Prostituyéndome por fantasía.
Me vendí a un hombre que me doblaba la edad.
No existe ningún otro secreto mejor guardado por mí que no sea este, pero realmente siempre he pensado que estaría súper contarlo porque ha sido una de las experiencias más ricas de mi corta vida.
Esto pasó hace casi dos años, entonces tenía 22. Estaba pasando por una etapa muy solitaria de mi vida pues después de varios años terminé una relación muy tóxica. No sabía qué sería de mi vida en absolutamente nada.Y una de mis grandes inquietudes era con quién iba a coger ahora... Jajaja Y bueno... Es que en lo que si no fallaba era en lo caliente que siempre era.
Obvio comencé a verme con uno que otro chico pero casi nunca quedaba satisfecha. Pensaba en todas mis fantasías por cumplir, y una de ellas (la más extrema y que nunca creí que me atrevería a cumplir) era prostituirme.
Creo que esa idea llegó a mi cabeza en parte porque me excitaba imaginarlo y porque ocupaba dinero.Pero la curiosidad me ganó, me puse a investigar y como podría hacerlo manteniendo un bajo perfil y terminé creando una cuenta en una red social dónde ví que a las chicas se les facilitaba ofrecer sus servicios son tener que pararse en una esquina.
Al verlas, lo pensé mucho por mi seguridad, mi salud y por quién querría contratarme (pues algunos no tenían muchas fotos de perfil), y hasta por mi físico, pero este último me motivó... Pues realmente me considero muy sexy,tengo pequeños tatuajes, soy alta (1.70), de complexión delgada, morenita media, cabello lacio largo y negro, carita de una niña que parece ser toda una perra, piernas bonitas, bubis chiquitas y bueno,mi fuerte... Y el favorito de todos 'mi buen culo'.
Realmente no me importaba mucho quien pudiera solicitar mi servicio, si era mayor o menor, si era guapo o feo, solamente pedía que no fuera alguien con mala higiene o un pito chico jaja y sobre todo que no me tratara mal, pero sí muy rico.
Subí unas cuantas fotos de mis en lencería, tratando de no mostrar mucho mi rostro, oculté mi identidad totalmente, incluso me cambié la edad porque en sí todavía paso por una linda 'teen' de 18. Por último coloqué la info de mis servicios, llegué a ofrecer hasta el anal por un costo extra y eso sí por mi seguridad solo acepté tener citas en moteles.
Me hice de varios seguidores en pocos días, pero casi todos eran puros preguntones. Hasta que me escribió Ricardo, no tenía ninguna foto, decía tener 50 años y no tardó en convencerse de tener una cita conmigo, me dijo el día, la hora y el lugar, me pasó ay número pero me pidió que no le escribiera hasta que el mandara mensaje antes pues tenía una esposa celosa.
Del día para el que me escribió para el día de la cita faltaba una semana. Yo estaba 50% nerviosa y 50% excitada de que alguien quisiera pagarme por cogerme, y de que yo una chica de la cuál nadie imaginaria que pudiera ser una escort, estuviera ofreciendome así. Me decía que todavía tenía tiempo para pensarlo, total cerraba la cuentas y ya.Pero otra parte de mí quería atreverse y vivirlo. Sobre todo porque nunca había estado con alguien tan mayor. Y pues ganó esa parte oscura de mí...
Llegó el día de la cita, iba mensajeando con Ricardo, ya era un hecho vernos. Traté de ir lo más sexy posible, iba súper depiladita, me puse un conjunto de lencería de encaje negro, la tanga se me veía súper, hacía que se vieran unas nalgotas, sabía que eso era lo primero que debía mostrarle a mi cliente para prenderlo. Me vestí como acostumbro, me puse unos jeans súper pegaditos, unas sandalias negritas de plataforma y un top cortito negro tejido que hacía ver mi tatuaje de enmedio del pecho. Me maquillé como siempre nada exagerado y me alacié el cabello. Mi mamá en ese entonces no me dejaba salir mucho,pero logré safarme y en realidad solo iban a ser unas cuantas horas (más horas de camino al hotel que la hora de sexo que iba a dar). Eso aumentó mis nervios e incrementaban más cuando se acercaba más la hora de la cita, pensaba mil cosas.
Estaba a punto de llegar cuando Ricardo me dijo que ya estaba esperándome en la habitación, no sabía ni como iba a entrar si pasar así de rápido y subir o presentarme en la recepción y decir que me esperaban o si arrepentirme y huir. Me armé de valor, me pasé de largo diciendo 'buenas tardes' y llegué a la habitación.
No tenía idea de lo que me esperaba detrás de la puerta, toqué y ver al hombre que me abrió realmente me hizo darme un respiro. Se veía de la edad que me dijo, usaba lentes, tenía buen cuerpo, era alto, bien parecido, calvo y de tez medio clara, olía súper bien y su atuendo era el de un hombre muy bien vestido, y de acuerdo a su edad;reloj, camisa de cuadros, pantalón caqui y zapatos casuales de piel. Me recibió muy caballerosamente y por su forma de hablar podría dar por hecho que era muy educado y hasta con un buen estado económico. Me hizo sentir muy cómoda y me halagó desde el primer momento.
Mientras me daba una vuelta me dijo que era una niña muy preciosa y que se sentía afortunado porque mis fotos eran reales. Me tomó de la mano,se sentó en la cama y me sentó en sus piernas... Eso de inmediato me encendió, comenzó a acariciarme el cabello y la cara y me dijo que le contará qué me había parecía él. Le contesté que la verdad estaba contenta con el resultado pero que estés taba nerviosa porque no había estado en el medio de las escorts por mucho tiempo.
El prácticamente me dijo que llevaba años pagando por sexo y que hasta tenía una que otra sugar baby, pero que también era un 'buen' hombre de familia y que (como yo lo pensé) sí tenía un buen poder adquisitivo. La charla nos comenzó a desenvolver y de un momento al otro comenzó a besarme y a tocarme las piernas, las nalgas y las tetas.
Comenzó a darme instrucciones de desvestirme para meternos a la regadera. Yo no lo había tocado aún, pero en cuanto comenzó a desnudarse pude notar que tenía una verga muy grande y literalmente se me hizo agua la boca. Me quité la ropa y el me ayudó con la lencería. Me tomó de la mano y me llevó a la ducha, ahí volvió a besarme y a tocarme absolutamente toda, yo fui directo a su verga súper dura y comencé a chupársela.
Me decía que estaba yo estaba súper rica y que sí me gustaba su verga. Yo estaba al mil de caliente, no veía la hora para que me metiera toda su verga. Me levantó y me llevó a la cama para que siguiera mamandosela, estaba deliciosa. El a pesar de que me sometía no era brusco, me sostenía suavemente el cabello y me acariciaba la espalda.
Después de un rato me pidió que me subiera a su boca para hacerme oral. Solo de recordar me vuelvo a prender... Ahí supe que la gente madura puede que sí sepa más cosas que los jóvenes.
Nunca fui fan de que me hicieran sexo oral, me gusta más hacerlo, pero ese hombre me llevó al cielo con su lengua. Gemir me era inevitable, me estremecía sobre la cabecera de la cama, fue un placer que no había sentido jamás. Un rato después pasó a colocarse el condón y a ponerme en cuatro. Para ese momento obviamente estaba mojadisima, y preparada para que me diera como él quisiera.
Al metermela pude darme cuenta que si pene era más grande de lo que yo pensé y de lo que podía entrarme. Al principio me dolió, pero poco a poco fui resistiendo hasta que me entraba casi toda su verga, la velocidad a la que iba no la imaginé en un hombre se aún edad, aunque a veces me daba lento no dejaba de sentirse increíble.
Le gustaba que gimiera y que gritara que lo hacía muy rico. Me sentía tan calientemente puta que hasta le decía 'papi' mientras volteaba a verlo para fijarme que tan fascinado por mí se veía.
En la siguiente posición me pidió darle sentones, y aunque su verga llegaba a incomodarme en esa posición por el tamaño, al besarme y agarrarme las tetas mientras yo bajaba y subía me hacían olvidarme de eso. Comenzó a masturbarme mientras yo me sentaba en él, era como no soportar tanto placer, sentía que iba a explotar y terminé viniendome.
Ahí cambiamos de posición, se acostó y me hizo subirme en él, con una mano me tomó del cuello y me bajó para besarme y con la otra trató de tomarme fuerte las nalgas mientras ambos nos moviamos lento para que me entrara y saliera su verga. Me llamaba nenita y me preguntaba que si me gustaba y yo obviamente le contestaba extasiada que siguiera dándome así.
Pasamos a la última posición y él se puso encima de mí, me abrió las piernas y comenzó de nuevo a tocarme el clítoris, puso mis piernas en sus hombros y me la metió, esta vez no paró la intensidad mientras me masturbarba o me apretaba mis bubis, estaba a todo lo que daba y yo sentía delicioso y aún más delicioso era que en esa posición podía ver cómo me entraba toda su verga y por fin terminó.
Impresionantemente no se veía tan cansado como yo lo esperaba y al ver la hora me di cuenta que realmente nos habíamos pasado toda una hora cogiendo.
Descansamos un rato, y nos metimos a bañar, me dijo que realmente estaba muy buena y que hasta podría cobrar más de lo que yo le cobré, que definitivamente quería repetir y me dió un par de consejos más para el negocio jaja
Yo quedé fascinada, súper bien cogida y contenta con cumplir mi fantasía. Me pagó y muy amablemente se ofreció a dejarme cerca de donde vivo.
Una vez más la vergüenza vino a mí cuando íbamos saliendo de la habitación y pues los de recepción me vieron salir con ese hombre mucho mayor que yo,lo más seguro es que supieran que era escort, pero al final me dejé de complejos.
Disfruté muchísimo esa experiencia pero no creí que fuera lo mío. Creo que fue suerte de principiante y nada más. No lo hice jamás. Cerré todo.
Aunque a veces cuando no tengo dinero me pasa por la cabeza volver... En fin... Fantasía desbloqueada gracias a mi papi Ricardo. 😉