Punta Cana VII (Desenlace)
Primer día del año y última noche en Punta Cana. Es el momento de volver a casa, pero antes hay que terminar las vacaciones como mejor sabemos. Lo que pasa en Punta Cana, se queda en Punta Cana... ¿O tal vez no?
Era la mañana del 1 de Enero, estaba solo en mi habitación ya que Ivonne se había marchado. Me di una ducha y me fui a la habitación de mis padres a buscarlos para ir a desayunar. Llamé a la puerta y la abrió mi padre, acababa de ducharse porque llevaba la toalla rodeada a la cintura, me dijo que mi madre estaba en la ducha y mi hermana aún dormia a pierna suelta en la cama de mis padres, estaba completamente desnuda, boca abajo, podía ver su precioso culo, su cuerpo se movía cada vez que respiraba y tenia la cabeza ladeada y podia ver su bonita cara. Me quedé mirándola embobado.
-Es preciosa, ¿verdad?
-Si papá, la verdad es que si... Y cuando duerme, aún lo es mas.
-Es verdad, que carita mas dulce, dedpiertala anda.
-Vamos rubia despierta que ya es hora... (La di un beso en la mejilla y una palmada en el culo)
-Ayyy... ¿Que haces?... ¿Eres tontono que...?
-¡Buenos dias princesa!
-Ay... ¡Déjame en paz!
-Vamos, no seas perezosa y levántate... (La di otra palmadita en el culete)
-Pero que tonto eres...
-Uyyu que mal humor por la mañana...
-Jajaja... ¡Idiota...!
-Venga hija levántate que nos vamos a desayunar...
-Ya voy papá... ¿Y mamá?
-En la ducha cielo
-¿Qué tal has dormido mi niña?
-Muy bien papá
-¿Y tu que tal anoche Guillermo?
-Genial papá
-Lo suponia por los gritos que daba... ¿Como es?...¿Ivonne...?
-Si Ivonne. Pero vosotros también hicisteis ruido. Menos mal que ella no sabía quienes erais...
-Jajaja... ¿Estuvisteis hasta muy tarde?
-Toda la noche. Ivonne se ha marchado hace un rato, porque hoy no tiene que trabajar.
-Guiller pásame el tanga anda que está ahi porfa...
-Toma rubia... Umm... Dios que bien huele... Huele a tu chochito rubia...
-¡Pero que tonto eres!... Venga damelo...
-Toma anda...
-Gracias, voy a nuestra habitación a ducharme y a vestirme para irnos a desayunar...
-Toma hija, tu vestido y tus zapatos...
-Gracias papá...
Blanca se puso el tanguita y una camiseta de manga corta de mi madre para no salir desnuda de la habitación, aunque si lo hizo descalza. Cogió su vestido, sus zapatos y su bolso de la noche anterior que se lo dio mi padre, se despidió de nosotros con un piquito en los labios a cada uno y se fue a nuestra habitación para ducharse y vestirse. Cuando estaba lista nos fuimos a desayunar.
Después de desayunar nos fuimos a la playa para todo el dia, ya que era el ultimo dia y había que aprovecharlo. Comimos unas hamburguesas y unas pizzas en un snack bar del complejo en la playa, para no perder el tiempo y pasamos el resto de la tarde en la playa. Cuando comenzó a oscurecer nos marchamos a nuestras habitaciones para cambiarnos para la cena. De camino a nuestras habitaciones mi madre pasó a una tienda de estas de souvenirs para comprar unos regalos para la familia y sus amigas. No quisimos esperarla mientras compraba, mi padre la dio algo de dinero y los tres nos fuimos para las habitaciones. Cuando llegamos a la puerta mi padre nos propuso entrar a su habitación para disfrutar del jacuzzi por última vez. Lógicamente Blanca y yo aceptamos sin dudarlo.
Entramos y mi padre sacó unas cervezas del mueble bar porque estábamos sedientos, también sacó unas bolsas de snacks y frutos secos. Después del refigerio nos metimos en el jacuzzi a relajarnos un poco. Nos metimos con los bañadores, cerramos los ojos y desconectamos de todo, estábamos en la gloria. El silencio solo era interrumpido por el ruido de las burbujas, las mismas burbujas que hacían que las enormes tetas de Blanca pareciera que cobraran vida propia moviéndose y flotando en el agua. Pasado un rato Blanca que estaba frente a mi comenzó a tocar mi paquete con sus pies, yo la acariciaba las piernas, y mi padre que estaba junto a ella acariciaba sus tetas por encima del bikini. Mas tarde me acerqué hasta ellos y me senté a la derecha de mi hermana, dejándola a ella entre mi padre y yo. En ese instante comenzamos a besarnos y a meternos mano y magrearnos un poco. Cuando nos cansamos de besarnos y meternos mano por debajo del agua decidimos salir del jacuzzi para buscar la comodidad de la cama. Salimos nos pusimos las chanclas, nos secamos y nos dirigimos a la cama.
Llegamos a la cama y le quité a Blanca el bikini, llevaba puesto su favorito, el verde oliva con braguita de tanga que llevó a la excursión de Isla Saona y que tanto me gustaba. Cuando se desnudó Blanca se sentó al borde de la cama, mientras mi padre y yo nos quedamos de pie, nos quitamos los bañadores y nos quedamos desnudos frente a Blanca. Mi hermana agarró con cada mano una polla y comenzó a moverlas, aún estaban flácidas. Después se las metió en la boca primero una, luego la otra, mi padre y yo la tocábamos las tetas y la acariciabamos en la mejilla. Blanca nos hizo una mamada espectacular, empezó lamiendo los glandes con la punta de su lengua para después metérselas enteras en la boca, también lamía nuestros huevos, poco después tanto mi padre como yo estábamos totalmente empalmados. Comenzamos a follarle la boca a mi hermana por turnos, la haciamos garganta profunda provocándola arcadas, echaba mucha saliva y nos escupia en las pollas, en un momento dado acercamos las dos pollas a la boca y se las metió las dos a la vez, lógicamente no pudo meterselas mucho porque eran muy gordas. De sus ojos comenzaron a salir lagrimas que bajaban por sus mejillas. Me arrodillé y comencé a lamer su coñito, mientras ella se metió la polla de mi padre entre las tetas y comenzó a hacerle una cubana.
Blanca se tumbó en la cama boca arriba y mi padre y yo comenzamos a comerle las tetas, cada uno en una. Las sobábamos y mordíamos los pezones que ya estában completamente duros tiesos, además con nuestros dedos acariciabamos su coñito, que se estaba empezandoba humedecer, cuando sacabamos los dedos mojados los acercábamos hasta su boca y ella los lamia. Mi padre seguia chupando las tetas y yo me volví a bajar al pilón para comer su coñito. Separé sus labios con mis dedos y comencé a lamer el clítoris, hacía circulos y movia mi lengua de un lado paracel otro, Blanca se retorcia de placer. De repente giré mi cabeza y vi a mi padre junto a mi, el también empezó a comer el coño de mi hermana. Blanca se giró y se puso de lado, de esta forma mientras mi padre la comía el coño, yo la lamía el ojete, Blanca comenzó a arquear su espalda, su respiración era mas y mas profunda, conenzó a agarrarnos del pelo y a arañarnos con sus uñas en la espalda y en los hombros y se corrió.
Blanca seguía recostada de lado y mi padre se la empezó a meter desde detrás como si estuvieran haciendo la cucharita, yo le acerqué mi rabo a la boca para que me la comiera y sobaba sus tetas. Luego mi padre se tumbó encima de Blanca y la folló haciendo el misionero, las embestidas de mi padre cada vez eran mas fuertes, yo besaba a mi hermana en los labios, y mi padre seguia percutiendo el coño de su hijita, cada vez la daba mas fuerte y tanto fue asi que se corrió dentro del coño de Blanca. Cuando se retiró, agarré de las piernas a mi hermana, y la di un giro brusco dándole la vuelta. La puse a cuatro patas, me situe tras ella y comencé a metérsela, su coño estaba chorreando con sus fluidos mezclados con la leche de mi padre. Mientras follaba a Blanca, ella también se movía sincronizando su cuerpo con el mio para recibir mas placer. Mi padre que habia estado un tiempo tumbado junto a nosotros mirandonos y se le había bajado la ereccion, se sento apoyado en el cabecero de la cama, Blanca comenzó a mamársela, yo seguía dándola por detrás, agarré su coleta rubia, le di un par de vueltas sobre mi muñeca y tiré con fuerza, al mismo tiempo con mi otra mano la daba cachetes en su culo, que como os he dicho otras veces la vuelve loca, pude observar que mi padre se había vuelto a empalmar, los gemidos Blanca se mezclaban con los suspiros de mi padre, con los mios y con el ruido que hacían mis huevos chocando contra su culo. De repente sonó la puerta de la habitación, era mi madre que acababa de llegar.
Mi madre entró en la habitación, dejó en el suelo las bolsas con los regalos que había comprado y vino hacia la cama. Según iba acercandose a la cama se fue quitando el pareo, y el bikini amarillo de tanga, cuando llegó a la cama lo hizo completamente desnuda, con una mano se sobaba las tetas y con la otra se acariciaba el coñito, sus dedos desparecían entre los pelitos morenos de su chochito, al mismo tiempo se mordia los labios, poniendo una cara de vicio y lujuria que me daba mas morbo aún. Cuando llegó a la cama besó a mi padre en los labios, después me besó a mi, le dio unos cachetes a Blanca en el culo y se situó tras de mi. En ese preciso instante acarició mis huevos por detrás y me dio un par de cachetes en el culo, incitándome a follar mas fuerte a mi hermana, y después comenzó a lamer mi ojete y mis huevos por detrás.
Se la saqué a Blanca y la dejé con mi padre, y yo me puse a comerle el coño a mi madre. Mientras lamía su clítoris e introducia mis dedos en el interior de su coñito, mi padre se tumbó boca arriba y mi hermana lo empezó a cabalgar. Yo me tumbé boca arriba junto a mi padre y mi madre se situó encima de mi y empezamos a hacer un 69. Lamí su rajita desde atrás y subí hacia arriba para lamer también su culito, separaba las nalgas con mis manos y podia ver ese tesoro redondo y oscuro de mi madre, además de la punta de la lengua, la metí los deditos. Mi padre alargaba el brazo para tocarle el culo a mi madre, mientras chupaba las tetas de Blanca que lo cabalgaba como una loca.
Cuando mi madre se cansó de hacer el 69, acercó su rajita hasta mi polla, la agarró con su mano y se la colocó en la entrada de su coñito. Al principio no se la metió, sino que empezó a rozar mi glande con su clítoris, después de un rato, se dejó caer y mi polla desapareció dentro de su coñito, estaba muy mojado y mi polla entraba y salia con facilidad, mi madre y mi hermana comenzaron a besarse y a tocarse las tetas mientras nos cabalgaban a mi padre y a mi.
Tras un buen rato imitandonos las dos parejas, mi hermana se levantó de encima de mi padre y se colocó detrás de mi madre y comenzó a estimularle el ojete, primero lamiéndolo y luego con los deditos y lubricante, y mi madre cada vez gemía mas fuertemente. Mi padre se levantó, se puso de pie en la cama, con un pie en cada lado de mi cara y le acercó la polla a mi madre en ma boca, y ella la comenzó a succionar. Entonces Blanca desapareció, la vi de ir al armario de mis padres y buscar algo en una maleta, pero como estaba de espaldas no podia ver lo que era, solo podia ver su precioso culazo y su larga melena rubia con una coleta que tapaba la mitad de su espalda. Cuando se giró para volver a la cama me quedé de piedra con lo que vi. Mi hermana se había puesto un cinturón con un arnés y con una enorme polla negra de goma, debia medir unos 25 centímetros y tenía un grosor considerable.
Blanca llegó hasta la cama, se situó detrás de mi madre y le metió la enorme polla de goma en el ojete. Mi hermana y yo le estabamos haciendo una doble penetración anal vaginal a mi madre. Mi padre por su parte se bajó de la cama, se colocó detrás de mi hermana y tras un breve rato estimulándo su ojete empezó a encularla. La situación era alucinantemente morbosa, mi hermana y yo follándonos a mi madre y al mismo tiempo mi padre sodomizando a mi hermana. Los cuatro estábamos completamente conectados, eramos solo uno.
Mi madre nos mandó parar, se dio la vuelta y comenzó a cabalgarme dándome la espalda, Blanca se echó encima de ella y le metió el consolador a mi madre en el coño. Ahora la doble penetración era vaginal. Mi madre bufaba con su coño lleno de pollas una de carne y otra de goma. Mi padre seguia enculando a mi hermana. Entonces noté como el coño de mi madre comenzó a coger vida propia, comenzó a absorber y estrujar mi polla en su interior mientras mi madre ya no gemía, si no que gritaba. Comencé a correrme dentro del coño de mi madre al tiempo qur se corria ella tambien. Cuando se levantó gran cantidad de sus fluidos mezclados con mi semen salieron del interior de su coño y cayeron sobre mi cuerpo. Mi padre se corrió dentro del culo de Blanca, quien se quitó el arnés, se puso en cuclillas en el centro de la habitación, e introdujo el enorme consolador negro en su chochito y comenzó a masturbarse mientras nosotros tres la mirabamos desde la cama.
Tras unos minutos en los que no paraba de gemir, su coño comenzó a sonar como si chapoteara y un enorme grito salió de lo mas profundo de su garganta, acompañado de unos enormes chorros de fluidos que manaron del interior de su coñito, poniendolo todo perdido. Cuando terminó de correrse se tumbó en el suelo rendida, retorciéndose de placer, su vientre subía y bajaba de forma violenta, le costaba respirar. Después descansamos un rato y cuando nos recompusimos, nos metimos al jacuzzi a relajarnos un rato. Después nos dimos una ducha y nos cambiamos para irnos a cenar. Tras la cena nos fuimos a la terraza de la piscina grande a tomar unos coctails.
-Bueno chicos esto se acaba...
-Si mamá
-Que pena joder...
-¿Qué tal lo habeis pasado?
-Genial mamá... Han sido las mejores vacaciones de mi vida...
-Y pensar el cabreo que os pillasteis por no poder ir en verano...
-Jajaja, es verdad, tienes razón papá...
-Me alegro que os haya gustado mi vida
-Si, sobretodo el jacuzzi de vuestra habitación...
-Jajaja a vuestra madre y a mi también, ¿Verdad Cristina?
-Ya te digo cielo... Bueno chicos cambiando de tema, yo estoy muerta y mañana nos espera un largo dia, me voy a la cama... Julio mi amor, ¿Vienes?
-Si Cristina cariño vámonos...
-Chicos vosotros si quereis, iros a la disco un rato...
-Si mamá, aunque no tardaremos mucho tampoco... ¿Vamos rubia?
-Si Guiller, vamos a bailar un poco...
Llegamos a la disco, nos fuimos a la zona de música latina, pedimos unos ron colas, y estuvimos un buen rato hablando en la barra, recordando anécdotas de las vacaciones. Entonces pusieron un tema de bachata que le encantaba a Blanca, me cogió de la mano y me sacó a la pista. Entonces empezamos a bailar. Mi hermana se pegaba a mi mas de la cuenta, se frotaba con mi cuerpo, estaba cachonda como la primera noche que llegamos. Comencé a acariciar su culo, ella me agarró de la cara y me besó, cuendo terminamos de jugar con nuestras lenguas me pidió que la hiciera el amor en la playa.
Cogí a mi hermana de la mano, nos fuimos de la disco, y tomamos la calle que bajaba a la playa, todo el trayecto fuimos besándonos. Cuando llegamos a la playa había mas parejas como la noche que fui allí con Ivonne. Salimos corriendo hasta llegar a la orilla. Cuando llegamos nos tumbamos en la arena y comenzamos a besarnos haciendo la croqueta. Nos desnudamos mutuamente y nos metimos al agua. Cuando llegamos al agua, mi hermana se agarró a mi cuello y subió sus piernas cruzándolas por detrás de mi culo, seguía besándome, acerque mi polla a la entrada de su coñito y empezamos a follar. La verdad es que tampoco se le podía llamar follar, mas bien era hacer el amor, era todo muy romántico, parecíamos mas una pareja de novios, que dos hermanos incestuosos, miembros de una familia incestuosa, y que follábamos por puro placer desde hacia varios años cuando una noche en nuestra casa del pueblo pillamos a nuestros padres in fraganti, y nos sumamos a la fiesta y comenzó todo.
Sali del agua con Blanca todavía en mis brazos, al salir tropecé y caimos al suelo y comenzamos a reirnos. Blanca se situó encima de mi y empezó a cabalgarme, se inclinó hacia delante ofreciendome sus tetas. Continuamos así y volvimos a hacer la croqueta y quedé yo encima de ella. Apretó fuerte sus talones en mi culo y con sus manos acariciaba mis hombros, mientras continuabamos besándonos, aceleré el ritmo de mis embestidas y me corrí dentro de su coñito. Cuando terminamos volvimos a bañarnos y nos quedamos un rato mirando la luna llena reflejada en el mar, hasta que nos fuimos a dormir.
Al dia siguiente bajamos un rato a la playa, luego hicimos las maletas y despues de comer un autobús nos recogió y nos llevó al aeropuerto. Nada mas despegar Blanca se acurrucó sobre mi regazo y se durmió, yo también lo hice. Blanca me despertó tocando mi nariz con su dedo y me dio un mordisquito en la oreja. Volvimos a recordar anécdotas de las vacaciones, entonces la azafata se acercó y nos indicó que nos abrocharamos los cinturones porque ibamos a aterrizar. Blanca ne dio un beso y me dijo una última cosa...
-Guiller te quiero decir algo...
-Dime rubia...
-Creo que me he enamorado de ti...
-No digas tonterias...
-Guiller...
-Dime...
-Hace un mes que no me baja la regla...
-¡No jodas!
-Pero no me importa... La noche de Reyes se lo diré a papá y mamá...
-Buen regalo les va a dar si....
Así terminó nuestra conversación, porque el avión inició la maniobra de descenso. Lo que pasa en Punta Cana, se queda en Punta Cana... ¿O tal vez no...?
FIN