Prueba de acceso a la hermandad

Tendrían que ser folladas para saber si eran dignas de pertenecer a esta selecta hermandad

Sandra: las 3 siguientes, desnudaros y ya podéis pasar. Si queréis entrar en la hermandad, ya sabéis lo que tenéis que hacer.

Estaba en la sala, sentada, esperando con mi sexo mojado, y el huevo del feeldoe dentro. Se abrió la puerta y entraron 3 jovencitas, reunían los requisitos para poder ser seleccionadas para nuestra hermandad, tenían cuerpazo, eran bastante guapas y estaban dispuestas a todo.

Yo: bienvenidas a las pruebas chicas. Como os llamáis?

Daniela, Alexia y Martina.

Yo: supongo que no habréis entrado mojaditas. Acercaros.

Daniela se puso de pie delante de mi, mi cara justo a la altura de su chochito, no había tiempo que perder, metí mi lengua entre su rajita y me lo comí hasta que estuvo mojado. Después le tocó el turno al coñito de Alexia y por último le lamí la rajita a Martina, era la única que estaba sin depilar. Ya las tenía a las 3 preparadas para ser folladas.

Elegí primero Alexia, una morena bastante impresionante, de pechos pequeños.

Me tumbé, agarrando el feeldoe para que estuviera bien erecto, y con la mirada le pedí que se sentara sobre mi y se introdujera en el agujero la parte del pene.

Verla cabalgar sobre mi me ponía muy cachonda, su coñito se comía toda esa polla sin parar, sus pechos se mantenían firmes mientras me montaba. Cogí su culo para que se moviera más rápido. Después de un rato le pedí que bajara y llamé a Daniela.

Su chochito era más estrecho y le costó un poco más meterse la polla hasta el fondo, pero cuando lo hizo me montó como toda una experta. Yo notaba el huevito dentro de mi, haciendo presión contra mis paredes y moviéndose acorde con los movimientos de Daniela. Sus pechos más grandes que los de Alexia, botaban de arriba abajo.

Turno de Martina. Hacia tiempo que no me follaba un coñito peludo. Me tumbé completamente, cerré los ojos y disfrute de sus movimientos sobre mi.

Yo: tumbaros una al lado de la otra, y abrir vuestras piernas, quiero ver bien esos coñitos antes de follarmelos.

Me acerqué hasta donde estaba la primera, que era Martina, vi sus pelitos mojados por sus fluidos, pase la polla por ellos antes de metérsela de golpe. Me la follaba ante la atenta mirada de las otras candidatas. Ella no podía controlar sus gemiditos, aun que sutiles, se escuchaban profundo.

Metí la polla mojada por los fluidos de Martina en el coño estrechito de Daniela. Tremenda follada le pegué, me la follé muy rápido, sujetando sus piernas en alto, veía como entraba y salía de su interior cada vez más mojado. Gemía más fuerte que su compañera. Me ponía mucho oírla.

Alexia esperaba su turno deseosa, y por fin le toco ser penetrada a ella. Primero me la follé despacio y duro y después le seguí dando más rápido y fuerte. Su coñito se abría para recibir el pene a cada embestida y chorreaba del gusto.

Yo: ahora poneros a cuatro patitas, veréis que gusto, como entra desde ahí, llega hasta el final.

Sumisas, obedecieron rápidamente, yo pasé caminado de una a otra acariciándoles el culito.

Esta vez empecé por Alexia. Tenía el culito más redondo de las 3. Le metí el pene en el coñito bruscamente, y me folle su rajita salvajemente, agarrándola fuerte, haciéndola gemir sin parar. Su culo rebotaba contra mí. No podía para de follarme ese coño, quería reventarlo.

Turno de Daniela, pase la punta del pene por su raja mojada antes de metérselo, la cogí de las caderas, le metí la polla y su chochito fue follado, mancillado por mi. Me incliné sobre ella para agarrarles esas tetas enormes a la vez que la penetraba en un sin cesar de movimientos fuertes.

Cuando le tocó a Martina, azote su culo hasta dejarle las marcas de mi mano, su culito enrojecido era muy follable, así que lo follé, le di de comer polla un buen rato, le reventé esa rajita peluda.

Yo: levantaros, ahora me apetece follaros de pie, a ver que tal responden esos coñitos pervertidos.

Se pusieron apoyadas en la pared y fui hacia Daniela, era un poco más baja que yo, flexione un poco las rodillas para meterle la polla, y de un golpe se la metí. Paso sus manos alrededor de mi cuello, empezamos a liarnos, sus labios eran muy carnosos y no podía desaprovecharlos. Me follaba su coño y ella intentaba ahogar sus gemidos en mi boca.

El coñito de Martina esperaba ansioso, y calme esa ansiedad con unos pollazos tremendos. La cogí por la cintura, y la apretaba contra mi con cada penetración, para que la sintiera bien a fondo.

Allí estaba Alexia, por sus piernas chorreaba el flujo, una señal del placer que estaba sintiendo.

Me puse delante de ella, la besé, y le introduje el pene, despacito. La empecé a penetrar, a follarle el chochito, me apetecía tanto comerle las tetas, que bajé hasta ellas y las lamí sin dejar de follarla, me comí sus pezones, se endurecieron tanto que podían cortarme. La embestí y la embestí, hasta que la hice gemir tanto que podrían oírla desde fuera.

Me quité el feeldoe, estaba tan mojada que salió rápidamente.

Les pedí que abrieran las piernas una última vez para mi. Abrí la rajita de Martina, y le comí el coño hasta que se corrió.

El coñito de Daniela, tan delicioso, fue el siguiente. Lo lamí hasta que llegó al orgasmo,

El coño de Alexia era al que más ganas le tenía. Me entretuve un poco más comiéndolo y lamiéndolo, mi lengua se entretuvo con su clítoris y lamió su agujerito para comer lo que me ofrecía. Se corrió en mi boca, y bebí de su interior.

Que gusto comer y follar tanto coño.

Me volví a tumbar. Mientras Daniela me besaba, Martina me lamía las tetas y Alexia me comía el coño. Llegue al orgasmo en su boca como antes había hecho ella en la mía. Hasta que no tragó toda mi corrida no paró de comer.

Yo: bueno chicas, ya podéis iros, pasar a recoger vuestras cosas por donde habéis entrado. La semana que viene sabréis si alguna de vosotras a conseguido formar parte de la hermandad. Tenéis que estar orgullosas de vuestra prueba.

Salieron, y yo me preparé para la siguiente tanda de chicas, cogí el feeldoe, me lo puse y me senté a esperarlas.