Prueba de vida 12

"Lo siguiente que escuchó fue un par de puertas abrirse rápidamente y a un grupo de personas correr hacia ella; no supo al instante lo que sucedía, hasta que al ser introducida al vehículo contra su voluntad, supo lo que estaba ocurriendo: estaba siendo secuestrada…"

-SHANE: Hola. Antes que nada muchas gracias por toda la paciencia que me tienen, lo aprecio como no imaginan . Creo que notarán algunos cambios en mi manera de redactar, no considero que sean muchos, pero los hay. No he tenido casi nada de tiempo porque ya voy a la mitad de mi carrera y de verdad, de verdad es estresante y ya casi no paso tiempo en casa.

Pero bueno, pasando al tema: en este capítulo y en el siguiente me centré un poco en la vida de un personaje que, si ya leyeron los capítulos anteriores, sé que muy posiblemente terminaron odiando/detestando. Y es comprensible porque bueno, dicho personaje no se ha portado muy bien que digamos, pero quería escribir un poco sobre su vida para que puedan comprender el contexto de la situación y quizá, y sólo quizá, terminen no odiando tanto a este personaje, porque claro, es muy fácil juzgar y acusar a una persona, pero no sabemos la otra mitad de la historia. Tampoco es que esté intentando justificarla, pero me gustaría que conocieran a mis personajes un poco más a fondo y lo que han vivido.

Enhorabuena, disfruten del capítulo, no olviden comentar y valorar, se les agradece bastante ;) Saludos.

Cap. 12

Los “buitres” se tomaron su tiempo para revisar y volver a revisar palabra por palabra los nuevos documentos que Tanya les había entregado. Discutieron entre ellos y realizaron muchas llamadas antes de decidirse a negociar con ella, pero Tanya se mantuvo firme con su decisión, lo que provocó el descontento de los accionistas.

-Accionista anciano: Bien, en vista de que la Srta. Harp se rehúsa a negociar, creo que podemos dar por terminada esta sesión.- sentenció finalmente el anciano, visiblemente inconforme. Uno a uno fueron retirándose hasta que en la sala de juntas permanecieron solamente Sade, Bob y Tanya.

-Sade: No creí que llegaras a salvar el día.- comentó con honestidad a la rubia.

-Tanya: Ni yo, pero caí en cuenta de que…- al percatarse de lo que iba a decir se detuvo en seco unos segundos antes de continuar- …había mucho en juego y decidí hacer lo mejor para todos.

-Bob: La felicito Srta. Harp, en verdad ha hecho lo más prudente.- le regaló una de sus características sonrisas a lo cual la rubia correspondió de igual manera.

-Sade: De nuevo, no sabes cuánto te lo agradezco.- la pelinegra también sonrió y miró a los ojos a su ex esposa antes de recorrerla con la mirada de pies a cabeza. Enarcó una ceja y continuó- Oh, jum, noto que estás vestida demasiado sexy para una simple junta.- no pudo evitar esbozar una sonrisa pícara.

La rubia recordó la situación y al no poder hallar una excusa mejor, optó por responder con honestidad:

-Tanya: Jum, bueno, para serte franca,- se tomó un segundo para mirar a la ojiverde a los ojos,- me acabo de “escapar”.- Tanya no pudo desviar la mirada de la incrédula Sade. Suspiró y añadió:- Me encontraba en una cita.- la ojiverde abrió los ojos con algo de asombro, pero no por la cita, si no por el hecho de que Tanya había preferido dejar “plantada” a su cita para tomarse la molestia de ir por los papeles, firmarlos y venir hasta acá.

-Sade: Espera, entonces ¿todas estas horas en las que has estado aquí significa que había un persona esperándote, ajena a tu abandono?- la pelinegra colocó las manos en su cadera en señal de desaprobación. Bob miraba con asombro a las chicas pero se mantenía al margen de la situación.

-Tanya: Oh, créeme: se lo merecía.- replicó la rubia imitando la pose de su ex.

-Sade: Bueno, no sé, me parece una enorme falta de respeto…- la rubia la interrumpió.

-Tanya: Habló muy mal de ti.-

-Sade: ¡Que le den!- exclamó mientras enarcaba una ceja y cruzaba los brazos.

HORAS ANTES*   (9:20pm / Coco-Bongo)*

La rubia pidió otro trago y miró su reloj. Tanya ya se había tardado demasiado en el tocador. Primero pensó que se encontraba reflexionando acerca de la discusión que había tenido veinte minutos antes, pero descartó ese pensamiento y lo sustituyó por el de que quizá pasaba por algún malestar físico- al fin y al cabo le había invitado a muchos tragos antes de la charla-, y que la impresión de la discusión combinada con el alcohol le revolvieron el estómago.

Pasados unos 10min más se decidió por fin a entrar al baño a buscar a Tanya pero al entrar en este no la encontró. Enarcó una ceja y salió; buscó con la mirada por todo el lugar pero no la logró divisar.

Revisó el móvil pensando que la rubia le había enviado algún mensaje o si había evidencia de haber intentado localizarla pero no hubo ni un solo mensaje o llamada perdida. Ya algo mosqueada decidió llamarle pero la llamada “rebotó” y la mandó directo al buzón de entrada.

Aún sin la menor intención de resignarse decidió darse unas cuantas vueltas por el lugar pero sólo terminó confirmando lo que ya venía pensando desde hacía rato: la habían plantado. Furiosa,- y aún bajo los efectos del alcohol,- tomó el móvil y marcó rápidamente un número muy familiar para ella. La voz grave al otro lado de la línea  se dejó escuchar después del tercer timbre…

-Jason: Supongo que ya has logrado un avance con ella. ¿no?- el tono de aquél misterioso hombre denotaba un leve sarcasmo.

-Euria: ¡ME CAGO EN LA PUTA! ¡ME HA PLANTADO!- la rubia arrastraba las palabras, típico tono de borracha, pero manteniéndose aún consciente de la situación y denotando ira.

El hombre al otro lado de la línea cerró los ojos dos segundos, impaciente, intolerante, exasperado.

-Jason: ¿qué no a caso me aseguraste que tenías a esa estúpida comiendo de la palma de tu mano?- el tono intolerante del hombre hizo que la rubia enmudeciera por un segundo.- Mira, esto no debe ser nada nuevo para ti, ya lo hemos hecho muchas otras veces, así que obviamente sabes que no te conviene cagarla.- siseó.

-Euria: ¡Pero…!-

-Jason: Mira Euria, sólo te advierto que si algo sale mal, por muy pequeño que fuese, te vas a arrepentir.- sentenció. La llamada finalizó abruptamente, dejando a una Euria muy pálida del miedo, tanto que la borrachera se le bajó considerablemente.

Euria se recargó en la barra hasta recuperar un poco la compostura. Una vez logrado esto se dirigió hacia la zona vip y le avisó a sus amigos que se pasaba a retirar, ellos le hicieron las típicas preguntas de “¿por qué?”,“¿te vas tan temprano?”,”¿ha ocurrido algo?” y “¿dónde está Tanya?”, pero la rubia sólo se limitó a decirles que necesitaba ir a hablar con Jason y ya no insistieron más. Mintió.

Una vez fuera del lugar se dirigió hacia la playa.

Después de caminar un corto tiempo por fin se hallaba en el malecón, así que comenzó a bajar unas pequeñas escaleras de piedra para poder acceder a la playa.

A penas sus pies tocaron la fresca y blanca arena se dispuso a caminar sin rumbo fijo, simplemente dejándose engatusar por el sonido del oleaje,- que percibía como una relajante e hipnotizante música,- y dio rienda suelta a sus lágrimas las cuales surgieron de sus ojos primero tímidamente y después con descaro, deslizándose por las mejillas de la rubia y siendo llevadas por la brisa marina al llegar al borde de su quijada.

Ya eran aproximadamente las 10pm y Euria decidió dejar de caminar, así que fue a buscar un lugar donde pudiese sentarse. Después de buscar por unos minutos encontró una pila de sacos de arena apilados que le sirvieron de banca.

Cerró los ojos y se concentró en el sonido del horizonte y entre el sonido de las olas y del viento agitando las palmeras pudo distinguir música,- al parecer, de alguna fiesta playera,- y sonrió con nostalgia.

-Euria: “ Spring breakers”- Pensó. Su sonrisa comenzó a desaparecer conforme ese pensamiento le hizo recordar su propia experiencia, la cual aún no terminaba…

HORAS DESPUÉS*   (12:17pm / Sala de juntas de Hoteles Nova)*

A penas recogieron sus documentos, tanto las chicas como Bob se dispusieron a abandonar aquella sala. Ya era tarde, no habían cenado y el sueño no tardaría en hacerlos dormitar.

Al llegar al estacionamiento exclusivo para empleados Bob no dudó en adentrarse en su vehículo y retirarse a su hogar, no sin antes ofrecerse a llevar a las chicas quienes rechazaron amablemente su oferta ya que la rubia había llegado en su camioneta y acordó llevar a Sade a su departamento.

Se despidieron y las chicas entraron en la camioneta de la rubia en silencio. Al principio no se dirigían la palabra, no por sentirse enojadas mutuamente, simplemente se sentían cansadas y además era un silencio tranquilizador.

Después de avanzar unas cuantas cuadras la castaña apartó la vista del hermoso paisaje nocturno de Cancún que se asomaba por su ventanilla y posó la mirada en el rostro de Tanya quien mantenía un semblante sereno pero de concentración mientras conducía.

Se quedó mirándola fijamente por uno o dos minutos hasta que la rubia se sintió observada; miró de reojo a su ex esposa y notó que efectivamente,  estaba siendo observada ya que Sade mantenía una expresión como de trance, casi hipnotizada.

Redujo la velocidad y chasqueó los dedos para romper el estado de hipnosis en el que se encontraba la castaña.

Ésta última parpadeó un poco y se sobresaltó ligeramente, desvió la mirada un instante antes de volverla a posar sobre su ex esposa.

-Tanya: ¿Te encuentras bien?.-

-Sade: Hmm… sí, sólo estaba… “ida”.- respondió con un tono algo cansado. La rubia la miró de reojo un segundo y luego volvió a fijar la vista en el camino.

-Tanya: Lo noté.- sonrió.- ¿Puedo saber en qué pensabas?.- preguntó con dulzura. La castaña se lo pensó un momento antes de responder. La rubia notó la cara de incomodidad de su ex y se apresuró a decir:- Eh, bueno, la verdad no tienes que decirme si no quieres.- Tanya utilizó un dulce tono de voz y esperó la reacción de la castaña la cual fue casi inmediata.

-Sade: Yo… pensaba en todo lo ocurrido.- se hizo un silencio breve y al no recibir una respuesta negativa por parte de la rubia, continuó:- Estaba analizando mis acciones, mis decisiones, los diálogos del último mes, la actitud de… varias personas.- Tanya miró de soslayo a la castaña sin perder detalle de su respuesta.- No lo sé, en verdad intento comprender cómo pude hacer… lo que hice. No puedo creer que me halle en esta situación.- inconscientemente la castaña frunció el seño con incredulidad.

-Tanya: Fuiste débil Sade, sucumbiste ante la trampa.- respondió de una manera ininteligible. Sade no dijo nada y se limitó a mirar un punto cualquiera hacia la nada mientras sopesaba las palabras de su ex esposa.- Sabes que es excesivamente pronto para perdonarte ¿verdad?- Repuso.

-Sade: Lo sé.- respondió con un dejo de tristeza.

-Tanya: Bien.- Los siguientes 10min de viaje estuvieron sumidos en un silencio ahora sí algo incómodo hasta que la castaña habló.

-Sade: ¿Aún me amas?.- la repentina pregunta, directa por cierto, provocó que Tanya abriera la boca y enmudeciera por unos segundos antes de recobrar la compostura…

HORAS ANTES  (10:05pm / Playa Gaviota Azul)

Euria se quedó mirando fijamente hacia el mar sin mirar realmente un punto fijo. Su mente divagaba y conforme más se concentraba en la lejana música de los “spring breakers” poco a poco sus recuerdos fueron apareciendo hasta transportarla al que dio inicio a todo su calvario…

* FLASHBACK ***

(4 años antes / Aeropuerto internacional de Cancún)

Un grupo de jóvenes de entre 21 y 25 años se encontraban esperando a que aparecieran sus maletas en la banda de equipaje. Acababan de aterrizar después de un largo vuelo desde el aeropuerto de Madrid, España.

El grupo estaba compuesto por 5 chicas (entre ellas Euria) y 5 chicos, parejo. Recién comenzaban las vacaciones favoritas de los chavales: las vacaciones de verano.

Resulta que entre los diez decidieron ahorrar y planear las que según ellos, serían el inicio de un gran número de viajes y aventuras inolvidables al lado de sus amigos universitarios.

Y lo habrían sido, de echo, al principio lo fueron, hasta que sucedió algo  que marcaría al grupo de jóvenes de por vida…

-Ariel: Hey, Euria, ya vámonos ¿tienes tu equipaje?.- Euria levantó el pulgar en señal de que todo estaba en orden y el chico, de ojos cafés, tez clara y cabello castaño claro, se relajó y comenzó a caminar rumbo a la salida del aeropuerto donde se hallaba el resto del grupo.

La rubia se encontraba muy emocionada y al mismo tiempo algo nerviosa por el viaje grupal.

Si bien no era la primera vez que viajaba sola, sí era la primera vez que realizaba un viaje con un grupo de más de 4 personas y a demás, con hombres.

Euria conocía a 4 de las 5 chicas,- Andrea, Alma, Aranza y Dana,-ya que tomaban varias clases en común, no todas al mismo tiempo, pero coincidían en la mayoría, eso que ni qué.

La otra,-Micaela,- era la novia de uno de los chicos, Mateo, quien estudiaba en otra universidad.

De los chicos, bueno, Mateo y Ariel compartían varias clases y eran muy buenos amigos desde la infancia. Andrés y Lucas se conocieron en la cafetería cuando éste último se encontraba leyendo unos cómics que llamaron la atención del primero cuando iba pasando por su mesa; congeniaron de inmediato.

Ya por último estaba Santiago, un estudiante de intercambio originario de México pero residente en Cancún, Q. Roo quien conoció a los chicos en su primer día de clases cuando les pidió indicaciones para encontrar las aulas de sus diferentes clases. Él fue quien les habló de Cancún, de sus playas y su vida nocturna.

El grupo se terminó por conocer cuando la universidad organizó un evento con el fin de reunir fondos para la caridad. Todos congeniaron casi de inmediato y las chicas, al escuchar lo que Santiago relataba acerca de Cancún, no dudaron en apuntarse al viaje soñado.

Tardaron un año en ahorrar lo suficiente como para divertirse bastante tiempo en Cancún. Todos tuvieron que sacrificar su primer verano juntos, trabajando arduamente y gastando lo menos posible.

Pero valió la pena, porque ahora finalmente se encontraban en la “tierra prometida”…

-Dana: Muy bien, ya estamos todos.- anunció una vez que Euria se integró al grupo nuevamente.- ¿a cuánto tiempo nos encontramos de nuestro hotel?.-

-Santiago: El Courtyard Cancún Airport se encuentra como a unos 15min del aeropuerto, es decir, de aquí. Así que yo creo que llegaremos con bastante tiempo de sobra para enjuagarnos, descansar y salir a divertirnos en los antros más populares que este lugar tiene para ofrecer.- anunció con entusiasmo. Todos emitieron un grito de emoción al unísono.

Los jóvenes llegaron por fin al Courtyard Cancún Airport. Se dirigieron al lobby del hotel y pidieron amablemente a la recepcionista las llaves de las dos grandes habitaciones que habían reservado meses antes.

La mujer amablemente les entregó las llaves y todo lo necesario y los chicos de dirigieron a sus cuartos junto con dos caballeros que los ayudaron a llevar el equipaje.

Las chicas se instalaron en la habitación de la izquierda y los chicos en el de la derecha. Antes de encerrarse en las habitaciones acordaron estar listos a cierta hora para ir a beber y pasarla de lo más guay.

Eran ya las 8:00pm y ambos grupos,- chicos y chicas,- ya se encontraban reunidos en el lobby, listos para salir y conocer la vida nocturna de Cancún.

Santiago les había sugerido ir al Hard Rock, al Coco-Bongo y a otros antros que se hallaban en el malecón de la zona hotelera pero aún no podían decidirse por alguno.

Al final decidieron ir primero al Coco-Bongo puesto que era el lugar más popular de entre todas las opciones que tenían.

Llegaron al establecimiento y comenzaron a beber y a bailar, claro, no sin antes haber echo fila por un tiempo considerable.

Se la estaban pasando muy bien, bailaron hasta que los pies se les hincharon y bebieron como si de agua se tratara. Aquella noche se estaba dando un show de “La máscara” y el público entero no paraba de divertirse.

Sin embargo, después de un rato Euria comenzó a sentirse algo extraña; primero lo atribuyó al hecho de que había bebido más de lo que estaba acostumbrada a beber, pero al revisar el último vaso en el que le sirvieron su trago pudo percatarse de que en el fondo había un poquito de residuo de un polvo blanco, muy similar al que queda cuando se prepara un sal de uvas Picot o un Alka-Seltzer.

Algo alarmada, pero no segura del todo, se separó de sus amigos para hallar un lugar mejor iluminado y así poder analizar mejor ese extraño y escaso residuo.

No pudo hallar un mejor lugar así que entrecerró los ojos y acercó el vaso lo más que pudo pero en ese momento comenzó una lluvia de trozos pequeños de papel y globos, los cuales eran parte del show. El vaso se llenó de papelitos y ella trató inútilmente de salvar la que podría haber sido la evidencia de que en aquél lugar se manejaban cosas turbias.

Olvidó el asunto del vaso y regresó con sus amigos para informarles de lo que estaba pasando pero al encontrarlos,- ebrios-, y relatarles lo ocurrido éstos la ignoraron y le aseguraron que todo estaba bien. Enojada, les advirtió que se pasaba a retirar pero esto no los inmutó, por el contrario, se siguieron divirtiendo.

La rubia, enojada, dolida emocionalmente y algo mareada decidió salir del lugar para abordar un taxi que la llevara al hotel.

Afuera, en el malecón, se encontraban bastantes personas: turistas, cancunenses y más “spring breakers” que bebían, fumaban y/o se agasajaban en público. Caminó un poco más rápido hasta alejarse de esas personas.

Poco a poco fue sintiéndose más desorientada y se fue perdiendo de la vista de las personas. Llegando ya a una zona poco iluminada se detuvo y masajeó sus sienes, las cales le palpitaban levemente.

Unos minutos después escuchó el sonido de un vehículo acercándose a toda velocidad por el malecón hasta que unas luces muy intensas le iluminaron el rostro, cegándola momentáneamente y provocando que se cubriera el rostro con los brazos.

CONTINUARÁ………..