¡Que buena compra!
Alexandra compra algo para dar una gran sorpresa a su amado esposo.
Cuando Giovanni llegó a casa, su esposa Alexandra estaba en la cocina tomando un vino sabiendo que llegaba a esa hora a comer y los niños tenían colegio hasta las seis de la tarde.
Se acercó y le dio un pico como todos los días, era un saludo rutinario del día a día, pero ella le besó como en las ocasiones más privadas y desenfrenadas, en ocasiones se besaban así sin venir a cuento para demostrarse que aún había pasión entre ellos, y vaya que si la había, a él le encanta ese cuerpo pequeño pero con curvas de infarto, unos pechos grandes, un trasero pequeño pero respingon, una piel suave, con la grasa justa para tapar los músculos haciendo ese cuerpecito más femenino si cabe, fue un beso largo con mucha lengua, mientras estaban fundidos en ese beso, alguien pasó por detrás, aunque Giovanni lo notó, no le dió importancia, era el momento de ese beso y de nada más, al separarse, Alexandra dijo - Me he comprado una cosa para que nos ayude a limpiar en casa y ya sabes lo quisquillosa que soy para la limpieza. ¡me he comprado un clon! Dijo muy sonriente. -Así, todo quedará como yo quiero y no lo tenemos que hacer nosotros, además compré el de gama alta, como a ti te gusta, sensorial lo llaman, tiene la posibilidad de compartir los sentidos conmigo y además de limpiar lo podemos usar para otras cosas. Le dijo con una sonrisa muy picarona.
Al ver a la clon, Giovanni se sintió raro, era la misma mujer con la que estaba hablando pero no era ella. Le preguntó - ¿cómo estás? el clon no respondió pero si Alexandra - no seas bobo, está hecha para que haga lo que yo pienso, no es una persona normal y corriente, yo puedo hablar a través de ella, ya te dije que era la de gama alta. -¿Pero… qué es un robot? Preguntó Giovanni. -No hombre, es un clon diseñado para hacer las tareas que yo asigne, sin consciencia, la hicieron con una muestra de mi boca en un bastoncillo. Le contestó Alexandra -No parece muy ético. Respondió Giovanni. Pero ella le replicó -Lo que no va a ser ético es lo que te hagamos entre las dos, ya verás. Después de tomarse el resto de la copa de vino de una sentada, le agarró de la muñeca y salió de la cocina en dirección al dormitorio, ella no suele tomar la iniciativa, lo que excitó inmensamente a Giovanni.
Al llegar a la habitación no hubo preámbulos, Giovanni se tumbó sobre la cama esperando que se echara sobre él, pero no lo hizo, Alexandra le desabrochó el pantalón y se metió su pene aún flácido en la boca mientras le miraba con deseo, en ese momento Giovanni ya ni se acordaba del clon, pero apareció para terminar de quitarle la ropa, una vez acabó, le bajó el pantalón a Alexandra, que seguía a 4 patas encima de la cama saboreando el aparato ya duro. Giovanni estiró los brazos y se puse un almohadón debajo de la cabeza para poder ver mejor el panorama, era algo increíble, veía a su mujer chupando como una posesa mientras bajaba más el culo para que su clon pudiera lamer bien su clítoris, Alexandra introdujo por su garganta el falo de su marido hasta tocar con sus labios en el escroto, mientras hacía esto, sentía que se ahogaba, poniendola mas caliente. Su clon no daba a basto a tragar todos los jugos vaginales que salían de Alexandra pero tenía la orden de no dejar que se le escapara ni una gota. Cuando Alexandra no pudo más lo sacó lentamente apretando fuerte con sus preciosos labios hasta llegar al glande comenzando a frotarlos por él, al mismo tiempo su clon le calentaba el ano despacio y con mucha saliva introduciendo su lengua por el tesoro mejor guardado de Alexandra. Giovanni empezaba a verter líquido preseminal a borbotones, estaba a cien y ella más, variaba entre los labios y la lengua para ir tomándose ese líquido transparente. Alexandra se puso de pie, Giovanni miraba fijamente, le encanta ver ese cuerpo desnudo y caliente, la clon le agarró la polla y suavemente se la agitaba mientras su mujer se agachó insertándose suavemente el sexo de su marido por detrás, Giovanni no se lo esperaba, lo que le produjo una erección aún más dura, estaba que explotaba, metió solo la puntita, mientras la Clon pasaba su lengua por lo que quedaba al aire del miembro y subiendo hasta el clítoris haciendo que cada vez entrara más, Alexandra gemía de placer como nunca, y eso es algo que vuelve loco a Giovanni, saber que ella está disfrutando, había entrado como diez centímetros cuando se puso a subir y bajar, a follarle con ese precioso culo pero sin llegar al fondo,nunca había entrado mas del glande,así que Giovanni estaba de suerte. La clon se sentó en la cara de Giovanni, él empezó a meterle la lengua por ese precioso agujero bien rasurado, igual que el de su mujer, mientras ella le comía las tetas a Alexandra, en medio del desenfreno, Giovanni empezó a notar humedad en sus ingles, Alexandra había encajado todo el falo dentro de ella y rozaba su vajina chorreante contra el pubis de Giovanni, al darse cuenta de la situación quiso tomar el control, apartó a la clon, agarró a su esposa de las muñecas y sin sacarla de su profunda penetración giro quedando él encima. Ahora ella era la más excitada, le encanta ser sumisa, mucho más que mandar. - Si quieres que siga tendrás que continuar donde yo estaba con la clon. dijo Giovanni. Alexandra empezó a comérselo a la clon como si lo hubiera hecho un millón de veces, le separó los labios con dos dedos para poder absorber el clítoris y darle pequeños mordisquitos. Al ver que le obedecía, Giovanni la sacó despacio y se la clavó hasta el fondo de su caldosa vagina, comenzando a follarla despacio, en realidad estaba tan mojada que entraba y salía con mucha facilidad, con tanta que introdujo el pulgar creando una doble penetracion con su pene mientras con la otra mano le masajeaba el clítoris, cosa que le gustó, porque Alexandra introdujo su puño dentro de la lubricada flor de la clon dando a entender que quería lo mismo, Giovanni sacó el pulgar completamente mojado, había entendido el mensaje, volviendo a meterlo junto a los otros cuatro dedos rodeando su pene, era tal el diámetro que no logró meterlo hasta el fondo pero Alexandra lo quería dentro, apretó su pelvis hasta que logró introducir toda la mano junto con la polla de su marido, al llegar al fondo pegó un gemido más largo mientras temblaba de placer, cuando acabó el orgasmo, Giovanni no podía más, la clon se abalanzó hacia la entrepierna de Alexandra extrajo el miembro de Giovanni y acercándoselo a la boca tragó toda la eyaculación que pudo, la disfrutó poco a poco, lamió el cuerpo de Alexandra sudado y con restos hasta llegar a sus pezones donde se recreó durante un rato, después la besó con la boca llena del esperma que había recogido durante el ascenso a su boca y que Alexandra deseaba desde que su marido había entrado por la puerta de casa, saboreandolo y tragando poco a poco mientras caía extenuada al lado de Giovanni.
En otra ocasión, os contaré como le devolvió Giovanni la sorpresa a Alexandra.