Pulsaciones
Poesía erótica.
Pulsaciones
Al mismo tiempo,
que las pulsaciones disparadas de nuestros corazones
están intentando
derrumbar las paredes de nuestros pechos,
quiero ir allí,
donde está la perla
de tu deseo sexual.
Allí donde está el pistilo
de tu placer sexual.
Tocar esa llave
y riendo orgulloso.
Que no quiera tener ningún motivo
para irse a descansar temprano hoy,
beneficiando paulatinamente mis intenciones.
Después quiero ponerte bien bocabajo,
mi corazón,
que la zona perianal te la quiero dejar
dulzona con mis movimientos de lengua.
Rascar lingualmente todas las picazones
que puedas llegar a tener ahí.
Chocar repetidamente
el vértice de mi lengua
con tu anillo más secreto
y más enigmático.
Hacer pequeños círculos
con el vértice de mi lengua
en tu anillo más confidencial.
Tu anillo menos conocido.
Dejarte toda la zona pudenda,
más empalagosa que la miel.
Hacer del sexo oral
una de las más estupendas tradiciones,
contigo.
Este placer sin tasa es necesario,
y hay que darle rienda suelta.
Este gozo es necesario,
esta diversión es necesaria.
Este entretenimiento,
este deleite,
este recreo,
este regocijo,
esta dicha,
esta complacencia.
Más para ti que para mí,
no importa lo corto que pueda llegar a ser.