Que calentura Eugenio

El relato zafado, caliente y desopilante del encuentro entre un "viudo" alegre, y un "oso" bien gay y bien osado.

QUE CALENTURA EUGENIO.

¡¡¡Qué calentura Eugenio!!!. Yo que tomo remedios para todo, pero no hago casi nada para combatir la soledad, y que llevo una vida casta y pura. Pero ahí me ves, caliente como agua hirviendo, y con eso, no te digo cuánto. Si hasta creo que me enamoré de nuevo

No me mires con esa cara de mosquita muerta, vos sabés la sequía sexual que he experimentado desde que enviudé. Si, claro, acaso no soy el viudo o la viuda, no te rías, de Gumersindo Pretérito La Porta, ese querido oso de 54 años, que murió en Tailandia durante el "tsunami".? Se lo llevaron las olas, el, que amaba tanto al mar. Es mentira que lo sorprendió la furia de la marea mientras le chupaba la pija a un monje tibetano. Lo sacaron ahogado y no fue , te lo aseguro, por el grosor de la pija del monje, sino porque mi gordo no sabía nadar, ni flotar. La gente, como dice el tango, es mala y comenta, y por envidia se le da por inventar cosas, pero todo lo que han dicho es malicioso e interesado. Quieren hacerme creer que Gumer me engañaba. El gordo había sido promiscuo, infiel, mentiroso, putañero, un sátiro sexual gay, pero cuando me conoció a mi, dejó todo y a todos. Si, no me contradigas Eugenio….

Y aquí me ves, encerrado en esta casa enorme. En esta mansión de lujo, entre mármoles, obras de arte y tapices. Rodeado de sus caros muebles de estilo de maderas carísima y exóticas, de las arañas de caireles, de sus cuadros originales favoritos, de sus valiosas estatuas…. Así me ves Eugenio, con servidumbre que atiende mis menores caprichos, bebiendo con vos, las mejores bebidas importadas. Comiendo manjares, y gastando el dinero como si fuera un millonario pródigo. Y yo solo, únicamente ocupado de recaudar las rentas de los bienes que me dejó Gumer, en su último testamento (27 departamentos alquilados, varios condominios y otras cositas mas). Dando de comer a los animalitos (catorce perros, nueve gatos, treeinta y dos canarios cantores y una tortuga , su animal favorito). Gumer amaba a los animales. Yo no tanto. A decir verdad, los detesto cordialmente.

Gumer me amaba. Yo no tanto

Al principio lloraba todas las noches por Gumer Soy sensible, viste. Y llorando me quedaba dormido como un angelito, y no por que lo sea, yo soy un lindo ejemplar, según dice mi tia Filomena que es muy miope la pobre, de varón argentino (varón sin mucho énfasis claro), de 31 años, rubio como el trigo y de ojos color cielo, como dice mi querida tía. Mido algo menos de un metro noventa y peso 80 kilogramos y más por estética que por convicción, voy al gym cuatro veces por semana. Por eso tengo estos abdominales de tabla de lavar, estos biceps, estas piernas fuertes, este culito parado como esperando la lluvia, Vos ves, las consecuencias, puro músculo y nada de grasa che. Pero no había logrado olvidar a Gumer., especialmente la clase de vida de lujo y placeres que me daba el pobre finadito, no te lo niego..

Vos te acordarás de lo gordo que era. Gordo como pocos, y peludo como nadie. Gordo y bien dotado para el amor….. Sexualmente era incansable, me cogía dia y noche y en la madrugada tambien. Era medio obsesivo y recurrente, y me dejaba el culo dolorido para toda la semana, mi Gumer, que en paz descanse y no vuelva nunca mas….

Después se murió y me dejó solo. Sin nadie que me removiera el estofado. Sin nada que me hiciera la mayonesa. En los primeros meses después de mi desgracia, los amigos me decían que saliera, que la vida continuaba, y que había muchos hombres lindos, gordos y peludos, como a mi me gustan, viviendo en Buenos Aires. Que los habrá no lo niego, pero los que me presentaron eran de lo peor.

El primo de Claudio, te acordás, si el pelado de lentes, algo sordo, con pelos en la nariz y en las orejas, cejijunto y con un lápiz en la oreja, resabio de su profesión de almacenero. El gordo este olía mal, un tufo a grasa ovina, mezclado con cloro y desinfectante para baños, y le faltaban los dientes de arriba (la terraza). Aparte era un ermitaño pervertido y se la pasaba pajeándose en los parques aprovechando la oscuridad.

Con el cuñado de Alfredo, si el borracho, fuimos a la cama y se quedó dormido, y yo que creía que la sequía sexual se había terminado. Encima roncaba como un cerdo. Despertate Alfredo que llamaron a la policía le decía yo y el nada, meta que te ronca y que te ronca. Opté por dormir en el living….

Un uruguayo de hermosas facciones y panza muy redonda, el Washington Franklin Delano Sanguinetti, vos no lo conociste Eugenio, me cortejó por un tiempo, y luego me llevó a un hotel por horas para coger. Pero no se le paró. Y con su apariencia tan masculina de un rato antes, se transformó en una mujercita, y era tan mujer que me desalentó tanto que hasta yo que soy un relojito, no tuve erección. No se me paró. El tipo era igualito a la Margaret Thacher en camisón, pero más femenino que esa vieja horrible y desgraciada. . Una pesadilla….

Todo seguía igual, hasta que me llevaste a aquel Club de osos, a una de sus fiestas quincenales, y un oso gordo, morocho, de facciones armónicas, de cabello rapado, barba candado, cutis color oliva y labios obcenamente carnosos, comenzó a mirarme y yo a el. Me miró, lo miré, me miró y me guiñó un ojo y yo me puse colorado y siguió mirándome con esos ojos de fuego, esos ojos gitanos que tiene, tan bello el, tan sensual. O sea que me calentó a rabiar. Y yo sin frenos. Desesperado por una pija, por comerme la banana, por masticar carne en barra. O sea mas puta que nunca y no te rias que no sos ninguna santa vos Eugenio. Me picaba la cola, me sudaban los huevos, me lagrimeaba la pistola, imaginate. Por poco me le arrojo a los pies…. No lo hice claro: había mucha gente en el baile y me hubieran pisoteado.

Mediría lo mismo que yo, pero era oso, gordo, grandote, panzón , peludo a rabiar, tenía todo grande, los brazos, los muslos, la espalda, las manos, el cuello , los pies, y yo me imaginaba que su tamaño sexual era proporcionado a semejante cuerpo.

Pero así como era bien gordo, me pareció muy agil al bailar con aquella loca delgada, que de tan apretada parecía un paquete atado con hilo grueso. Si vos la conocés, a la flaca la llaman ls Shakira porque en la cama grita como la colombiana.

Esa noche, subí a la terraza del club con un amigo y el oso me siguió. Mi amigo, la Gloria Susana, vos la conocés, trabaja de sub oficial de la policía, si esa, la que tiene una pija mas grande que un garrote, se apartó discretamente y el oso, que dijo llamarse José, me encaró y comenzamos a hablar. Bueno nos dijimos los nombres nada más y comenzamos a acariciarnos, besarnos, tocarnos, una mano aquí otra alla y un camino largo que baja y se pierde, como dice la canción.

Me llevó a un departamento desvencijado y desprolijo, y en todo el camino que recorrimos en el taxi, me agarró la mano, y sus palmas estaban tan calientes, y eran tan fuertes

Llegamos a destino y yo tenía la pija tan dura que no me podía bajar del taxi casi.

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Me dijo que estaba en pareja. Pero que su pareja estaba en crisis. Dijo también que el no cogía por coger, que solo hacia el amor. Que era activo ciento por ciento y ahí me volvió el alma al cuerpo, porque vos sabes que yo soy más pasiva que una enfermera jubilada con várices y artrosis de cadera.

No encendió más que una lámpara y me dijo "negro, vamos, sacate la ropita" con una voz tan varonil de barítono tirando a bajo, que me hizo abrir el culo de deseo, y no te miento Eugenio. Se me humedeció de ganas….

Me saqué la ropa en su presencia y el hizo lo propio con la suya. Me dijo "estás un kilo y dos pancitos bebé" y yo que ya pasé la mitad de la vida me sentí, joven , apetecible, atractivo, bien puta, viste. Nos acostamos en la semipenumbra y ahí le agarré la garcha con las dos manos, porque con una no me alcanzaba y el me preguntó " te gusta mi poronga, putita? Y yo ante pregunta tan delicada, no supe que contestar, se me hacía agua a la boca, y el entonces me la pasó la pija, por el cuello, por la cara, si, me pasó la pija enorme que tenía por las orejas, el pelo, los labios, los ojos, que loco….. Después le rogué que me dejara chuparla y el jugó con semejante pija por un rato y cuando la tuve cerca de la boca me la metí hsta el fondo. Ay Eugenio, me volví loco, loca, loco.

Tiene una poronga jugosa y lechera. Una poronga grande y divina. Una flor de pija, una verga colosalmente buena, perdonando a los presentes Eugenio.

Es muy peludo José. Tiene el pecho cubierto de pelos pero ello no impedía ver sus tetas rosadas, sus pezones grandes, y le pasé la lengua, mordí aquel tetamen osuno y rosado, goloso como soy viste. ¡¡¡ Que tetas papá ¡!!

El me lamió el pecho, las tetillas, el cuello, las piernas. Cuando pasó su lengua por el interior de mis muslos creía hacerme pis de las ganas. Bajó lentamente, chupando en el camino mi pija y mis huevos. Me dio en resúmen un baño de lengua que me hizo temblar de deseo. Cuando me puso la lengua en el culo, creí morir de éxtasis . Su lengua húmeda y carnosa, se hundió en mi agujero, como si fuera una pija enorme. Y me lamió el orto una y otra vez. Ay Eugenio, que bien lo hizo… Este tipo sabía atender a una pasiva , me dije y grité "Ay, ahh mi amor, seguí ". El me hizo caso y siguió hasta que mi orto se lleno de su saliva, se inundó de su caliente saliva de macho cachondo y morcillón, como decía aquel gallego. Después cuando mi culo estaba mas abierto que un portón, y mas húmedo que una zanja, me dijo "ponete en cuatro patas, loca" y yo sin vacilar, acepté la orden y el me pegó un poco en las nalgas para soltarme, y luego me la puso, con un empujón terrible Que dolor, sentí. Ay Eugenio…….

Si no te rias, yo tengo el orto chiquito y esa pija era de un caballo. Gorda grande y tentadora y yo me dejé aflojar, me dejé dilatar, yo me dejé…. Entregué mi culo a aquel bestia de hombre, aquel oso insaciable. Y el, recibió mi culo como un regalo valioso y me la puso hasta el fondo, ay Eugenio y comenzó a cabalgar con una fuerza que a cada estocada, yo creía que esa pija me iba a destrozar las tripas y salirme por la boca. Ahí comencé a gemir, a gritar, a corcovear como si fuera una yegua salvaje, y el sin decir palabra, bombeaba, bombeaba, ay no te digo lo cariñoso que fue, con sus palabras tan delicadas " Movete puta, dame ese culo de yegua que tenes, tantas veces cogido pero nunca por esta garcha maravillosa, movete puta de mierda….." Todo así de cariñoso y delicado, ay Eugenio…..Es un hombre tan gentil…. Si gentil ….De que te reís envidiosa?

Me volví loco. Le mordí hasta hacer sangrar, la mano que tapaba mi boca para que no escucharan los vecinos los gritos de mi deseo de gata sobre el tejado de cinc caliente. Y el suavemente me encajó un golpe en la cabeza que me dejó aturdido y claro me lo tenía merecido por la mordedura... De qué te reís Eugenio….. No sabés como me dolió el mamporro, me hizo chirriar hasta los dientes postizos, pero no me importó. Yo estaba en la gloria….

El tipo me cogió, me re garchó. Me abrió una autopista en el orto, de tan gruesa que la tenía, y de lo caliente que yo estaba. Y yo pedía más, mucho más. Me la metí hasta el fondo: hasta donde no llega la luz ni el aire, y le pedía que me llenara el orto de su leche, que dejara su leche en mi culo tan cogido y finalmente, después de dar un aullido osuno y desesperado, se vino, se corrió. Se hizo leche, manteca, queso crema,ricotta, yogur. . Una maravilla, un encanto, una tempestas. Fue una lluvia de leche. Una tormenta de semen. Un torrente de guasca. ¡¡¡ Como acabó ese bastardo!!!

No te rías Eugenio, el hecho de que me pidiera 500 pesos para viajar no lo hace un taxi boy. A lo sumo, este muchacho es un regalón. No te parece ?

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Ay Eugenio, que calentura

galansoy.

A mis tantos amigos de esta página: después de una corta ausencia, vuelvo con un relato muy caliente y cómico. Espero les guste y lo valoren. Aguardo también sus comentarios. Con todo afecto g.