Qué buena es la cerveza
No se puede decir lo contrario de la cerveza.
QUE BUENA ES LA CERVEZA
Maria estaba obstinada por la conducta de su esposo. Ya había peleado suficiente, verbalmente, con él y no se daba. No lograba que cambiara pero ni un poquito. Tenía una fuerte inclinación a la bebida, tomaba todo tipo de licor y en cualquier tipo de presentación que la vendieran.
A pesar de todas las peleas y las desavenencias que había tenido desde que se eran pareja, la razón de la discordia seguía. Tan solo hacia falta que su esposo se tomara un par de cervecitas, ya era motivo suficiente para pelear y discutir. Sin embargo Maria, guardaba muy dentro de si, en su corazón y en sus sueños, la esperanza de que todo eso algún día cambiaria. Que todas esas peleas y desavenencias lo miraría como una pesadilla que paso, sólo que no sabía el con que y el como lograrlo. Pero la esperanza existía.
Ese domingo en la mañana Maria estaba leyendo el periódico y a medida que fue recorriendo pagina tras pagina, llegó a la de las noticias nacionales. Empezó a recorrerla de arriba a abajo todos los titulares y uno de ellos llamo poderosamente su atención. Sus ojos se abrieron un poco más de lo habitual, se los restregó para mirar mejor y leyó la noticia dos veces. En su mente brilló la esperanza y su corazón le decía que aquí podía estar la solución a su problema.
Dejo de leer, bajando un poquito el periódico para buscar a su esposo con la vista que estaba en la sala pero un poco distante de ella, y se dirigió a él:
-¡Mi amoooor, ve lo que dice aquí el periódico!
-¿Qué dice? ¡Me puedes hacer el favor de leérmelo. Es que estoy ocupado y no puedo dejar lo que estoy haciendo!- contestó el esposo desde el otro extremo de la sala.
-¡Claro mi cielo!, fíjate aquí dice " A partir del próximo lunes la cerveza la van a subir de precio en un 40% ¡¡Supongo que ahora si vas a dejar de beber!!!!
-¡¡¡A dejar de beber ¡ -le contesto-!!! ¡Vas a pasar el hambre que jode es lo que es!!!- le acotó el esposo.