¿Que bueno que volvistes?
Una amiga regresa a la ciudad después de años fuera, el protagonista dueño de un gimnasio termina follandosela ante las numerosas provocaciones.
Me llamo Marc, y esta es la historia del reencuentro con una amiga. Yo soy de Valencia, vivo en una zona bastante céntrica de la ciudad desde hace 2 años que me independice de mis padres, en la calle San Vicent Ferrer. Junto con mi amigo Ramón habíamos puesto un gimnasio hacia 2 años, cerca de la zona de universidades, en la Avenida Blasco Ibáñez, el negocio nos iba bastante bien, habíamos podido en tan poco espacio de tiempo recuperar la inversión y obtener bastantes beneficios. No nos podíamos quejar. A nuestros 27 años éramos empresarios con bastante éxito.
En la vida laboral me iba todo viento en popa, pero en la vida sentimental era algo así como un desastre, no me costaba mucho el quedar con chicas y enrollarme, pero para mantener una relación era bastante patán. Se me daban muy mal las relaciones largas, es más, hacia unos 6 años que no tenía novia fija, la última fue una chica de Cullera que la conocí veraneando, desde entonces todo esporádico y fugaz.
Un buen día de septiembre de este año, estaba yo en el gimnasio, bueno en el despacho del gimnasio, del que apenas salía, siempre liado con las cuentas del GYM recibí una llamada, en el móvil me salió que era un privado:
Conchi (C): ¿Marc?
Yo (Y): Si, respondí, ¿Quién es?. La voz me resultó muy conocida.
C: Soy Conchi, ¿qué ya no te acuerdas de mi? contestó
Y: ¿Conchi?, ¿mi Conchi?
C.Si, la misma, ¿Cuánto tiempo?
Y. Si de verdad que si, tía perdí tu teléfono y ya no pude dar contigo.
C: A mi me paso lo mismo, me robaron el móvil y ya no pude localizarte, pero he investigado y mira por donde te encontré. Me dijo
Y. ¿y qué es de tu vida? pregunté
C: Pues ya ves, vuelvo a Valencia a vivir, me he comprado un piso y me voy para allá, mañana comienzo a trabajar en una oficina de seguros.
Y: Me alegro un huevo, quedaremos no?
C: ¿Para que crees que te llamaba?
Y: ¿Quedamos mañana en el Harri´s a eso de las 10?
C: ok, perfecto
Colgamos y yo me quede alucinado, era Conchi, mi compañera de Empresariales, con la que había compartido pupitre durante 4 largos años, y que un buen día había decidido irse a vivir a Mallorca. Éramos uña y carne, pero ya hacia más de 4 años que habíamos perdido el contacto. Ella era una chica de mi edad, de más o menos 157 cm de altura, es decir, bajita, con una carita de porcelana, guapísima, ojos pardos pero vivos, y muy bien proporcionada, un bonito pecho y un grandioso culo. Sus medidas serían más o menos 87-58-93. Era una belleza en miniatura. Nunca nos habíamos enrollado, pese a que a mi me gustaba bastante, pero ella era mi gran amigo de la universidad, con la que podía hablar de cualquier cosa, desde problemas a nuestras aventuras, es decir, de todo.
Al día siguiente ahí estaba yo, en Harri´s a la hora marcada, ella era una impuntual profesional con lo que no me sorprendió que no estuviera. Llevaba como diez minutos sentado cuando la vi aparecer por la puerta del garito. Se veía igual que la recordaba, solamente me llamo la atención su forma de vestir, ya que llevaba un pantalón de vestir blanco y una camiseta de Holanda de color naranja bastante ajustada también, pensareis que iba bastante normal, pero era la primera vez que la veía con esos colores, ella normalmente siempre iba con vaqueros y colores grises o negros, nunca colores llamativos y mucho menos ajustada.
Nos saludamos con dos tiernos besos en la mejillas y un fuerte abrazo y nos pusimos a charlar, cuando llevaba cosa así como 1 hora, se levantó para ir al servicio, sin querer, la verdad sea dicha, me fije en su culo, y me di cuenta que llevaba un tanga como ropa interior. Me dejo perplejo, pues ella y yo me acordaba bien ponía a parir a las chicas que utilizaban esa prenda, pues decía que la ropa interior es sólo para ir cómoda.
Cuando volvió, se lo comenté, aprovechando la sinceridad con la que siempre habíamos hablado. ella se puso algo sonrojada, pero me explico que un noviete que tuvo le regalo uno y se lo tuvo que poner para no tener bronca y que se había dado cuenta que eran muy cómodos a parte de estéticos, pues no marcaban las costuras. me quede algo asustado por su feminidad, pues siempre había sido muy descuidada en esas cosas. Aunque la verdad que en la conversación fue sólo una anécdota ya que en todo lo demás era la misma de siempre, mi genial compañera.
Habíamos quedado que se pasaría por el Gimnasio a apuntarse, pues en Mallorca solía ir a uno. Así fue como dos días después apareció en el Gimnasio, con un vestidito escotado de florecitas. Le enseñé el local y fue al vestuario a cambiarse. Cuando apareció llevaba un pantalón de lycra ajustadísimo y un top que ni os cuento, ambas prendas blancas y se le marcaba un pequeñísimo tanguita. Fue un espectáculo verla hacer gimnasia.
A las 2 semanas, vino al despacho después de haber echo unos ejercicios, me dijo que estaba muy cargada de espalda, y me preguntó que si conocía a algún masajista. Le dije que yo sabía hacer masajes, pues había echo varios cursillos, y pese a que no era titulado me defendía bastante bien. Quede que a eso de las 6 de la tarde iría a mi casa y le daría el masaje.
A las 6 lo tenía todo preparado, ella tardo unos 20 minutos en llegar. Cuando la abrí me dio un besito en la mejilla, y me dijo que si empezábamos. Yo algo cortado le dije que se tumbara en una especie de camilla que tenía en casa, así lo hizo, fui a empezar a darle el masaje, pero ella vio que dudaba y me preguntó que pasaba, y yo le respondí que así de vestida no podía hacer gran cosa. Ella se echo a reir y me dijo que si por eso estaba tan cortado, hicimos varias bromas más. Ella que para esas cosas era bastante cortada, me dijo que se quitaba la camisa y ya esta.
Se quitó la camisa de espaldas a mi, y se tumbó bocabajo, allí estaba su sujetador de color rojo y mis manos palpándole la espalda. le hice un buen masaje de espaldas, pero cuando le dije que ya había terminado, se reincorporó, lo que me permitió verle algo los pechos enfundados en aquel sostén. le dije que dado su vestimenta no podía hacer más, y ella ante mi cara de tonto se bajo los pantalones que traía y se tumbó bocabajo, yo perplejo no daba crédito a la situación, mi amiga del alma bocabajo en una camilla en mi casa en sujetador y con un tanguita de hilo dental rojo.
Joder que culo tenía la cabrona. ella al ver que no respondía, me dijo que si iba a empezar o me iba a quedar mirando todo el día. Balbucee algo y comencé el masaje, primero nuevamente la espalda y poco a poco fui bajando, ya lo hacia con menos fuerza y el masaje se había convertido casi en una caricia. me detuve justo antes de la goma del tanga, y en esa zona estuve un rato grande, hasta que ella me dijo, que si no me atrevía o que me pasaba. que para el masaje que le estaba dando no tenía que haberse quitado el pantalón. Yo ni corto ni perezoso, le pose mis manos en su culo y continué el trabajito.
Mi polla ya estaba inmensa desde hacia más de media hora, y ella comenzaba a gemir bajito. Cuando me di cuenta de esta circunstancia, metí mi mano en la rajita del culo y comencé a acariciarle el ano con mis dedos, era bestial su ojete. Ya no pude más y me acerqué y comencé a acariciárselo pero esta vez con la lengua, ella no decía ya nada, sólo gemía.
Pronto me dijo, hijo de puta por qué no me chupas el coño y dándose media vuelta cogió el tanga y se lo bajo hasta los tobillos. Que coñito más chulo, sonrosadito y con muy poquitos pelos rubio, estaba muy bien recortadito. Ya ni recuerdo cuanto tiempo estuve mamándoselo, sólo se que ella de momento me apartó y comenzó a chuparme mi polla, que mamada me estaba dando, fue bestial.
Cuando estaba a punto de correrme , se apartó y dijo metemela cabrón. Así lo hice. Era todo un sueño, hasta que no pude más y ella se apartó, arrodillandose y yo me corrí frente a su angelical cara, joder que corrida, yo creo que fue la más abundante de mi vida.
Después seguimos toda la tarde haciendo cositas, pero eso es otra historia. Fue real, pese a que por prudencia cambié los nombres y los datos, pues como se entere que cuento esto me caerá una buena bronca. Espero que os haya gustado.