Puebleando Ando Capitulo 3

Después de despertar en una jaula con un pepino como dildo y una zanahoria cómo buttplug (un desayuno nutritivo). Nuestra protagonista se convierte en caballo de molino. Los del pueblo tienen buenos métodos para que le sea llevadera la tarea.

Después de pasar la noche en la jaula con una manzana en el estómago, una zanahoria en el ano y un pepino en la vagina. Nuestra protagonista se acostumbra a su nueva realidad.

Después de divertirse con la comida, el hambre fue empeorando cada vez más. No tuvo más remedio que retirar su fuente de orgasmos y comerla. Sus manos estaban sujetas aun a las cadenas del cinturón, así que no podría alcanzarlas de su lugar. El pepino fue muy fácil, sus jugos lo aderezaban tan bien, que salió con facilidad.

Para sacar la zanahoria, la única manera que podía ayudarse era con los pies. Usando su talón, pudo jalar el condón y a una mano pudo abrirlo para sacar la zanahoria.  Comer el pepino y zanahoria en una jaula sin poder usar bien las manos, no es tarea fácil. Ya les platicara ella eso algún día.  Pero podia hacerlo empujando con una mano y la rodilla hacia su boca.

El espectáculo era muy bueno.

Más para aquellos que estaban pasando por ahí.

CLONC!!!

  • Acaba de comer de una buena vez perra. Hay que ganarse el pan.

La patada en la jaula y el vibrar del metal hicieron que sacara la comida de la boca y tuviera que recogerla de nuevo. A estas alturas ya sabia que no podría hacer nada y solo debía esperar a que pasara el tiempo.

  • Hoy vas a hacer algo especial, vas a ayudar en el molino. Vamos a descansar a los caballos y ocuparas su lugar.

Siempre eran voces diferentes. No sabia cuántas personas eran las encargadas y eso le hacia sentir más vulnerable. Solo había escuchado un nombre.

  • Apurate pendeja

CLONC CLONC CLONC!!

Terminó con la zanahoria y una mano la jalo del cabello para acercarle una botella con tetina de plástico, las mismas que usan para darles leche los becerros. Ella no podía mantener el equilibrio así que movía las manos con las palmas hacia atrás. Tomo toda el agua que pudo.

Abrieron la jaula y la jalaron de la cadena del cuello. Descalza y sucia la llevaron a caminar hasta el molino. Aun cuando no estaba lejos, se le hizo eterno llegar.  Ella jamás había estado sin usar zapatos. Ni siquiera con los tacones más altos, había tenido tanta dificultad de caminar.

Aún alcanzo a ver cómo descansaban a los caballos y los retiraban del eje.

El molino de ese lugar tenia un poste central vertical del que salía una barra horizontal. En el extremo de la barra usualmente estaba un caballo y al trotar en círculos se movía el eje y el engrane molía los granos. Entre el paso del caballo, la gente podía acercarse a recoger lo molido y poner más granos.

-A ver, ya traje a la pendeja. Cambien la silla en chinga.

El eje también tenia varios orificios para poder asegurar la barra a diferentes alturas. Dos chalanes trajeron la silla mientras otros tres desmontaban la barra del eje y la bajaban de altura.

  • Orale, que quede a la altura de sus nalgas, muévanse carajo.

SPANK!

Nalgada directa!

  • Andale puta, acércate para que te la midan.

Los chalanes apenados, midieron la altura de la barra y la incrustaron en el orificio (Del eje, el de ella no estaba preparado para algo tan masivo: aún) para asegurarlo bien.

Alguien llego con la silla.  Una chica más o menos de la edad de ella.

La silla, era una base curva con dos dildos y unas cadenas.  No hay que explicar más.

  • Pónselo bien, no queremos que se le vaya a safar. Orale pendeja, doblate pa’delante. Jejeje y respira profundo eh pendeja. Así te entran más rápido.

Ella se doblo hacia adelante y la chica puso lubricante en su vulva y ano y también en los dildos. Primero puso el que iba atrás, solo la punta para que pudiera acomodar el de la vulva.

-Aaahhhhmmpphh, aahhmmfff

Spank Spank!!

  • Callese pendeja, que aquí no viene a disfrutar. Y tu morra apúrate, que esta puta tiene que empezar.

La chica con sus manos temblorosas, logró poner bien el primero. Se encamino al segundo y nuestra protagonista brinco hacia adelante como reflejo y sacó el avance de lo que ya tenia puesto.

  • Pasenme la fusta.

Zas!! Zas!! ZAS!! ZAS!! Zas!!

Fustazos a las nalgas

  • Ahh!! No!! Aahhhh!! Duele!! Nooo Por favor!! Yaaaa!!
  • Qué crees que estas haciendo pendeja! Te va a ir peor si te mueves otra vez

Empezaron de nuevo y esta vez los dildos entraron fácilmente. La base se aseguraba a sus muslos por cadenas que apretaron muy bien y una cadena se podía fijar al frente con al cinturón de metal que le habían puesto el día anterior.

Ella tenia ahora un calzón de metal, con dos dildos metidos y bien asegurada.

La chica se acerco al frente de ella y le acerco algo de metal

  • No, que haces?, no qué van a hacer con eso? Qué es eso? No por favor
  • Ahora eres un caballo, qué nunca viste un caballo? Es una brida pendeja, va en tu boca. Y es para que no se te olvide.
  • No por favor, por favor por favor

La chica le metió entre los dientes la brida mientras ella movía la cabeza de un lado para el otro. Aseguro la brida por su nuca jalando hacia atras.

  • Coghtff coghgtt
  • No te resistas, te vas a ahogar pendeja. Mejor deja escurrir tu baba.

Después le pusieron los cubreojos laterales.

  • Ponle las manos atrás.

Le desataron las manos de las cadenas y las pusieron en su espalda. Las manos en la espalda hacia que le saltaran los pechos hacia adelante. Con la saliva escurriendo entre sus tetas y los dos dildos bien metidos, ella empezaba a volar.

  • Ahora ponle los cascos a la caballita.

Le llevaron unos zapatos con tacón alto, hechos de metal. Con mucha dificultad la chica se los logró poner. Los pies se le curveaban y era difícil mantener el equilibrio pero se le veían unas nalgas increíbles y muy levantadas. Precisamente para lo que le iba a pasar después.

  • Ya, en chinga pongan esa madre para que empiece.

Corrieron a asegurar la base de los dildos a la barra de madera. Con un tórnelo gigante. Ya asegurada, no había manera de que se safara.

  • Ya entendiste qué tienes que hacer? No? Te explico. Vas a caminar para mover el molino. Mientras que sigas caminando tus nalgas no te van a arder. Vas a estar aquí hasta que ya no haya sol. Entendiste pendeja?

  • Mphhmmn Mphhssspphh

Smack!

Cachetada

  • Los caballos no hablan pendeja. Pisa una vez para decir que sí y dos para decir que no. Entendiste estupida?

Pisa una vez con la pierna derecha

  • Ah!! Si te gustan los caballos, Orale a darle.

Empieza a caminar y siente el jalón de la barra que separa un poco los dildos de sus agujeros. Las cadenas impiden que se salgan completamente. Pero titubea.

Zas!!!

  • Avanzale!

Al avanzar se meten los dildos de nuevo cada y con cada paso se intercambian adentro y afuera.

  • Apurale

ZAS!! ZAS!!

Los gustazos le arden mucho y avanza para que no sean tan duros. Mientras avanza empiezan a llevar los granos y se atraviesan frente a ella. Debe frenar y cada que hace eso se incrusta más profundo los dildos. A cada paso le cuesta más trabajo mantener la concentración. No lleva ni una vuelta.

  • Ah cabron! Te esta gustando?  Jajaja no te vas a querer ir de aquí. Orale, a trabajar.

Se empieza a notar cómo se escurre entre sus piernas y al seguir caminando se da cuenta que mucha gente la esta mirando. Los que llevan los granos ni se inmutan, pero siguen cruzándose frente a ella y hacen que frene.

Cuando pasa frente al capataz, le suelta un fustazo en el muslo.

  • No voy a estar todo el día aquí viendo cómo trabajas, Así que cada que pases frente a alguien con grano o a recoger la molienda. Te va a dar una nalgada o una cachetada.

Al ver que alguien se acerca acelera, y eso hace que se salgan un poco los dildos. La tercera vuelta tenia a nuestra protagonista desesperada por un orgasmo.

Zas! , Smack! , ZAS ZAS! Spank!

Así pasa nuestra heroína la mañana. Entre Orgasmos fallidos, las nalgas marcadas, saliva en su pecho, tacones quemándole las pezuñas. Hasta que empieza a hacer mas sol y le cae completo en el cuerpo. La suciedad de la tierra, sus fluidos escurriendo le hacen costras.

  • Hora de comer!

Frenan el molino y ella tiembla de sus piernas. Sueltan la barra y ella cae de rodillas. Intenta safarse las ataduras de la espalda pero no puede.

  • Ey ey, así te vas a quedar hoy. Ni lo intentes. Mejor ven.

La llevan de la brida casi a rastras por su comida y agua.  La comida es germen de trigo, alfalfa y para que le haga memoria zanahoria.

Le quitan la brida y para tomar agua la acercan al abrevadero y le meten la cara  Sosteniéndola del cabello.

  • Toma agua antes de comer, no queremos que te deshidrates.
  • Ya por favor, ya no puedo más, me quiero venir, por favor , por favor déjenme tocarme, se los pido por favor.
  • Jajaja estas mas caliente que con hambre!! Ahora lo arreglamos.

Van por un par de cubetas y entre los que están, le echan agua para bajarle lo caliente y ademas lavarla.

Con el agua que había tomado en la mañana, el agua fría y la posición en la que estaba, empezó a moverse rápido y desesperada.

  • Tengo que ir al baño, por favor, por favor, tengo que ir al baño.
  • Aquí no hay de eso para ti…  pero sí tenemos unas cubetas. Date.
  • Quítenme los dildos por favor, me voy a escurrir toda, se los suplico.
  • Ahhh,  ese no es mi problema. Ahí esta la cubeta

Le señala la cubeta y le hace una seña de que vaya.

  • No me vean, por favor no voy a poder.

Solo se quedaban ahi viendo.

Cuando ya no aguanto más, empezó a chorrear por todos lados. La humillación tan  grande que su mente empezó a dar vueltas. Ya no tenia ni siquiera la privacidad de orinar en paz. Eso la sometió aun más y empezó a dejar de pensar.

  • Uuuuuuy ya te manchaste toda, y hora? No no no , vas a apestar.

La bañaron de nuevo con cubetas de agua.

Le esperan varios meses de esto, cuanto tiempo podría aguantar.

Empezó a llorar y cuando se movió un poco los dildos le recordaron sensaciones.

  • Ya, casi es hora de que regresen todos de la comida.

La acercaron a la comida y metió la cabeza en la bolsa para comer lo que podía.

Empezaron a regresar a trabajar todos. Y a ella la volvieron a poner en el eje.  La brida de nuevo en su lugar.

Sus muslos estaban tensos por el ejercicio. Pero ya no sentía cansancio, ya empezaba a ceder su cuerpo.

Empezó a caminar y con cada nalgada que le daban empezó a disfrutar más su papel ahí. Ella estaba segura que no tenia la culpa de nada. Pero extrañamente se encontraba feliz siendo ocupada en dos de sus agujeros y haciendola de caballo. Quizá esto era lo suyo y no sabia.

Aprendió en la siguiente hora a disfrutar a frenarse y avanzar. Hasta qué paso lo inevitable y sus ojitos se le fueron mientras gemía.

  • Ahh que la chingada! se esta viniendo de nuevo.