Qué cogida!
Perdí una apuesta con mis amigos y su caballo me terminó rompiendo bien el orto.
Les contaré que tengo dos amigos que son muy ingeniosos, y yo como siempre, caigo en sus trampas.
Rafael y Mario son ellos. Nos reunimos todos los jueves a la noche para festejar nuestra amistad y siempre terminamos un poco borrachos por q solemos tomar demasiada cerveza.
Así estamos al otro día, con un dolor de cabeza tremendo, pero bien vale la pena.
Un día, entre botella y botella se les ocurrió un juego, el cual consistía en jugar al truco, y obviamente el q perdiera tendría q realizar una prenda.
Conociéndolos como los conocía desconfié y me negué a participar; y es que este juego ya lo habíamos jugado años atrás y las prendas no fueron muy agradables
Pero Mario dijo:
-dale!, no seas cobarde tenes miedo de perder?
Yo no pude aguantar eso, y es que me habían pegado en el punto débil, así q acepté y a continuación Rafael repartió.
No me sentía muy confiada, y admito q me resulto bastante difícil la partida; pero media hora más tarde acabé derrotada por esos dos infelices y dispuesta a tomar mi castigo, o mejor dicho mi prenda
Los dos se quedaron callados por unos instantes y unas pequeñas sonrisas aparecieron en sus rostros, sonrisas que me hicieron estremecer; y es que no me esperaba nada bueno.
-Susy, este fin de semana nos vamos de visita a la casa de campo de mi abuelo-dijo Rafael- y vas a tener q venir con nosotros, por que allí cumplirás la prenda.
Me sentí bastante extrañada y a la vez incómoda, pero acepté y me despedí de ellos ya que era muy tarde.
Al llegar a mi casa preparé una valijita donde llevaba lo indispensable y me cambie para irme a dormir.
Esta demás decir que esa noche tuve muchisimas pesadillas
Al otro día tomé una ducha rápida y me puse mi tanguita preferida, es una con una tirita muy finita y en la parte del centro esta la letra S. Me encanta por que al estar esa placa en el medio me deja las nalguitas abiertitas y me da una sensación muy placentera.
Después me coloqué una pollerita bien cortita roja, un top blanco y unos zapatos de taco aguja.
Me miré al espejo y me gustaba lo q veía, así q tomé el bolsito y me dirigí a la casa de Rafael, que era donde supuestamente íbamos a encontrarnos; y efectivamente, cuando llegué ellos estaban en la puerta esperándome.
-hola susy-me saludo Mario
-hola Mary- le contesté- nos vamos entonces?
-Si, vámonos-me dijo Rafael
Así que nos subimos al coche y nos dirigimos a la casa de campo, que después de una hora de viaje llegamos.
Al entrar a la casa me di cuenta de que no había nadie, estábamos solos; esto me alarmó pero no dije absolutamente nada.
-acompáñanos a la parte de atrás por favor-pidió Rafael, yo ya no veía esto con buenos ojos. Pero por si no lo he dicho antes soy una mujer de palabra y siempre cumplo lo q digo así que sin chistar los seguí.
Cuando llegamos al patio lo primero q vieron mis ojos fueron al hermoso caballo negro que estaba parado frente a mi. Un magnífico ejemplar sin duda alguna.
-Bueno susy, ha llegado la hora. Con Mario estuvimos pensando (uhh, eso si que me dio miedo) y llegamos a la conclusión de que tu prenda será coger con Raúl, o sea con el caballo que tienes aquí enfrente.
Me quedé petrificada, nunca hubiera esperado algo así, es más ni en mis mas remotas fantasías se me había ocurrido esto. Pero aquí estaba, parada y a la espera de mi cometido que después de tanto tiempo me había sido revelado.
Y ahora lo único que quería era salir de allí fuera como fuera, pero mi orgullo pudo más; y es que yo me había comprometido a esto y lo tenía q hacer.
De mis labios no salió ni una palabra, pero me acerqué al caballo para mirarlo de cerca y cual fue mi sorpresa al encontrarme con semejante cacho de verga, lo cual por unos minutos me hizo retroceder, pero al final terminé aceptando mi destino.
-Pero Rafael, como se supone q voy a hacer esto? El caballo es muy alto y él no se va a agachar
-No te preocupes susy, ya tenemos todo solucionado
Entonces fue cuando Mario salió de una casucha con una mesa inclinada.
-Te pondremos aquí-finalizó Rafael
Mario situó la mesa debajo del caballo, me hizo sacarme la tanguita y remangarme la pollera para que mi culito quedara desprotegido y a continuación me hizo acostarme boca abajo en la mesa. Me hizo levantar el culo y abrir bien las piernas; fue entonces cuando me amarraron los tobillos a cada costado de la mesa y con las manos hicieron lo mismo. De manera tal que quedara bien abierta y no pudiera retractarme a ultimo momento.
Podía sentir la verga de aquella bestia rozando mi orto; y debo decir que esto me excito muchísimo. Además la situación era bastante extraña y sugestiva, me hacia poner a mil y ya tenia unas ganas tremenda de q me la encajaran.
Rafael tomo la verga del semental y la acomodó bien sobre mi hoyito, dándole orientación.
-Espero que lo disfrutes susy-me dijo Mario
Y entones Rafael le dio una nalgada al caballo que hizo que este tomara impulso y se moviera hacia delante clavándomela toda de una.
Yo no podía articular palabra, y es que estaba muy adolorida y sorprendida de que aquél pedazo de pija me haya entrado toda.
Para colmo de los colmos el semental comenzó a moverse frenéticamente encajándomela más y más. Sentía mi orto arder, como si me encajaran un bate de baseball por el culo.
No podía más, estaba exhausta, y es que estaba bien abierta y para colmo de los colmos con el culo en pompa podía sentir cada penetración por parte de ese animal, y lo peor de todo era que me encantaba.
La escena me daba morbo de solo pensarlo.
Mi culito ensartado por la verga de un caballo .mmm, y se sentí rico.
Así estuvo media hora cogiéndome a lo loco hasta que finalmente se descargó llenándome de lechita le culito.
-Rafael, Mario ya se corrió, sáquenmelo de adentro.
-No no no Susy. Sabes, a Mario y a mi nos han dado unas ganas terribles de comer.
Sigue disfrutando que nosotros vamos a casa un ratito.
Yo estaba helada, me habían dejado con esa vergota dentro, y mi culito ya la empezaba a succionar.
Moví las caderas en circulo y arriba y abajo, pero solo conseguía meterla más. Y para mi desgracia, o alegría, el caballo parecía excitarse de nuevo; y así fue como me cogió otra media hora más.
Una hora después, con el culo lleno de leche y con la vergota adentro todavía Rafael se decidió a sacarla dejándome un inmenso vacío en culo.
Me desataron y al bajarme me coloqué la tanguita nuevamente, la cual me dejo las nalguitas bien separadas.
-Lo has disfrutado susy?- me preguntó Mario
-Sí, la verdad es q fue muy rico- les respondí, pera ya era hora de irme, y me despedí de ellos.
Fui caminando hacia la parada de autobuses con un andar muy peculiar, y es que me ardía el orto. Y para colmo la tanguita me molestaba bastante.
Pero estaba muy satisfecha, y esperaba repetirlo algún día, tal vez
Bueno, espero que este relato les haya gustado tanto como yo lo he disfrutado.
Les comento que este fue un relato 100% real o sea que de verdad sucedió.
Les haré una aclaración, y es que mis amigos, además de ser pareja, sacaron esta experiencia de un relato de esta pág. Y quisieron ponerlo en práctica. Y como ellos saben que me gusta el sexo anal, pues no perdieron oportunidad de hacerme esto.
Ya publicaré otro relato, y si este les ha gustado o quieren decirme algo escríbanme a lunita_04@hotmail.com , estare gustosa de atenderlos.