Prueba de vida 11

Entra una desaparecida y casi olvidada Shane Valentine a TR

-Shane: Ésto es muy extraño, digo, hace como 1 año que no escribo, ¿verdad?

-Conciencia: Eso se debe a lo floja que resultaste Valentine!!

-Shane: Te he dicho que se debe a la universidad!!! ¬¬

-Conciencia: Eso no es cier...!! le interrumpe

-Shane: Hola!! Bueno, es curioso que escriba una conti en el mero día del padre jajaja bueno, espero que TR lo publique hoy, 21 de junio, ya que en mi ciudad es el día del padre Si no tenían un motivo para celebrar el día del padre, yo les doy uno ahora :p

Antes que nada os debo una enorme, no, descomunal disculpa por haberles hecho esperar demasiado para ésta conti :$

-Conciencia: No te disculpes, mejor invítalas a cenar, idiota desconsiderada!! ¬¬

-Shane: Cállate ¬¬

-Conciencia: Cállate tú, pedazo de materia fecal ¬¬

-Shane: Mejor comienzo ya con la conti ¬¬ sale de TR con Conciencia dentro de la bolsa de ropa interior sucia que Valentine llevará a la lavandería

-Conciencia: TE ODIO VALENTINE, TE ODIO!! SOS BESTIAL, BESTIAL HE DICHO!!!

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*NO OLVIDEN COMENTAR Y VALORAR LO MÁS POSITIVO POSIBLE!! :D RECUERDA QUE AL COMENTAR Y VALORAR COMO "EXCELENTE" ESTÁS REAFIRMANDO TUS GLÚTEOS Y LEVANTANDO TUS CHICHIS :D BESOS :3

Cap. 11

Era una mañana fresca con un sol reluciente; los pájaros cantaban y la ciudad se hallaba bastante tranquila. Sin embargo, en la casa de la rubia las cosas no estaban tan calmadas.

Marcia miraba a su inquieta prima quien se movía intranquila de un lado a otro por toda la cocina. La rubia cocinaba pero se podía notar a leguas que no se hallaba en paz.

-Marcia: bueno, ya estuvo, siéntate un momento primix, hablemos de la propuesta de Sade.- comentó. Su prima se detuvo.

-Tanya: basta, ya le di una respuesta a Sade, no me hagas esto prima.- respondió mosqueada.

-Marcia: Sos muy egoísta! Justo ahora que Sade te necesita…!.- fue interrumpida por una ofendida rubia.

-Tanya: Egoísta? Egoísta?!.- azotó en la mesa la espátula con la que estaba cocinando y se acercó con pasos firmes hacia su prima, quien retrocedió dos o tres pasos sintiéndose algo amenazada.- Tengo derecho a decirle que NO!!.- agitó su mano en el aire mientras su dedo índice la señalaba.- Es mi vida, ella me dejó por una zorrita de clase baja, ¡Y yo soy la egoísta por haberle dicho que no aceptaba su oferta?¡ ¡¡Que os den por culo a las dos!!.- su boquiabierta prima no pudo decir ni media palabra, se limitó a observar a su prima saliendo de la casa, dejándola a ella y al almuerzo a solas.

-Marcia: QUE DIABLOS PASA CON VOS?!!.- Exclamó muy enojada y en vano una vez que se hubo recuperado de la impresión anterior. Esa no era la Tanya que ella conocía, era obvio, tanto como su repentino cambio de personalidad que había casualmente surgido desde hacía apenas unos días desde que comenzó a salir más con aquella extraña y mala vibra chica hippie.- Doy mi virginidad a que esa tal “Euria-como-se-llame” tiene algo que ver!!.-

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Aquel hombre elegante y de tez oscura se dirigía hacia el nuevo apartamento de su jefa; un apartamento modesto a comparación del anterior, pero muy bonito y acogedor. El hombre aparcó a un lado de la acera, se bajó del vehículo y se dirigió hacia las escaleras; comenzó a subir lentamente a propósito para darse tiempo de pensar en las palabras que le diría a una deprimida castaña. Por fin llegó al tercer piso, dio una vuelta a la derecha y se detuvo frente a la quinta puerta del corredor.

La castaña escuchó tres golpecitos en su puerta, sin mucho ánimo se incorporó del sofá y bebió lo que quedaba de su botella de vino mientras se dirigía hacia la puerta. Al abrirla se topó con un una sonrisa cálida y honesta.

-Sade: hola Bob.- arrastró un poco las palabras y sumado a su característico aliento Bob pudo determinar el estado en el que se encontraba su amiga.

-Bob: Sade, ya hemos hablado de esto.- Señaló la botella vacía de vino junto a la puerta. La castaña lo dejó pasar sin prestarle mucha atención y el hombre dio una mirada rápida al lugar.

-Sade: no sé qué haré Bob, estoy realmente cabreada, sólo tengo dos de las tres partes de mi empresa y hasta donde sabemos ya está en juego la segunda, no faltará mucho para que pierda las tres partes de mi empresa y me vaya al demonio.- se quejó medio ebria.

-Bob: sólo ten fe, además ya contratamos a uno de los mejores abogados de aquí, no te da eso algo de tranquilidad?.-

-Sade: No, ya no confío en los abogados.-

-Bob: Sade, vamos, trata de ser positiva.-

-Sade: sabes que me molesta?.- cambió la conversación.- me molesta que Tanya no aceptara ser la nueva dueña.-bufó.

-Bob: está en su derecho, pero admito que tenía la esperanza de que aceptara.- confesó el hombre algo decepcionado.

-Sade: sé cómo te sientes, y creeme que yo me siento asi pero mil veces peor.-

-Bob: bueno, olvidemos eso, mejor revisemos todos los documentos que me pasó el nuevo abogado.- la castaña no tuvo más remedio que aceptar. Ambos se sentaron en el sofá del living y comenzaron a leer hoja por hoja cada archivo legal. El día iba a ser muy, muy largo…

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-Amber: mamá aún no llega?.- le preguntó a su tía Marcia.

-Marcia: no, aún no pequeña.- se controló para que su enojo no fuese percibido por la pequeña.

-Amber: tía quiero oír un cuento.- la rubia mayor estaba algo distraída, sumida en sus propios pensamientos.

-Marcia: espera a que llegue tu mamá y ambas oiremos un lindo cuento.- comentó con el ceño fruncido. Pasada la media noche Marcia pudo escuchar cómo una puerta se abría desde el primer piso. Salió de su cuarto procurando no despertar a Amber y bajó hacia la sala donde se topó en la penumbra con una semi ebria Tanya.

-Tanya: huy primix, casi me matas del susto jijiiji.- Marcia sintió algo de nauseas al sentir el aliento etílico de la otra rubia.

-Marcia: Tanya se puede saber donde carajos estabas??.- le reprendió.

-Tanya: venga, no te flipes tía, estaba con Euria, fuimos a por unos tragos, pues.- Marcia se enojó más.

-Marcia: que no me flipe?? Has estado muy cambiada, joder!.-

-Tanya: bueno, es mi vida, tengo derecho!.- su prima ya se había hartado de esa frasecilla.

-Marcia: tengo derecho una mierda! Me harté!.- la rubia más cuerda se dirigió a la habitación de huéspedes en la que había estado viviendo los últimos meses, cogió su maleta algo empolvada y comenzó a meter toda la ropa que pudo encontrar.

-Tanya: eh, parad, parad, vale?.- la única respuesta que obtuvo de su prima fue un leve empujón “no-te-metas-en-mi-camino-o-te-pateo” y continuó empacando; Tanya suspiró.- vale, venga ya, prima lo siento, detente por favor.-

-Marcia: Tanya en verdad estoy cabreada, me mosquea tu actitud, hueles a prostituta adolescente, ¿qué mierda te ha sucedido? Estas peor que una colegiala.- escupió las palabras las cuales lograron hacer eco en la cabeza de Tanya.

-Tanya: ok, vale, pero no te vayas, te necesito.- suplicó.

-Marcia: venga, en verdad te agradezco vuestra hospitalidad, en serio, pero no puedo seguir aquí si estás con esa actitud.- comentó seria.- Lo siento.-

-Tanya: y si mejoro mi actitud te quedarás?.- su prima se detuvo en seco.

-Marcia: mira, hagamos algo.- Tanya le miró a los ojos interesada.- si prometes cambiar de actitud y ser nuevamente la Tanya que amo y a la que no deseo patearle el culo, prometo quedarme.-

-Tanya: es en serio?.- preguntó esperanzada.

-Marcia: sí, mucho, pero si no cumples cogeré el primer puñetero vuelo y me regreso a España.- le advirtió.

-Tanya: lo prometo!.-

-Marcia: ven acá pequeña tonta.- sonrió y abrazó a su prima. Aprovechando que su prima había bajado la guardia, le pellizcó los cachetes como reprimenda.

-Tanya: pero qué te…?!!!- se quejó, para diversión de su prima.

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-Sade: Muchas gracias por todo Bob, sabes que me agrada mucho tu presencia.- la castaña se estiró y liberó un profundo bostezo antes de continuar.- Pero…

-Bob: lo sé, se ha hecho ya muy tarde srta. Martin.- completó con una sonrisa.- También debo retirarme, mi esposo se preguntará dónde he estado, no queremos que sepa sobre nuestro “romance”.- bromeó.

-Sade: payaso.- espetó con una sonrisa mientras hacía ademanes con las manos, como si lo golpeara. Ambos se despidieron y la castaña se regresó a la sala para recoger los tazones con restos de guacamole, papas fritas y más restos de botana que habían estado consumiendo por horas.- Dios, en momentos como éstos extraño a mi servicio de limpieza.-

La castaña dejó los trastes en el fregadero, echó las latas vacías de soda en el bote de la basura y se cercioró de que todo estuviera cerrado antes de irse a dormir, no sin antes darse una relajante ducha.

La piel morena y mojada brillaba a la luz tenue y amarilla de la lamparita del baño. Sade había preferido quedarse un rato en su tina para reflexionar sobre todo lo que había estado sucediéndole, en lugar de una ducha rápida. Pero ni el lío con su empresa ni sus absurdos y deplorables actos carnales con Jane le preocupaban tanto como el hecho de que su ex esposa estuviese interesada en otra mujer.

En sí, era algo que le provocaba un sentimiento de angustia y vacío; una melancolía y unos celos que le carcomían las entrañas y que, a pesar de ser consciente de merecerlo, no podía evitar sentirse de esa manera. Pero además, por si no fuese ya suficiente tormento, se sentía frustrada y sabía que era impotente pues no podía hacer más nada para evitar que la que alguna vez fuera su esposa, pudiese comprometerse en un futuro no tan lejano con alguien más.

-Sade: Mi princesa…- susurró con la mirada perdida,.- qué sentirás ahora por mí? Me extrañas? No me extrañas?.- una lágrima comenzó a asomarse por uno de sus ojos aceitunados.- Me...perdonarás alguna vez?.- La pelinegra le dio otro trajo a su botella de vino. Su segunda botella del día…

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Ya era nuevamente de día y los rayos del sol se colaron por la ventana, dándole de lleno en la cara. Se despertó con una mueca de molestia y, abriendo un poquito los ojos para evitar los rayos solares, se levantó con pesadumbre de la cama. Buscó sus sandalias y se dirigió como zombie hacia la cocina.

-Marcia: sabía que te verías fatal.- le recriminó.

-Tanya: Marcy, no estoy de ánimos.- espetó.- Me duele la cabeza.

-Marcia: y vos qué esperabais? Si os fuiste con tu “amiguita” amante de la naturaleza y el alcohol.- la reprendió.

-Tanya: ya, mejor prepárame un café, te lo imploro.- Marcia enarcó una ceja y no tuvo más remedio que complacer a su prima en ese estado. Tanya se sentó y tomó el periódico que reposaba sobre la barra de la cocina. Al abrirlo y leer la fecha no pudo evitar sentir una punzada de culpa en el estómago. Como si el destino le quisiera gastar una broma de mal gusto, su prima comentó:

-Marcia: Oye, acaso hoy no iba a juntarse Sade con unos inversionistas para ceder otra parte de sus acciones o algo así?.- su prima suspiró pesadamente antes de responder.

-Tanya: Sí, hoy es la junta con los inversionistas y su bufet de abogánsters.

-Marcia: Sé que no me incumbre pero…- fue interrumpida.

-Tanya: No empieces por favor, ya te dije mi decisión final.- Ahora la que suspiró fue Marcia.

-Marcia: de acuerdo, respetaré eso.- se hizo un silencio un poco incómodo y tanto el desayuno como el resto del día transcurrió igual.

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Despertó con un dolor de cabeza espantoso y unas náuseas muy notorias. Se levantó de la cama y con cierta torpeza se dirigió al baño. Vomitó en el lavabo hasta que la mayoría de las toxinas fueron expulsadas de su organismo. Se miró al espejo y no le agradó su reflejo: los ojos estaban algo hinchados producto de la mala noche, su cabello estaba muy revuelto y su cuerpo desnudo poseía aún las marcas de las sábanas donde literalmente se tiró a dormir. En pocas palabas, la chica era un fiasco.

-Sade: la he cagado.- murmuró mientras frotaba sus sienes. El sonido del timbre le provocó más dolor de cabeza. Buscó su bata de baño, se la colocó y fue a atender a la puerta.

-Jane: cielo santo…- la ojivioleta no pudo evitar expresar su asombro ante el cambio drástico de Sade.

-Sade: qué haces aquí?- preguntó algo incrédula.

-Jane: bueno, hace días que no te veo, desde aquella ida al cine, para ser exacta.- la pelinegra enarcó una ceja- Tampoco te he visto en la oficina y comencé a preocuparme.- Sade se sorprendió de la genuina preocupación de Jane.

-Sade: bien, las cosas no han estado muy buenas para ser honesta.- la invitó a pasar.

-Jane: no quiero ser grosera pero hueles un poco mal- dijo mientras tapaba un poco su nariz al acercarse más a la pelinegra.

-Sade: disculpa, vomité hace un rato. Bebí mucho ayer.- explicó.

-Jane: bueno, ve a arreglarte, te prepararé algo de café. Has desayunado?-

-Sade: no, recién me levanto. Y gracias, realmente no tienes qué hacer…-la ojivioleta la interrumpió.

-Jane: lo sé, pero quiero hacerlo.- Sade no dijo nada más, agradeció con la mirada y se fue a su cuarto para arreglarse. Jane se dirigió a la cocina y comenzó a preparar unos panqueques y café. Media hr después tanto Sade como el desayuno estaban listos.

-Sade: mmm está todo muy bueno.- admitió mientras se devoraba otro hot cake. Al parecer tenía más hambre de lo que pensaba.

-Jane: de nada.- esperó un momento antes de continuar.- ahora sí, me puedes explicar qué sucede?.- pidió con suavidad. La pelinegra suspiró.

-Sade: estoy a punto de perder mi empresa.- los ojos de Jane se abrieron como platos.- el imbécil de Hilton me mandó al carajo al igual que otros accionistas y ahora intentan quedarse con el 2do tercio de mis acciones, ya me arrebataron un tercio.- examinó el rostro de la ojivioleta antes de continuar.- hoy debo reunirme con ellos para tratar de salvar lo que me queda, pero es complicado.

-Jane: y no hay forma de evitarlo?.-

-Sade: una solución que me dio mi abogado fue el de cambiar de dueña a la compañía pero obviamente sin que ellos se enteren.

-Jane: y…?

-Sade: se lo rogué a Tanya pero no aceptó. Sólo tenía que firmar unos papeles, todo lo demás estaba listo.- se podía notar claramente la frustración y el enojo en el tono de voz de la pelinegra.- Bob le dejó la carpeta con los documentos pero Tanya las arrojó a la basura.- comenzaron a brotar fugaces lágrimas de los ojos verdes de la pelinegra.

-Jane: no te compliques, por qué no pones a alguien más?.-

-Sade: no puedo, Tanya es la única persona confiable, es la única que sé que me devolvería mi empresa.

-Jane: bueno, entonces reza y enfrenta a esos canallas.

-Sade: bueno, creo que ya no tengo otra salida.

Ambas se retiraron de la cocina; la pelinegra agradeció el desayuno y la ojivioleta le hizo saber que confiaba en ella y que todo saldría bien, aunque Sade no creyera en lo último. Se despidieron y Sade se dio una ducha antes de cambiarse para la junta.

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El sonido de su teléfono la sacó de sus pensamientos. La rubia miraba una carpeta amarilla que había recuperado de la basura y que ahora se hallaba sobre la mesa del comedor. Al mirar el mensaje y de quién provenía no pudo evitar esbozar una sonrisa. Se retiró del comedor y se dirigió a su cuarto; comenzó a sacar ropa y accesorios. Iba a salir.

-Marcia: wow, y a dónde vas tan sexy?.- preguntó al entrar a la habitación de su prima y toparse con una rubia arreglada de manera tan sensual.

-Tanya: tengo una cita, Euria me invitó al Coco-Bongo.- comentó animada. Marcia se pegó un manotazo en la cara.

-Marcia: qué no habías prometido que no saldrías con ella?.- le recriminó.

-Tanya: no, no, no, yo te dije que no volvería en mal estado, mas no que dejaría de verla.- aclaró. La rubia más sensata se masajeó las sienes.

-Marcia: bueno, vale, pero donde regreses ebria…-

-Tanya: no lo haré, ya entendí.- rebatió antes de que su prima terminara con su amenaza.- Nos vemos

-Marcia: nos vemos.- Tanya bajó las escaleras, se subió a su camioneta y se marchó, dejando a una preocupada Marcia en el umbral de la casa.

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La discoteca estaba a reventar, como era de esperarse. Habían chicos y chicas bailando por ahí, unos cuantos más manoseándose y la barra estaba hasta el tope. La música era contagiosa e hipnotizante, como si se tratase de una droga musical.

La rubia se hallaba nadando entre el mar de gente que ahí se encontraban, intentando encontrar a su cita. Hubo varias chicas que se le acercaban pero ella las rechazaba, lo mismo con los chicos. Lo único que le importaba era juntarse con Euria. Después de un rato logró divisar a su cita que estaba sentada en una zona vip. Se acercó a ella y se saludaron con un beso muy sexy. Euria le ofreció un trago antes de presentarle a sus otros acompañantes: unos chicos hippies bastante atractivos, al igual que unas 3 chicas notoriamente atractivas que también vestían un tanto psicodélico.

Se presentaron como Jaffet, un chico alto de tez blanca, cabello corto y castaño peinado en forma de flama, de ojos Marrones y complexión delgada; Sandro, el más bajito de todos, tenía la piel morena, un cuerpo bien marcado, de cabello negro y rizado y ojos color miel. Las chicas eran 2 gemelas  de piel clara, cabello pelirrojo, ojos amielados y una altura promedio como de 1.60m; y Kali, una chica afroamericana muy hermosa, con un cuerpo de modelo, altura de unos 1.80m, ojos aceitunados y cabello lacio de color negro, de corte asimétrico igual al de Rihana en uno de sus vídeos.

Por alguna razón los amigos de Euria no le transmitían el mismo sentimiento de seguridad y amistad que ella le transmitía, pese a que todos fueron muy amables con ella. Simplemente no le agradaron, pero al no poder explicárselo a sí misma se sintió muy culpable aunque hizo lo posible para no demostrarlo y fingió como si nada pasara.

Estuvieron bailando un rato. Euria por momentos se besaba con Tanya y le traía trago tras trago; la fiesta estaba muy animada entre ellas 2 y pareciera que nada importaba más que ellas. El tiempo pareció pasar muy lento, pero para sorpresa de Tanya eran a penas las 9:00pm. Algo cansada pero contenta le pidió a Euria un momento para descansar; regresaron a la barra y se sentaron.

-Euria: me alegra que aceptaras venir, me la paso muy bien contigo.- le regaló una sonrisa pícara.

-Tanya: al contrario, gracias por invitarme a salir, necesitaba salir a distraerme.

-Euria: distraerte? Algo te molesta?

-Tanya: bueno, es un asunto con Sade.

-Euria: Sade?.- de pronto hizo una mueca como si lograra acordarse de algo.- Oh, ya, la perdedora de tu ex esposa, no? Jajaja.- la sonrisa de Tanya se esfumó de inmediato, realmente le había molestado las palabras de la hippie.

-Tanya: No creo que debas llamarla una perdedora, ella ha hecho cosas geniales.-

-Euria: sí? No lo creo, para mí ella es una más de esas perras adineradas, interesadas y estúpidas.- Tanya, lejos de reírse, apretaba los dientes tratando de contenerse.

-Tanya: para nada, ella logró fundar su propia empresa, ha sido una mujer trabajadora y ha tenido que sacrificar muchas cosas pero al final ha valido la pena.

-Euria: ay, por favor, no puedes defender a alguien así, sobre todo después de la forma como te trató.- ese había sido un golpe bajo, incluso para ella.

-Tanya: sabes? Es muy bajo hablar tan mal de una persona que no está presente y que no puede defenderse.- le recriminó.

-Euria: cuál es tu problema?-

-Tanya: y el tuyo?!.- era evidente que Euria había tocado la vena sensible de la rubia.

-Euria: por favor, actúas como si estuvieras enamorada aún de ella.- replicó en son de burla pero su sonrisa desapareció ante el silencio de Tanya.- No me digas que no lo habías pensado?.- cuestionó con seriedad.

-Tanya: yo…-volvió a guardar silencio ante semejante descuido. Euria la analizaba con la mirada.

-Euria: sigues enamorada de esa estúpida?.- siseó en total desacuerdo.

-Tanya: no!.- se apresuró a responder.- bueno, no lo sé, no, espero que no.- la respuesta no fue para nada del agrado de la hippie.

-Euria: por favor, no podrías ser tan estúpida como para estar con ella.-

-Tanya: ella me necesita, y aunque ya no estamos casadas aún se mantiene ese….- intentó buscar un sustituto para aquella palabra que no quería mencionar.-….”aprecio”.- Euria no se molestó en ocultar su descontento pero Tanya estaba tan descolocada ante semejante “epifanía” que se quedó mirando hacia un punto fijo en la nada.

-Euria: bueno, da igual.- bebió de su copa y desvió la mirada de la rubia. Tanya había salido de su “trance” y se sentía algo mosqueada con Euria.

-Tanya: voy al tocador.- dijo secamente. La hippie aprovechó esa oportunidad para retomar su postura alivianada y pícara.

-Euria: quieres que te acompañe?.- preguntó de forma insinuante.

-Tanya: voy sola.- repuso tajantemente, dejando a una Euria boquiabierta, que al perder de vista a la rubia frunció el ceño al haber sido herido su ego.

-Euria: niña pendeja.- susurró entre dientes, enfadada.

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-Sade: estoy nerviosa.- confesó.

-Bob: todo saldrá bien.- la reconfortó aunque en el fondo sabía que no habían muchas posibilidades de salvar esa parte de las acciones de Sade.

-Sade: gracias por pasar a recogerme, no estoy en buenas condiciones como para manejar.-

-Bob: de nada, pero trata de calmarte, no quieres demostrarles tu vulnerabilidad a esos buitres, o sí?- la alentó.

-Sade: jaja, no, pero francamente ya no me importa lo que suceda. Estoy acabada.- expresó.

-Bob: hum, ten fe, todo pasa o no pasa por alguna razón.-

-Sade: estoy jodida Bob, años de esfuerzo y sacrificios tiradas por la borda.- no pudo evitar llorar. Bob aparcó a un lado de la acera y trató de calmarla.

-Bob: tranquila, bueno desahógate, saca toda esa frustración.- acariciaba su espalda mientras la pelinegra lo abrazaba.

-Sade: soy…una…fracasada.- decía entre sollozos.- perdí a mi esposa, perdí a mi familia, perdí mi empresa…- el llanto no hacía más que empeorar.

-Bob: no eres un fracaso, ok? Sí, es cierto, cometiste errores, todos lo hacemos, somos humanos!.- el hombre la miró a la cara.- Sade, yo creo en ti, he visto cómo has luchado por esto, he visto cómo has trabajado por tu familia, sé cuánto amas a tu esposa y a tu hija, no tengo duda de cuánto te aman y cuán agradecidas están contigo.- el llanto de la pelinegra fue disminuyendo.

-Sade: Bob, eres el mejor amigo que alguien puede tener.-

-Bob: y tú la mejor amiga que he tenido.- pasaron varios minutos. Ambos hablaron seriamente hasta que el hombre logró convencer a la pelinegra de que fueran a enfrentar a los empresarios.

Sade y Bob llegaron al hotel y se dirigieron sin dudar hacia la sala de conferencias donde se reunirían con los corruptos. Se tomaron un segundo para respirar antes de abrir la puerta de la sala. Una vez decididos abrieron la puerta y entraron. Todos voltearon a verlos con un poco de molestia por el retardo. Ambos se disculparon por ello y comenzaron a sacar todos los documentos que necesitarían. Después de rebatir un rato todos volvieron a sus asientos. Uno de los inversionistas de mayor edad habló:

-Inversionista: bueno, después de revisar todos estos papeles se ha llegado a la conclusión de que usted, srta. Martin debe cedernos ese 2do tercio de sus acciones.- el hombre sonrió y asqueó a Sade al mostrar todos sus horribles dientes.

-Abogado: lo siento, no había mucho qué hacer.- se disculpó el abogado de Sade.- Debe firmar srta. Martin, es lo más conveniente.-Sade respiró hondo y resignada tomó el bolígrafo, dispuesta a firmar. Estaba a punto de hacerlo cuando las puertas se abrieron de golpe y todos miraron algo sorprendidos a la figura que se adentraba al salón.

-Accionista: pero qué insolencia!.- exclamó embravecido- llegar de esa manera...!! Quién se cree que es?!!.- la mujer arrojó el folder que traía consigo y éste se deslizó por la larga mesa hasta que el accionista la detuvo de un manotazo.

-Tanya: Disculpe usted, me llamo Tanya Harp.- miró brevemente a su atónita esposa y le dedicó una sonrisa de complicidad. Sin apartar la vista de ella, continuó:- Y soy la nueva dueña de ésta empresa.- anunció orgullosa ante la estupefacción de todos los presentes.

CONTINUARÁ…….