Puta, mi destino, mi verga, mi amo.
Un poco sobre una perrita Bogotana...
Hoy quiero contarles cómo mi camino de puta inició...
Llevo con mi novio un par de años, pero desde que follamos por primera vez supe lo mal cogida que había estado antes… La primera vez que lo hicimos sangré y aclaro que no era virgen, pero había estado tan cerrada y poco explorada antes, que él me abrió y logró lo que nadie antes. Además, desde el inicio me hizo su puta en la cama: me daba órdenes como: “En cuatro puta” y siempre obedecía, me encantaba pensar que por fin había encontrado un hombre dominante que no dudaba en lo más mínimo de su hombría, de la verga que tiene y de cómo complacer a una mujer… Me la clavaba hasta que yo no daba más y seguía… eso siempre me excitó…
Hace un poco más de un año una noche me dijo:
-Vamos a subir a otro nivel, voy a hacerte la puta más puta de todas, la más caliente, la más deseada y te va a encantar, te voy a entrenar. Y siempre vas a ser mi puta, no importa cuántas vergas veas, chupes o folles, sé que siempre volverás a mí.
- Sí señor.
Y aunque suene increíble así ha sido, esta ha sido la mejor experiencia sexual de mi vida, pues me ha llevado a abrirme, a explorarme y a explorar un mundo inmenso de posibilidades que existe sin tener que cohibir ese lado salvaje que tengo, sin tener que detener a la puta.
De hecho, siento que cada cosa que he hecho me ha ayudado a liberar a la puta que hay dentro de mí, toda la sed de sexo y placer que aguardo a través de cumplir muchas de mis fantasías con él y sin él, y también he llegado a hacer cosas que jamás imaginé, que siempre pensé que estaban reservadas para las putas callejeras, pero me sorprendí siendo capaz de hacerlas, haciéndolas bien y lo más increíble: disfrutándolas.
Y aunque tengo que admitir que al principio lo que él me había dicho sobre que sin importar cuántas vergas viera o follara volvería a la de él, eso me parecía bastante ilógico y arriesgado, pero me siento más su suya que nunca, porque sólo él conoce ese lado salvaje y caliente de mí y en vez de intentar reprimirlo o tratar de alejarme de los placeres del cuerpo, o querer que los viva sólo con él, me lleva a explorarlo a vivirlo, a gozarlo.
No puedo negar que, además de impulsarme y llevarme explorar horizontes que jamás imaginé, tiene una verga inigualable y él lo sabe, por eso no le importa que vea o folle a otros, siempre regreso arrastrándome a él y le pido que me haga suya de nuevo, que me trate como a la más puta de las putas como sólo él sabe hacerlo y me encanta.
Me castiga, me pone pruebas, me hace hacer cosas que ningún hombre con inseguridades podría y eso me calienta demasiado, hace que vaya hasta mis límites y más allá y que sienta todo el placer que jamás había imaginado. Para contarles algunas cosas sencillas que hemos hecho, hemos ido a centros comerciales y entramos a las tiendas de ropa, buscamos la ropa más sugerente, corta, abierta, mostrona y me dirijo a los vestieres, él se queda afuera como aquel acompañante que ayuda a elegir la ropa, pero entonces salgo yo, vestida así, como una auténtica puta y modelo, me agacho, me muevo de un lado al otro por los mostradores y claramente atraigo las miradas, me miran con deseos y me excita imaginar cómo se ponen sus vergas duras mientras me ven y piensan “tiene que ser una zorra para salir así”.
En otras ocasiones vamos a zonas donde hay varios sex shops y me pide que entre a uno, que observe lo que más me gusta y pregunte el precio, detalles, formas de uso, especificaciones, y si la persona que atiende es un hombre, que de forma coqueta le pregunte “¿Qué me recomiendas?” y por supuesto, siempre trato de ir más allá de sus instrucciones, siempre pregunto por las cosas que me parecen deliciosas, los consoladores enormes, los de doble penetración, las colas de zorra, bolas anales, etc. Le he preguntado a los que atienden “¿Qué crees que dé más placer? no soy una chica fácil de complacer, pero tú tienes cara de saber cómo” no se imaginan como se ponen, cómo me miran, cuánto me excita… y siempre veo su pantalón para ver lo dura que se les pone.
Sé que esto es muy general, obvio hemos hecho cosas mucho más pesadas… pero en próximos relatos me encargaré de contar con detalles cada una de las cosas que hemos hecho...
Y queremos que nos den nuevas ideas, él quiere saber ¿Qué debería ponerle a hacer a una puta como yo? ¿Qué se les ocurre? ¿Cómo someterían ustedes a una puta así? Soy una putita abierta (literalmente) a sus ideas y sugerencias, me encanta probar, experimentar y sobretodo ser dominada, sometida y bien cogida.
Soy una yegua muy puta que vive en Bogotá y que tiene ganas de probar muchas cosas, mi correo es lina.rodriguez17@outlook.com