Provocando masturbaciones
No hay nada mejor que una tia se ponga delante tuya a hacer un hoyo.
Hola amigos esta historia que os cuento es totalmente cierta y os puedo asegurar que ha sido la situación más morbosa que he tenido con mi mujer.
Esta semana santa como muchos nos hicimos una escapada a la playa. El viernes todavía no habían llegado los turistas ocasionales, por lo que la playa no estaba muy concurrida. Tan solo unas diez personas en la parte donde nos encontrábamos, que a media tarde fueron desapareciendo. Tan solo se quedo un hombre de unos 40 años pescando a nuestro lado.
Carmen se había quedado desnuda y tomaba el sol tumbada. A mí me gusta ver como los tíos se la quedan mirando de buena que esta, y este no iba a ser menos. De reojo no paraba de mirar. Yo buscando excitarlo le corregía a Carmen su posición de manera que su coño quedara completamente a la vista de él.
Llevábamos un rato así cuando le propuse un reto a mi mujer.
- A que no eres capaz de ponerte a hacer un hoyo delante de él, de manera que te vea todo el culo y coño bien de cerca.
Carmen titubeo y se lo estuvo pensando un rato, se levanto completamente desnuda y fue caminando como si diera un paseo hasta aproximarse al hombre.
- Hola, ¿Cómo va la pesca?
El hombre que no se esperaba que se le aproximase así desnuda estaba un poco cortado, pero no le quitaba ojo de las tetas que las tenía a altura de sus ojos al estar sentado en una silla, así como su coño, casi por entero depilado.
- Más bien escasa, es lo normal en esta parte.
Carmen se inclino para ver lo que había en el cubo, sus tetas se quedaron colgando, yo desde la poca distancia que nos separaba me di cuenta que el bañador del hombre estaba bastante abultado, con disimulo se coloco el paquete intentando seguramente disimular la erección. Carmen noto el movimiento y se fijo en el bulto del bañador. Eso termino de decidirla según me conto después.
- A mí me han dicho que aquí en la orilla se encuentran coquinas y que con eso se pesca muy bien, ¿quiere que le busque, haber si hay?
- Bueno, pero no creo que valga de mucho.
Carmen se puso de rodillas y de espaldas a él se puso a escarbar en la arena. EL por fuerza tenía que verle el coño y el ano pues lo tenía directamente en su línea de visión, yo desde lejos con el sombreo calado y la mano metida en mi bañador me masturbaba con disimulo mientras que hacia como si estuviera echando una siesta.
Carmen sin volverse seguía con su tarea. Cada vez se tenía que inclinarse más al profundizar el hoyo, su tronco bajaba y su culo cada vez mas levantado brillaba al sol, su coño húmedo se mostraba en medio de sus nalgas. Carmen seguía como si estuviera inmersa en la tarea y no se diera cuenta del espectáculo que le estaba brindando a su observador. Las tetas le arrastraban por el suelo cada vez que su brazo se hundía en suelo.
Llego el momento que tenía que doblar la cabeza para no llenarse la cara de arena. En uno de esos giros de cabeza se encontró que el hombre se había sacado el miembro completamente erecto y se estaba masturbando. El al sentirse sorprendido con bastante trabajo por la erección se apresuro a esconderlo dentro de su bañador. Carmen se quedo un momento quieta mirando el bulto de su bañador y siguió con su tarea como si no hubiera pasado nada. Se inclino de nuevo y volvió a ofrecer su coño a la vista del hombre. El hombre al ver que ella no había dicho nada se saco de nuevo el pene recto y siguió su masturbación ya sin disimulo. Yo seguí haciéndome el dormido pero también me masturbaba con mi mano dentro del bañador.
Carmen inclinando de nuevo la cabeza observaba como la mano del hombre subía y bajaba una y otra vez a lo largo del tronco de su poya. Carmen con la otra mano se humedeció los dedos y pasándolos por en medio de su coño abrió los labios dejando ver su interior rosado...
El hombre presa de la excitación aceleraba el ritmo cerca ya del orgasmo. Exploto en un torrente de esperma blanco derramándolo sobre su estomago moreno.
Carmen se incorporo y dirigiéndose a él le dijo mientras que no quitaba la vista de la corrida que estaba esparcida en su barriga.
- Parece que hoy no hay coquinas, bueno otro día será. Y sin mas se despidió viniendo hacia nuestra sombrilla. Yo también me había corrido y tenía el bañador por dentro inundado de semen, por lo que me levante y me fui al agua a enjuagarme.
Mas tarde Carmen mientras follabamos comentándolo me confeso que si le hubiese metido la poya no se habría resistido lo mas mínimo, y que se había quedado con ganas de probar ese pene no muy grande pero si bastante grueso, también dijo que fue muy excitante ver como los chorros de esperma salían y caían sobre su estomago y que le hubiese gustado recogerlos con la lengua.
Os ha parecido excitante. Yo mas de una vez me masturbo recordándolo y no me importaría repetirlo e incluso que se la follara delante mía.