Prueba de vida

"-Tanya: soy un pajarito en una jaula de oro-..."

Shane Valentine entra a TR y se sienta en el escenario

-Shane: hola queridas/os lectoras/es, bueno, esta vez les traigo un relato algo mmm diferente a los que suelo subir. La razón del por qué decidí escribir esto es porque ultimamente noto que las relaciones (en general) han estado mal, tanto para los heteros como para los homosexuales. al menos en mi ciudad se ha estado dando mucho eso, bueno, el colmo, hasta yo lo he pasado. yo no entiendo, sinceramente, por qué las personas que tienen una pareja fiel y estable que los/as ama las alejan con mentiras y traiciones, es algo muy burdo, muy cavernicola, muy...muy incomprendible, la neta.He charlado con muchas personas y este relato ha surgido de esas charlas, clarin, le di un toque mio y de hecho me inspiré en mi misma para crear las personalidades de todos los personajes.

La historia en sí trata sobre una pareja a la que el matrimonio se les va derrumbando porque han olvidado el amor que se tienen y que fue responsable de unirlas; también trata sobre el valor de la familia, de la pareja y de las personas. quizás no sea un relato humorístico como el de "Mi pasado, mi presente", pero realmente espero que les guste, porque quisiera que las personas que están pasando por cosas similares encuentren, por lo menos, algo de consuelo y comprensión.

Sin más, me despido, no sin antes mandarles un cálido abrazo a todos mis fieles lectores. saludos y nos estamos leyendo!

PD: Les debo la intro tan típica de Shane, ultimamente no he estado muy inspirada en los chistecillos jejeje espero resolver eso pronto. Chao

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Cap. 1

Amaneció con el cielo despejado, de un azul claro y hermoso acompañado de los cálidos rayos que el señor sol le brinda a la tierra. El ambiente era fresco, el pasto de los jardines estaba bañado con una fina capa de rocío y todas las personas-que aún dormían- se sentían a gusto en sus camas. Era otro día perfecto en la ciudad de Cancún, Quintana roo, el lugar perfecto para vivir para algunos, un lugar mágico para vacacionar para otros.

Eran las 8am cuando Tanya despertó de su plácido sueño,  se giró para ver a su esposa, Sade, sólo para caer en cuenta de que estaba sola en la gran cama King size, que precisamente por su gran tamaño, la hizo sentirse aún más sola.

La rubia bajó la mirada y trató de que las lágrimas no escapasen de sus ojos cafés claros. Suspiró y se levantó de la cama, se miró en el gran espejo de un tocador que tenia frente a su cama,  pocos centímetros más debajo de la gran tv de pantalla plana-que por cierto era utilizada pocas veces-, y después de cerciorarse de que su cuerpo se mantenía en forma, se dirigió al baño de la habitación para arreglarse y realizar su rutina de todos los días.

-Tanya: soy un pajarito en una jaula de oro- se dijo mientras miraba hacia la nada, perdida en sus pensamientos mientras el agua caliente de la ducha empapaba todo su cuerpo.

Hacía unos 7 años que había contraído matrimonio con en aquel entonces su mejor amiga, Sade, hija de un empresario muy poderoso, dueño de una compañía de materiales para construcción, y de una ex modelo dueña de su propia línea de ropa, que ya tenía gran auge desde por lo menos hacia unos 5 años.

Sade, de cabello ondulado semi-rizado, color castaño oscuro, ojos café-aceitunados ligeramente rasgados-herencia de su abuela paterna quien tenía los ojos rasgados-, piel morena clara, delgada y de una altura no menor de 1.72m, siempre había llamado la atención de muchos chicos de diferentes clases sociales. Sin embargo Sade se mantenía reacia a aceptar a alguno de ellos. Tenía amigos, muchos, la mayoría eran hombres, curiosamente, pero ella prefería estar más con las pocas amigas que tenía, entre ellas Tanya, una chica morena clara aún más clara que Sade, de ojos cafés claros, de unos 1.68m y a diferencia de Sade, ella tenía un hermoso cabello rubio y lacio que le llegaba hasta casi la mitad de la espalda.

Ambas chicas se conocieron a los 14 años, a Tanya siempre le pareció curioso el hecho de que Sade siempre estuviera soltera aun teniendo miles de pretendientes; ella sabia que se trataba de algo más, no sólo de la actitud fría y reservada de la hermosa castaña. Sade, sin saberlo, pensaba lo mismo que Tanya y no pasó menos de un año cuando Sade descubrió que era lesbiana, al mismo tiempo que Tanya terminaba con su novio al enterarse de sus verdaderas preferencias-lésbicas también- y más aún: al darse cuenta de que estaba enamorada de su mejor amiga Sade.

No fue difícil declararse sus sentimientos mutuos, por lo que al mes ellas comenzaron una relación hasta los 17, cuando ambas decidieron dar el siguiente paso: el matrimonio.

Como era de esperarse los padres de ambas chicas se opusieron a la idea de un matrimonio homosexual entre sus hijas quienes insistieron tanto que los padres no tuvieron más remedio que ceder ante unas hijas muy tercas. A los 2 meses la boda se realizó a pesar de la inconformidad por parte de ambas familias, quienes no se molestaban en disimular su descontento. Poco después de la boda Sade fue desheredada y vetada de la casa de sus padres. Para suerte de ella, Sade había seguido hasta ese entonces los pasos de su madre y a los 16 habia lanzado su propia línea de ropa para adolescentes-“Hardline 199”- y a un año de haber sido lanzada ya tenia suficiente auge y había juntado el dinero necesario para empezar una vida independiente.

Compró una gran casa en una de las mejores zonas de Cancún, cerca de la zona hotelera y de las partes más atractivas de la ciudad. Invirtió como su padre y fundó su propia cadena de hoteles. Técnicamente, ya era rica. En el mismo año en que contrajeron nupcias Tanya se realizó una inseminación artificial –a pesar de la actitud dudosa de Sade, quien no es muy amante de los niños- y al poco tiempo quedó embarazada.

La pequeña Amber, que fue el nombre que ambas eligieron para su hermosa bebé, nació el 24 de marzo, un día después del cumpleaños de Sade, quien adoró a la pequeña desde el primer momento en que la vio, deshaciéndose  de esa manera de todos sus temores ante la idea de tener hijos.

Sade, Tanya y ahora la pequeña Amber han tenido una vida bastante bien- económicamente hablando-, pero la rubia cada vez se da cuenta de la gran falta que le hace su esposa, quien se ha vuelto algo distante desde que comenzó sus negocios. Es cierto, materialmente no les hace falta nada, pero emocionalmente….

-Amber: mmm mami…comer…-Tanya salió de su ensimismamiento, cerró la llave de la ducha y salió envuelta en una toalla. Al salir, contempló a su hijita- una pequeña rubia de ojitos café claro, piel morena clara como la de ella, la pequeña no rebasaba los 6 años-, que se encontraba acostada en la cama semi dormida. Tanya sonrió y se arregló rápidamente para no hacer esperar a su hambrienta hija.

-Tanya: mi amor, gustas un rico puré de verduras?- la pequeña torció el gesto.

-Amber: nu…mami… pastel!!- Tanya resopló un poco malhumorada.

-Tanya: esa tu madre golosa ya te pegó sus malas mañas de comer pura comida chatarra- se quejó; la niña rió y tapó su boca con ambas manitas. Ese gesto derritió a Tanya y el mal humor desapareció.

El timbre sonó poco después de alimentar a Amber por lo que Tanya se extraño, no era usual tener visitas a esas horas de la mañana, si no en las tardes. La rubia mayor vaciló unos instantes hasta que se decidió a abrir la puerta no si cierto recelo.

-Hombre: buenos días, se encuentra la señorita Martin, Sade Martin Nova?- Tanya lo miró con desconfianza, el hombre sonrió- descuide, no por ser negro soy mala persona- el hombre, que efectivamente era de color, se soltó a reír ante la incredulidad de la rubia.

-Tanya: no, no he pensado eso- respondió tímida. El hombre guardó silencio un momento y sonrió.

-Hombre: yo lo sé,  solo bromeaba, me llamo Robert Bell,  puede llamarme Bob, srta…- esperó a que Tanya le proporcionara su nombre.

-Tanya: oh, lo lamento, me llamo Tanya Harp, soy la esposa de la srta Martin- el hombre se impresionó un momento pero luego volvió a su postura serena y divertida.

-Bob: bueno, mucho gusto srta Harp, no pienso robarle más tiempo, vine porque su esposa me citó para hablar de negocios sobre los hoteles.

-Tanya: mmm qué raro Bob, ella no me mencionó nada, quizás se le olvidó y… -en ese momento un Corvette amarillo se estacionó en la entrada de la casa. Sade salió a toda prisa de el.

-Sade: lamento la demora Bob, hola mi amor- besó rápidamente a su esposa- veo que ya se conocieron, y si no: Bob, ella es mi esposa Tanya, amor, él es Bob, mi socio y mano derecha.

-Bob: ya nos conocimos Sade, pero gracias-

-Sade: ok, bueno entremos, tengo una junta en 40min-

los 3 entraron y mientras Tanya se dirigía a la cocina para servirles algo de tomar Bob y Sade se sentaron en la sala a revisar documentos y a ponerse de acuerdo  sobre unos negocios.

-Bob: te parece bien si nos unimos a los hoteles “Le Blanc”?- propuso el caballero. La castaña torció el gesto.

-Sade: no me laten los Le Blanc, solo he visto 2 de sus hoteles y no tienen mucha popularidad-

-Bob: y los Riu?-

-Sade: tomalos a consideración-

-Bob: Hilton?-

-Sade: me uní a ellos el año pasado, continúa-

-Bob: Royal Solaris?

-Sade: ya están

-Bob: Hyatt?

-Sade: ya

-Bob: Holiday inn?

-Sade: ya

-Bob: Hard rock?- Sade enarcó una ceja.

-Sade: ese fue al que los Zetas le dispararon desde una camioneta?

-Bob: mmm….Sí…-

-Sade: bromeas?! No me uniré a un hotel que es imán para Zetas o Skin heads!

-Bob: de acuerdo mm pero debe admitir que la enorme guitarra eléctrica que tiene es muy bonita-

-Sade: y eso qué? Será bonita pero sólo atraerá skin heads-

-Bob: la banda de Los pelones quizás quiso decir srta, los Skin heads son de E.U.- Sade lo miró con frialdad y el hombre de 40 años suspiró- ok, ok, Skin heads.- Sade iba a decir algo pero en eso llegó su esposa con 2 vasos con wiskey.- gracias srta Harp.

-Tanya: oh, puede llamarme Tanya- le regaló una sonrisa sincera al hombre y este correspondió de igual forma.La pequeña junta entre Sade y Bob terminó tan pronto como empezó y ambos se fueron a visitar otros hoteles con los que tenían intenciones de afiliarse. – y de nuevo…sola…- se dijo a sí misma una triste rubia.

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-Bob: su esposa, debo decir, es muy hermosa srta Martin- comentó

-Sade: asi es Bob, MI esposa es hermosa, demasiado- Bob notó enseguida los celos de Sade y sonrió comprensible

-Bob: tranquila Sade, solo fue un comentario amigable, yo soy gay, llevo casado con mi esposo unos 10 años aproximadamente- eso tomó a Sade totalmente por sorpresa-jajajajaja- el hombre rió ante la sorpresa de la castaña.

-Sade: wow, Bob, por qué no me habías comentado? Llevo trabajando contigo hace como 3 años y antes que mi empleado eres mi mejor amigo-

-Bob: para serte franco creí que ya lo habías notado-

-Sade: no, incluso creí que te gustaba- el hombre se soltó a reír nuevamente pero no con intenciones de burlarse

-Bob: eres preciosa, pero amo a los hombres, bueno, a mi hombre- respondió con honestidad. Si algo le encantaba de Bob era su honestidad, su paciencia y su comprensión; él era el hombre más comprensivo y simpático que había conocido en toda su vida, era el tipo de persona que al entrar a un lugar contagia a todos de su buena vibra.

-Sade: jaja ok, ok, no seguiré preguntando- ambos guardaron silencio y entraron tranquilamente al hotel Nova, del que, como era de saberse, Sade era dueña y fundadora.- Bob, ve al área de sistemas y pide un informe sobre el estado de los servicios técnicos del hotel..- el celular de Bob interrumpió a la castaña.

-Bob: si? Hola sr Hilton, sucede algo? Ha, si? Bueno- miró a una castaña curiosa- está bien, deje le informo a la srta Martin y le marco en unos minutos, gracias- colgó y se giró hacia su amiga- el sr Hilton informó que los del Hard rock desean unirse a él, pero le dije que lo consultaría contigo- Sade puso cara de pocos amigos.

-Sade: prefiero que me ataque una mangosta loca! Pero ok, voy a hacer una junta ejecutiva en la noche aquí mismo y escucharé lo que tienen qué decirme esos necios!- Bob suspiró un poco abrumado y se despidió de su amiga con un “oki, al rato nos vemos”.  La castaña se dirigió a una recepcionista distraída con su Facebook mientras mascaba chicle de una forma muy vulgar.- buenas tardes, necesito que llame al gerente del área de sistemas para que me de un informe sobre el estado técnico del hotel-la ignorante recepcionista la miró con altanería y sonrió con sátira.

-Recepcionista: creo que te has equivocado, la sección de mantenimiento está de ese lado jjijijijiji- Si algo odiaba Sade era que las personas se portaran altaneras con ella, que no supieran quién era y las risitas estúpidas, y aquella recepcionista novata tenía todo eso y como extra, se había burlado de la vestimenta de Sade, quien traía unos jeans ajustados, sandalias blancas  y una blusa blanca sin mangas; en sí no se veía mal, pero no era la vestimenta apropiada para un hotel de 5 estrellas y menos para una ejecutiva tan poderosa como ella.

-Sade: sabes quién soy?-

-Recepcionista: no y no me interesa

-Sade: pues para tu información, ignorante, soy la que te da de comer! Soy la dueña de este hotel y de otros negocios!- la recepcionista palideció y las demás recepcionistas la miraron con pena y temor pues ya conocían a Sade y sabían de sobra que era una mujer impulsiva con un temperamento muy volátil- te doy 5min para que te quites ese uniforme y saques tu trasero de mi hotel y ni se te ocurra volver, quedas vetada de aquí!!- la recepcionista comenzó a llorar y a disculparse, pero la castaña la miró sin misericordia y trató de quitársela de encima- aghh! Qué asco ni te atrevas a mancharme con tus mocos!- miró a una chica del área de intendencia que pasaba por ahí en ese momento y la llamó- hey, tu!

-Chica: y..yo??- respondió asustada.

-Sade: sí, tu, sabes usar una pc?

-Chica: bueno..si..

-Sade: perfecto! Te asciendo a recepcionista, comienzas ahora!

-Recepcionista: por favor srta al menos déjeme como intendente-

-Sade: no, por tu actitud me doy cuenta que tienes los pies muy alejados de la tierra, se nota que eres de las que ven un toilet y se asquea, una persona así es lo que menos necesito, si te pongo de intendente me serás lo que le sigue de inútil, asi que bye-

Sade se dio media vuelta y salió ignorando el llanto de la ex recepcionista que era inútilmente consolada por las demás recepcionistas. Si algo caracterizaba muy bien a Sade era su dureza y su insensibilidad a la hora de tomar decisiones importantes o cuando castigaba a alguien. Asi era ella, una chica dura, insensible a veces, fría, directa…tenía un lado muy dulce que contrastaba con la Sade que todos creían conocer, pero no lo demostraba por temor a ser herida.

-Voz femenina: no has cambiado nada “Sadie”- Sade se detuvo en seco al escuchar esa voz; solo una persona la llamaba asi..

-Sade: Jane??- al girarse, quedó frente a frente de una joven mujer morena, de hermosos y peculiares ojos violeta, cabello negro, largo y muy rizado, delgada, de 1.70m.

-Jane: justo entraba a tu hotel cuando presencie la manera tan dura como despediste a esa pobre diabla- sonrió con malicia. Así era Jane: una chica hermosa y maliciosa pero enamorada de la sarcástica y dura Sade.- déjame decirte, me encantó cómo la pusiste en el lugar tan bajo que se merece…- fue interrumpida por  Sade quien había puesto en blanco los ojos en señal de aburrimiento. Odiaba que la adularan las personas a las que ella consideraba “perritos falderos”.

-Sade: para qué viniste?- cuestionó sin molestarse en disimular su desesperación y enseguida notó que por una milésima de segundo su actitud había herido un poco a Jane; sonrió para sus adentros.

-Jane: bien, soy muy amiga del sr Hilton y me ofreció trabajar en alguno de los hoteles con los que él está afiliado, me dejó escoger y yo por obvias razones decidí trabajar aquí- sonrió pero Sade ni se inmutó pues aún mantenía su cara de aburrimiento.

-Sade: ajá, y qué? Te doy un premio Nobel por ello?- Jane puso cara de pocos amigos. Justo lo que Sade quería.

-Jane: eres muy molesta-

-Sade: jajaja ya lo sé, me importa 2k de polla- Jane torció más el gesto-sabes? No celebraría tan rápido si fuera tu, porque para empezar, el sr Hilton no tiene poder sobre mi hotel y menos sobre mis empleados, yo soy la que decide quién trabaja o no en mis hoteles y tu, querida, no tienes chance en este lugar- la castaña adoptó un semblante soberbio y orgulloso y Jane mantuvo la postura como pudo.

-Jane: segura? Yo puedo hacerte pasar muchos buenos ratos- susurró con voz seductora. Sade se mostró indiferente aunque por dentro estaba muy nerviosa.

-Sade: estoy casada y lo que tu y yo alguna vez tuvimos en secreto fue hace mucho.- Jane se separó un poco de la castaña y la examinó con la mirada.

-Jane: no me negarás que tuvimos algo fuerte-

-Sade: hasta ahora piensas que fue algo más que solo unos acostones entre pubertas de 17 años?- dijo con burla, lo cual hirió más a Jane aunque no lo demostrase en ese momento.

-Jane: niegalo si quieres, sé lo que fue y no me harás cambiar de opinión.

-Sade: jajaja! Si fuera cierto me habría casado contigo y a la que habría abandonado sería a Tanya.- Jane no aguantó más su enojo.

-Jane: olvídalo! No me des el trabajo, eres insoportable Martin!- la pelinegra se dio la vuelta para irse pero la voz de Sade la hizo detenerse.

-Sade: empiezas el lunes, a las 7am quiero ver aquí tu trasero.-  Jane sonrió al notar que su plan chantajista había surtido efecto. Sade se dirigía a su auto cuando Jane decidió hablar por última vez.

-Jane: no te la pondré fácil, no pienso perder de nuevo contra esa rubia tonta.

-Sade: ajá, lo que digas.- arrancó su Corvette y salió a toda prisa de ahí.

-Jane: humm- sonrió de lado con un aire soberbio y seguro- esta vez voy por todo o nada…

CONTINUARÁ....