a treinta años, su vestir juvenil y distinguido la hacían adorable a Fernando y también con mayor razón a Andrés que se extasiaba con su rica suegra de quien ya había probado el néctar de su cuerpo y de sus bondades sobre la cama.

La comunicación de Maribel con Gloria, su amiga y amante lésbica, se había hecho casi cotidiana, si pasaba más de un día sin llamarse por teléfono les afectaba a ambas, para no despertar sospechas en el marido de Gloria, era Maribel quien llamaba y se pasaban hasta más de una hora en el fono. Claro que esta vez habían pasado más de tres días que Gloria esperaba el llamado de su amiga y no pasaba nada, hasta que en la mañana del cuarto día desesperada Gloria fue a tomar el aparato para hacer ella un llamado, cuando sonó su teléfono.

  • ¿Hola mi amor, estas bien? --- Preguntaba Maribel

Estaba desesperada que no sabía nada de tí -- ¿porque me haces esto?

Se dice que cuando se empieza a sufrir de amor, ese es el verdadero.

¿Entonces me estas poniendo a pruebas?

Como se te ocurre tontita ---rió Maribel --- lo que sucede que mis hombres no me dejan ni a sol ni a sombra.

Pero tu ya sabes manejar bien a Fernando y en mejor forma a Andrés.

¡AH! --- si fueran ellos nada más no habría ningún drama.

No me digas que ......... ¡Cuenta , cuenta, que me muero por saber en que líos andas metida.

Si no fuera por mis clases de gimnasio, hoy no me podría levantar.

¿Te dieron duro anoche?

Ayer se me pasó la mano, eso es todo.

¿Pero no me has dicho nada ¿ --- Te puedes explicar que estoy súper intrigada.

Lo que pasa que hacía casi una semana que no me había pasado nada, ya que Roberto viajó a Antofagasta y volvió sorpresivamente anoche cuando menos lo esperaba y por extraña coincidencia Andrés se quedó unos días más en Concepción y apareció por acá también ayer a media tarde, pero resulta que ayer a eso del mediodía anduve por la tienda y después me fui caminando por Providencia, ya en la mañana me había despertado con una tremenda excitación, producto de una película del cable "Play Boy" y la falta de un buen pene que me hiciera descargar tensiones.

Yo creo que eso es verdad --- replicó Gloria del otro lado del fono.

Tu no sabes que me encontré con Marcelo, el amigo de Andrés, está estupendo el muchachito este, se me pegó a mi lado e insistió tanto que no pude negarme a su invitación a almorzar algo livianito en un local bien monono de Providencia, conversamos de todo incluso de un negocio de importación de mi rubro desde Europa y especialmente de España, también hicimos recuerdos de aquella noche y me dijo que estaba desesperado por encontrarme porque lo había dejado marcando "ocupado". A partir del postre, empezó a insistir que fuéramos a su departamento que estaba a tres cuadras de donde nos encontrábamos, la verdad que me hice de rogar nada más que por etiqueta, pues como andaba de caliente me lo habría llevado de inmediato a la cama. Subimos a un quinto piso de un edificio en Avda. Ricardo Lyón, un apartamento pequeño pero bien alhajado y con bonita vista a la cordillera, el dormitorio con una amplia cama del tipo Box spring. Lo que no había previsto es que tenía visita, se trataba de Donald, igual que el pato Donald, un joven gringo estadounidense, inmenso, que se encontraba en Chile, en casa de una hermana de Marcelo, por un programa de intercambio estudiantil y aprovechaba el gabinete computacional de Marcelo para hacer sus trabajos de investigación. Lo primero que optó Marcelo fue pedirle al gringuito que se fuera y volviera otro día, pero yo lo contuve y no se lo permití, me dio lastima el pobre gringo, así que Marcelo le pidió que se encerrara en el gabinete sin salir.

Para que te cuento como lo pase en la cama con este super hombre, me hizo acabar con tantas ganas que con toda seguridad mis aullidos rebotaban en los oídos del pobre Donald. quien a propósito, en nuestro primer descanso, me comentó Marcelo que el muchacho tenía sólo diecisiete años y que aún era virgen ,como también le suplicaba a su amigo presentarle a una mujer para su primera experiencia. --- Te imaginas --- Que me dijeron --- Yo que soy especialistas en robarles la virginidad a bebitos, pero de inmediato le dije a Marcelo que lo invitara a nuestro dormitorio. Marcelo lo meditó un tanto y cubriendo su desnudez con una sábana de baño salió en su búsqueda. Yo en el ínter tanto, ordené la ropa de cama y nuestras prendas de vestir que se encontraban desparramadas por todos lados. Pasaron como diez minutos y apareció tímidamente mi gringuito, de tez rubia, ojos verdes azulados con un tremendo físico de aproximadamente 1,80 m. de alto, Nos saludamos de besos en la mejilla y lo conmine que se quitara su ropa y se metiera en la cama conmigo, lo que obedeció influenciado por la presencia de su amigo, sin dejar su nerviosismo de lado, no se quito los calzoncillos y sólo se fue relajando cuando lo tuve a mi lado, era un niño hermoso, me dieron deseos de comérmelo a besos, le imprimí tranquilidad y que yo le iba a enseñar todo. Su pene estaba determinado conforme a la estatura del muchachito, pronto lo tuve en todo su volumen en mis manos y lo encontré maravilloso y sorprendente, a una señal mía Marcelo abandono la sala, quedando libre para manejar a mis antojos a ese rico bebe. Le permití que sus manos me recorrieran entera y su boca se pegara a mis labios, nuestra excitación estaba al, máximo, fue a buscar con mis manos su duro pene que buscaba afanoso mi vagina y le introduje su cabeza en mi entrada, lo sentí todo su esplendor cuando inició la penetración, por más que lo trataba de retener, el muchacho no podía retenerse ante la sensación que le producía su primera penetración, se encargó de perdérmelo todo, todo y de hacérmelo tan rico que terminamos acabando juntos con grandes gemidos y mojados completamente. Después tomó confianza montándome como un verdadero macho, la profesora convertida en una inocente alumna, me produjo unos orgasmos de muerte, por la forma en que me lo hacía entré en dudas respecto a su edad y después de muchos cabildeos, me confesó tener catorce años, pero próximo a cumplir quince, ¿Te imaginas, querida mía, catorce años, un bebé, fornicándose a una abuela de cuarenta y dos?-

Por favor no exageres Maribel, tu estás estupenda, pero me calienta a rabiar que ese muchachito te haya hecho gozar tan bien.--- Lo que pasa -- prosiguió Gloria --- que ahora estos niños, son invadidos por el sexo tempranamente y frente a algunos hechos tu te quedas impávida. --- Te diré que mi hijo menor que también tiene catorce, le he sorprendido en su cuarto, escondido, unos calzoncitos míos, emblanquecidos de semen y dentro de un sobre, fotografías mías súper sexy, en el baño desnuda, en mi dormitorio, en tanga, en la sala de estar mostrándolo todo.-- ¿Qué te parece?--- Lo de las fotos, se debe a que su padre para las navidades pasadas, le regaló una cámara fotográfica de esas digitales, lo convirtió en su gran juguete , convirtiéndome a mi en su objetivo favorito y me perseguía por todos lados, sin que yo ya le tomara mayor atención, hasta convertirse en un verdadero espía de su madre ... y he ahí el resultado, si esas fotos seleccionadas las vieran ustedes, me llevarían de inmediato a la cama por lo calientes que son.

¡Y que medidas has tomado con tu hijo mujer¡ --- le dije a mi amiga muy sorprendida .

Esto lo estoy viendo yo y nadie más.--- a mi gordo (marido ) no le he dicho nada. --- Hablar con mi hijo no me ha sido fácil, pues al verse descubierto, se bloqueó completamente a mi, pero ya ahora tenemos conversaciones más abiertas y he logrado que me cuente sus cosas. Se masturba hace seis meses y yo soy el centro de sus fantasías, me sueña siendo su mujer y me hace gozar en cientos de escenas que rondan en su cabecita, tendré que llevarlo a un psicólogo y seguirle un tratamiento, eso lo tengo asumido, pero lo que más me preocupa, es que el único que ha vistos estas fotos y le ha enseñado el manejo de la cámara, es su primo Alvaro (17) que incluso aparece en una toma mostrando su desnudez y con un pene parado que te deja mojada entera. Es un muchacho muy hábil y no tiene un solo pelo de tonto, me dijo abiertamente que yo lo excitaba y que me deseaba, jurándome que nadie más sabía lo de las fotos y la debilidad de mi hijo, pero que la única forma de olvidarlo completamente, era que fornicar conmigo.

¡Uy! --- Querida, que te la puso dura ese muchachito.

Sí, me la ha puesto muy dura, pues te contaré que la semana pasada me entregué a él y me hizo sentir su estaca a fondo, me lo hizo de tal forma que un par de días después fui yo misma quien le pidió repetición.

¿Y como vas a solucionar eso ahora, le pregunté preocupada?

No sé --- me dijo --- estoy viviendo otra de mis locuras, de la que también espero salir airosa, pero ahora déjame gozar a este muchachito y sigueme contando lo del gringuito ese..

Bueno mi amor te dire que esa tarde me sentí amada e idolatrada por un jovencito tan hermoso y tan varonil que me di el gusto de acabar cuantas veces pude, al igual que a él su duro pene rindió pruebas de éxito eyaculando copiosamente cada vez que llegaba al clímax. --- No sabes como me habría gustado que ese gringuito tan hermoso y potente me pudiera dejar embarazada, pero tu sabes que por mi ligamiento de trompas al igual que tú, para nosaotras son etapas superadas.

Te pasaste Maribel, no te puedo creer tanta belleza, me tienes mojada la zorra de puro caliente, estoy que me agarro un orgasmo mujer --- exclamaba caliente la bella Gloria del otro lado del teléfono.

Zorra no se dice ordinaria, se llama vagina.

¿Que va? --- y como mi gordo me dice: tienes la "zorrita" más rica de toda la zona.

Es que a tu gordo no se le quita lo acampao pos niña.

Ya tengo lista la excusa para pegarme otro viajecito mi amor.

Oye --- dijo Maribel, pero eso no fue todo, llegue de retorno como a las siete de la tarde, me di un baño de tina para relajarme y descansar del tremendo desgaste, desnuda me peine, arregle algo mi maquillaje y sentí el timbre de la puerta de calle, me planté mi batón encima y escudriñé tras la ventana, era nada menos que Andrés que ya había traspasado la puerta del antejardín y se aprestaba a su ingreso empleando sus propias llaves.

Nada le dije de mi encuentro con Marcelo, ni con su amiguito gringo. Al tocarme desnuda bajo el batón no lo pude detener en su ímpetu de macho reproductor . Al borde de la cama y con mis piernas sobre sus amplios hombros me lo metía con una fuerza increíble, mis tetas rebotaban sobre mi rostro y yo la muy satánica le aullaba pidiendo más y más fuerte, éramos unos locos desatados. Estábamos reposando después de nuestra segunda o tercera sesión de sexo cuando sonó el teléfono, el reloj marcaba las nueve de la noche.

Era Fernando que me llamaba del Aeropuerto, para anunciarme que acaba de llegar, que traía un amigo invitado y que me alistara para salir a cenar juntos, me quise resistir a la idea, lo único que deseaba en ese momento era dormirme profundamente y descansar hasta el otro día, pero terminé por aceptarlo, total se suponía que estaba deseosa de recibir a mi propio marido con el mejor de los ánimos. Andrés se marchó rápidamente no sin antes despedirse de su suegra a la usanza de él, me tiende en el sofá y en vez de besarme en la boca, mete su cabezota entre mis muslos y me besa repetidamente la vagina y se va. Quiero llevarme conmigo tus esencias – me dijo.

Al ingresar Fernando con su acompañante en casa, yo ya me encontraba casi lista, muchos paños de leche fría en mi rostro y un buen maquillaje disimularon muy bien las huellas dejadas por los acontecimientos de la tarde, lo que no podía disimular era la sensación de permanente excitación de mi vagina, al caminar sentía aun el rico miembro de Donald, horadando mi sexo o las fuertes penetraciones de Andrés, era una rara sensación que ya me había sucedido antes, que entre más fornicaba, luego más fuertes deseos me venían por hacerlo.

No me digas nada --- interrumpió el largo monólogo Gloria --- con decirte que después de la media orgía que nos pegamos, también anduve como diez días con una sensación de calentura espantosa.

Bueno --- argumentó Maribel --- déjame terminar de contarte que ahora si que vas a acabar de puro gusto. El tipo que acompañaba a mi Fernando resultó un tipazo, treinta y cinco años, alto tez morena, pero morena , morena, procedente de Panamá y asesor para negocios del rubro de mi marido, con una sonrisa cautivadora, solterón a la sazón y parece que venía dateado o su característica es ser entrador, porque en el restaurante, no me despegaba la vista y se comía cada palabra mía sin importarle la presencia de mi marido. Bailé dos o tres piezas con él y terminó por cautivarme o sería que ya los tragos que me había tomado se me había subido el ego.

Para acortarte el relato, ya de retorno y en casa, sentía el acoso de ambos hombres sobre mí, antes de irnos a la cama, mi marido dispuso de unos tragos y nos sentamos en nuestra sala de estar, en mi excitación y con la complicidad de mi marido, mostraba mis atributos más allá de lo adecuado, esto puso a mil a nuestro invitado, a quien debe haberle costado mucho para dirigirse a su alcoba .

Ya solos y sobre nuestra cama, Fernando me empezó a acariciar y a calentarme para hacerme el amor, cosa que prolongaba n demasía, pese a mis suplicas a que me penetrara pronto, por que no resistía mi calentura. Estábamos en este coloquio cuando siento que alguien más se sube a nuestra cama, Fernando se quita de encima mío y con una inusitada rapidez toma su lugar este tremendo tipazo moreno, que se llama Cristóbal. No alcance a reaccionar para nada, el moreno hombre me cubrió con su cuerpo desnudo y buscaba con ansiedad mis labios, mientras un fuerte garrote oscuro hacía de las suyas junto a mis lubricados labios vaginales, yo miraba a mi marido como pidiendo una explicación, pero éste tenía una cara de deleite y de aprobación que me incitaba a ser generosa a los deseos de nuestro huésped. Saque a relucir todos mis argumentos de hembra caliente y le di batalla al macho moreno, pero pronto caí doblegada con grandes gemidos, mientras él seguía dándome duro, me sentía cual hembra silvestre a quien tratan de dominar, pero el placer de una tremenda fornicación fueron mas fuertes y en mi segundo orgasmo me lo llevé con todo, su gran trozo de músculo oscuro perdido todo en mi me enloquecieron. Cristóbal férreamente pegado a mi me deleitada con sus convulsiones, sintiendo escapar su chorro seminal, mientras Fernando acababa solo frente a la tremenda fornicación que le pegaron a su mujercita en su presencia.

¡Uf! ---¡ Me fui! --- ¡me fui!--- gritaba del otro lado del teléfono Gloria, que no aguantó mas el erótico relato de su amiga.

Ves te tienes que venir a Santiago, te tengo unos tremendos panoramas.

He quedado mojada completa, manché hasta la sabana de la cama, pero antes de irme al baño, cuéntame que sucedió el resto de la noche.

Bueno, una vez que se reanimó Fernando, le di su papita y se quedó dormido. Cristóbal me tomo en sus tremendos brazos y en pelotitas nos fuimos al cuarto de huéspedes, ahí nos adoramos y fornicamos apasionadamente, sólo desperté a eso de las once de la mañana, ahí debí agradecer a mis duras horas pasadas en el gimnasio si no mi pobre físico no habría resistido a tanto esfuerzo. me desperté de un pesado pero reponedor sueño, lo primero que se me vino a la cabeza era que me había dormido fornicando con Cristóbal, ya que fueron sus clavadas las que me despertaron, miré asustada el reloj mural, este marcaba las once y cinco minutos y la habitación estaba clara de luz natural.

Con el miembro de Cristóbal metido a fondo no me quedó otra cosa que seguirle el juego, reavivándose mis deseos de este nuevo día. Me sentía feliz con lo que me estaba sucediendo, deseada, amada y fornicada por tantos hombres, sintiendo que yo también les entregaba mucho amor y ternura en la desnudez de nuestros contactos inter piel.

Estábamos disfrutando con Cristóbal de esa ardiente entrega, cuando entró mi pobre Fernando con una bandeja con el desayuno servido, esperó pacientemente que acabáramos, para decirnos que estaba listo nuestro desayuno. El también se mostraba feliz, me besaba y palmoteaba a Cristóbal, satisfecho de lo que nos estaba ocurriendo.

Tienes una mujer fabulosa Roberto --- hablaba Cristóbal --- Nunca una mujer en una noche me había estrujado como Maribel --- te lo prometo.

Si te creo y de ello me encuentro orgulloso, aunque tu sabes que esta fantasía es primera vez que la ponemos en practica y creo que tu que eres mi amigo también la has hecho sentirse muy a gusto y acoplaron tan bien que anoche acabé sólo al verlos con que ansias gozaban juntos.

Es que una mujercita como esta necesita más de un marido para apaciguar todo ese tremendo fuego que lleva en su interior.--- ¿Verdad que es así?

Con dos hombres como ustedes, yo sería súper feliz --- les dije riendo mientras me encaminaba al cuarto de baño.

¡Oh ¡ --- Te pasaste, que envidia --- Le decía Gloria --- o sea en menos de veinticuatro horas fornicaste con cinco hombres diferentes --- ¡Y que hombres!

Tienes razón, empecé haciéndolo con Marcelo a las tres de la tarde y no paré hasta el otro día a la una de la tarde con Cristóbal.

¿Y cuantas veces acabaste, sacaste la cuenta?

¡Uf! --- Perdí la cuenta mi amor, estoy súper sensible para irme, pero tengo la característica tu sabes que rápidamente me vuelven los deseos y así voy cayendo de un orgasmo a otro y como soy medio expresiva, los hombres disfrutan viéndome acabar, aunque te confieso que por primera vez con Cristóbal y debió ser por la presencia de mi marido, me vino una cosa tan tremendamente excitante que nunca me había llegado un orgasmo con tanto deleite y convulsiones, fue lo máximo que hasta Roberto acabó solo a verme gozar de esa forma.

¿Y que ha pasado estos últimos tres días?

Me meto a la cama con mis dos hombres, aunque no se porque razón siempre amanezco en el cuarto de huéspedes en brazos de Cristóbal.