Proyecto Isla X(II)

Qué pasaría si criamos una sociedad sin los valores morales de la nuestra? ¿Y si los criamos desde pequeños como seres sexuales, sin los miedos y valores de la sociedad? ¿Y si oscuramente los criamos para que no tengan valores y que hagan sexualmente lo que queramos?

Estimados lectores, espero que les guste esta serie que estreno. Las he puesto en "Grandes Series", pero podría estar en otras categorías, como "orgías", Hetero", "bisexual", "trios", "dominacion", etc. Cualquier comentario será bien recibido.

Es necesario leer el capítulo anterior porque la historia es continúa: https://www.todorelatos.com/relato/165156/

INTRO:

¿Qué pasaría si criamos una sociedad sin los valores morales de la nuestra? ¿Y si los criamos desde pequeños como seres sexuales, sin los miedos y valores de la sociedad? ¿Y si oscuramente los criamos para que no tengan valores y que hagan sexualmente lo que queramos? ¿Y si hacemos como si fuera un parque para ricos para que se les cumplan sus deseos sexuales más oscuros? Esto es el PROYECTO ISLA X. A punto de lanzarse, toca probarlo con gente de fuera, gente joven y guapa cuidadosamente seleccionada, antes de sacarla al mercado para los clientes mas ricos y depravados.

Memorandum Alto Secreto

Día 1 del experimento

  • A día de hoy han llegado los primeros visitantes a la isla. Apenas llevan unas horas en la isla.

  • Se muestra, el buen recibimiento por parte de los habitantes de la isla. Y su actitud dócil ante ellos.

  • Con apenas unas horas, el proyecto es un éxito. Seguimos pendiente de cómo evoluciona el día.

  • Se apunta el riesgo de que los invitados actúen conforme a las normas de la isla.

PROYECTO ISLA X:

Capitulo II:

Las primeras horas en la isla

Karl (II)

Debían ser sobre las dos de la tarde, de ese caluroso día, cuando el masserati azul conducido por su chofer Luk, después de hacer unas gestiones, estaba volviendo por la carretera que llevaba a la mansión. Pero antes, tenía que hacer una parada, la más importante del día sabía Karl. Mientras su chófer desnudo, sólo provisto de una corbata y un sombrero, el uniforme que se le había ocurrido al propio Karl, aceleraba y se metía por una zona de villas muy cerca de la playa y de su mansión. Un guardia, de seguridad vio de lejos el coche y sin hacerlos parar, abrió la valla que impedía el paso, continuando con su camino.

En la zona de aparcamientos de las viviendas de la 1 a la 5 de esa zona residencial reinaba el silencio, hasta se oía el ruido de algún pájaro revolotear por la zona. Hasta que el ruido de aquel coche deportivo terminó con la paz y no volvió hasta el estacionamiento total del vehículo.

Karl se bajó de aquel coche, y siguió a Luk, por aquel camino que le llevaba a una piscina y a una serie de apartamentos. Buscaron el núm. 3, y el chofer tocó la puerta. La tocó de forma contundente. Mientras que el chofer, moreno y desnudo iba delante, el rubio y con cuerpo de héroe nórdico que llevaba una bermuda, iba detrás.

Del otro lado de la puerta, abrió un joven de pelo negro muy oscuro, con unos brazos justamente musculosos y cuerpo perfecto, con algún pelo en el torso, respondía al nombre de Cristian. Estaba completamente desnudo y un poco desconcertado. Abrió como tapándose las partes. Karl supo claramente a qué se debía el pudor, es aquel que tienen las personas que no son de la isla ni del proyecto. Era un invitado. Al que más tenía que tener controlado.

  • ¿En qué puedo ayudarles? - preguntó Cristian que no estaba recuperado con el pudor de la isla, o mejor la ausencia del mismo. De donde venia no era normal que un tío tocara la puerta solo con una corbata rosa, colgando su polla grande frente a sus ojos.

  • Me llamo Karl - contestó - y soy el propietario de estas villas - decía al tiempo de hacerle ver la pulsera que llevaba en su mano izquierda. Al ver el rostro de Cristian, Karl supo que entendía que era un invitado. Y aunque no era verdad, eso es lo que tenía que saber.

  • Encantado - dijo Cristian - ¿Le tengo que abonar algo ahora? - se hizo el loco Cristian. Sabía que no se pagaba nada, pero tenía que disimular.

Mientras hablaba del pago, Karl pensó en el sistema que tenían de ganarse la vida los habitantes de la isla. Primero recibían una ayuda del estado, o eso creían, todos ellos, apenas necesitaban trabajar para vivir. Pero algunos eran sirvientes, y se les educaba con esa idea. No significa, que Luk necesitará trabajar, la isla le mantiene, pero está en su condición de ser sirviente, y en la que ha sido educado. Otros serán camareros, niñeros, etc., porque sí. En resumen, el gobierno de la isla los mantenía a todos. Karl sabía que era un sistema perfectamente diseñado por su abuelo que pagaba todo de la isla. Algunos pagos salían de inversiones, otro de productos que se exportaban y otras formas de expansión. Y, dentro de poco, el principal fondo de ingreso por fin, después de 40 años, llegaría, la visita de clientes ricos con ganas de follar como conejos.

Cristian los dejó pasar de forma amable y les ofreció algún tipo de refrigerio a lo que se negaron. El apartamento no parecía grande, pero si lujoso y construido con materiales de alta calidad. Al entrar se fijo en una joven que había nacido en la isla, Sarah muy guapa, que estaba desnuda en el sillón tocando la polla de un tío.

  • Estaban ocupados - dijo Karl, fingiendo que le importaba

  • No se preocupe - dijo Cristian

  • Entonces, me pregunto si quieres dar un paseo en mi automóvil y hablamos - añadió Karl, de una forma que no era posible negarse.

  • Estupendo - dijo Cristian.

  • Como solo caben dos, no le importará que deje a mi chofer aquí, con sus amigos - y señaló a la morena (Sarah) y a otro joven moreno (que respondía al nombre de Titus).

  • Claro que no - dijo Cristian, que entendió perfectamente que iban a hacer esos tres en su ausencia. Lo mismo que llevaban haciendo ellos desde que llegara a la isla, follar como conejos.

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El masserati volvía a rugir pero esta vez a manos de un conductor inexperto y se notaba. Cristian no había cogido nunca un automóvil de esas características y así lo sabía Karl. Lo llevaba como podía por las calles que bordeaban la costa.

  • Que bien encontrar a otro invitado - dijo Cristian

  • Sí - mintió Karl - desde que me dijeron que había llegado un nuevo inquilino a esas villas el mismo día que yo, supe que también eras un invitado. Así que decidí conocer a alguien como yo

  • Me alegro de que lo hicieras - dijo de forma autentica el joven. - ¿Y cómo has hecho para vestirte?, yo tengo toda la ropa rota - dijo Cristian, señalando a su cuerpo desnudo.

  • Hay unas tiendas - se sabía bien la repuesta - donde puedes coger lo que quieras de ropa. No hace falta dinero, con la pulsera creen que pagas. Es lo único de telecomunicaciones de la isla - mintió Karl.

  • Menos mal que atendiste a eso - sonrió Cristian.

  • Venga vamos a una de esas tiendas, aunque tampoco hace falta ropa aquí - dijo Karl - yo vi una por esta carretera.

  • No la verdad es que no - sonrió Cristian, cuya experiencia era muy satisfactoria.

Siguió conduciendo el coche a toda velocidad e intentando dominar la máquina. Mientras llegaron a una zona de tiendas.

Jake (II)

La cafetera italiana pronto empezó a soltar aire caliente y hacer ruido, el café empezó a salir. La madrastra de JD, que respondía al nombre de Betty, la quitó del fuego y revolvió el café para que no quedaran pozos. Luego lo sirvió. Le dio una taza a JD, otro a su marido y padre de JD, Anthony, otra para Jake y otra para ella. Los cuatro se sentaron en la mesa de la cocina, una mesa bastante grande.

Jake, miraba la escena con sus ojos verdes, su pelo de color castaño casi rojizo y su cuerpo perfecto. Llevaba las bermudas desde que salió del hotel esa mañana, y la camiseta se la había quitado para igualarse con JD, que iba solo en un slip, que le marcaba todo. Y así estaba sentado en la cocina. El señor Anthony llevaba un traje y Bethy llevaba una bata de seda, que poco dejaba a la imaginación, era una autentica MILF. Era bastante sexy, y joven, no tenía más de 35 años. Además tenía unas tetas voluminosas y marcadas. Su forma de actuar era salida de cualquier peli porno con la que se pajeara en su casa.

A JD, no le quizo preguntar mucho por su familia, se suponía que ya debía saber todos esos datos, pero nadie le había dicho nada. Daba por hecho, de que esa era la familia con la que iba a convivir, ellos tres. Pronto se dio cuenta que le faltaba gente por conocer.

  • Ahora cuando acabes el café - dijo Bethy a Jake cuando las tazas estaban casi vacías - subid al dormitorio vuestro. - Jake se había dado cuenta que estaba todo en una planta, salvo el dormitorio de JD.

  • Es buena idea - dijo Anthony.

  • Si y así conoce a las niñas - Jake no sabía a que niñas se refería Bethy.

  • Mis hermanastras - dijo JD, y Jake lo entendió, Bethy tenía dos hijas que vivían en la misma casa y que serían pequeñas. Pero Jake no hizo ningún gesto de sorpresa. No te muestres sorprendido ante nada, le aconsejaron antes de llegar a la isla. Y él lo intentaba.

  • Si tengo ganas de conocerlas - dijo Jake - terminado el último sorbo de café. Estaba rico pensó. El café sabe igual en la isla al que se tomaba de dónde venía.

Una vez terminaron todos el café, Bethy y Anthony recogieron las tazas mientras JD y Jake subieron. Jake seguía a su nuevo amigo por las escaleras.

  • Te van a encantar mis hermanastras - le sonrío JD llegando a la habitación.

Lo primero que le sorprendió no fueron las hermanastras de JD, que nos la vislumbró al principio, sino la curiosa habitación de ellos. El dormitorio era todo diafano, compartían la habitación los tres. De hecho había tres camas de matrimonio repartidas en la habitación. Pero lo más que le llamó la atención es que en el medio estaba el cuarto del baño, sin ninguna pared. Incluso, la ducha enorme, estaba libre sin paredes, a excepción de una barra que sostenía las duchas, porque habían varias. Jake vio también el retrete, no tendría ninguna intimidad. Entonces pensó en esas niñas pequeñas que lo verían desnudo, pero rápidamente se percató de su error.

Jake enfocó la ducha enorme y no se había dado cuenta en el primer vistazo que había una tía duchándose desnuda. Una tia super sexy.

  • Esta es Miah - dijo JD que se había acercado a la ducha. Ella, estaba terminando de enjabonarse. Jake vio la que iba a ser una de sus compañeras de habitación, una joven de 20 años, rubia, con sonrisa inocente pero picara a la vez, con unas tetas que no le cabían en la mano, y con un pubis al que en ese momento no le podía quitar la vista.

  • Hola - dijo Jake, a una distancia prudencial

  • Acércate, si vamos a compartir habitación, quiero saludarte bien - indicó la picara rubia.

Jake obedeció y se acercó justo delante de la ducha que seguía abierta. Mientras JD se quedó detrás mirando la escena. JD sabía perfectamente lo que iba a ser Miah, así que no le estropeo la sorpresa a Jake.

  • Encantado - dijo al tiempo que le agarró de los huevos, lo tiro hacia ella y lo metió en la ducha. Justo cuando lo tenía cerca, le metió la lengua hasta dentro. Jake contestó al beso sin dudarlo, le metió también su lengua y se juntaron. Jake le agarró del culo desnudo y lo junto contra él, sus cuerpos estaban muy juntos, mientras se comían la boca debajo de la ducha, ella desnuda y él con unas bermudas ya empapadas.

  • Me parece estupendo que ya conoces a Miah y que se caen bien - dijo Betty, a la que Jake no había visto.

Jake se estremeció, se había olvidado de los padres de la casa, y se había dejado llevar. Pero al oír sus palabras, se dio cuenta que lo que se había olvidado es dónde estaba. Betty con sus palabras lo estaba animando. Así que Jake se dejo llevar cuando Miah le bajo los pantalones y los lanzo fuera de la ducha. Su polla erecta grande, estaba en su esplendor y Miah empezó a pajearle mientras sus bocas no se separaban.

Jake se dejó llevar y bajo su cabeza hasta los pechos turgentes de la joven, y con su lengua empezó a jugar con ellos. Con la punta de su lengua jugaba con los pezones, mientras tocaba los pechos con su mano. Ella con una mano no dejaba de tocarle su miembro mientras que con la otra le acariciaba el pelo, todo a la ve que el agua seguía cayendo por la ducha y mojaba sus cuerpos.

Decidió después bajar hasta el sexo de la joven que seguía de pie, y sin dudarlo, agachado sin importarle nada de lo que sucediera a su alrededor, le metió un dedo por su clitoris, para luego jugar con su lengua y con el coño de la joven, jugando con los labios inferiores. Ella gemía de pie, con las piernas abiertas, mientras su nuevo compañero de habitación, se las apañaba para darle placer.

Cuando Jake se incorporó, de limpiar los bajos de la sexy Miah, se dio cuenta que Bethy y JD seguían a estando ahí, pero ya no se limitaban a mirar. JD estaba embistiendo a su madrastra sin piedad, mientras los dos desnudos y de pie se dejaban llevar también por la lujuria. En ese momento pensó qué le habían prometido que la isla era como una película porno, y llevando solo unas horas estaba completamente de acuerdo. Cuando volvió en si, y se quedó de pie, mientras Miah se arrodilló para dar cuenta de su buen rabo, se recreó en el cuerpo de su madrastra. Bethy, no tenía más de 35 años, era bastante joven, se cuidaba y su culto era el cuerpo. Tenía unas tetas bastante grandes y operadas, lo que le hizo pensar que habían cirujanos plásticos en la isla. Además de un perfecto abdomen marcado y una melena rubia, como sus hijas. Justo en ese momento la MILF iba de un lado a otro con las embestidas del bueno de JD.

Jake no pudo por más tiempo observar lo que sucedía a su alrededor, ya que se tuvo que concentrarse en cómo jugaba Miah con su miembro. Miro para abajo, y la vista era como ver el mejor atardecer del mundo, su cabellera rubia se movía con fuerza, mientras metía y sacaba el rabo de su boca. La joven, debío notar que Jake la miraba maravillado por la buena mamada que estaba haciendo, y miró hacia arriba, sonriendo y sacando el rabo de la boca, para jugar luego con la lengua y saborearlo. Sin dejar de mirarle, la joven rubia bajo un poco su boca, y metió uno de sus huevos depilados en la boca. El gusto que sentía Jake no se podía magnificar, mientras la chica jugaba con sus huevos, y pajeaba la polla a buen ritmo.

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Los gemidos se oían desde la parte de abajo de la lujosa casa de Anthony y Bethy. Jake estaba seguro de ello, aunque no supo que eso era muy normal en esa casa. Aunque tampoco le sorprendería a cuenta de cómo se desarrollaba su primera hora en la casa. JD follaba a su madrastra en el suelo de la habitación, cerca de la ducha. El joven estaba tumbado en el suelo, mientras Bethy cabalgaba cual potra desbocada y gemía. Jake, que la tenía en ese momento enfrente, miraba la cara de deseo la madrastra y sabía que iba dirigida a él.

Por su parte, Jake y Miah seguían en la ducha pero el agua ya no corría. Sus cuerpos mojados estaban muy cerca, Miah a cuatro patas mientras JD la follaba encima. Los dos tenían enfrente a la viciosa de Bethy mientras cabalgaba la polla de JD.

Jake prestaba atención a Miah, y miraba de reojo a Bethy, por lo que no pudo ver a una tercera joven que miraba divertida la situación. Por fin apareció la otra hermanastra de JD, que se puso delante de Jake para que la viera.

  • Tú debes ser Jake - dijo la otra hermana rubia, mientras miraba divertida como Jake, paraba de follar a su hermana y la miraba.

  • Hola - le dijo, con la polla dentro de Miah. La otra chica a cuatro patas, miraba a su hermana.

  • Puedes seguir follandome - pidio Miah

  • Si claro - dijo Jake que continuó follando a la chica. Mientras Annie plantada delante se acercó y le besó en la boca a Jake

  • Bienvenido - le susurró y salió de la ducha, poniendose delante, mirando divertida y caliente.

Ahora Jake que estaba a punto de correrse, tenía delante a Annie, ya no veía a Bethy pero por los ruidos supo que JD ya se había corrido en la cara de la madrastra. Pero la vista era incluso mejor. La hermana pequeña, tenía 18 años que había cumplido el día anterior. Era una mezcla entre ángel y demonio en la cara, rubia con dos trenzas que llegaban por debajo del hombro, un cuerpo delgado, pero con una cadera marcada sexy y unas tetas más grandes que Miah. Ella tenía un short blanco y las tetas al aire.

  • ¿Dónde estabas cariño? - le dijo Bethy a Annie una vez follada. Se acercó a ella, que tenía la cara llena de leche y especialmente los labios. Le dio un beso a su hija, intercambiando el semen de JD.

  • Haciendo yoga - contestó, con el sabor de la leche en la boca. Jake miraba la escena maravillado, hasta que supo que se iba a correr.

  • Correte en mi boca - le dijo Miah, que notó que el joven iba a explotar.

Él se puso de pie, mientras Miah seguía agachada. Pronto salió toda su leche directamente a la cara de Miah ante la atenta mirada de JD, Annie y Bethy, mientras se oía de lejos la voz de Anthony indicando que la comida estaba lista. De hecho un olor a comida inundaba la habitación y se mezclaba con los olores de sudor y sexo.

Alexa (I)

Era agotador ser ella, pensaba Alexa. Ser popular en el instituto, ser animadora, tener vida social, salir con el quaterback del equipo. Y eso, que el fin de curso estaba a la vuelta de la esquina y que el verano ya había llegado. De hecho, quedaban algunos tramites del instituto y se acabaría para siempre. El próximo año iría a la Universidad de la isla, que ya estaba admitida. De hecho solo quedaba lo divertido, el fin de curso, el baile, la final de animadoras, y muchas fiestas.

En ese momento estaba desnuda delante del probador viendo colgado su modelito para la fiesta del fin de semana. Era el cumpleaños de su hermanastra, que celebraba sus 18 años y él modelito tenía que ser perfecto. Era la más popular y lo tenía que demostrarlo. Que le cayera bien Annie era otra cosa. No era así. De hecho la odiaba.

Alexa vivía con su madre en una casa con mucho encanto con acceso directo a la playa. Vivían ellas dos sola. Su padre dejó a su madre cuando estaba embarazada de ella, y se fue a vivir a una casa lujosa con Bethy, que en ese momento estaba embarazada y pronto daría a luz a su hija Annie, que no era hija de su padre.

Alexa tenía un hermano de sangre JD, con el que se llevaba bien y con él que ansiaba vivir juntos los tres, los dos hermanos y su madre. Pero JD estaba cómodo con su padre, vivía desde los dos años con él, de hecho no habían vivido juntos nunca. Él iba de vez en cuando a visitarlas y se tomaban un refresco los tres mirando el mar.

Nadie sabía, salvo los padres que la peculiar separación de los dos hermanos cumplía con los designios del Gobierno de la Isla. Es decir, que estaban separados así por el bien del proyecto, aunque ni los padres sabían eso. A ellos, el Gobierno les obligó a vivir cada uno con un hijo y sin presentar objeciones, así lo hicieron.

Tenía preparado el modelito para la fiesta, y no tenía entrenamiento hasta unas horas después, así que le daba tiempo darse un baño. Así que desnudaba como estaba cogió unos enseres para la playa, y dejó la habitación. No quería marcas, así que iba a darse el baño desnuda. Salió por el jardín de la casa, y abrió la puerta baja que daba directamente a la playa. Se cruzo con diferente gente, algunos con bañador, otros desnudos, nadie le prestaba atención a ese detalle.

Se acercó a la orilla, puso sus cosas en la arena y extendió la toalla. Miro a su alrededor, esperando que se acercara su novio, pero no había llegado, así que se acercó a la orilla y se mojo sus pies. Ella sabía que la gente le miraba, y eso que en esa isla no sabían lo que no eran cuerpos perfectos, pero su cuerpo dandole el sol resaltaba ante tanto adonis. Su larga melena marrón, que le llegaba por encima de su perfecto culo, y una delantera grande, operada, eran sus puntos fuertes. La delantera fue su regalo de 15 años. Alexa además tenía un cuerpo fino, y trabajado. Lo que no sabía con esa pose sexy mirando al mar que tenía en ese momento, estaba siendo fotografiada.

A punto de tirarse en la cristalina agua, un objeto le tocó sus bonitos pies, que tanto le gustaba a su novio, le encantaba comérselos. Alexa se dio cuenta y se fijo en el objeto que brillaba. Era un bolígrafo muy bonito, le pareció. Se agacho, lo cogió y se fijó en los detalles. Tenía mucho estilo, eso sí estaba un poco oxidado. Siguió observándola y tenía unas palabras grabadas. “Para que te acuerdes de tu hermano cuando escribas grandes obras. Cristian”.

Y sin saber muy bien lo que era, lo metió en sus cosas para observarlo bien y estudiarlo en casa. Lo dejo en la bolsa y volvió al agua. Esperaba que su novio llegará pronto, estaba caliente y le apetecía una buena follada dentro del agua.

Karl (III)

El bonito color del atardecer se reflejaba en el cristalino mar que se observaba desde la mansión. Karl y Luk habían vuelto hacia poco a la mansión. Y mientras Karl se encerró en su habitación, Luk limpiaba el coche, y aunque las criadas querían comerle la polla, el joven lo dejó para después puesto que llevaba todo el día follando con la joven que vivía con el invitado Cristian. Realmente se había pasado la tarde follándola de todas las formas imaginables.

Por su parte Karl, se había ido a su cuarto gigante y se había metido en la ducha. Debajo del agua caliente, repasaba sus avances con Cristian. Le parecía curioso lo básico que eran los invitados. No iban más allá de tener una experiencia sexual bestial. Y nada parecía vislumbrar que se cumpliera sus miedos y el motivo por el que lo vigilaban.

Cerró la llave de la ducha y salió de la ducha. Fuera de la misma, estaba Samara esperándolo con una toalla en la mano. La joven, vestida con el uniforme de las chachas, cofia y delantal, le paso por encima la toalla, y lo empezó a secar. Él le propinó un azote en el culo a modo de dominación. Ella no se inmutó. Seguía con la sonrisa, pasando la toalla por el cuerpo musculoso de rubio, mientras tenía en su culo la marca de la mano del cabrón de Karl.

  • ¿Se la chupo señor? - le dijo la rubia, quitando la toalla y a punto de arrodillarse.

  • Ahora no puedo - dijo evitando que se la metiera en la boca porque si su lengua tocaba el glande ya no podría controlarse, y tenía una reunión importante.

La joven le trajo el traje, Karl no quería ponerse ropa interior, iba a ser una reunión rápida y luego le sacaría la polla a la primera porno chacha que viera. Se puso el pantalón, y la camisa. Samara arrodillada le ataba los cordones de los zapatos. Él se terminó de vestir y le dijo a Samara que lo dejara solo. La joven abandonó la estancia, no sin antes mover el culo de forma sexy.

Una vez vestido, Karl fue hacia la puerta y la cerró desde dentro, para que nadie pudiera entrar. Se acercó a una estantería de libros, inclinó uno, y como en las películas, se movío desvelando una puerta secreta. Karl se acercó, paso su huella por un dispositivo al lado de la puerta, y la misma se abrió. El joven bajó unas estrechas escaleras de caracol iluminadas y llegó a una especie de sala de reuniones y de telecomunicaciones. Tecleo en el ordenador y pronto hizo una videollamada.

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Separados por miles de kilométricos, las tres generaciones de Vonhamp estaban reunidos gracia a las nuevas tecnologías. A miles de millas estaban el abuelo y el padre de Karl juntos en una enorme oficina, que bien conocía el joven. Y en la sede secreta de telecomunicaciones de la isla, estaba Karl. Las reuniones no eran afectuosas entre las tres generaciones, sino iban al grano, y en esa ocasión no era diferente.

  • Esta todo bajo control - respondía Karl II, el padre de Karl - según las imágenes revisadas no han habido altercados en estas horas. Está funcionando todo perfecto.

  • ¿Cómo lo ves en el territorio? - pregunto el abuelo con su voz ronca que imponía respeto.

  • Está todo normal, los invitados que he visto cumplen el protocolo al 100%. No he visto nada raro.

  • Le estaba enseñando a tu abuelo - volvió a tomar la palabra su padre. Karl sintió alivio, siempre ha sido más fácil hablar con su padre que con su abuelo. - Esta foto - y justo apareció la foto en la pantalla. - La queremos usar como fotografía promocional para los clientes.

Karl se fijo en la sexy instantánea, una chica muy atractiva con el pelo castaño, desnuda frente al mar. La fotografía era tan nítida que estaba de espalda, pero su postura, hacia que ademas de ver su precioso culo, se intuían los labios inferiores. Karl, sabía que vivía en la isla y dónde. De repente tenía ganas de buscarla y follarla, que buena estaba.

  • ¿Cómo va el invitado conflictivo - volvió a hablar su abuelo, haciendo que Karl volviera a la realidad.

  • No sospecha nada - empezó a dar el parte el sumiso nieto - No está buscando a su hermana ni cree que esté relacionado con la isla. Sólo está disfrutando de la isla.

  • La muerte de su hermana ha sido un manchón para la isla, sobre todo para ti, asegúrate que no sospeche nada.

  • Descuida - dijo Karl. Y la conversación se terminó, nada de despedidas o de preguntas sentimentales.

Cuando se terminó la conversación, se quedo pensativo, el asunto de la periodista le hacia revolverse en sus adentros. Todo se complicó de una forma muy rápida, y en un momento estaba descubriendo la verdad del proyecto, en otro consiguió llegar a la isla, y en el último segundo la tuvieron que matar.

La conciencia de Karl, trabajó un minuto. Después borró de su cerebro cualquier remordimiento, y aunque fuera él, quién dio la orden, no le iba a amargar el día. El joven se levantó, apagó los terminales y empezó a subir las escaleras. El cuarto se quedó en completa oscuridad y los secretos que hay se contaban, ahí se quedaban hasta la próxima comunicación.

Fin del segundo capítulo.