Que bonita es la amistad hasta que ... cumpleaños!

Llegó el día del cumpleaños, a primera hora ya le estaba enviando un mensaje de voz a Clara felicitándola por su cumpleaños, no soy de decir los típicos tópicos que se dicen siempre en cada cumpleaños e intento ser diferente.

Hola Clara, este móvil me tiene frito a mensajes y recordatorios, ¿no va hoy y se atreve a recordarme que es tu cumple? Como sino supiera que lo es y que en unas horas nos vamos a ver en el restaurante para celebrar tu 40º aniversario, me han dado ganas de tirarlo por la ventana. Pero luego he tenido un momento de lucidez y he dicho no lo tires que sino no podrás estar en contacto con ella y eso si que no me lo puedo permitir, ¡te necesito como el aire que respiro bombón! Un besazo de tu amigo Marcos.

Recibo un mensaje de vuelta de ella al cabo de un rato que me tocó la fibra sensible la verdad.

Hola Marcos, tu siempre liándola y diciéndome cosas que no me dice nadie, como me gustan esos mensajes diferentes y esta noche te lo voy a agradecer como te mereces guapetón. ¿Ya estas preparado para conocer a mi familia y amigas? Jajajaja Besotes!

A mi hora me arreglé en plan business casual con tejanos camisa blanca y una americana, cogí la moto y me fui para el restaurante, de camino me di cuenta que estaba muy nervioso, vamos lo que se llama vulgarmente estar como un flan.

Era un bonito restaurante del centro, en la entrada ya había unas 10 personas, ella estaba en la entrada con quien creo que era su marido y sus dos peques al lado saludando a todo quien conocía y les invitaba a entrar.

¿Cuándo me acerqué a saludarla se quedo petrificada, tardó dos segundos en reaccionar y preguntarme que qué hacia con una moto de esas? A lo que le la felicité por su cumpleaños y le dije eso tan típico de … sorpresa sorpresa, soy motero ¿no lo sabias? … en ese momento me puse rojo porque estaba tanto su marido como sus peques mirándome de arriba abajo en plan … ¿y este quien es?

Clara me presentó a Felipe, su marido, le dijo que era un amigo que había conocido a través de una amiga del trabajo cuando quedan para verse. Fue algo incomodo, pero saqué mi mejor cara de actor de teatro para solucionar esa situación e intentar que no se notara nada, así que decidí fijarme en sus peques para intentar romper esa situación … me puse a hablar con Alberto y David, uno de ellos me preguntó si esa moto era mía, le dije que si y le pregunté si le gustaba a lo que me hizo un si con la cabeza.

Yo:       Clara, ¿le dejas a este aprendiz de Valentino Rossi subirse a mi moto un momento?

Clara:  Si claro, pero vigila.

David: ¿Y yo mami? ¡Yo también quiero! Porfaaaaaa

Clara:  Carai, que éxito que has tenido chico, llegas y me revolucionas al personal.

Yo:       Jajajaja vale, 2 minutos cada uno y les hago una foto. Felipe te vienes a ayudarme con estos diablillos por favor que no estoy acostumbrado?

Felipe: Jajajaja … si si diablillos te quedas corto.

Yo:       ¡Clara, te robo a la familia 3 minutos eh!

Clara:  ¡Lo que hay que ver!

Yo:       ¿A ver quien sube primero?

Los dos se ponen a gritar, levantar la mano y a empujarse por subir a la moto. Me pongo a reir y su marido también.

Yo:       A ver … ¿quien de los dos tiene mas años?

Alberto:Yo!

Yo:       ¡Venga tu primero, haya paz entre hermanos que subieros los dos!

Total, subo a uno en la moto, lo acomodo bien para que no se caiga y su marido le hace una foto, lo bajo y subo al otro para hacer lo mismo. Cuando hemos acabado los dos salen corriendo a encontrarse con su madre en la entrada del restaurante.

Felipe: Ha sido un buen detalle, te lo agradezco, estaban nerviosos de ver a tanta gente y con esto creo que se han calmado.

Yo:       De nada, ya ves, yo que me pensaba que era difícil contentar a un niño.

Felipe: ¿Y dime, hace mucho que os conocéis? Clara alguna vez me ha comentado que ha coincidido contigo cuando se ve con Laura (la amiga que “supuestamente” nos puso en contacto)

Yo: Pues mas o menos desde principios de año, pero ya ves nos hemos hecho buenos amigos, ella es muy buena persona y consigue hacer fácil lo difícil.

Felipe: Espero que te diviertas esta noche, bienvenido.

Tengo que decir que unos días antes de esta fiesta Clara ya me había dicho lo que tenia que decir cuando hablara con su marido para que el no sospechara nada, me aprendí el guion al pie de la letra, eso si, lo de coger a los peques y subirlos de la moto no estaba preparado, fue algo que se me ocurrió en ese momento para romper el hielo.

Uno a uno me fue presentando a su familia, a sus amigos y a gente del trabajo, a la que llevaba 5 personas y ni me acordaba quien era quien y mucho menos de su nombre, pero bueno, intenté ir hablando un poco con cada uno y cuando no sabia qué decir sacaba el tema del trabajo para rellenar los incomodos silencios. Me costó os juro que había momentos que me dieron ganas de irme corriendo de allí, que qué estaba haciendo allí, pero lo hacia por ella, quería que estuviera allí y tenia que aguantar. Menos mal que no era de sentarse en mesa sino un menú degustación de pie en la terraza y podías ir cambiando de grupo en grupo sin problema.

De vez en cuando veía como ella me miraba y me sonreía, conocía esa sonrisa, esa de dos caras, una de agradecimiento, de ver como estaba cómodo hablando con la gente y otra de maléfica diciéndome con la mirada que me tenia cogido por los huevos.

Con su marido volví a hablar en mas de una ocasión, que si de trabajo, que si el futbol, que si política y yo que sé cuantas historias mas y de Clara evidentemente … supongo que me estaba haciendo un examen a conciencia y no podía equivocarme, una sola respuesta fuera de lugar y estaba jodido de verdad y Clara también.

También tuve ocasión de conocer a su amiga Rosa, ella es una mujer divorciada de edad similar y de muy bien ver, de hecho me estuvo tirando los trastos toda la noche, y yo me que dejaba dicho sea de paso, así pensé que mataba dos pájaros de un solo tiro, a Felipe le quedó claro que Rosa y yo nos pasamos el resto de la noche juntos y de paso ponía celosa a Clara, porque cada dos por tres ella aparecía por allí a interrumpir y controlar.

Clara:  Hola parejita, ya veo que os lo estáis pasando bien eh

Yo:       Clara, ya me podías haber presentado antes a Rosa eh, ¡que es una joya!

Rosa:   jajajajaja que pelota eres.

Yo:       Venga Rosa, vamos a esa mesa a ver qué hay para comer.

Rosa:   Vamos!

Yo:       Clara, te vienes?

Clara:  No no que hay mas gente y tengo que hablar con todos, pero ya hablaremos en un rato.

Y así fue pasando la primera parte de la noche en la comida, luego quitaron las mesas y pusieron algo de música.

Rosa y yo seguíamos a lo nuestro hablando y pasándolo bien, ella cada vez estaba mas cerca de mi, lo notaba, ella estaba tanteando el terreno y yo me dejaba llevar, total no estaba haciendo nada malo.

En un momento dado, apareció Clara para interrumpirnos la enésima vez y esta vez fue diferente, le dijo a Rosa a ver si podría secuestrarme a mi un momento que tenia que hablar conmigo a lo que ella acepto con una sonrisa. Me cogió del brazo y me llevó a una zona tranquila de la terraza.

Clara:  Te lo estas pasando bien con Rosita?

Yo:       Pues si, menos mal que la he conocido y mira me está ayudando a que esto no sea tan duro.

Clara:  Duro?

Yo:       A ver Clara, que está tu marido a 10 metros, que ya me ha hecho un interrogatorio que te cagas patas abajo y solo espero no haberme equivocado en ninguna coma de lo que he dicho.

Clara:  Ya bueno, me estas demostrando que tienes un buen par de huevos chavalín, pero no te arrimes mucho a Rosa que es una leona y te va a devorar, y tu eres mío, no te olvides.

Yo:       jajajaja … asi que otro test de los tuyos? Vigila que algún día de estos se te va a volver en contra Clara.

Clara:  A ver qué haces Marcos, que luego tengo una sorpresa para ti.

Yo:       Pero no era yo el que te tenia que traer un regalo?

Clara:  Si, por cierto, donde está?

Yo:       Pues luego te lo doy

Clara:  Que canalla eres, eso no se hace.

Yo:       Se sienteeeeee!

Eran las 23’30h y la gente comenzó a irse sobretodo los que tenían pequeños, así que quedamos poco mas que 10 adultos y los 2 peques de Clara, así que le hice un gesto a Clara conforme era hora de hablar ya que esto se estaba acabando.

Me vino a secuestrar de Rosa por segunda vez y me llevó a un pequeño salón que estaba vacío. Ella miró a todos los lados, y me metió de un empujón dentro del lavabo que había a un lado y cerró rápidamente la puerta.

Yo:       Pero que estas loca? Que nos pueden ver.

Clara:  Tranquilo, lo tengo controlado, serán solo dos minutos.

Yo:       Estas loca!

Clara:  No podía mas, tengo un ataque de cuernos de verte toda la noche con Rosa que no puedo mas.

Yo:       ¿Así que ha funcionado? Jajaja

Clara:  Que cabrón eres

Le dije que ahora le iba a darle mi regalo, la besé mientras la abrazaba fuertemente por la cintura, un beso largo que comenzó con mucho cariño y dulzura y acabo siendo un morreo duro y caliente de los que hacen época.

Clara me clavó la rodilla en la entrepierna mientras nos besábamos, si quería saber si estaba caliente lo notó perfectamente. Yo recorrí con las manos su cuerpo de arriba abajo, cuando me di cuenta ya estaba subiéndole la falda hasta su trasero mientras le besaba el cuello y ella tenia su mano dentro de mi pantalón.

Yo:       Clara, basta, para que nos jugamos el físico, sal tu ahora que yo iré en dos minutos.

Clara:  Esto no queda aquí te lo aseguro, eres mío y lo sabes.

Yo:       Lo se, el viernes ven a mi casa y arreglamos esto.

Clara:  No se si podré aguantarme, te deseo.

Yo:       Y yo nena.

Llegó la hora de las despedidas, al cabo de unos minutos, estaba muy nervioso mirando a todos a ver si alguien había notado algo, sobretodo a Felipe, pero creo que nadie se dio cuenta de lo que había pasado.

Me despedí de Rosa no sin antes intercambiarnos los números de teléfono, luego llegó el turno de despedirme de su familia y de ella.

Delante de su marido y con Rosa al lado le dije a Clara que habíamos quedado Rosa y yo de volver a vernos, Rosa estaba con una sonrisa de oreja a oreja y Clara alegrándose (que actriz esta hecha, por dentro seguro que estaba celosa a mas no poder).