Provocando A Mi Sobrino En El Probador

Cada que salimos, es un hecho de que haremos algo, y es que está entre nosotros ser así, hacer el amor en lugares públicos.

Hola a todos de nuevo, antes de irme a dormir les platicaré lo que pasó en una tienda de ropa

Empiezo… Como el sábado tenemos unos XV años, fui para comprárme un bonito vestido ayer, le dije a Alan que me acompañara, que no quería ir sola, total me acompaño entre no queriendo porque el muchacho estaba jugando su Xbox One que le había regalado mi hermano por salir bien en la escuela. Nos fuimos en el carro, él iba con su carota de enojado, para que se contentara, le metí mi mano por debajo de su Bermuda y le acaricié la verga mientras le decía.

  • Ya mi amor, no estés enojado, ¿de quién es esta verga tan bonita?

Y el muchachito ya un poco menos molesto, me responde.

  • Tuya Anto.

Jajajaja me encanta cuando mi amors hace pucheros cuando no quiere ir a un lado, total, llegamos, estuvimos en el centro comercial por un largo rato, pasamos entre varias tiendas de ropa, pero no encontraba nada que me gustara, tomamos un rato de descanso y nos decidimos a comprar un helado.

Nos terminamos el helado y seguimos buscando un vestido que me gustara para el sábado, ya que me tengo que ver hermosa porque seré madrina, hasta que dimos con una tienda que se veía más o menos con ropa bonita, entramos, estuvimos ahí viendo todos los vestidos hasta que encontré uno que me llamó mucho la atención. Le dije a la chica que si me lo podría probar y me dijo que sí.

Entré al probador para ver si me quedaba el vestido, mi sobrino se quedó afuera esperándome pero lograba ver los vestidores porque estaba muy cerca de la puerta, mientras se hacía menso con su celular, yo me quité mi ropa para medirme mi vestido, que tan solo quedé con un top negro y un cachetero blanco. Y no sé pero se me pasó por la cabeza hacerle la maldad, abrí el cortinero un poco, saqué una pierna y después medio cuerpo, mientras le decía con mi dedo que viniera, él solo volteó a los lados para ver si nadie lo veía, entró donde estaba, me abrazó, me besó y me dice.

  • ¿Por qué siempre tientas a provocarme en lugares públicos Anto?, eres el mismísimo diablo.

Yo reí y le dije.

  • No te hagas que te gusta que te provoque en público, vamos bebé que no tenemos mucho tiempo, quiero cogerte ahorita, hazme tuya aquí.

Sin pensarla, sólo se bajó el cierre, yo misma le saqué la verga, se la chupé un poco, él mismo me levantó, me puse contra el espejo, me inclinó un poco, hizo de lado mi cachetero y me la metió de un solo golpe, me tuve que tapar la boca porque si no gritaba por cómo me la había metido.

Me jaló del pelo, y me decía.

  • Amo hacerte mía, amo que lo hagamos en lugares donde no debamos, amo que seas mi tía, ¿te gusta bebé?

Yo volteaba de vez en cuando para ver si la chica del mostrador venía, entre nerviosa pero excitada por la cogida que me estaba dando mi sobrino, le dije.

  • Claro que me encanta bebé, sabes que me fascina que me hagas tu mujer, que estés adentro y sienta tu verga como sale y entra, sigue mi amor que estoy por tener un orgasmo ¡Aaaaay Alan no pares! ¡Sigue bebé!

Alan aumentó las metidas, se le hinchó de una manera muy extraña, que le dije y me respondió que era por el morbo de dónde lo estábamos haciendo. Y al mismo tiempo me dice.

  • Bebé me voy a venir, ¿los quieres adentro o en la cara?, ¡Aaah Anto no me aprietes así que me vendré más rápido!

Lo volteaba a ver por el espejo y veía su cara de lujuria, excitación porque me estaba cogiendo, al ver eso me puse como loca, me encantó verlo así, que aceleré más el saca y mete, yo me estaba viniendo de lo más lindo, le dije que se viniera en mi cara, porque si se venía adentro podría quedar embarazada y en estos momentos no puedo estarme tomando pastillas cada rato.

A lo que me respondió.

  • OK bebé, ven, ven que me vengo.

Me agaché para mamársela mientras se venía, salió un gran chorro que hasta el espejo fue a dar y me llenó toda la cara, caliente y liquida, como me gusta. Con mi mano me limpié todo lo de la cara, limpié el espejo y me metí la mano en la boca para comerme ese néctar tan rico, verle la cara de satisfacción, me encantó, porque los dos quedamos muy satisfechos. Le seguí mamando la verga mientras se la dejaba limpia y ya que terminé, se la metió, se subió el cierre y se salió muy silenciosamente para que nadie lo viera, yo también hice lo mismo me arregle el cachetero, y ni me medí el vestido, me vestí, salí y le dije a la chica que me lo diera, que sí me había quedado, la chica estaba hasta en caja y por suerte no nos vio salir casi juntos.

Pagué, nos dirigimos al carro y nos íbamos riendo por la maldad que hicimos, y es que no es la primera vez que lo hacemos, con mi sobrino disfruto mucho, porque no pensamos, simplemente lo hacemos. Es lo bonito, y la verdad es que la relación va muy bien, lo amo.

Y sobre mi papá, hasta ahorita no ha pasado nada, pero cuando me lo topo en casa, me dice que me ama, que quiere estar conmigo. Esto siento que será así, ya no hay nada que se pueda hacer, no negaré que no va pasar nada después, sé que pasará porque no puedo resistirme, soy débil ante las palabras de mi papá, es atracción entre ambos, atracción que despertó desde la primera vez que sucedió todo.

Me despido mis lectores, que pasen bonita madrugada, bye.