Prueba de vida 4
"-Sade: entonces descubramos lo que tienes-..."
Entra Shane Valentine a TR
-Shane: hola chicas, lamento la tardanza jejeje pero como recompensa por la tardanza les pasé el primer cap. de mi nuevo relato ("Survival") y estaré subiendo los caps. de ambos relatos estos días. Saludos y gracias por comentar y valorar!! :D ah! no olviden seguir comentando sobre mi nuevo relato, siempre checo los comentarios :) de nuevo gracias y nos estamos leyendo! :D
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Cap. 4
Tanya despertó gracias al sonido de su teléfono celular; el número se le hizo muy conocido y respondió casi al instante.
-Tanya: hola? Sí, soy Tanya, con quién tengo el gusto de hablar? Marcia?!! Oh, primita qué gusto! Hace mucho que no nos vemos, todo anda bien en casa?
-Marcia: sí primita, mis hermanas y la tía te mandan muchos besos y abrazos- comentó efusiva.
-Tanya: muchas gracias querida, supieran como las echo de menos, especialmente a ti tontita- ambas mujeres soltaron una risita.
-Marcia: ah, pues no me extrañarás mucho porque estoy a punto de salir al aeropuerto para ir directo a Q. Roo!-
-Tanya: en serio?! Preciosa muero por verte! A que hr quieres que te recojan?-
-Marcia: bueno, llegaría a eso de las 4pm, pero como estamos en el mero mes de Enero te agradecería muchísimo si me tuvieses a alguien esperándome ya; sabes que a pesar de tener días despejados hace fresco y soy muy propensa a resfriarme jijijiji-
-Tanya: jajaja vale primita, conozco muy bien tu sistema inmunológico y no es el mejor jajaja no te preocupes, no te haré esperar, solo mándame un mensaje cuando ya estés por aquí y yo te diré quién irá por ti, si yo no puedo-
-Marcia: vale primita, nos vemos al ratito, no sigas burlándote de mi sistema inmunológico deficiente ¬¬ jajajaja-
-Tanya: jajaja ok, ok, cuídate primix, buen viaje-
-Marcia: gracias primix, chau- La llamada telefónica se terminó y la rubia decidió bajar a desayunar después de oir sufrir a su estómago quien hacía ruiditos.
Tanya bajó las escaleras y entró a la cocina; buscó los ingredientes en la alacena y comenzó a preparar la masa para unos ricos hot cakes.
Una cabellera castaña entró a la cocina.
-Sade: buenos días- Tanya no le respondió y siguió con la preparación de sus ricos hot cakes.- vamos, no puedes enojarte conmigo por toda la eternidad- sonrió de lado mientras se servía un vaso de ron.
-Tanya: en eso tienes razón,- dijo con seriedad-, pero por el momento estoy muy enojada y dolida contigo y te agradecería si me dieras mi espacio para pensar las cosas- Sade borró la sonrisa y sus labios se volvieron una línea horizontal. Su seriedad llamó un poco la atención de la rubia quien la miró de reojo.
-Sade: esta bien, no te molestare para que puedas apaciguarte.- la castaña se dio la media vuelta dispuesta a irse pero la voz de su esposa la detuvo.
-Tanya: esta bien, gracias. Y no bebas alcohol tan temprano, te joderás el estómago.- la castaña decidió no protestar y guardó el vaso con ron en el refrigerador.
-Sade: lo siento- dijo sincera. La rubia se volvió para verla; entrecerró los ojos y la observó en silencio un momento.- quiero que estemos bien, ya veré cómo ayudarte para que tus padres se reconcilien contigo, lo prometo- la rubia suspiró un poco.
-Tanya: hagamos tregua por el momento, vale?- la castaña asintió con la cabeza y la rubia la abrazó.
-Sade: puedo hacer algo para comenzar a corregir mi error?-
-Tanya: mmm sí, puedes pasar a buscar a Marcia al aeropuerto? –
-Sade: wow, Marcia vendrá? Que agradable saberlo- comentó con sinceridad; a ella le agradaba la prima de su esposa, era una de los pocos miembros de la familia de Tanya que la apreciaban y no mostraban desagrado ante su matrimonio con la rubia.
-Tanya: sí, me llamó hace rato y me dijo que estará aquí como a las 4pm-
-Sade: no hay problema, yo paso a buscarla- el móvil de Sade sonó y leyó el mensaje que su amigo Bob le había mandado, avisándole que tenía una junta de último momento en poco menos de 1hr.- genial, pfff, tengo que apurarme, Bob me ha hecho saber de una junta imprevista y tengo como 50min para alistarme, comer e irme a la sala de juntas-
-Tanya: va, ten un lindo día mi amor- le regaló una sonrisa.
-Sade: gracias mi amor, tu igual- le plantó un beso fugaz en los labios y corrió escaleras arriba para arreglarse.
-Tanya: No olvides pasar por mi prima a las 4pm!!- Sade le gritó desde la planta alta que no se olvidaría y Tanya siguió con lo suyo en la cocina.
-Sade: en serio me pasé de la raya con mi princesa- Sade manejaba hacia su oficina- quisiera saber cómo resolver todo este rollo, es decir, para empezar debo hallar una manera de hacer que mis suegritos del infierno se reconcilien con Tanya; alguna idea?- le preguntó a “Pipo”, su pequeño tigre de peluche que estaba acostado sobre el tablero del auto de la castaña. “Pipo” no respondió.- rayos, Pipo! Por qué enmudeces cuando más necesito que me hables?!-
No, la castaña no padecía ningún tipo de retraso mental, simplemente era su forma de expresar sus sentimientos y opiniones pues aquel tigrito se había vuelto el mejor amigo y confidente de una niñita solitaria desde que se lo regalaron cuando ella cumplía los 6 años aproximadamente.
Sade siempre fue una niña muy tranquila y solitaria, parte de su infancia la vivió sin amigos gracias a la sobre protección de sus padres. Se la pasaba en su habitación leyendo las tiras cómicas de “Calvin & Hobbes”,- que tratan precisamente sobre un niño y su tigre de peluche al que él ve vivo-, y ello la motivó a pedir como regalo un tigrito similar.
Cuando lo tuvo comenzó a platicar con él y a tratarlo como si fuera su amigo, no un objeto inanimado. A sus padres nunca les preocupó la nueva maña de su pequeña, ni siquiera cuando seguía hablando con su “amigo” años después, cuando dejó atrás la maravillosa etapa de la Infancia. Lo lleva consigo desde entonces.
Muy pocas personas saben de Pipo, sólo los padres de la castaña, una que otra mejor amiga de Sade y Bob, mejor amigo de la castaña por supuesto.
-Sade: bueno, ya llegamos, vámonos Pipo- Sade tomó a Pipo y lo guardó en su portafolio antes de entrar al hotel.
-Jane: buenos días jefa- dijo casi en un ronroneo. La castaña le devolvió el saludo un tanto indiferente.- vaya Martin, eres realmente un dolor de culo.- Sade sonrió, a veces realmente disfrutaba de hacer daño a algunas personas en específico.
-Sade: qué puedo decirte Jane? Me encanta ser como soy y me enorgullezco de demostrarlo- su sonrisa se ensanchó más.
-Jane: eres muy cínica.-
-Sade: lo soy.- respondió burlonamente.
-Jane: como sea, ya pensaste en lo que te he propuesto?-
-Sade: no te das por vencida, he?-
-Jane: no, jamás-
-Sade: Jane, qué ganas con esto? Es decir, en serio está taaan dañado tu orgullo como para llegar al punto de encapricharte conmigo?- Jane detestaba cuando Sade le hablaba con sorna.
-Jane: sí, a demás- se acercó a una castaña que descansaba muy cómodamente en su silla ejecutiva- disfruto mucho cuando me haces el amor- se sentó sobre el escritorio de su jefa.
-Sade: puf, por favor, hace muuuuucho que no tenemos sexo, porque es sexo, no te hago el amor- la corrigió, a lo cual la ojivioleta chasqueó la lengua con fastidio.
-Jane: sé que vas a caer Martin, te conozco, eres muy impulsiva y puedo asegurarte que a la mínima provocación de enfado con tu tonta esposa vas a venir hacia mi, solo es cuestión de tiempo.- Jane le regaló una sonrisa victoriosa a la castaña.
-Sade: no me fastidies, no creas que lo sabes todo- ahora la enojada era la castaña. Detestaba que alguien más tuviera la razón pero era demasiado orgullosa como para admitirlo.
-Jane: jajaja, sabes que tengo razón-
-Sade: no, no la tienes-
-Jane: mmm ok, no importa- dijo fingiendo una muy obvia actuación de desinterés mal actuada adrede mientras se dirigía a la puerta de la oficina de su jefa.- tu cumpleaños es en casi 2 meses, y créeme, antes de eso serás mía.- salió con una sonrisa de satisfacción sin esperar respuesta o reacción alguna de su jefa.
-Sade: vaya, qué se cree esa idiota- se dijo una vez que estuvo a solas- mejor sigo revisando los papeles que Bob me pasó- abrió el cajón de su escritorio y sus cejas se unieron en una clara expresión de enojo.- JANE ERES UNA ESTÚPIDA!.- sacó la tanga roja del cajón y lo arrojó al bote de basura que se encontraba a un lado.
-Jane: jajaja!.- una ojivioleta se partía de la risa desde el otro lado de la puerta de la oficina de Sade.- espero te haya encantado mi regalito!- la castaña comenzó a gritar improperios desde dentro de la oficina y Jane, sin dejar de reír, se metió a la suya.
Eran las 7pm y la castaña decidió volver a casa. Salió de su oficina con cautela y aprovechando que Jane le daba la espalda mientras preparaba un café junto a un garrafón de agua salió rápida y silenciosamente del lugar.
Sade llegó a casa a las 7.30pm y al entrar se topó con las risas de 2 mujeres que se la pasaban muy a gusto en la sala.
-Sade: oh, demonios…-se recriminó a sí misma en un susurro. La prima de Tanya- Marcia- se encontraba cenando con su esposa y no se habían percatado de su nueva visitante.- Buenas noches- interrumpió algo avergonzada por olvidarse de ir a recoger a Marcia.
-Marcia: oh, buenas noches Sade, me alegro de que llegaras.- la saludó de beso y le regaló un afectuoso y sincero abrazo. Mientras duraba el abrazo, Tanya le dirigió una mirada asesina a su esposa a la cual reprendería más tarde.
-Tanya: amor, quisieras acompañarnos en la cena? Hace sólo 15min que comenzamos a cenar- a pesar de la amabilidad y la tierna sonrisa de la rubia, Sade sabía que estaba en problemas.
-Sade: uh..emm…ok amor, dejaré el portafolio en el estudio, por favor sírveme, ya vuelvo.- la castaña dejó sus cosas en su cómodo estudio y regresó unos minutos más tarde después de cambiarse la ropa por una más cómoda.
La cena transcurrió de forma normal, tranquila y divertida. Marcia les contaba a las chicas sobre la familia, su hogar, su trabajo, cosas que normalmente se dicen en las reuniones familiares. Todas se pusieron al día sobre sus vidas y después de unas 2hrs Sade decidió retirarse a descansar pues el día había sido muy pesado.
Tanya por su parte decidió seguir charlando con su querida prima. Cuando fue muy tarde la rubia le pidió que se quedase a pasar la noche en su casa y ésta aceptó gustosa.
-Tanya: descansa primix, espero que el cuarto de huéspedes sea de tu agrado-
-Marcia: gracias primix, es muy cómodo. Espero descanses bien- ambas se despidieron con una sonrisa y la rubia subió a su habitación lista para regañar a su esposa, pero al llegar y verla dormida simplemente no pudo y se abstuvo.
-Sade: mmm buenos di….- se encontró solita en la habitación.- Tanya?- nadie respondió. Bajó a la cocina pero no vio a nadie, entró al cuarto de su hija pero tampoco vio a nadie. Regresó a la cocina y halló una nota pegada en la puerta del refrigerador.- “Sade: Marcia y yo salimos a dar un paseo por la ciudad, ya sabes cuanto ama este lugar mi querida prima. Nos llevamos a Amber, comeremos fuera; llegaremos en la tarde-noche, hay huevo en la sartén y jugo en el refrigerador, ten un lindo día en la oficina. PD: Tenemos una charla pendiente!”- la castaña bufó y desayunó un tanto nerviosa por la charla. Al terminar se arregló y se fue a la oficina.
-Jane: te ves muy tensa- comentó cuando la vio entrar al hotel.
-Sade: sí, Tanya está muy enojada y se que discutiremos…-guardó silencio antes de seguir revelando más detalles que sabía que Jane utilizaría como armas en su contra.
-Jane: uy! Problemas en el paraíso!- una sonrisa maliciosa apareció en los labios de Jane.
-Sade: no me molestes- la castaña se hizo a un lado y entró a su oficina con la pelinegra pisándole los talones.
-Jane: solo te diré algo- se sentó en el escritorio de su jefa- cuando te des cuenta de lo perdedora que es tu esposa, sabes donde encontrar a una mujer de verdad- le apuntó una dirección en uno de los papelillos para tomar notas que Sade tenía asentados sobre el escritorio.
-Sade: y esto qué?- dijo tomando el papelillo y leyendo la dirección.
-Jane: es la dirección de mi casa.- le guiñó el ojo y salió de la oficina de la castaña. Sade se quedó inmóvil mirando aquel perverso papelillo y el resto de la tarde se la pasó sopesando el asunto con su mujer, incapaz de concentrarse en otra cosa que no fuese si no eso.
-Sade: hola, llegué a casa- anunció.
-Tanya: por qué cojones no pasaste a recoger a Marcia?- le recriminó una rubia muy, decepcionada.
-Sade: shhh! Puede oírte!- dijo, mirando por todos lados tratando de hallar a Marcia.
-Tanya: no puede, estamos solas tu y yo.-
-Sade: dónde está?-
-Tanya: se fue al cine con Amber, volverán en un rato.- se cruzó de brazos.
-Sade: amor, lo siento, me entretuve en la oficina…-
-Tanya: qué está sucediendo contigo Sade Martin??- la castaña no respondió.- cada día me decepcionas más y cuando más necesito contar contigo no puedo! Eres mi esposa, mi fortaleza, se supone que tu debes estar a mi lado y en lugar de eso te la pasas trabajando. Yo comprendo que el dinero es necesario pero cada día te veo menos y odio que prefieras hacerme a un lado por trabajo, eso no es normal Sade!
-Sade: bueno, ya! Lo siento! Yo igual preferiría estar contigo que en mi odiosa oficina revisando pilas y pilas de papeles! No puedo respirar, el tiempo no me alcanza ni para eso y al llegar a casa solo quiero descansar y tu en lugar de apoyarme me asfixias!-
-Tanya: oh, yo te asfixio?! Y cómo que no te apoyo?!!-
-Sade: sí! Me gritas por todo, no tomas en cuenta mi esfuerzo, no tomas en cuenta mis sacrificios!
-Tanya: y quién toma en cuenta los míos?! No se cómo puedes decir todo eso, eres una egoísta!
-Sade: yo soy egoísta?! Y qué tal tu?!
-Tanya: yo?!
-Sade: sí, tu!
-Tanya: eres una desconsiderada y malagradecida!
-Sade: tu eres la malagradecida! Y sabes qué? No necesito todo esto! No necesito que me grites, me voy!- la castaña tomó sus llaves y se fue en su auto sin rumbo fijo.
-Tanya: eres una estúpida Sade…- dijo, una vez que se quedó sola. Lágrimas densas y ardientes salieron de sus ojos y lamieron las mejillas de la triste rubia.
-Jane: Martin?- la pelinegra se bajó de su auto cuando llegó a su casa y vio a Sade esperándola en su entrada.
-Sade: no sabía a donde ir- confesó con pena.
-Jane: ha ocurrido algo?- Jane estaba genuinamente preocupada por la castaña ya que su aspecto no era muy prometedor y contrastaba con la Sade arrogante y orgullosa que ella conocía.
-Sade: he discutido con Tanya, estoy triste y muy, muy enojada.- se quejó mostrando de pronto un semblante serio y molesto. Jane se alivió y sus ojos se posaron de nuevo sobre su presa.
-Jane: bueno- una sonrisa pícara surgió de sus labios- adivina, yo tengo lo necesario para hacerte sentir mucho, mucho mejor- la voz seductora de Jane se le antojó y le sonrió con complicidad.
-Sade: entonces descubramos lo que tienes.- respondió de forma insinuante y ambas chicas entraron sonrientes a la casa de Jane…
CONTINUARÁ…