Próxima Parada: Ministerios

El moreno le cogió de los brazos poniéndoselos en cruz y en sólo un segundo, mientras le comía el cuello...

Próxima Parada: Ministerios

Román era jugador de Waterpolo, iba a entrenar todos los días a las piscinas situadas a las afueras de la metrópoli. Aquel día, después del entrenamiento decidieron irse a tomar unas cañas para celebrar que un compañero había sido padre. Ya adentrada la noche, Román decidió poner rumbo a casa... cogió la mochila y fue caminando hacia la estación de tren más cercana, apenas llegó y vino el convoy, se subió y se sentó tranquilamente mientras leía el 20Minutos. Después de un rato de trayecto, avisaron por megafonía "Próxima Parada: Ministerios, correspondencia con Líneas 6,8 y 10 de metro", era la parada de Román, cogió los bártulos y se puso de pie junto a la puerta, esperando a que el vagón se detuviera por completo. Abrió las puertas y salió. Andando por los andenes pensó que todavía le quedaban tres cuartos de hora de metro, así que iría a los baños para bajar las cervezas antes de emprender el camino nuevamente.

Pasó las puertas de seguridad y se dirigió a la sala de facturación, en la cual, están los servicios.

Román entró al baño, se acercó a uno de los urinarios y se puso a mear. De repente, sin darse cuenta tenía a dos chicos al lado suyo, uno morenito y otro señor de entrada edad. No le dio importancia y siguió con su meada tranquilamente. Cuando ya por fin había terminado, se le empezó a sacudir pero antes de que se la guardara dentro del chándal, pudo ver por el rabillo del ojo que sus compañeros se la estaban machacando, lo que hizo que le diera mucho morbo, así que su sacudida, se prolongó un ratillo, con la consecuencia que terminó mazo de empalmado.

Las miradas empezaron a notarse, miradas que a Román le hacía ponerse nervioso pero le siguió el juego al moreno. Apenas sin darse cuenta, el señor de entrada edad le estaba tocando los huevos y el moreno le metía la mano bajo el chándal para irle dilatando bien el culo. Román, empezó a masturbarse fuertemente pero pronto el moreno le paró la mano poniéndosela en su polla robusta, dura y venosa.

Román no podía más y deseaba ser enculado por esos dos mastodontes, así que propuso ir a los baños cerrados. Y así fue, con simulo cuidado, se fueron metiendo uno a uno. Cuando estuvieron los tres metidos, apagaron la luz y echaron bien el pistillo.

El hombre de entrada edad le cogió de la entrepierna del chándal, mientras que el moreno le restregaba su inmenso paquete x el culito de Román. No duraron mucho en desvestir al nadador de Waterpolo, únicamente le dejaron en zapatillas y calcetines, lo demás se lo habían arrancado del cuerpo. Tanto el moreno como el hombre de entrada edad, se desabrocharon el cinturón y se bajaron los pantalones.

Hasta el momento, Román no sabía cual era el tamaño de sus pollas. Las dos eran inmensas y ambas estaban sedientas de un culito tan apetecible como el que é tenía.

El moreno le cogió fuertemente de la cabeza y la empujó para abajo hasta que se metió su pedazo de pértiga entera en la boca, para hacer esto, Román tenía que agacharse, así que dejó el camino libre al señor. Se ensalivó bien su rabo y el ojete de Román, de sólo un golpe le metió la mitad de su polla. Román gimió pero apenas se escucho, pues también le estaban follando la boca preciosa.

Román iba notando como poco a poco su culo se dilataba dejando pasar el miembro de aquel señor sin problema alguno, mientras éste se lo follaba sin compasión, Román acariciaba aquel falo marrón con su lengua, pasando por el frenillo, y de ahí, con la lengua para abajo hasta los huevos, los cual se los comía enteros. Esto hizo que el moreno se pusiera todavía aún más bestia, cogió la cabeza de Román e hizo que se engullera su polla faraónica, cuando notó que le daban arcadas, le empezó a follar la boca hasta que Román empezó a saborear su dulce de leche. El moreno no cesó de follarle la boca así que Román se tragó todo lo que le habían dado de cenar.

El señor de entrada edad, al ver la boca de Román llenita de leche calentita, se excitó muchísimo y no pasando mucho tiempo empezó a gemir y a encular a Román más y más fuerte, tan fuerte que Román no podía más de dolor pero al mismo tiempo, le causaba mucho placer. Román pudo descansar cuando el hombre se la clavo numerosas veces y pudo notar como sus entrañas no admitían más leche, un regadillo de lefa le recorría por su pierna derecha.

El hombre se limpió, y enseguida desapareció. El moreno seguía con Román pues el baño era pequeño y no podía salir.

Román se incorporó, miró al moreno con ojos brillantes y sonrieron los dos. Román empezó a coger sus cosas para empezar a vestirse pero el moreno le paró y le dijo "no, faltas tu por derramar tu manjar", así que empezaron a besarse, el moreno le volteó bruscamente se agachó, empezó a lamer la corrida de aquel hombre de entrada edad. A Román ya le llegaba el regadillo por la rodilla. Poco a poco, el moreno le fue limpiando con su lengua hasta llegar a su culo, el cual también limpió muy bien. Román estaba apunto de estallar, su polla ya palpitaba, anunciando la gran erupción.

El moreno le cogió de los brazos poniéndoselos en cruz y en sólo un segundo, mientras le comía el cuello a Román, se la metió bruscamente. Mientras le iba enculando el moreno le masturbaba poco a poco, lentamente la polla de Román. Éste no pudo contener los gemidos que cada vez eran más y más. Al poco rato, de la punta de Román empezaron a salir géiseres de lefa caliente y que chocaban contra la pared. Después, se quedaron los dos juntos, abrazados, sin moverse hasta que el moreno se la sacó y en un profundo beso, dijo adiós a Román.

Román se limpió lo mejor que pudo y salió todo sudoroso del cuarto de baño dirección del metro.

Espero que os haya gustado, si queréis hacerme algún comentario, escribidme a: del_campanar@yahoo.es

NOTA

: Hola chicos, sólo quiero que tengáis cuidado a la hora de ir algún servicio público pues si os fijáis, nosé si es casualidad o qué, pero todos los techos se están arreglando. A mí me mosquea, pienso que hayan podido instalar cámaras.