Quartel Quell - Parte I - Capitulo 3

Corro lo mas rápido posible entre esta oscuridad que me aterra, no hay nada que puedo reconocer, no se donde estoy, corro con un arma en la mano, una especie de cuchillo con la forma de la hoja retorcida, aparto la maleza que me rodea, giro la cabeza para saber donde estoy pero no veo mas que...

Siento la demora pero es que he tenido muchas complicaciones y no me he podido centrar en el relato, he intentado escribirlo lo mejor que he podido ... prometo que los próximos serán más interesantes y procuraré subirlos lo más pronto posible.. :)

|Capitulo 3|

Corro lo mas rápido posible entre esta oscuridad que me aterra, no hay nada que puedo reconocer, no se donde estoy, corro con un arma en la mano, una especie de cuchillo con la forma de la hoja retorcida, aparto la maleza que me rodea, giro la cabeza para saber donde estoy pero no veo mas que oscuridad, escucho gritos detrás de mi y continuo corriendo. De repente se acaba la oscuridad y salgo a un campo de trigo que se extiende hacia el horizonte, me paro en seco y me doy cuenta que en aquel campo se encuentra Arthur, escucho un rugido de la oscuridad que me persigue, tengo miedo y voy rápidamente hacia Arthur, él no se mueve, esta preso por el pánico, tiene los ojos como platos y en blanco, de pronto, una especie de animal se abalanza sobre mis pasos, un animal que me sobrepasa y va directo hacia Arthur, todo empieza a oscurecerse y yo no dejo de correr hacia donde también se dirige la bestia. No llegaré a tiempo , pienso, cuando estoy a unos pocos pasos de él, simplemente veo que la bestia le muerde en la garganta...

Me levanto sobresaltado y me doy cuenta que era una pesadilla, solo eso, una horrible pesadilla, me tumbo sobre la almohada y siento con el cuello, lo húmeda que está, estoy sudando y mi corazón late muy deprisa. Pienso en la pesadilla que acabo de tener y veo que siento miedo, mi vida está en peligro y puede acabar en una muerte segura, que injusto es esto, ¿cómo pueden hacer esto?, ¿por qué hay gente que le gusta ver a otras personas morir y como se acaban sus penosas vidas? no lo entiendo, y recuerdo a Arthur en aquella pesadilla mientras recorro mi cama para acercarme al reloj que se encuentra en una mesilla a la derecha de mi cama, por lo visto gracias a él me he despertado, no para de sonar , ¿por qué aparece él en este sueño? recuerdo su rostro, tan perfecto como siempre, su expresión de terror, su mirada hacia aquella bestia que me perseguía pero que iba a por él. Como le mordía el cuello, no quiero pensar más en aquello y me dirijo al baño, son las siete de la mañana y faltan treinta minutos para la hora del desayuno, me miro en el espejo del cuarto de baño y veo mi rostro sudoroso y con una expresión de preocupación, me quito los pantalones y los boxer y me meto en la ducha, presiono uno de los botones de aquella extraña ducha y el agua cae por mi cabeza, siento la calidez de esta y me invade la mente una vez más ese extraño sueño, pienso en todo lo que estoy viviendo ahora mismo, la cosecha, mi elección, Geny y Arthur ofreciéndose voluntarios, yo rechazándolos, nuestras despedidas, los labios de Geny, rápidamente recuerdo lo ultimo que me pidió.. vuelve conmigo ...

Tengo que intentarlo, por él, aunque seamos muchos en aquella arena, tengo que pensar en una estrategia, salgo de la ducha y voy hacia el armario donde tengo mi ropa, saco el mismo conjunto de ayer y me lo pongo. En pocos minutos termino de vestirme y voy una vez más al baño, me cepillo los dientes, me dejo el pelo un poco presentable y salgo hacia el pasillo para dirigirme al vagón-comedor. Camino por aquel largo pasillo finalizando con la escalera de caracol, pero me detengo frente a la puerta de Dámian, recuerdo en lo que pasó anoche y sonrió al hacerlo, me muerdo el labio inferior y continuo mi recorrido.

-¡Alec, espera!- giro rápidamente al escuchar a Arthur pronunciar mi nombre.-Va..vamos juntos.

Sonrío al verle tan tímido conmigo como siempre, miro sus ojos que no puede llegar a sostenerme la mirada mucho tiempo cuando estamos en una conversación, mira rápidamente hacia el suelo y vuelve a mirarme, repitiéndolo varias veces.

-Claro, vamos, pero deja de ser tan tímido coño- digo riéndome, pero dejo de hacerlo al pensar en aquella pesadilla, en que vi su horrorosa muerte. Miro al frente, bajamos las escaleras y le paso el brazo por sus hombros, Arthur se tensa un poco y luego se vuelve a relajar. Me entristece pensar en su muerte, le miro y veo el perfil de su rostro perfecto, pienso en lo injusto que es esto, pero también pienso en que él está aquí por que se ofreció voluntario, mi rostro toma una expresión de duda al recordar esto.

-¿Por qué?-digo

-¿Por qué, qué?-responde con una cara de sorpresa y duda

-¿Por qué te ofreciste volun..-antes de que terminase la pregunta, Arthur mira al frente con cara de seriedad y Wynly nos interrumpe

-Muy bien chicos, habéis llegado justo a tiempo- diciendo esto ultimo con pequeños aplausos que me resultan estúpidos. Arthur se separa de mi y se dirige a su asiento, ahora me he quedado con las ganas de saber la respuesta de aquella interrumpida pregunta.

Mientras me siento al lado de Arthur, este continua con su cara de seriedad pero esta vez veo algo en sus ojos , algo extraño, no se lo que estará pensando pero pienso averiguarlo. Me fijo en las chicas y empiezo a entablar una conversación con ellas mientras desayunamos, poco después se nos unen los ganadores de antiguas ediciones, al ver llegar a Dámian, sonrío y le pego un mordisco al panecillo con mermelada que tengo en la mano derecha, él se fija en mi y se queda por un segundo congelado y se sienta frente a mi.

Wynly empieza a hablar

-Chicos, hoy se designarán a cada uno de vosotros con uno de los mentores presentes y...- Peel la interrumpe haciendo un gesto con el brazo.

-Chicos, ahora es el momento de ponerse serios y de enseñaros lo que tendréis que hacer durante los próximos días, sobre todo que sepáis donde realmente estáis.- Al escuchar esto mi cabeza abandona cualquier tema que no esté relacionado con Los juegos, le estoy prestando toda mi atención en lo que está diciendo, como todos mis compañeros.-Vosotros decidiréis con quien queréis entrenar y quien queréis que sea vuestro mentor.

Esto nos deja pensativos, nos miramos unos a otros.

-Bueno chicos supongo que cada uno de vosotros habréis pensado en lo queréis hacer ¿no?- dice Penetria- en primer lugar tendréis que decirnos quien queréis que sea vuestro mentor- dice esto ultimo sacando de su pequeño bolso dorado una cajetilla que contiene cigarrillos, en mi distrito solo el alcalde fuma, porque es el único que se lo puede permitir, a nadie le interesa, aunque, si tienen curiosidad por saber que tiene de bueno, para que el alcalde lo haga tan repetidamente.

-¿Tenemos que decirlo ahora?- pregunto yo al ver que nadie lo hace

-Si - responde Peel

-Pues..- no se que decir porque no conozco mucho a él y a Penetria, en cambio a Dámian lo hemos visto todos, ya que fue el ganador de la entrega anterior.

-¿Si queréis decidimos por vosotros?- pregunta Dámian. Nos miramos entre los tributos y asentimos a la propuesta.

-Bueno pues ya que eres el más atrevido y se te ve con más seguridad que los demás te elijo a ti- dice Dámian dirigiéndose a mi.- Quiero intentar hacerlo bien en mi primer año como mentor - continua.

Peel elije a la chica mayor, se ve fuerte pero no tengo ni idea de como es en personalidad y eso, por lo poco que hemos hablado parece estar concentrada en esto. Penetria elije a la más pequeña y deja a Arthur para Dámian.

-Bueno, ahora que ya lo hemos decidido y hemos terminado de desayunar vamos a ver juntos las repeticiones de la elección de tributos, para que sepáis de ante mano quienes son vuestros oponentes- nos informa Peel. Saber eso me pone nervioso. Dejamos la mesa atrás y nos dirigimos hacia el vagón que le sigue a este, me imagino un montón de posibilidades de tributos, altos, fuertes, decididos, armas letales... Miro en frente y veo a la pequeña, asustada como siempre, me da pena el pensar que dentro de poco morirá, su cabello rubio sujetado en una coleta que cae por su hombro derecho hacia su pecho, su rostro triste y confundido hacen que tenga un toque angelical.

Peel nos señala a los cuatro, el sillón de terciopelo violeta que esta frente a la televisión, nos sentamos, la pequeña Susan se sienta a mi lado y me mira con cara de duda y con una pequeña pizca de miedo, le sonrío para que no lo tenga hacia mi, la chiquilla me devuelve la sonrisa y pone su mirada al frente. Los mentores se posicionan de pie detrás de nosotros y Wynly se sienta en una silla junto a una ventana y empieza a perfeccionar su maquillaje.

En la pantalla gigante aparece el escudo del Capitolio acompañado del himno, poco después aparece un hombre en un escenario con grandes pantallas detrás de él, es un chico joven, con el pelo corto y un tanto guapo, vestido de una forma similar a Wynly, colores llamativos, un traje blanco con solapas en los hombros, un conjunto que para mi, le quita atractivo.

-¡Bienvenidos!.. -empieza a hablar con una gran sonrisa en su rostro-¡Bienvenidos a los vigésimo-quintos Juegos Del Hambre!.. Señoras y señores soy Selko Vilanuvo y voy a ser vuestro informador y a acompañante en esta maravillosa edición de Los Juegos Del Hambre.Pero esta vez, es algo diferente, una ocasión especial, como ya sabéis está es nuestra vigésima-quinta entrega y el Presidente Snow a querido celebrar tal ocasión. La llama Quartel Quell, se celebrará cada veinticinco años de ahora en adelante. Y me imagino que ya todo el mundo se ha enterado que como tal cosa está sucediendo, hay algo especial en ello y es que este año el número de tributos es el doble que el de una entrega normal.- Todos miramos expectativos a aquel presentador.- Bueno, ha llegado la hora de repasar la elección de los tributos de este año, que al parecer promete ser buena. Buena suerte a todos y muy pronto nos volveremos a ver... - Termina de hablar y empieza a salir imágenes grabadas de la elección de tributos del Distrito 1, miro a un hombre hablando en frente a un montón de chicos y chicas reunidas en una plaza con una fuente en medio de ella, es un distrito grande por lo visto.

Hace la elección de las dos chicas, luego viene la elección de los chicos, pronuncia el primer nombre, sale un niño, mi corazón se detiene al ver lo pequeño que es y la desafortunada q ahora es su vida pero al parecer un hermano mayor de él se presenta voluntario para sustituirle,continúan las elecciones de tributos... Ahora es él Distrito 2, las chicas que son elegidas no parecen tan afectadas como las del Distrito 1 o como el nuestro, y eso me sorprende. Después antes de q digan nada, un chico se ofrece voluntario, no puede ser.. ¿cómo puede hacer eso?.. pero..

No dejo de preguntarme cosas en la cabeza y rápidamente vuelvo la mirada hacia a tras para intentar buscar respuesta pero Peel me niega con la cabeza como si supiese lo que iba a preguntar. Vuelvo mi atención una vez más hacia la pantalla, el siguiente elegido es un chico de una edad parecida a la de Arthur, pero pasa algo y veo como otro chico del fondo se abre paso en la multitud y abraza al tributo. Ponen un primer plano de los chicos y no se por qué pero se me viene a la cabeza Geny, están llorando y diciendo cosas que no llegan a grabar los micrófonos.. El tiempo y el corazón de todos se detiene cuando vemos que los dos chicos se están besando.. Incluso el acto reflejo de abrir la boca por la sorpresa me inundó...Sorprendente... Ahora vemos como los agentes de la paz intervienen como hicieron conmigo y Geny.

-ANDA!- salta Dámian- Si os fijáis bien, ese chico que le besó se parece a Alec- dice emocionado.

Penetria se rie con Dámian por lo de que ese chico se parece a mi y la verdad es que tienen un poco de razón.

-Pero lo que no entiendo es ¿por qué el Capitolio no cortó estas imágenes?-deja de reírse y se pone totalmente serio.

Escucho la respuesta de Peel hacia Dámian.

-Porque quieren que los Distritos recuerden con más fuerza, el poder que tiene el Capitolio sobre ellos y sobre todo, provocar el miedo hacia él.

Todos nos callamos dejando solamente el sonido de la elección de tributos de los siguientes Distritos. Ahora estoy en cólera, quiero matarlos a todos, por lo que está haciendo,lo que nos están haciendo, todos los de la sala parecen estar en la misma situación que yo, menos la pequeña que parece más confundida que nunca.

Miro rápidamente la pantalla una vez más cuando escucho los gritos de la madre de la pequeña Susan que ahora se levanta del asiento y pretende salir de la habitación pero Penetria grita.

-¡DEJA DE PENSAR EN ELLO!...¡ ES DEMASIADO TARDE!.. ¡SOLO TE QUEDA LUCHAR!

Pero ¿cómo puede hacer eso? no es más que una niña, que llora desconsolada por los gritos de la madre, pero que al escuchar a su mentora, para de hacerlo y se sienta, me sorprende que ahora en su rostro hay fuerza. Cuando escucho mi nombre de la boca de Wynly, recuerdo aquella situación, todas esas sensaciones, emociones... Mis puños se cierran al mirar a Geny abrazándome, al ver como llora, al ver como pertenezco ahora al Capitolio, la rabia me apodera y tenso la mandíbula.

Miro rápidamente a Arthur al ver como se ofrece voluntario para sustituirme al igual que Geny, a continuación todos los que estamos en la sala lo miramos cuando se ofrece voluntario para sustituir al otro chico elegido después de mi.

Su rostro perfecto y luminoso parece apagado con una tristeza en él que hace que su mirada se vuelque al suelo, no consigo entender por qué lo ha hecho y supongo que todos se lo preguntan.

-¡¿POR QUÉ COÑO LO HICISTES?!- grito sin más que pensar en la respuesta-¡¿POR QUÉ COJONES TIRASTES POR LA BORDA TU VIDA?! EEE!!.- todos me miran y veo que Arthur empieza a llorar al ver mi rostro lleno de cólera.-¿Piensas que esto es un juego? ¿que volverás a casa cuando termine todo?¿sabes cuanto daría por haber estado en tu lugar? pero elegiste...

Arthur se marcha corriendo, y los demás me quedan mirando.Pasan varios segundos hasta que alguien habla.

-Voy a por él- dice Dámian, mirándome de una manera como si hubiese hecho algo malo.

Estoy furioso, todo lo que está sucediendo es tan irreal, tan injusto, en este momento podría estar en casa, no aquí. Arthur al igual que yo, podría estar en casa.. pero ha tenido la oportunidad de elegir, cosa que yo no tuve... Y eso me enfurece...

Luego, todos mantienen silencio y siguen viendo la elección de tributos de cada Distrito restante, no dejo de pensar en que cada de esos rostros tendré que asesinar para volver a casa, a medida que pasa el tiempo mis esperanzas de volver disminuyen... Son demasiados ...Pienso.

Al fin llegamos al ultimo... El Distrito 13.. El favorito del Capitolio, el ejemplo a seguir para el resto de Distritos, este año los tributos elegidos se ofrecen voluntarios... Con estos hay que tener cuidado ... Me digo a mi mismo.

Arthur volvió con Dámian a la sala y Peel empezó ha hablar, comenzó a decirnos que tendremos mucho trabajo por delante y de las posibles arenas en las que nos tendremos que matar unos con otros , luego cada uno se reunió con su mentor en las habitaciones de cada uno de estos.

Al entrar a la habitación de Dámian, recordé todo lo que pasó la noche anterior, pero lo dejé a un lado cuando vi a Arthur sentado en aquella cama, el enfado que tenia es menor pero todavía persiste.

-A ver chicos- empieza Dámian- en primer lugar, vamos a llevarnos bien. En segundo lugar, voy a ser vuestro mentor hasta que entréis a la arena, por tanto, tendréis que poner mucho interés en lo que diga ,porque tanto vuestra supervivencia como posible victoria depende de ello. Tendréis que saber cuales pueden ser vuestros problemas en la arena...

Continuó diciéndonos como encontrar refugio, siguió explicando lo de las distintas arenas, nos dio consejos para encontrar comida, para no morirnos de frío, técnicas de caza... Nos advirtió de que no solo tendremos los tributos como cazadores, sino que también habrá todo tipo de bestias y anomalías en el campo de batalla.

-Ahora hablemos de patrocinadores..- ese tema me preocupa- Tendréis que ganaros de alguna forma o de otra el afecto del publico, porque de ellos dependeréis en alguna ocasión, por ejemplo, cuando os estéis muriendo de sed o de hambre son ellos los que os pueden enviar algún tipo de alimento como pueden enviaros cualquier medicina o objetos que necesitéis en ese momento...

-Eso puede ser difícil de conseguir.- digo yo, no me cuesta hacer amigos pero tampoco lo intento.. así que no se si a la gente del Capitolio les guste.

-Eso no tiene porque ser así.. Mírate, eres excesivamente guapo, así que tienes un punto a tu favor, y de Arthur ya ni se diga- dice esto ultimo mirándole con unos ojos que parecían estar locos por comérselo, Arthur simplemente separó la vista de él y miró hacia el paisaje de fuera..

La verdad que si que es hermoso .. Al mirarle y ver su tristeza en los ojos me destrozó, me siento culpable de aquella expresión. No se que me ha pasado, me dejé llevar por la ira que me provocaba el Capitolio... Lo siento ..

-Además, yo estaré fuera buscando alguno que otro para vosotros así que no os preocupéis, pero tendréis que aguantar mucho para que os pueda conseguir alguno, porque entre que sois bastantes y que no os conocen, es difícil de conseguir alguno al principio.-Finaliza ese tema Dámian.

-Ahora viene lo del entrenamiento..- continúa

Me siento fatal por lo que pasó con Arthur, pero no puedo pensar en ello, mi vida depende de lo que aprenda de nuestro mentor, así que escucho todo lo que dice Dámian y lo intento memorizar en mi cabeza, cuando veo a Arthur de reojo, me doy cuenta de que no está prestando ni el más mínimo interés en lo que dice Dámian. La verdad que ahora no me importa nada más que mi propia vida y mi vuelta a casa así que dejo de mirarle y sigo escuchado las instrucciones de nuestro mentor.

Al parecer, tendremos una semana de entrenamiento en el hotel, tendremos que estar solos en cada uno, pero estaremos juntos antes y después del entrenamiento de cada día.

Pasaron tres horas cuando escuchamos el toc-toc en la puerta, Wynly nos avisaba de nuestra llegada al Capitolio. Escuché eso y mi corazón empezó a latir mucho más deprisa, salimos de la habitación y nos dirigimos a la sala por la que entramos al tren.

Cuando llegamos, las chicas ya estaban allí, Laya recuerdo que se llama la mayor, está mirando atenta por la ventana y la pequeña Susan al lado de Penetria que parece estar aburrida por aquello, Peel como siempre, tan sereno y firme. Nosotros nos acercamos a ellos mientras Wynly habla, habla y habla.

Miro hacia la ventana que nos separa del exterior, es la primera vez que veo el Capitolio, es enorme, edificios gigantes, montones y montones de edificios, miro para todos los lados de la ciudad y me asombra lo diferente que es de nuestro Distrito, todo es tan... raro. Me fijo en el cielo, hay enormes naves que se esparcen por encima del Capitolio, pantallas gigantes que muestran diferentes cosas y en la mayoría de ellas aparece nuestro tren llegando a la gran ciudad, todo desaparece y se ve simplemente una pared negra y oscura que nos asusta a todos los tributos,un túnel, parecemos estúpidos, nos separamos de la ventana, pero poco después aparece una vez más la luz, y está vez no se ve él Capitolio, no me fijo mucho en donde precisamente estamos porque las caras horrorosas de la ciudad me dejan atónito, son espantosas, todo tipo de peinados y colores, tatuajes y pircings... Pero todas nos sonríen, nos gritan, nos aplauden... El tren se detiene y las puertas se abren, Wynly nos señala la salida extendiendo el brazo derecho, primero sale ella, la siguen las chicas , luego nosotros y por ultimo nuestros mentores. Al salir de aquel tren, me encuentro a un montón de cámaras, miro a mi alrededor y veo gente empujándose para mirarnos y fotografiarnos, diviso el cielo pero me encuentro con un techo enorme de cristal y metal, estamos en una estación de tren, veo pantallas gigantes con nuestras caras de sorpresa, incredulidad y al verme con esa cara de estúpido, miro hacia el frente y trato de no volver a poner esa expresión en mi rostro.

Al salir de la estación no pude ver más allá que el coche que nos esperaba, es enorme y largo, de un color blanco, con las ventanillas negras, entramos dentro y era muy espacioso, el coche comenzó su recorrido y los mentores hablaban entre ellos, no les presto atención y miro hacia el exterior, miro la calles del Capitolio, la gente, los animales, los niños... Esos niños que no tenían que preocuparse cada año de no ser elegido para ser asesinado, de no pasar hambre, de no preocuparse más de tener que jugar y pasarlo bien con los amigos... Veía esos grupos de gente como nosotros tan felices y mi rabia crecía nuevamente.

Llegamos al hotel, como todos los edificios, espectacular, enorme y con cámaras y gente a la entrada. Una vez en las habitaciones, voy directo a la cama, me acuesto y es imposible dejar de pensar en lo que acaba de pasar hace unos minutos, es impresionante, parece que mi vida tiene un valor muy valioso y más ver como se acaba. Me entristece pensar que la gente disfruta con eso, ¿cómo pueden sentir eso? son diferentes a nosotros, ellos no tienen sentimientos. Pienso en mi hogar, recuerdo a todos juntos en la mesa, a Geny...Geny.

No puedo caer ahora mismo, quiero estar una vez más allí, me remuevo sobre la cama y siento la suave tela de las sabanas de seda y los grandes almohadones que me rodean. Voy a intentarlo por todos los medios, llegaré a casa.

Wynly nos recordó que en nuestra llegada como las de los otros tributos serán retransmitidas una vez más, pero ahora mismo no me apetece hacer nada más que quedarme en la cama y sin pensar en nada...

Se me viene Geny a la cabeza, me toco los labios al recordar los suyos contra los mios... Desde el principio me sentí muy bien con él, me sentía de alguna manera feliz, después de lo que le sucedió a mis padres, estar con él era lo único que me hacia feliz, su sonrisa tranquilizadora, sus ojos felices, sus ganas de comerse el mundo, sus ganas de vivir.. Le quiero..

Para estar con él tendré que matar, pensar en ello me trae a la mente, Arthur, me siento una vez mal por lo que pasó esta mañana, me levanto y miro el reloj, es hora de comer, pero en realidad no tengo apetito, así que me acuesto y pienso en la manera de pedirle perdón a Arthur...

............

Me despierto y me levanto rápidamente, me quedé dormido, me viene a la cabeza rápidamente , la reunión de tributos y mentores de esta tarde, miro el reloj y veo que faltan cinco minutos, corro rápidamente al baño, me lavo un poco la cara y salgo por la puerta de la habitación.

-¡Mierda!. digo mientras corro por el pasillo para llegar a la sala de reunión de nuestra planta.. cuando llego a dos pasillos que van, uno a la derecha y otro a la izquierda, no pienso demasiado y me dirijo al de la derecha , pero antes de llegar a girar, me atisbo de un reflejo...

-¡Joder!-grito mientras caigo al suelo con Arthur debajo, consigo sujetarle con los brazos, giro sobre mis pies rápidamente mientras caemos y siento el duro suelo contra mi espalda, toda mi espalda está a dolorida pero ante mis ojos está la dulce mirada de Arthur y sobre mi rostro algunos de sus dorados mechones de pelo.

-Hola- digo con una sonrisa pero con un tono de dolor. Arthur se levanta deprisa y me ayuda a hacerlo a mi, lo hago con dificultad pero él me sujeta, se pasa mi brazo derecho sobre sus hombros y caminamos hacia la sala de reuniones.

-Llegamos tarde- digo

-No- responde mirando al suelo y con un tono tristón- no llegamos tarde, faltan diez minutos, es por ahí- dice señalándome el pasillo contrario del que iba a coger.-... y... deberías bajar eso. - mira hacia otro lado con un rostro sonrojado.

-¿Qué? no te entiendo- pero al ver que miraba de reojo mi cintura - ¡ostia! con las prisas y con la caída no me he fijado.

Al parecer tenia una erección, que mal momento para tener una, ahora pienso en cosas que me quiten el calentón pero no puedo.

  • Es imposible, no puedo.- admito- sigue tú, porque esto puede durar mucho tiempo.

  • Si quieres..- dice poniendo la cara realmente roja y mirándome por un segundo antes de volver su mirada al suelo- si quieres te ayudo.

Me quedo sorprendido por un momento y luego le agarro del brazo, corriendo deprisa busco un lugar donde pueda estar a solas con él, le miro un momento y solo me sigue, con su expresión avergonzada como siempre, sonrío, miro una puerta, la intento abrir pero está cerrada. Le sujeto del brazo una vez más y continuo corriendo, ahora me detengo frente otra puerta y me muerdo el labio inferior al recordar los momentos que pasamos juntos, su cuerpo, sus labios. Me giro deprisa y sin pensarlo dos veces, le beso mientras empujo la puerta con mi cuerpo y por tanto introduciéndonos a los dos en ella. Por suerte no había nadie, al ver que estamos en una habitación muy parecida a la mía, sigo besándole, saboreo el dulce sabor de su boca, siento la calidez y la suavidad de sus labios, me toca la polla y me separo de él para sonreirle.

-No tenemos mucho tiempo...- dice mientras se agacha.

Me quita el cinturón rápidamente , me baja los pantalones de un tirón y acto seguido saca mi polla, tenemos mucha prisa así que no le digo que vaya más despacio. empieza a sobarmela, al sentir sus manos frías, me entra un escalofrío por todo el cuerpo pero la suavidad de sus manos hace que mi polla se vuelva loca, me pongo sobre la puerta cerrada y empiezo a disfrutar de los labios de Arthur, comienza a besarme el capullo, le miro mojarse los labios y luego introducirse la polla en su boca, doy un gemido ahogado pero lleno de placer al sentir su húmeda boca, la caliente saliva me estremece, me muerdo el labio mientras Arthur continua la mamada, le miro de vez en cuando y eso le avergüenza, pero sabe que me encanta verle hacerlo, me gusta cuando se introduce mi polla en su boca, le sujeto del pelo y hago el ritmo más rápido, él se deja hacer, siento su caliente boca que está ahora mismo siendo follada a saco por mi, Arthur me agarra con fuerza el culo, el placer es mayor y cada segundo que pasa lo hago con más fuerza, él me quiere separar pero yo no puedo hacerlo, estoy demasiado cachondo y no quiero dejar de follarme su hermosa boca.

Siento que me viene, la saco rápidamente y sale completamente bañada en saliva, el capullo une mi polla y su lengua con un largo resto de saliva y pre-semen, empiezo a hacerme una paja rápidamente pero Arthur me la coge y lo hace por mi, se vuelve a introducir mi capullo en su boca rodenadolo y apretándolo con sus labios. Su lengua se vuelve eufórica , mientras me pajea en un ritmo acelerado, siento los chorros de semen que me salen de mi polla, Arthur no para de pajearme hasta que sale el ultimo chorro, veo como se traga todo mi corrida, sin dejar que se escape ni una sola gota de su boca, bebe como si se tratase de un biberón.

Se separa de mi y se levanta, se cerciora de no haberse manchado y yo me subo los pantalones.

-Intenté no manchar nada para que resultase más fácil.- Dice mientras salimos de la habitación.

-Eres él mejor, y por cierto me gustaría hablar contigo.

-Luego porque ahora tenemos que estar con nuestro mentor.- dice mientras me sujeta de la mano y empezamos a correr.

Le miro y veo su pelo enredarse con la corriente de aire que producimos al correr. Le miro, despreocupado, sin ninguna expresión. Me siento mal por lo que le dije antes, cuando le grité. Pero ahora no hay tiempo de pedirle perdón, continuamos nuestro camino, le sujeto con fuerza de la mano y corremos juntos por esos pasillos laberínticos.

Llegamos a la sala de reuniones de nuestro distrito, todos parecían esperarnos, la mayoría estaba sentado en sillones que rodean una mesa de cristal un poco llamativa.

-Ya era hora- Empieza Wynly. Antes de que continue hablando, Peel la interrumpe.

-Bueno chicos, sentaros de una vez que vamos a explicaros lo del desfile de tributos...- Arthur y yo nos sentamos en un par de sillas libres.- Mañana por la mañana tendréis una cita con vuestros modistas...

-Ellos serán las personas que harán que parezcáis ... dioses ... - Dice Penetria en un tono burlón mientras nos mira y continua fumando su cigarro.

-Los modistas os visitaran por la mañana a vuestras habitaciones, a los chicos os toca con...- Dice Dámian buscando en una especie de pequeño rectángulo de cristal, donde se transparentan un montón de letras- .. mmm... Yaco .. y a las chicas - vuelve a mirar al trozo de cristal- ..Dulila.

Mañana tenemos un largo día por delante, miro a Laya y parece estar muy tranquila, la pequeña Susan está tan decidida como esta mañana, tras esa discusión con Penetria, está mas firme y seria que al empiece de esta locura.