¿Puedo llevar una amiga?
...una vez que uno cruza esa línea que separa la locura de la cordura, no hay vuelta atrás. Contiene: Trío MMH. Embarazo. Dominación. Violencia leve.
Parecerá
una frase hecha, pero no hay
nada
más
cierto que es
o de
"las cosas salen mejor cuando no se las planea".
La calurosa mañana de un domingo desperté con fuertes deseos sexuales.
La clase de deseos que sabes que una paja no te va a calmar.
Mi primera idea fue
contacta
r alguna amiga para invitarla a mi departamento y pasar
el
día
juntos
pero no
conseguí
quedar con
ninguna.
Evidentemente los domingos por la mañana nadie
está
disponible.
Mi segunda idea fue la de buscar alguna dama de compañía en el Internet.
Ten
í
a
la idea de que era sencillo
encontrar
chicas por Internet
,
pero pequé de ingenuo,
sorprendentemente no encontré demasiadas opciones.
Obtuve 4
números
, e
i
ntente ponerme en contacto con las chicas sin embargo solo me fue posible comunicarme con una.
Se presentaba como Leticia.
Y se describía a
sí
misma como una madura caliente.
-Hola que tal,
L
eti
?
-
S
i?
-
T
e saluda
Robert
. Vi tu
n
ú
mero
en un anuncio
.
-
A
ja
?
-
E
stas
disponible hoy?
-
E
n este momento no, llámame en una hora y te confirmo.
-
D
ale
, no hay problema.
Me resultó desalentador el tener que esperar tanto tiempo para
saber si Leticia
pod
í
a
venir o no.
Entonces
decid
í
a
provechar
la mañana y me distraje en otros asuntos concernientes a la limpieza de mi departamento.
Sin darme cuenta paso la hora que Leticia me
hab
í
a
pedido, y esta vez fue ella
quien llamó.
-Hola
Robert
.
-Hola Leticia, dime que si nos vemos hoy.
-Si. Si puedo.
-
Qué
bueno. Ahora con este calor
que hace nos tomamos una cerveza o un
whisky y la pasamos bien
rico
.
-
E
stá
bien,
amor,
pero
puedo ir con una amiga?
-
U
na amiga? C
ó
mo es
eso?
E
lla
también...
-
N
o,
N
o, ella
est
á
embarazada
,
se
est
á
quedando en mi casa
y
no quiero dejarla sola
.
-
M
mm
no lo
s
é
, te
ser
é
sincero es la primera vez que estoy haciendo esto y no
s
é
c
ó
mo
funciona.
-
E
lla no incomodara en nada, puede estar en otra parte
, mientras tu y yo estamos juntos.
-Bueno,
est
á
bien. Te paso la dirección en un mensaje.
No sentía demasiada confianza respecto a la compañía de su amiga. Después de todo iba a ser la primera vez que iba a quedar con una
escort
y ya de por si estaba nervioso.
Le envié la dirección y quedamos en el precio, que me pareció bastante económico para lo que pensaba.
Mi
nerviosismo
empez
ó
a desaparecer con la primera cerveza que tom
é
durante la espera por Leticia. A la segunda cerveza ya estaba al palo, a la tercera sonó el timbre.
Corrí a la puerta, y pregunte:
-Quien?
-Soy Leti.
Mi
corazón
palpitaba con fuerza y
abrí
la puerta
rápidamente
.
El primer golpe de vista fue algo fuerte. En mi mente me había hecho
la idea
de que Leti era una
M
ILF
espectacular
,
pero lo cierto es que en realidad era una señora mayor bastante venida a menos. La gruesa capa de maquillaje poco o nada
hacía
por ocultar la edad de la señora.
Sin embargo j
unto a ella se encontraba una señorita mucho
más
joven, morena, de lacios cabellos negros
recogidos en una cola de caballo
. Ella v
estía un largo vestido de color naranja atravesado por franjas rojas, el vestido iba bastante
ajustado a su cuerpo y
hacia que su torso luciera
bastante apetecible.
El embarazo
había
hinchado sus senos hasta hacerlos lucir gigantescos. Yo le calculaba unos
8
meses a juzgar por la
dimensión
de su barriga
.
Las invite a pasar al departamento y nos acomodamos los tres en la sala. La embarazada en el sillón
más
grande, yo y Leticia frente a frente en los sillones individuales.
De entrada y a pesar de la cerveza m
e costó mucho intentar socializar con las chicas
. Es que L
eticia
no era para nada lo que esperaba. No
había
forma posible de que ella me calentase. Era una señora muy mayor, yo creería que incluso tenía hasta nietos.
No es que me disgustara la idea de follar una abuela, pero hay abuelas y
Leticias
.
Sus senos estaban
caídos
, llevaba una blusa y
brasier
negros.
Además
de una falda que era demasiado corta para su edad, y para su celulitis.
Como había prometido le ofrecí cerveza y whisky, ella prefirio lo segundo, la embarazada
prefirió
un jugo de naranja, yo en cambio fui por otra cerveza.
A
l calor de las copas la
situación
se
fue acomodando
. Empezamos a c
onversar con mayor confianza
. Descubrí entre otras cosas que la embarazada
respondía
al nombre de
Paola.
Ya entrados en temas sexuales Leticia
contó que llevaba años en el negocio y que hace años también
había
perdido la cuenta de los hombres con los que
había
estado y que la
última
de sus
víctimas
había
estado con ella apenas la noche anterior
.
La
situación
de Paola era diferente, ella si
tenía
meses sin sexo. De hecho, la
última
vez que lo tuvo, quedo embarazada. La
situación
despertó
risas en Leticia, en mí y finalmente en Paola, que me dio la impresión de que no podía dejar de mirarme. Y a decir verdad cada tanto yo también me quedaba colgado mirando sus hinchados senos.
Podría llevar un bebé dentro pero un par de tetas es irresistible a la vista.
De pronto en la sala del departamento
ya reinaba un ambiente de confianza
. Leticia, experimentada, seguramente sabía
cómo
manejar la situación porque de pronto
empezó
a elogiarme, a decirme cosas,
que era el chico
más
guapo que se iba a comer, que la calenté desde que me vio. La carne es
débil
, de pronto la idea de follarme a esa vieja
ya
no parecía tan descabellada.
Fui por otra cerveza, le serví
más
whisky a Leticia y
p
use algo de música. Ella se puso de pie y
vaso
en mano
empezó a bailar. Yo ya estaba
algo mareado por la birra
y
empecé a bailar junto a ella. Me empezaba a calentar mucho
la situación.
Estábamos
bailando muy pegados y Paola miraba curiosa toda la situación.
L
eticia me acariciaba
ocasionalmente,
y ese contacto
me iba
encendiendo lentamente
.
En medio de la danza Leticia quedo detrás de
mí
y yo quede de frente a Paola, entonces impunemente Leticia poso sus manos sobre mi bulto y
empezó
a acariciarlo sobre mi pantalon ante la atenta mirada de la embarazada.
Las manos de Leti
recorrían la
extensión
del bulto
que se marcaba en mi pantalón.
Mi rostro se llen
ó
de placer, los años no habian pasado en vano para Leti, quien
definitivamente
sabia como manejar una verga.
De pronto las
hábiles
manos de Leticia soltaron
el
bot
ó
n
de mi pantalón y desli
zaron hacia abajo
mi cremallera
. Paola tenia la mirada clavada en la situación y yo tenía mi mirada clavada en sus gigantescos pechos.
Entonces
Leticia
dej
ó
salir mi pene
de la prisión en que estaba
.
A
prisionado dentro de mi ropa interior no
había
podido adquirir toda su magnitud
. Sin embargo la cabeza ya se mostraba lubricada debajo de la cobertura del capuchón. Leticia la acariciaba al bailar por lo que el miembro iba cobrando grosor y longitud.
Las venas alrededor de mi tronco, se
volvían
duras ante el veloz
bombeo
de sangre recorriendo mi falo.
Quien estaba encantada con la situación era Paola
.
Mientras
seguíamos
bailando
,
Leticia me masturbaba
delicadamente
, con mi miembro al aire y ganando en longitud y grosor, mi mirada se perdía entre los senos de Paola
, a la vez que Leti dejaba al descubierto mi glande ante cada recorrido que su mano daba a mi mástil.
En mi sala
ya
no
había
lugar para los buenos deseos, ni
maneras
.
Al punto que
Leti y yo
ya
tomábamos
el whisky directamente de la boca de la botella.
Ya ni disimulaba que las tetas de la embarazada me volvían loco, que su mirada clavada en lo que Leticia me hacía era lo que realmente me estaba obnubilando.
Sin dudas, l
a situación se tornaba cada vez
más
excitante.
Leticia me masturbaba con mayor vehemencia al bailar, sus dos manos no bastaban para cubrir la
extensión
de mi
mástil. La
situación
de pronto se vio interrumpida cuando Paola se
empezó
a ponerse de pie.
-
A donde te vas?
Le pregunte
enojado
haciendo señas de que no se levante.
-
A la cocina, allí
atrás
, los dejo solos.
-
No,
tú
te quedas aquí.
Dije
con autoridad
mientras me acercaba cada vez
más
a ella, a la vez que
me acercaba,
su mirada
s
e
pod
í
a
sostener menos en la mía y se deslizaba hasta llegar a mi verga
a medida que me
acercaba
más
a ella.
-
Que paso? Tenías mucho sin ver una?
Le pregunté.
Paola se había quedado muda. Ya frente a ella le pedí que la acaricie, lo que causo que se sonroje y agache la mirada.
-
Se hace la que no quiere pero se muere de ganas.
Dijo Leticia quien se
había
convertido en espectadora. Me agache frente a Paola y sin respeto alguno por ella y por el ser que llevaba dentro toque su seno izquierdo, lo sostuve entre mis manos y lo estruje con delicadeza. Me
sorprendió
la suavidad de su pecho.
Paola no emitió quejido o rechazo alguno. Entonces agarre sus dos senos, los junté, los separe, los acaricié y di un beso en cada uno. Me puse de pie y puse mi pene frente a ella.
Acaricié su lacio cabello,
Paola levantó la mirada y sin pensarlo
más
engulló mi pene. Primero la cabeza y poco a poco fue introduciendo el resto.
-
Te dije que se moría de ganas.
Dijo entre risas Leticia
.
P
ensé
que tal vez le incomodaría verse superada por su acompañante, pero estaba muy tranquila. Quien empezaba a perder la cordura era Paola que no
podía
despegarse de mi tranca, la lamia y chupaba con
devoción. Estaba empeñada en disfrutar cada
centímetro
, cada vena, cada textura.
Poco o nada me importo
su embarazo cuando empecé a empujar
más
y
más
mi verga dentro de su boca.
Me excitaba sentirla abriendo más su boca permitiendome que mi pene llegue a lo
más
profundo de su garganta.
Y
la verdad,
una vez que uno cruza esa
línea
que separa la locura de la cordura, no hay vuelta atrás. Le hice señas a Leticia de que se nos una. No dudo un segundo. Dio un sorbo de la botella de Whisky. Me la ofreció y di un sorbo
m
ientras los pechos de Paola bamboleaban a la vez que mi verga entraba y
salía
de su boca.
Le pedí a Leticia que me desnude,
entre besos y caricias me quitó la camisa. Luego de rodillas
me ayudó a quitarme el pantalón. Ahora completamente desnudo como estaba
sentía
que con la ropa también se había ido todo pudor y respeto.
Saque mi verga de la boca de Paola y empecé a golpear su rostro con mi verga. Paola no se lo
esperaba
y me miro con desaprobación y rechazo
.
-
Tranquilo, q
ue
te
pas
...
No termin
ó
de decir la frase y le di una cachetada que la dejo muda. Leticia
también
estaba atónita
con la situación. Los ojos de Pao estaban ya rojos por la mamada que me daba,
ahora se habían vuelto vidriosos.
-Eres un animal.
Dijo Leticia que se estaba poniendo de pie muy enojada.
-
Quédate
, t
e voy a
pagar
a ti y a ella
el triple de lo que
habíamos
acordado.
Dubitativa,
Leticia se puso de rodillas de nuevo.
-Que mierda te pasa Leticia, no
ves que me pego?
-Necesitamos el dinero Pao
.
La situación no podía ponerse mejor. Agarré a Paola de los pelos y levanté su rostro dejando mi verga delante de ella nuevamente.
-Sigue mamando.
-Despacio recuerda que
está
esperando un bebe.
Me dijo Leticia suplicante, pero
Paola se mostraba reticente. Escupí su rostro,
la
a
garré
del cabello
y
empecé a pasar mi glande por la saliva que había quedado en su cara.
-
Chúpalo
.
Le pedí y
Paola no puso
más
oposición y se dedicó a
continuar
con su faena de sexo oral. Leticia miraba la situación asombrada.
Su asombro
únicamente
se vio interrumpido ante mi pedido de que ayude a Paola a ponerse de pie y la desnude para mí. No pasó un segundo de que la embarazada se despegó de mi verga y ya extrañaba sentir su boca.
Delicadamente ayude a
Leticia a
quitar el vestido de Paola.
Jamás
imaginé que una mujer embarazada pudiera verse tan sensual. Su ropa interior gigantesca.
Su barriga hinchada, sus pechos enormes
, su ancha cadera. Todo me
parecía
tan rico
, tan exótico.
-Bájale
el interior.
Le dije a Letici
a, que en un 2x3 ya estaba de rodillas
deslizando
el interior blanco de la embarazada.
-
Ayúdala
a ponerse de rodillas.
Pao
quiso
oponerse pero una nueva cachetada la
sometió
. Una vez las dos estuvieron de rodillas,
empecé a pasar mi verga por el rostro de Paola, dando leves azotes con mi
mástil
sobre su frente y mejillas.
Mientras, l
e hice señas
a Leticia
que me alcance el
cinturón
de mi pantalón. Una vez que tuvo el
cinturón
le pedí
-
Átale
los brazos atrás del cuerpo.
-Por favor tengan cuidado.
Pidió
suplicante Paola. Mientras
Leticia
ataba a su amiga, se me ocurrió una perversa idea,
me dirigí a la cocina
y
busqu
é
un cuchillo. Las chicas estaban petrificadas al verme entrar.
-Te suplico que no me hagas daño.
Dijo Paola cuando vio que me acercaba a ella con el cuchillo.
Cerró los ojos con fuerza.
Su respiración se
cortó
cuando
sintió
el frío del metal sobr
e
la parte central
su
pecho. Con un
rápido
movimiento corte su
brasier
. Y de su interior
cayeron dos
enormes globos de
morena
carne
.
Sus
pechos
,
normes, inflados, preciosos
, me calentaron salvaje mente.
Su aureola estaba muy oscura producto del embarazo, su
pez
ó
n
tenía
el tamaño y forma de un chicle masticado,
pasé el cuchillo con mucha delicadeza
alrededor
de su pezón y aureola
y me complació sentir su dureza cuando lo apreté entre mis dedos.
A pesar de la violencia, la embarazada disfrutaba de la situación. Los pezones no mienten.
Arroje el cuchillo al otro extremo de la sala.
Y no fue hasta entonces que Leticia volvió a la vida, temblaba.
Para sacarla del susto
pedí a Leticia que bese el cuello de Paola mientras yo me arrodillaba y me aprestaba a
devorar
los pechos de la embarazada. Entonces pasó algo que me genero mucho placer,
uno de los mayores y
más
perversos de mi vida.
A
l arrodillarme, mi glande se deslizo a lo largo de vientre. Mi caliente verga se
resbalo
por su barriga de embarazada
dejando rastros de
líquido
preseminal
sobre el vientre
y
cuando quede justo delante de sus pechos, mi verga
quedo pegada a ella
.
D
e rodillas
empecé
a chupar sus pezones
, a lamer sus aureolas, a succionar sus picos como si no hubiera un mañana.
Entonces
la tarde dio
otro giro inesperado, sus pezones dejaron de saber a nada y de pronto
un delicioso sabor empezó a inundar mi boca, me despegué de sus senos y vi como del seno que chupaba goteaba un
líquido
blanco, que reconocí como leche.
Le chupé tanto los pechos que le saque leche. Mientras Leticia seguía comiendo el cuello y la nuca de su amiga, quien empezaba a bloquear el miedo y se dejaba llevar por el placer, ese que no sentía hace meses.
Deje de lado e
l
pecho
del que salió leche
y empecé a chupar el otro,
una vez
más
lo chupe con tal vehemencia que saqué leche de su seno. Pero esta vez no trague ese delicioso
néctar
, lo guarde en mi boca, me puse de
pie
y
e
scupí parte de la leche sobre Paola
.
La mujer s
e mostr
ó
asqueada
.
Agarre a Paola del cabello
, con mi glande limpié la saliva y la leche materna de su cara,
y
con fuerza
la puse a chupar
. M
ientras Leticia
había
encontrado
su lugar en el mundo comiendo el c
uello
y espalda
de la embarazada
. Ocasionalmente lanzaba
miradas curiosas
a la felación que su amiga me daba.
Ahora,
Paola
parecía
no
disfrutar
lo
que le
estabamos
haciendo
.
-Leti, y si juegas un poquito con la conchita de Pao?
-No por favor, puede ser peligroso.
-Pao, tranquila, yo no te voy a hacer daño,
Dijo Leticia mientras empezaba a acariciar el coño de la embarazada.
Bastaron un par de caricias y
Paola
volvió
a sentirse en confianza, su rostro denotaba que
volvía
a disfrutar la
situación
.
Tenía
una verga
llenándole
la boca, y un dedo
curioso
recorriendo su vagina. A medida que Paola disfrutaba, yo retomaba mi violencia. La agarraba del cabello y la metía hasta el fondo de su garganta. Mi verga salía de su boca llena de hilos de
saliva. Y golpeaba su rostro con la base de mi glande.
-
Wow
Se asombró Leticia.
-Mira lo mojadita que esta.
-Te gusta lo que te estamos haciendo?
-Si...
No termino de decir y volví a escupir el rostro de Pao.
- Si? Te gusta?
-
S...
Una bofetada la interrumpió. La agarré del cabello nuevamente y
empecé
a follarle la boca. Noté que
finalmente
a
mbos
disfrutábamos
mucho la situación. Mientras, Leticia
segu
í
a
masturbando
por la espalda
a su amiga.
Entonces
fui testigo del
más
grande orgasmo que haya visto nunca a una mujer, la vehemencia del orgasmo hizo que Paola se separe de mi verga arqueando su cuerpo hacia atrás quedando pegada a Leticia, quien una vez
vio que su amiga
llego al ciel
o del placer,
empezó a estimularle los senos
ocasionando
que sus dedos se humedezcan ahora no de los jugos vaginales de Pao, sino
de pequeñas gotas de
deliciosa leche materna.
Pao estaba obnubilada, no
había
vuelto a la tierra,
seguía
viajando por el espacio en medio de un orgasmo, el verla
así
, con su rostro lleno de saliva, su propia leche y liquido
preseminal
era una imagen demasiado preciosa, pero faltaba una pincelada mas para culminar la obra de arte.
Empecé a masturbarme
delante de ella
y eyacule sobre su
moreno r
ostro
.
G
ruesos chorros de espeso semen cayeron sobre su
cara
. Finalmente la obra estaba
concluida
. Paola seguía disfrutando de su orgasmo. Agarre ahora a Leticia del cabello, de rodillas la llevé hasta quedar frente a Paola y entendió el mensaje
, e
mpezó a lamer el semen, la leche y la saliva del rostro de Paola.
-No te lo
vayas a tragar, no es tuyo
.
Una vez Leticia la limpió a su amiga. La jalé y la hice ponerse de pie. De un golpe con mi
fl
á
cida
verga sobre su rostro, desperté a Paola de su sueño.
-Abre la boquita.
La embarazada no opuso resistencia. Leticia se agacho y
escupió
todo el contenido de su boca dentro de la boca de Paola. Quien de un trago desapareció el coctel que le había preparado. El ver lo cerda que fue Pao me calentó de nuevo. Junto a Leticia la ayudamos a ponerse de pie, la desatamos y la dejamos descansar en el sillón.
Me senté junto a ella y la bese con mucha delicadeza, le pedí disculpas por la violencia. A lo que ella respondió con una sonrisa, me d
ijo
que al inicio le
hab
í
a
costado
, que estaba muy asustada
pero termino disfrutando mucho la situación. Intercambiamos caricias, yo acariciaba su
vientre y ella masturbaba mi verga que estaba erecta de nuevo. Leticia nos miraba sonriente desde el otro extremo de la sala tomando whisky.
-
Déjame
seguirla chupando
.
Me pidió Paola casi suplicando. Me puse de pie y esta vez fue ella quien manejo la situación. Me dio una gran mamada, con mucha pasión, se notaba cuanta falta le
había
hecho sentir una verga. No tarde demasiado en acabar dentro de su boca. Dos gruesos chorros cayeron en su lengua y tres chorros
más
finos fueron directamente por su garganta. Gustosa,
Paola se tragó la leche.
Una vez concluida la faena,
la embarazada
me presto el baño y se dio una ducha. Mientras Leticia y yo acordamos el tema económico. Como habiamos acordado le pague el triple de lo prometido, mas unos ahorros extras para Paola
y su bebé
Finalmente nos quedamos un rato conversando en la sala. Paola estaba preciosa, estaba feliz y como su
brasier
había quedado inservible sus enormes pezones
y morenas aureolas
se marcaban
debajo
su vestido, incluso pude distinguir una mancha de humedad producto de su leche materna
formándose
sobre uno de sus senos.
Nos despedimos y nos prometimos que
después
de
que
Pao
dé
a luz nos volveríamos a ver. Le hice prometer a Paola que la primera verga que
tendría
dentro siendo oficialmente mamá seria la mía.
Cuando se fueron las chicas me di cuenta de que efectivamente
"las cosas salen mejor cuando no se las planea".
Me
haría
muy feliz y me
motivaría
un
montón
a seguir escribiendo mis experiencias,
el recibir sus opiniones, criticas y sugerencias sean positivas o negativas. Por favor y muchas gracias.
-