Putita para dos (1)

Os envio el comienzo de mis morbosas e infieles experiencias sexuales.

Siempre he tenido inquietudes en la vida frente a lo desconocido, a lo prohibido, a lo políticamente incorrecto y me ha gustado investigar….indagar….., en definitiva saber lo que se escondía detrás de esos velos misterios.

Además, nunca he sido mujer de un solo hombre, es decir, que aunque  tengo pareja me encanta tener aventuras extra matrimoniales.

Las he tenido de todas clases, divertidas, morbosas, peligrosas, aburridas…. Y con todo tipo de hombres, guapos, jovencitos, amigos del grupo, compañeros de trabajo, de todo un poco pero desde hace ya varios años no he cambiado de amante y podría decir que somos tal para cual, nos gustan casi las mismas cosas, nos gusta sobretodo el sexo. Practicarlo, disfrutarlo, saborearlo, aprenderlo….y sobretodo sobretodo experimentar nuevas sensaciones.

Cuando follamos nos gusta fantasear de que nos gustaría hacer, a quien te follarías a quien no…. Y un día me dijo que le encantaría verme follar con otros hombres,  porque sabe que yo disfrutaría mucho y él más de verme en esa situación.

Al principio no me gustó mucho la idea pero he de reconocer que en el fondo sentí curiosidad.

Una mañana estando en el trabajo me llamó y me dijo que estaba por la zona que me invitaba a comer, me citó en un restaurante conocido por la gente de negocios porque tiene salas privadas. El hecho me llamó la atención pero tampoco le presté más interés.

A la hora indicada entré por la puerta. Yo no sabía que iba a comer con él pero me gusta ponerme guapa todos los días, es algo que  practico a diario como el que es fiel a una religión, pues puedo permitírmelo en todos los aspectos, tengo un nivel económico solvente,  buen gusto para vestir y un cuerpo que mi amante dice que si pudiera….. me follaría a todas horas porque le encantan mis tetas, suaves y tersas, mi culo duro y respingón y mis piernas duras como el acero. Siempre me dice que soy muy guapa, no se si será del todo cierto pero dado mi éxito con los hombres….algo de cierto habrá.

El modelo que elegí sin saber lo que me esperaba no podía haber sido mejor……, llevaba un vestidito escueto, mucho escote y algo cortito pues era verano y aquí hace mucho calor, un buen sujetador de esos que hacen un escote que invita a poner en marcha la imaginación de cualquiera, un mini tanguita para que no se marcase bajo el vestido y como no!!! Unos unos zapatos con mucho tacón que estilizaban mi figura de una manera espectacular y todo ese conjunto envuelto en mi perfume, el que me identifica, ese que mis amantes dicen que solo lo puedo llevar yo pues lo han olido en otras mujeres y dicen que no es igual, que es solo para mi.

El camarero me acompañó a la estancia reservada, abrió la puerta y allí estaba él, tan guapo y elegante como siempre, pero no estaba solo.

Se levantaron los dos para recibirme,  mi amante y yo nos besamos en la boca, un piquito pues no era momento de hacer alarde de nuestros deseos y acto seguido me presento a su colega.

Se llamaba Conrado, aunque no había oído ese nombre en mi vida…. Puedo asegurar que jamás se me olvidaría.

No estaba nada mal, un tipo alto y bien vestido,  despedía elegancia  por todos y cada uno de los poros de su piel, vamos que mi imaginación empezó a trabajar a toda máquina.

Mi amante y yo nos miramos. De inmediato supe el sentido de aquella reunión. Sin previo aviso el muy cabrón me había cogido por sorpresa, quería ver mi reacción, quería saber como saldría de aquella encerrona, se iba a enterar, el sorprendido sería él.

Sentados ya en la mesa me dejaron elegir a mi el vino… “si, por favor, un par de botellas del mejor vino blanco que tenga”. Cuando llegó con las cubiteras , las copas y el vino, le dije que ya servia yo, que se marchase el camarero y que por favor cerrase la estancia y colgase el cartel de no molestar pues la reunión se iba a alargar más de lo previsto.

Cuando nos quedamos solos los tres…. El silencio era total,  mi amante esta alucinando pues  yo había tomado las riendas de la situación al minuto uno y Conrado…. Conrado era una víctima y no lo sabía.

Me levanté serví el vino de los tres y me quedé de pie mientras ellos seguían a la mesa sin saber muy bien por donde seguir…. O mejor dicho por donde empezar…

Yo de pie frente a ellos resbalaba mi dedo índice por el borde de la copa mientras les miraba con aires de grandeza y como no! Con un vicio brutal, ya me había puesto en situación y no me iba a parar nadie.

Metí mi dedo dentro de la copa y lo impregné de ese líquido color oro lo introduje en mi boca de la manera más sexy que os podáis imaginar y pude saborearlo poco a poco, metiendo y sacando el dedo una y otra vez , cerrando los ojos….. estaba delicioso, no quería imaginar lo que valdría cada botella, aunque pensándolo bien….. era barato, pues una putita como yo valía muchísimo más.

Mi boca estaba caliente y el contraste con el frio vino fue extremo, tanto que se me erizó la piel, eso provocó una reacción en cadena pues acto seguido noté que mis pezones tomaban vida y mi coñito empezaba a despertar …..

Tomé un trago quería notar rápido el efecto del alcohol en mi cuerpo para desinhibirme del todo, aunque  no me faltaba mucho pues me daba cuenta que era yo la que llevaba las riendas de la situación y eso me daba alas. Mi amante estaba encantado era como si durante tiempo y tiempo me hubiese estado enseñando a hacer estas cosas y hoy estaba ahí sola frente a dos hombres uno de ellos un completo desconocido.

Sin dejar de mirarlos,  bajé mi mano hacia mi escote y noté el sudor de mi piel, era verano y hacía mucho calor, pero en aquella habitación…. Hacía más todavía. Recogí esas pequeñas gotitas que mi cuerpo escupía para dárselas a probar a Conrado, no dijo nada, simplemente entre abrió la boca y dejó que le introdujese los dedos en ella. “MMmmmmmmm” fue lo máximo que acertó a decir y yo ya estaba poniéndome muy muy pero que muy cachonda así que cuanto antes entrase en acción  mejor.

Me senté a horcajadas encima de él y como el vestido era tan  cortito se me subió más de la cuenta dejando al aire mi suave culito en el que se podía ver ahora sí, mi tanguita….

Mi amante tiró de él, quería tocarme de alguna manera pero yo me giré y le dije que ahora no era su turno, quería centrarme por completo en Conrado, quería gozar  y disfrutar de la situación que me habían preparado.

Le besé en la boca, mmmm sexy muy sexy primero abrí mis labios y los junté con los suyos, y poco a poco fui metiéndole la lengua, se dejaba hacer…. Se dejaba llevar, así que le dí un morreo de esos que te dejan muerto, de esos que pides a gritos más y más,  sin dejar de besarlo mientras con una mano le iba acariciando la cabeza y la espalda, la otra la bajé hasta su entrepierna…guuuaaaaaaaaaauuuuu como tenía la polla…. Enorme, grandísima, con unas ganas terribles de ser liberada de su pantalón.

Con mucha destreza le desabroché y rápidamente pude dar libertad a tanto vicio contenido. La cogí con mi mano y empecé a pajearle, todo eso sin parar de besarle de la manera más salvaje, porque quería, porque me apetecía y sobretodo porque era el deseo de mi amante, quería dar satisfacción a los dos a la vez, cada uno iba a disfrutar a su manera.

Yo notaba como estaba de mojado mi tanguita y  cuando eso pasa…… ya no puedo parar me vuelvo muy muy loca y quiero de todo y más.

Me lo retiré hacia un lado y me metí la polla de Conrado de un solo movimiento, Diossssssssss  me lo estaba follando a saco, si seguí así pronto se correría dentro y no es lo que yo quería, así que aminoré el ritmo y le dije que si se corría me iría de la sala y los dejaría allí plantados a los dos.

El gemía, sus manos me sobaban sin parar, me bajó el tirante del vestido, me quitó el sujetador y empezó a lamer mis tetas, a morder mis pezones, no daba abasto y yo disfrutaba porque sabía que yo le gustaba y mucho,  y eso me hacía sentir como una auténtica diva.

Yo me arqueaba hacia atrás dado que él me cogía por la cintura con una mano y la otra la paseaba sin parar por todo mi pecho, me acariciaba… me excitaba y todo eso con su polla dentro de mí.

Me di cuenta que iba a correrse así que me la saqué y empecé a lamérsela….. Conrado no daba crédito a lo que le estaba pasando, en cuestión de media hora estaba viviendo la situación más heavy de su vida, ahí estaba el, su colega y la amante de su colega en plena orgia y todavía no habíamos terminado, él nos miraba a los dos sin saber muy bien que decir, por eso se dejaba llevar sin más. Cuando noté los primeros sabores de su lechita ácida cogí mi copa de vino, di un largo trago, le di a beber a él también  y cuando terminó bajé la copa hasta la punta de su polla y eyaculó dentro sin piedad.  Fueron largos chorritos de semen los que se mezclaron con los restos del vino……

(continuará)