Protegida
Escapaba a mi, para sentirse protegida.
Protegida
Por azares del destino llegue a vivir en ese edificio de apartamentos, era mas cómodo económicamente al que tenia anteriormente. Ahí conocí a una familia, pareja con tres hijas, La mayor Jackeline de 16 años, hija de otro compromiso, algo rebelde por las peleas de sus padres.
El apartamento queda justo debajo del de ellos, una tarde que la pareja discutía Jackeline salio corriendo y choco conmigo que llegaba, ella entro junto conmigo sin decir nada, tampoco pude articular palabra...
Llegaba de hacer compras, le di un refresco y la comida que llevaba para el almuerzo, almorzamos y ya no me sentí solo, aunque no decía ninguna palabra ... Mas tarde tenia que salir y al volver la encontré dormida en el sofá, la cubrí y la contemple dormir, cuando despertó se vino a mi lado y se acurruco a mi, y mi instinto paternal la abrazo, así estuvimos hasta entrada la noche.
Su familia ya estaba preocupada, fui al encuentro de la madre y la lleve al apartamento, la vio dormida y me pidió que se quedara, al cual accedí con cierto recelo.
Así pasaron tres años, y Jackeline siempre que escapaba, lo hacia a mi apartamento, ya que yo no le pedía explicaciones ni nada de eso, tanto así, que le deje una copia de la llave para que pudiera entrar cuando quiera.
Así pasaron un par de años, y los encuentros con Jackeline fueron cada vez mas provocadores, venia de noche y se metía a la cama, se acurrucaba a mi pecho dándome la espalda, se sentía rico, de instinto paternal paso a ser de deseo sexual, había momentos que me entraba una erección que no podía disimular, y ella lo sentía, con lo que cada vez que venia avanzaba mas en sus provocaciones...
Una noche sin darme la cara, empezó a explorar con su manita mi sexo a través de la ropa, estaba en una erección y aun mas cunado la tocaba, daba la vuelta por mis caderas y mis piernas. La siguiente vez se aventuraba mas, metía la mano debajo de la ropa y jugaba con los líquidos seminales, y con la otra mano jalo la mía para que explorara ese cuerpo, era toda una mujer con curvas y pechos ya casi desarrollados en toda su juventud.
La siguiente vez quito el pijama y quedo solo en unas braguitas rosa, me volvía loco, pero no me atrevía a tocarla, fue ella quien me guió, me llevo, ella marcaba el paso. Entro como siempre a la cama, pero esta vez al rato que se acurruco dándome la espalda, dio media vuelta y se puso frente a frente conmigo, algo ruborizada, me beso tiernamente en los labios, nunca lo había hecho de esa manera, se sentía calor profundo. Solo atine a devolverle ese beso tierno.
Empezó a bajar por debajo de las sabanas, jugaba con sus dedos por encima de la ropa en mi miembro erecto, metió los dedos por debajo de la truza y empezó a bajarlo muy suavemente hasta que logro quitármelo, beso delicadamente el glande y lo olía, lamía, trataba de metérselo todo a la boca, mientras yo me retorcía con esas caricias, entonces con una mano hizo que la empezara tocar, explore su vientre, sus senos, sus piernas, sentía en mi un halago de tener un cuerpo joven y caliente a mi lado, que solo lo disfrutaba sin apresurar nada, llevo mi mano a su entrepierna , sentí el calor que emanaba de ella, de su intimidad, baje su braguita metí mi dedo a explora esa humedad, empezó a retorcerse conforme avanzaba, nos acomodamos en la posición del 69 mientras ella no soltaba su juguete yo exploraba con manos y lengua su caliente intimidad. lamía su entrepierna, abría con mis dedos los delicados pliegues que cubrían sus encantos, y pasaba mi lengua por su clítoris que hinchado pedía mas, la hice llegar dos veces, antes que terminara en su boquita, se la tomo todita.
La limpio toda, subió a mi encuentro y me regalo otro beso el que correspondí, y fue profundo hasta perder la respiración, quedamos exhaustos bien apretujados con la humedad y el sudor de nuestros cuerpos.
La última vez completamos todo, la celebración de nuestros cumpleaños coincidieron para la misma fecha, como también la despedida de ese lugar después de tres largos años, cumpliendo de estar entre familiares y amigos cada uno por su lado, Jackeline vino a mi encuentro, estaba triste porque me iba.
Entro a la sala, vestía un bonito vestido, que yo le había prometido para su cumpleaños, rosa tejido de algodón que caía sobre su cuerpo, la hacia libre, fugaz y temeraria.
Nos desnudamos juntos ahí en la sala dándonos piquitos en los labios cuello, oreja, mordía mis labios, baje su vestido y quedo en braguitas rosa, parecido al de la primera vez, por mi parte quede con mi truza blanquita, nos fundimos en un beso, acariciábamos nuestros cuerpos, delicadamente a lo largo y ancho, nos acomodamos en un 69, como le gustaba esa posición, entre a su intimidad ya conocida por mis manos y lengua y la hice llegar una vez, lamía, metía y sacaba mi lengua, sin atender sus gemidos entrecortados mientras me las chupaba extasiada.
Nos volvimos, me senté la jale a mi encuentro, y deje que ella misma se la metiera, con un poco de temor se acomodo se sentó en mis piernas, acomodo sus brazos en mi hombro, sus piernas para que no la venciera mientras se la estaba metiendo, se alzo un poco, tome sus glúteos con mis manos y la eleve, con una mano guió mi miembro a su mojada intimidad y empezó a jugar metiendo la cabecita, y mojándola con los jugos que de ella emanaban, luego empezó a metérsela, despacito suavemente iba entrando, lo sentía estrecho y ella se quejaba un poco, en un momento se topo con algo mas estrecho, hicimos un pequeño esfuerzo y entro, grito con fuerza y se dejo caer, haciendo que entrara por completo.
Nos quedamos inmóviles por unos minutos, yo me hacia en la gloria de tener su virginidad para mi solito. Empezamos el sube y baja al ritmo de ella, se vino dos veces gritando y gimiendo, arañando y golpeando mi pecho, besando y mordiendo mis labios. Me vine una vez en esa posición, me deje caer de espalda y ella encima mío, estaba exhausta.
Ya descansados tomamos un vinito que había en la nevera, cuando me vio que ya estaba listo, me dio un beso, y me dijo: "Que me quieres hacer, ahora soy toda tuya".
La tome de la mano y la lleve a la recamara, la recosté boca arriba, hundí mi cabeza en su intimidad y le hice gemir a pura lengua, me pidió que se la metiera de una vez, pero no le hice caso, la voltee boca a bajo, recorrí su cuerpo de arriba abajo, se erizaba como gata cuando recorría su espina, y eso a mi me encantaba, llegue a su intimidad ahora desde otro punto, se asusto un poco cundo le di un beso negro, pero empezó a gemir mas fuerte y con espasmos, eleve su cadera y la acomode en Doggy, ahí se la metí hasta que me dijera basta, pare un ratito y seguí hasta alcanzar un orgasmo que la lleno por completo.
Ya de madrugada me acompaño a la Terminal, ya que viajaba a otra ciudad, deje el apartamento con un mes pagado, le deje las llaves, se despidió con una lagrima, la cual bese...
Por azares del destino, este año me la volví a encontrar después de 4 años de separación, estaba linda, pero se había casado y tenia una nena. Por lo que se, el hombre con quien se caso es bueno, tomo mi lugar como protector.
Escribo este pequeño relato, ya que al volver a verla, se me revolvieron los recuerdos.
Gracias por leer mis relatos, a los que calificaron, mandaron sus correos con opiniones.
DAngelS