¡Que buena compra! 2
Alexandra se despierta atada y amordazada. Ciencia ficción.
Cuando Alexandra se despertó, tenía las muñecas atadas con los brazos en cruz, estaba recostada en una cama, tenía los ojos vendados con una tela que no era del todo opaca, de color arena, podía ver la silueta de una persona, parecía la silueta que todos los dias veia en el espejo, una mujer no muy alta con grandes pechos y una cintura estrecha. Hasta ese momento se había mantenido fría pero al atar cabos se puso a temblar.
-Alexandra: ¿clon eres tú? ¿por qué me has atado?
Se suponía que tenía control absoluto del clon con su propia mente, es más, el clon no tenía consciencia, esto no podía estar pasando.
-Alexandra: ¡Desátame, es una orden!
Alexandra no era la clase de persona que le lee el manual de las cosas que compra, un gran fallo en este momento, seguro que tenía algún método de bloquearla.
La silueta se acercó a ella sin decir ni una palabra, en ese momento dudó que fuera la clon, no sabía que sería mejor, ¿y si había entrado alguien mientras dormía? ¿quien le quería hacer daño? intentó darle una patada desde la cama, aunque para lo único que le valió fue para darse cuenta que también estaba atada en los tobillos, se puso tan nerviosa que casi se desmaya, la silueta, comenzó a acariciarle con dos dedos suavemente desde su suave pubis subiendo lentamente, rodeando su ombligo hasta llegar a la base de sus pechos, Alexandra se relajó pensando que al menos no le estaba haciendo daño, pero en ese momento le pellizcó uno de sus pezones, Alexandra pegó un grito de dolor y empezó a llorar.
-Alexandra: ¿Quién eres? ¿Por qué me haces esto?
No obtuvo respuesta, la silueta agarró con sus manos las tetas de Alexandra y las apretó, sin llegar hacerle daño. Alexandra empezaba a tener sentimientos contradictorios, miedo, vergüenza, rabia pero por encima de todo tenía excitación, tanta que notaba su entrepierna mojada, empezaba a disfrutar, aunque forcejeaba para intentar soltarse de las ataduras ya no lo hacía con tanto ímpetu como al principio. La silueta soltó sus pechos y se le echó encima con la rodilla entre sus ingles, restregándo la pierna suavemente sobre sus húmedos labios mientras metía uno de los pezones de Alexandra en su boca, rodeaba la aureola con la lengua y lo volvía a engullir. Alexandra estaba ya en su máxima excitación cuando vió otra silueta entrar en la habitación, al verla se relajó del todo, era una silueta que conocía perfectamente, un hombre ancho, de cuerpo voluminoso sin llegar a gordo.
-Alexandra: Giovanni cabrón.
-Giovanni: Joder que rápido me has calado, pero si tienes los ojos tapados.
-Alexandra: se ve a través de mi fular ¿o crees que no reconozco mi ropa?
Giovanni se acercó a la cara de Alexandra y sin decir nada más, le dió unos golpecitos con su pene en los labios.
-Giovanni: ¿te quito el fular?
-Alexandra: No por dios, metemela en la boca.
Giovanni puso las rodillas a los lados de la cabeza de Alexandra abocó el falo y de un empujón se la metió hasta el fondo, a la vez dio una orden a la clon, había cambiado el patrón de comportamiento de ella para que cumpliera sus peticiones, esta recorrió el cuerpo de Alexandra con la lengua hasta llegar al clítoris donde se recreó un rato mientras Giovanni follaba violentamente la boca de su mujer. A Alexandra le costaba respirar, pero estaba tenido un orgasmo brutal, Giovanni siguió bombeando con fuerza hasta que se silenciaron los gemidos de su mujer, se acercó a la oreja de su mujer y le dijo susurrando:
-Giovanni: Esto no ha acabado.
La clon se retiró mientras Giovanni se recostó sobre Alexandra uniendo sus sexos suavemente, Alexandra lubricaba exageradamente, mientras Giovanni empezaba a coger velocidad en su aporreo, Alexandra volvía a gemir cada vez más, Giovanni intentaba llevar el ritmo del jadeo hasta que Alexandra tuvo su segundo orgasmo.
Giovanni le soltó los tobillos.
-Giovanni: Vamos a por el completo.
-Alexandra: ¡Por favor!
-Giovanni: Falta la sorpresa final, ¡ya es tu turno Demarco! Pasa.
Demarco entró sin decir nada, era un hombre de color, aunque no muy oscuro, lo podrías confundir perfectamente con Lenny Kravitz, iba desnudo, su miembro le llegaba a medio muslo y tenía un cuerpo atlético, Giovanni le quitó el fular a Alexandra, ella tampoco dijo nada levantó las piernas, apoyándolas sobre los hombros de Giovanni, dejando bien a tiro su fenomenal culo respingón. Todo el flujo que había soltado había logrado humedecer su ano como si hubiera vaciado un bote entero de lubricante, cuando Giovanni acercó su miembro este entró hasta la mitad sin ningún esfuerzo, Alexandra intentó meterse en la boca el aparato de Demarco, pero sólo consiguió que entrara un poco, así que se recreó dando lametones, aunque le frustraba no poder engullir esa bestia, Giovanni que estaba atento a lo que sucedía, paró su bombeo para liberar de sus ataduras a Alexandra, una vez suelta, ella se abalanzó sobre Mamadú, separó con sus manos sus labios como si intentará rellenar un pavo, abocó esa botella de Coca-Cola en la entrada, empezó a deslizar poco a poco, arriba y abajo hasta lograr hacer desaparecer esa monstruosa serpiente dentro de ella, mientras lograba que entrara, puso los ojos en blanco por el dolor placentero que estaba sintiendo,y le dijo a Giovanni.
-Alexandra: Quiero una doble penetración, metemela ¡Ya! Por favor, que me falta muy poco.
Giovanni no dudó y se la metió hasta dentro de una sentada, los testículo de Giovanni y Demarco golpeaban rítmicamente el perineo de Alexandra como unos mineros golpean la roca con sus picos, Alexandra no paraba de gritar de placer, llamó a la clon, estaba tan excitada que necesitaba algo para la boca, preferiría una polla pero estaba tan excitada que ya le daba igual, Giovanni le dió la orden de que se sentará delante de la cabeza de Alexandra y esta introdujo su lengua en la vagina de la clon, pasandola poco a poco desde atrás y subiendo hasta el clítoris, lo repitió varias veces hasta que empezó a notar los jugos llenarle la boca, abrió la vagina que se estaba comiendo con dos dedos y con su lengua comenzó a penetrarle al compás de la percusión de sus propios orificios, notaba como los dos miembros chocaban dentro de ella la situación era tan morosa que no aguantó más, teniendo el orgasmo más grande que había sentido nunca, Demarco, avisó que no aguantaría mucho más, así que Alexandra se puso en cuatro sin sacar el pene de su marido de su trasero, Demarco se sentó donde estaba la clon y está a su vez comenzó a pajear a Demarco mientras Alexandra pasaba su lengua por el glande hasta conseguir el orgasmo de Demarco, cerró los labios dejando solo el orificio del pene en el centro pensando que no iba a desperdiciar el dulce zumo de Demarco pero la explosión del miembro hizo que se saliera de la boca echándole parte del semen por la cara y el pelo, resbalando poco a poco hasta sus tetas, la clon comenzó a lamer todos los restos, cuando había recuperado todo, besó a Alexandra pasándole todo lo que tenía en la boca, le había encantado a Alexandra la primera vez que lo habían hecho y Giovanni lo sabía. Giovanni no aguantó más, Alexandra notó como el líquido caliente la llenaba por dentro y se desparramaba por su trasero. La clon recogió la ropa de Demarco y lo invitó a que otro día repetirían. Alexandra y Giovanni reían en la cama mientras se hacían bromas de cuál sería su siguiente sorpresa.