PROSTITUIDA A LA FUERZA primera parte

Una hermosa jovencita de una familia adinerada terminara en las garras de una mafia de trata de blancas...

La familia Suarez era una de las mas acaudaladas de la ciudad, Jorge de 50 años y su mujer Amanda de 45 eran ricos empresarios que habian trabajado toda su vida para tener una vida comoda y confortable.

Su esfuerzo habia dado sus frutos , su empresa dedicada a los bienes y raices era un exito completo, se habian convertido tras muchos años de trabajo en una de las empresas mas estables en esa categoria.

Jorge amaba profundamente a su esposa, desde que la conocio hace 20 años se habia convertido en el amor de su vida casi que a primera vista, a diferencia de su mujer Jorge venia de una familia de escasos recursos, pero gracias a su talento y a su esfuerzo habia podido sacar adelante junto a su esposa la empresa que su suegro le habia dejado en herencia.

Jorge era un tipo muy alto y de buena contextura fisica media alrededor de 1,80 y como se la pasaba en el gimnasio que habia puesto en su propia casa tenia una excelente condicion fisica, por otro lado su mujer Amanda a pesar de sus muy bien vividos 45 años, era lo que se podia describir como un "mujeron", siempre habia sido muy vanidosa con el cuidado de su cuerpo, y el matrimonio con Jorge nunca fue pretexto para descuidarse, se robaba las miradas de todos los hombres que la veian pasar e incluso sus empleados y colaboradores no le quitaban la vista.

Sin embargo su vida empresarial no lo era todo en esta perfecta familia, el centro de su vida y su mayor preocupacion era su unica hija Samanta de 17 años, que era muy parecida a su mama, tenia el mismo tono de piel blanca pero muy facil de broncearse, cabello rubio y un rostro precioso.

Si bien Amanda era una mujer muy guapa, su hija era un elemento mejorado, la jovencita era una chica muy cerca de la perfeccion, tenian un rostro hermoso, ojos grandes cafe oscuros, cejas bien pobladas, y unas pestañas grandes que hacian lucir esos ojos mas bonitos de lo que ya eran.

Sus labios eran perfectos, ni muy carnosos pero tampoco desprovistos, la nariz parecia moldeada por los dioses, y la muchacha tenia una sonrisa tierna pero a la vez sensual que en conjunto contruian un rostro sencillamente armonioso y perfecto.

Pero si un hombre se quedaba embobado con contemplar ese rostro tan bello, al bajar la mirada bien podia matarlo de un ataque al corazon, Samanta a sus escasos 17 añitos era una invitacion al pecado constante, sin necesidad de ir al gimnasio ni de matarse de hambre con dietas estrictas, tenia un cuerpo de escandalo, su madre Amanda tenia unas tetas enormes y muy jugosas, en cambio su hija las tenia pequeñas en comparacion a las de su madre, pero tenian una proporcion correcta, ni muy chicas ni muy grandes simplemente perfectas.

Pero el tamaño descomunal de las tetas que no habia podido heredar de su madre, la naturaleza a cambio la habia recompensado con un trasero de escandalo, ya desde los 13 años la jovencita no podia disimular ese culo tan perfecto que tenia, apenas entrada la pubertad se sentia incomoda con las miradas calenturientas que recibia de parte de los hombres, y no habia ropa que lo pueda ocultar.

El culo de la chica era simplemente maravilloso, sus nalgas eran amplias bien moldeadas, duras, y en compañia de un par de piernas bien largas y bien torneadas la convertian de la cintura para abajo en una autentica sirena repleta de curvas por doquier.

Aprovechando su privilegiada posicion economica, Samanta estudiaba en uno de los colegios mas elitistas de la ciudad, muy religioso como de costumbre, y exclusivo para señoritas, sus calificaciones no eran de honores pero nunca habia reprobado.

A pesar de la poca atencion que su padres le prestaban, la jovencita era muy juiciosa, su vida social se limitaba a salir los fines de semana con sus compañeras de estudios, maximo al cine, ya que sus papas le habian prohibido ir a discotecas o lugares relacionados, en varias ocasiones habia intentado ganarse la confianza del chofer de su familia para de vez en cuando la llevara a un antro a bailar y divertirse pero el hombre era muy leal a sus papas y jamas habia cedido.

Asi transcurria la vida de esta muchacha que hania nacido en una cuna de oro, y encima ataviada de una belleza criminal, pero la sobreproteccion de sus padres y el poco mundo que conocia la tenian siempre de mal humor y aburrida.

Samanta adoraba pero sobretodo respetaba a sus padres, y trataba de obedecerlos en todo, su padre de origen humilde le habia inculcado valores y principios que la hacian tener los pies en la tierra, de esta manera y a pesar de lo adinerada que era la muchacha jamas habia osado con mirar por encima del hombro a alguien, era dulce en el trato y amable casi todo el tiempo.

Pero las hormomas harian su trabajo con la muchacha y cambiarian la agenda de esta familia casi perfecta, en una de sus acostumbradas idas al cine , una de sus mejores amigas habia llevado a su hermano mayor, que respondia al nombre de Sebastian, era bien parecido y de una familia incluso mas rica que la de Samanta, fue amor a primera vista, el corazon de la preciosa adolescente latio a mil por hora desde el primer instante que lo vio

Sebastian tenia 20 años, y estaba acostumbrado a andar con chicas de su mismo status social, pero ninguna se comparaba con esa diosa que acababa de conocer, sus relaciones no duraban ni un mes y era mas que nada para pasar el rato, ademas el se cansaba rapido del caracter superficial y vacio de estas muchachas que solo hablaban de moda y viajes, el buscaba algo mas y eso fue exacatamente lo que hallo en Samanta.

Se volvieron amigos casi de inmediato, antes y despues de la pelicula no pararon de conversar y de reirse de un sinfin de temas, Sebastian se quedo maravillado de ver que aparte de ser tan bella era muy inteligente y tenia una personalidad interesante.

Ambos intercambiaron sus numeros telefonicos, y desde aquel dia nunca mas perdieron el contacto, siendo el hermano de su mejor amiga, los pretextos para verlo eran muchos, y en cuestion de semanas Sebastian se convirtio en su primer novio.

Sebastian la amaba con sinceridad, y se tomaba su tiempo para avanzar en la relacion, sabia que su chica era virgen y encima con ese cuerpazo que se cargaba, las tentaciones eran muchas pero no queria presionarla en nada, queria disfrutar de cada momento y hacerlo especial.

Samanta no podia estar mas feliz, era la unica del grupo que no tenia novio, y sentia que la espera habia valido la pena, habia encontrado a su principe azul en todos los sentidos.

Los padres de Samanta se tomaron con calma la noticia de que su unica hija andaba de novia, lo recibieron en su casa y le hicieron el interrogatorio de costumbre, se dieron cuenta de que era un muchaco decente y de muy buena familia, y que sobretodo estaba perdidamente enamorado de Samanta, y bueno ¿quien no lo estaria?.

Lamentablemente la felicidad de la jovencita no seria completa, sus papas no cambiaron de actitud por el hecho de que tenga novio, sus permisos de salir seguian siendo muy limitado casi que tiranicos, y eso la empezaba a molestar.

Un viernes al regresar del colegio por primera vez en su vida Samanta se enfrento a sus padres.

-papi y mami necesito salir esta noche-

Jorge y Amanda estaban discutiendo con unos documentos importantes en los muebles y se sorprendieron de la actitud de su hija.

-¿que quieres mi amor?- fue su padre el primero en preguntar

-papi hoy cumplimos con Sebastian nuestro primer mes, y me invito a salir a cenar a un restorant exclusivo de la ciudad-

Esta vez tomaria la palabra su madre

-ah no señorita, no vas a salir sola con ese muchacho, lo siento mucho pero no vas-

Una visible mueca de enfado se dibujo en el hermoso rostro de Samanta

-pero mama , eso no es justo, tu sabes lo importante que esto es para mi, no me puedes hacer esto, por favor dejame ir-

-mira jovencita el hecho de que te hayamos dejado tener novio, no significa que puedas hacer lo que te de la gana, eres menor de edad y te debes a nosotros-

Jorge intervino viendo que los animos se estaban alterando entre madre e hija.

-pero mi vida, ¿porque mejor no lo llamas y cenan aqui?, hare preparar todo como tu lo pidas-

Los intentos de calmar los animos de Jorge solo enfadaron mas a Samanta.

-¿como me puedes pedir eso papi?, no sabes como yo esperaba este momento, y como siempre ustedes lo arruinan todo-

La muchacha no quiso seguir con la inutil discusion y corrio por las escaleras de la enorme casa rumbo a su dormitorio, dando el acostumbrado portazo que hacian las chicas rebeldes.

Samanta lloro amargamente en su almohada maldiciendo su vida, habia encontrado el amor de su vida pero sus padres no cederian con su libertad, se sentia impotente y deprimida a la vez.

Abajo sus papas discutian de su situacion

-¿ya ves lo que pasa por malcriarla?- le recriminaba Amanda a su marido

-Pero amor, la niña es casi mayor de edad y quiere algo mas de soltura, ademas fuimos nosotros los que aprobamos esa relacion-

-Si, pero eso no le da derecho que en un mes ya quiera irse por ahi con ese muchacho, tu sabes que ahora los chicos solo piensan en sexo, y quien quita que quiera aprovecharse de nuestra hija y luego de disfrutarsela olvidarse de ella-

Aquellas palabras lo hicieron reconsiderar a Jorge su posicion en esta disputa, su mujer tenia toda la razon, a pesar de estar cerca de cumplir la mayoria de edad, Samanta era una chica muy ingenua y que ignoraba todos los peligros que la vida le ofrecia.

-Ademas ya se la pasara, es solo una rabieta, y nosotros no tenemos tiempo que perder con esas tonterias y date prisa que nos urge ir al banco a entregar estos documentos-

Amanda manejaba los destinos tanto de la empresa como de su familia, habia sido criada en una familia de estricta disciplina, y no conocia otra manera de hacer las cosas que no fueran la responsabilidad y la lealtad.

Los padres de la chica siguieron con su agenda muy ocupada, y la muchacha se quedo a solas en casa, bueno.. ni tan sola ya que tenian cerca de media docena de empleados a su disposicion.

Pero la rebeldia juvenil estaba intacta en la jovencita que no pensaba quedarse con los brazos cruzados, acudiria a su cita pase lo que pase, y en el transcurso de la tarde ideo un plan para acudir a la cena de aniversario con Sebastian, con o sin el permiso de sus papas.

Por nada del mundo llamaria a su novio para cancelar la cita, asistiria de una forma u otra, siempre habia tratado de persuadir a su viejo chofer para que sea su compinche pero nunca lo habia logrado, pero esta vez era distinto, le urgia salir de casa y necesitaba la ayuda del chofer.

Felipe era el nombre del viejo chofer de la familia, tenia 55 años, pero parecia mas viejo, tenia escaso cabello muy canoso, era un hombre en extremo de pocas palabras y muy timido, de trato muy amable, habia trabajado es aquella casa desde que Samanta tenia 12 años y la queria mucho.

Sus hijos ya se habian casado, era viudo desde hace muchos años, y practicamente estaba solo en la vida, con su sueldo rentaba un apartamento pequeño y modesto en una barrio de mala muerte de la ciudad.

A pesar de trabajar todos los dias en compañia de dos mujeres tan hermosas como eran Amanda y su hija, Felipe jamas oso con verlas de forma irrespetuosa, pero si habia alguien en el mundo que alegraba su vida era su patrona Amanda, tenia casi 5 años enamorado de ella, era la mujer mas hermosa que sus ojos habian visto.

Pero sabia que era un amor imposible, esas cosas solo eran probables en las novelas o en las peliculas porno, su destino no cambiaria nunca y era el de ser el chofer eterno de aquella privilegiada familia.

Pero no todo era malo, a pesar de la escasa paga, llevar a todas partes a la señora y a su hija era una tarea mas que gratificante, lo hacia feliz.

A pesar de estar enamorado de la señora de la casa, el viejo chofer no podia hacer a un lado algo que era obvio, Samanta habia crecido, y de esa niña de 12 años que apenas comenzaba la secundaria cuando fue contratado, no quedaba nada, ya que ahora se habia convertido en una mujer preciosa y con cuerpo que se la pondria dura hasta a un sacerdote.

La muchacha estaba resuelta a acudir a su cita, y no le quedaba otra salida que convencer al viejo chofer para que la ayudara, bajo hasta el patio en donde se ubicaba Felipe para persuadirlo para que sea su complice en esa noche tan importante.

El viejo chofer se hallaba leyendo el periodico dentro del carro para protegerse de los rayos del sol esperando que algun miembro de la casa le pidiera que los llevara a algun sitio, por el espejo del auto pudo divisar que la hija de su patrona se estaba acercando a donde el se hallaba.

Por la manera como iba vestida Felipe se dio cuenta de que la jovencita no le iba a pedir que la lleve a ninguna parte, Samanta aprovechando que ese viernes le tocaba gimnasia en el colegio, se habia quedado con su uniforme de educacion fisica puesto toda la tarde, el viejo trago saliva al ver semejante espectaculo.

Envuelta en ese uniforme de gimnasia Samanta se veia simplemente espectacular, tenia el cabello recogido por el intenso calor, la blusa era blanca y semitrasnparente con el tipico logo de colegio religioso, y el short azul oscuro era bien corto y ajustado, que se notaba que ya le quedaba muy corto pero sin embargo insistia en usarlo.

Las piernas bien femeninas y largas aprovechando su 1'70 de estatura, lucian majestuosas ante la atenta mirada del viejo chofer que no daba credito a lo que veian sus ojos, hasta el jardinero que pasaba por alli se quedo como hipnotizado a ver semejante obra de arte.

-sr Felipe necesito hablar con usted-

Tratando de reaccionar despues de asimilar de estar fente a semejante belleza, el viejo que ya no podia quitarle la mirada de encima, respondio.

-si, señorita Samanta, ¿adonde quiere que la lleve?-

-mire, no quiero ir a ninguna parte ahorita, pero quiero salir en la noche, y mis papas no me dan permiso, y necesito su ayuda-

-no entiendo señorita, pero digame para que soy bueno-

El viejo era todo oidos a lo que estaba a punto de decirle la preciosa chica.

-hoy cumplo un mes con mi enamorado, que usted ya conoce muy bien, y mis padres se han puesto de acuerdo en hacerme infeliz y no me dejan ir-

-Pero niña, sigo sin entender ¿como yo podria ayudarla?-

Samanta bajo la voz para que el resto de empleados que habia cerca no escucharan su plan.

-mire don Felipe, la cosa es muy sencilla, al unico lugar que mis papas me dejarian ir es a la casa de mi mejor amiga Catalina, todo lo que usted tiene que hacer que desviarse del camino y llevarme a restorant en donde me encontrare con mi novio, pero lo mas importante es que guarde absoluta discresion acerca de todo esto, ya hable con mi amiga y esta de acuerdo en servirme como complice, ahora solo falta que usted diga que acepta-

Decirle que no a semejante criatura tan bella y angelical era imposible, pero el viejo chofer, no vio muy conveniente aceptarlo.

-Lo siento señorita pero no puedo aceptarlo, su mama es muy estricta y se llega a enterar me correra del trabajo, y lo necesito demasiado-

Con evidente cara de decepcion, Samanta sabia que debia persuadir mas o de lo contrario se quedaria sin cita.

-Pero don Felipe, se lo juro por lo mas sagrado, que mi madre no se enterara de nada jamas se lo prometo-

Con el dolor en el alma el viejo seguia insistiendo en su negativa.

-lo siento mi niña, pero mi deber es cuidarla y llevarla segura adonde usted requiera, si la llevo algun lugar al cual sus papas no le dieron permiso, no solo que me metere en problemas sino que usted se pondria en riesgo-

-Pero don Felipe- decia la jovencita haciendo un irresistible puchero, -yo ire vestida como para irme a dormir a casa de Catalina, me cambiare en el auto, llego a la cita con mi novio y eso es todo, ¿le parece dificil? ademas de mi cuenta personal le dare una buena cantidad para agradecerle su ayuda-

El viejo despues de escuchar eso, no le interesaba ninguna cantida monetaria, a el solo le ocurria "otra forma de pago"

En esos segundos en los cuales pensaba su respuesta, el viejo chofer fantasiaba con las formas depravadas que se le ocurrian en la cabeza para cobrar por ese favorcito

"-si tan solo me chuparas la verga haria lo que tu quieras mamacita-" pensaba para sus adentros

Pero eran solo fantasias de su deprabada mente, sabia que la realidad era muy distinta, se encontraba en una gran encrucijada, o ¿ayudaba a la niña consentida de la casa para irse con su novio quien sabe donde?, o ¿le era fiel a las personas que lo habian contratado y habian confiado en el?.

-lo lamento mucho, señorita Samanta, pero no podre ayudarlal lo siento en serio, y si me disculpa debo ir a la tintoreria a ver un encargo de su madre-

Samanta quedo devastada, su plan de persuadir al chofer habia fracasado estrepitosamente, y ya no le quedaban alternativas

-Lo comprendo don Felipe, olvide lo que le dije, y siga con sus labores-

La muchacha decepcionada dio media vuelta y se retiro del lugar, el viejo al darle la espalda se quedo como tonto viendo ese frondoso y bien parado culo que se alejaba paulatinamente del sitio.

Su grado de concentracion fue interrumpido al sentir una mano en su hombro.

-¿te quedaste como bobo viendo el culo de la patroncita verdad viejo picaron?-

Se trataba del jardinero de la casa, a diferencia de el solo tenia 35 años y respondia al nombre de Julian, tenia un caracter muy distinto al suyo, era muy extrovertido y no tenia pelos en la lengua.

-¿Que cosas dices? dejate de decir tonterias y regresa a tu trabajo- dijo Felipe quien no estaba a dispuesto a dejarse notar por el jardinero que tenia toda la razon, el viejo estaba como idiota despues de ver a la señorita de la casa vestida de esa manera.

-jajaj no te hagas el pendejo viejo verde, que conozco a los de tu calaña, que bien que te la has de jalar pensando en esa preciocidad-

-ya basta, debo irme y dejate de decir estupideces que nos pueden oir-

-oye espera, y ¿de que hablaban tanto?-

-eso no es de tu incumbencia-

-Oye ya dejandonos de bromas, vamos estamos entre hombres, ¿que tiene de malo reconocer que la señorita Samanta esta buenisima?-

El viejo chofer ya se estaba sintiendo mas en ambiente, y sentia que si no lo reconocia explotaba.

-si la niña Samanta ha crecido y esta muy guapa, eso es todo ¿contento?-

Ya algo satsifecho con esa pizca de sinceridad del viejo, el jardinero lo dejo en paz no sin antes decirle otra cosa.

-no sabes como te envidio compadre, trabajas contemplando a esas dos bellezas, y yo solo con estas mugrosas plantas, que suerte tienes-

Relexionando estas palabras, el viejo se marcho a la tintoreria, pensando en muchas cosas, y la mas importante era que deseaba a las dos mujeres de la casa, pero desde aquella tarde Samanta se habia vuelto su principal obsesion, ya no podia mentirse a si mismo, le queria meter la verga en todos sus agujeros.

Mientras el viejo chofer, se marcho a la tintoreria, Samanta estaba furiosa, apenas faltaban 5 horas para la cita con su novio, y aun no veia la manera de poder salir de casa, sus padres le tenian terminantemente prohibido andar en taxi ya que lo consideraban peligroso, y por eso tenia su chofer personal para ella y su madre

Pero la hermosa chica, no estaba dispuesta a quedarse cruzada de brazos viendo como su plan de desmoronaba, no le iba a quedar mal a su novio, y haria lo que sea para salirse con la suya, aunque esto implicara mentirle a sus papas.

En una familia como esa, con padres ausentes y dedicados a enriquecerse mas cada dia, la relacion con su hija no era muy buena, su comunicacion era nula, Samanta no le contaba nada a sus padres de su vida cotidiana.

Lo que nadie sabia era que aquella cita no era precisamente en un restorant.

Sebastian no habia podido resistir mas a la tentacion, y habia aprovechado estrategicamente su primer mes de aniversario para pedirle a Samanta "la prueba del amor" y no se lo podia culpar, tener como novia a esa perfeccion de mujer que era Samanta volveria loco de lujuria a cualquier hombre.

El joven no dejaba de mirar el reloj a cada instante, en cuestion de horas tendria en sus manos a esa autentica diosa del olimpo.

Pero aquella diosa tenia mas de un problema por solucionar, la chica estaba tan enamorada que ni siquiera tenia nervios de estar cerca de tener su primera experiencia sexual, solo queria sentir que su principe azul que tanto admiraba se convierta en su primer hombre.

Samanta lo habia decidido, le mentiria a sus papas diciendoles que se iria a dormir en casa de su mejor amiga, casa a la cual jamas llegaria ya que su destino era un lujoso hotel en el centro de la ciudad donde se entregaria al amor de su vida.

Ante la negativa del viejo Felipe de ayudarla solo le quedaba una alternativa, llamar a un taxi para que la lleve a encontrarse con su novio, busco en internet el numero de una agencia de taxis ejecutivos y lo cito a las 8 de la noche en la casa de su amiga.

Jorge y Amanda llegaron a su casa casi a las 7 de la noche, extenuados despues de tanto trabajo, ni siquiera sospechaban que su hija estaba cerca de entregarle su virginidad a Sebastian.

Y tambien ignoraban lo que ocurria en la habitacion de Samanta, a esa hora la jovencita habia salido de darse una ducha, y estaba mirando su enorme closet buscando el atuendo adecuado parav tan especial ocasion.

Como toda mujer que se respete, se probo y se probo decenas de combinaciones, hasta elegir la que mas le gustaba, ya que se iba a quedar a dormir en casa de una amiga escondio la ropa que escogio en una mochila.

Los padres de Samanta se aprestaban a cenar cuando se encontraron que su hija bajaba las escaleras con una mochila en su espalda.

-mi amor date prisa te estamos esperando para cenar- espeto Jorge

-pero papi, ya te habia dicho que esta noche me quedare a dormir en casa de Catalina ¿no te acuerdas?-

Amanda tomo la palabra de inmediato

-ah si ya recuerdo que me pediste permiso, pero no recuerdo que te lo haya dado-

-pero mama, recuerda que te lo pedi hace 3 dias, pero tu estabas ocupada como siempre leyendo unos documentos-

-ah es verdad, mañana al mediodia Felipe pasara por ti, te quiero puntual porque vamos a visitar a tu abuela, y recuerda que te voy a llamar cada hora para ver que estas haciendo, ah y por cierto ¿que llevas en esa mochila?-

La jovencita palidecio de escuchar esa pregunta inesperada, pero sabia que si queria que las cosas le salgan bien tenia que controlarse.

-nada mami, son unas peliculas de blueray y unas revistas, nada importante-

Sin creerle del todo, Amanda opto por dejarla ir, sin saber que le estaba mintiendo vilmente, la muchacha se acerco a ellos y les dio un abrazo a ambos para finalmente salirse con la suya.

Una vez que cruzo la puerta Samanta tenia sentimientos encontrados, por un lado estaba feliz de que su plan haya sido un exito, pero por otro tenia la conciencia con muchos remordimientos de haber engañado a sus padres.

A escasos metros de alli el viejo chofer se aprestaba a irse a su casa cuando diviso a la hermosa chiquilla que esperaba afuera de la mansion en espera de su amiga y complice que se encargaria de servirle de coartada, Felipe no habia nacido ayer y sabia perfectamente que aquella cita de la cual la jovencita habia hablado no seria en un restorant sino que terminaria en un hotel donde Sebastian seria el afortunado de degustar de ese manjar.

El viejo maldijo su suerte, en el fondo detestaba al novio de Samanta, o mas bien lo envidiaba, se moria de la envidia de aquel muchacho joven, bien parecido, y con tantas ventajas en la vida en cuestion de horas se culearia a esa preciosidad que el habia visto crecer.

Una camioneta muy lujosa se detuvo al pie de la mansion, para recoger a la jovencita, ahora el plan estaba cerca de funcionar a la perfeccion.

Una vez qu estubo en la casa de su amiga, Samanta se olvido por completo de sus cargos de conciencia, se cambio de ropa y quedo lista para la noche mas importante de su corta vida.

-guaoo no puede ser estas hermosa amiga, te felicito- Expreso Catalina, que tambien era hija unica de una familia muy rica, era una chica muy hermosa, pero palidecia en comparacion con la belleza extraterenal de Samanta.

las muchachas de despidieron, y Samanta salio a esperar que el taxi que habia contratado llegara, con casi 10 minutos de retraso se parqueo al pie de la casa de su amiga un taxi casi nuevo, el chofer despues de saludar se quedo como hipnotizado al ver como la chica lucia esa noche.

La ropa que habia escogido Samanta para esa ocasion especial era para infartar a cualquiera, se trataba de una blusa ceñida al cuerpo de color negro, el cabello le lucia hermoso y peinado perfectamente, lo llevaba suelto y le llegaba algo mas alla de los hombros, el conjunto terminaba en una minifalda purpura cortisisma y ajustadisima que resaltaba ese culo bien parado y amplio con el cual la naturaleza la habia dotado, y ni hablar du sus piernas que brillaban en aquella noche.

Samanta presurosa abrio la puerta de los asientos traseros del auto y se subio, desde el primer instante se sintio muy incomoda con la presencia del taxista, se trataba de un viejo de unos 50 años mas o menos, el pelo y la barba negros pero muy maltratados y sucios, tal parecia que el hombre no se habia duchado en dias, ya el olor a sudor de la jornada de trabajo estaba impregnado en el.

La panza enorme casi rompia la camisa gris sucia que cargaba, dejando ver parte de su ombligo, la muchacha casi que le provocaba taparse la nariz porque el hombre apestaba mucho, pero ella no sabia de malos modales y pudo disimular su evidente molestia.

Samanta no estaba acostumbrado a andar en taxis, el tener chofer privado la habia privado de andar en ese tipo de medios, hace mucho tiempo, y jamas creia que lo intentaria de nuevo.

El viejo taxista fue el primero en romper el hielo

-¿señorita para donde me dijo que la lleve?-

Samanta quien estaba concentrada en chatear en su Iphone, apenas alcanzo a oir la pregunta del taxista, y con algo de verguenza le dijo la direccion.

-para el hotel Hilton que queda en el centro por favor-

Cuando el viejo escucho la palaba hotel se le abrieron los ojos en señal de infinita sorpresa, un taxista como el con tantos años de experiencia sabia perfectamente lo que eso signficaba-

Se le caia la baba de imaginarse que esa diosa que estaba sentada a cm de el, en cuestion de minutos estaria con las piernas abiertas en frente de algun hombre.

-Señor podria darse prisa?, es que me hace tarde- decia la jovencita quien desesperada miraba la hora en su telefono.

-jeje no se preocupe mi reina que en pocos minutos llegaremos-

En lugar de calmarse, Samanta se sintio muy incomodada por el atrevimiento del viejo.

-puta de mierda, estas apurada en que te metan la verga- pensaba el viejo taxista quien hace rato que adivinaba lo que Samanta pensaba hacer esa noche.

Eran las 8 con 15 de la noche, y la hermosa joven ya estaba retrasada con mas de 15 minutos, estaba muy enojada con el taxista, que por mas que insistia nunca acelero la velocidad.

Sin que Samanta se diera cuenta el viejo morboso ajusto el espejo frontal del vehiculo en direccion a las piernas de la chica, concentrada en chatear con en su celular buscando verle la ropa interior, estrategia muy vieja usada hace mucho tiempo por los profesionales del volante.

La minifalda era tan corta que sentada en el taxi se le subia hasta casi el principio de los muslos, el viejo nunca le quito la mirada de esas piernotas desde que se subio a su carro.

Pero el plan del viejo daria sus frutos, disimulando jamas le quito la mirada de ese pequeño espacio que que se armaba entre la union de las rodillas de la chica, y en un momento todo dio resultado, mientras se acomodaba se movio unos cm de su posicion, y el viejo sadico fue el afortunado ser que vio una vision celestial.

Los ojos del taxista se abrieron como platos al ver gracias a su espejo, una tanga color negro que apenas cubria la rajita aun virgen de la preciosa adolescente, al viejo se le paro la verga de inmediato, y le provocaba jalarsela en ese mismo instante

El viejo morboso estuvo cerca de chocar con otro auto tras perder por completo la concentracion por estar poniendo atencion en las piernas de la muchacha, pero pudo hacer una arriesgada maniobra para ponerse a salvo.

El taxista ya no podia estar en paz consigo mismo, esa vision lo tenia con baba cayendole, y llego a pervertir su mente tanto que solo le ocurria una sola casa, cogersela a la fuerza.

El viejo sadico tenia mas de 6 meses que no le metia la verga a nadie, siendo tan feo y repulsivo se le hacia muy complicado convencer a una mujer de acostrase con el, solo le quedaban putas gordas y viejas que eran las unicas que podia costear ya que el taxi no era de el, era alquilado y con lo poco que sacaba solo le alcanzaba para darles de comer a sus 6 hijos y para sus borracheras.

Trabajando en el taxi tenia la oportunidad de ver como se subian mujeres muy atractivas, pero ninguna como esa beldad rubia que se habia subido hace escasos minutos, ella estaba fuera de cualquier comparacion, era la perfeccion hecha mujer.

Nunca en su miserable vida habia tenido la oportunidad de ponerle la mano encima a una chica joven y tan hermosa, y esa oportunidad se le habia presentado como un regalo del cielo, y la tenia que aprovechar a cualquier costo.

Samanta ya habia comenzado a angustiarse, el auto ya no transitaba por calles centricas e iluminadas, sino por sectores con poca luz y llena de matorrales, ella ya presentia que algo malo estaba por ocurrirle.

-señor ¿que sucede? el hotel no queda por aqui, digame que pasa-

-tranquila señorita, es solo un atajo que estoy tomando, tranquilicese-

-ya basta, estoy demasiado atrasada, me bajo ahora mismo,ya me canse de sus excusas, pare el auto ya-

La muchacha entre asustada y enojada, dejo muy en claro que su viaje con el habia llegado a su fin.

Pero era demasiado tarde para la ingenua jovencita, el viejo miserable tenia muy bien planeado todo.

Samanta le paso un billete por el hombro, que no solo pagaba la carrera sino que le daba dinero de mas, pero eso poco le importaba, lo unico que queria era bajarse del auto de inmediato.

La sangre de la chica se le congelo en las venas, cuando noto que el seguro electronico estaba activado, en ese momento se dio cuenta que hania caido en una trampa mortal

-abra la puerta por favor, quiero bajarme ya, por favor abrala ya-

El viejo apago el motor del carro en un lugar totalmente alejado de la civilizacion, y la muchacha vio como su semblante cambiaba de repente.

-lo unico que voy a abrir son tus piernas zorrita jajaj-

-¿que cosas dijo? si es una broma esto es de muy mal gusto-

El viejo puso cara de pervertido y le dejo muy en claro lo que le esperaba.

-mira mamacita, estas muy linda como para andar metiendote en un hotel con algun jovencillo pajero, si tienes ganas de verga, aqui estoy yo para servirte jaja-

Samanta unio los cabos y se dio cuenta de que habia sido demasiado predecible su actitud esa noche, con esa ropa, a esa hora y el lugar del destino que le habia dicho al viejo, denotaba sus verdaderas intenciones.

En ese instante el viejo abrio la puerta del auto y se dirigio hasta donde estaba Samanta, que ya lucia palida de la angustia, el hombre cargaba en la mano una navaja muy afilada y una pesada llave inglesa, la muchacha se acurruco tapandose con su cartera la entrepierna en el extremo del asiento.

Samanta se vio muy sorprendida cuando el viejo le quito el celular de la mano violentamente, el telefono de ultima generacion fue hecho pedazos contra el suelo

-mira preciosa, si te portas bien y me aflojas las nalgas sin darme molestias, te iras ilesa de aqui, pero si no colaboras, te juro que aparte de violarte salvajamente, te desfiguro la cara con esta navaja ¿me oiste?-

Y Samanta se encontraba llorando amargamente, por primera vez en su vida veia la maldad cara a cara, comenzo a suplicarle al despreciable vejete buscando su misericordia.

-se lo suplico señor por lo que mas quiera, mire mi familia tiene mucho dinero, mis padres le daran todo el dinero que usted quiera se lo juro-

-jaja mira pedazo de zorra, yo no quiero tu dinero, ustedes los ricos creen que todo lo pueden solucionar con dinero, pero sabes que, hay necesidades que tiene el hombre que son mas fuertes que el dinero, como culearte por ejemplo-

El viejo haciendo esfuerzos se metio con la muchacha en el asiento trasero, Samanta con todas sus fuerzas trato de quitarselo de encima, pero sus fuerzas eran muy inferiores, se la iban a coger y nada podria evitarlo.

En un santiamen, el viejo que estaba fuera de si poseido por la lujuria, quedo por completo encima de la chica que no paraba de llorar y de gritar pidiendo ayuda, pero todo era inutil, no se veia vida por ese lugar.

-callate pedazo de zorra, o te bajo todos los dientes, ahora abre la boca o te corto la cara-

Asqueada pero temblando de miedo, Samanta abrio su hermosa boquita, el viejo de inmediato le metio su lengua asquerosa hasta el fondo, un olor insoportable a mal aliento mezclado con aguardiente barato termino por ahogar a la pobre jovencita, quien estaba cerca de vomitar del asco, pero se contuvo sabiendo que vida correria peligro.

Ya cansado de gozarse su boca, el viejo no perdio tiempo, y empezo a desabotonar la blusa de la muchacha, un sosten de encaje negro y que se veia muy costoso eran lo unico que separaba su hedionda boca de esas tetas pequeñas pero muy antojables que se cargaba la chica.

Samanta a esas alturas tenia las mejillas bañadas por sus lagrimas, el viejo le habia hecho aun lado el sosten para empezar a chupar y succionar los pezones enrojecidos y duros de la joven que se encontraba indefensa ante su agresor.

El taxista estaba como poseido por una extraña fuerza, la lujuria se habia apoderado de el, y no media las consecuencias de sus actos, poco le importaban las repercusiones.

Samanta empezo a llorar con mas intensidad cuando la boca del viejo llego a hasta su ombligo, y sabia que lo venia era lo que mas temia, el taxista le puso las piernas sobre sus hombros sacandole sus costosos zapatos de tacon que fueron a dar a la solitaria y oscura calle.

En esa posicion el viejo podia ver en su totalidad lo que habia visto hace poco rato en el espejo del auto, una tanga negra muy pequeña era lo unico que cubria ese cuerpo de diosa, pero su excitacion llego al maximo nivel cuando noto que la rajita de Samanta estaba empapada de sus jugos vaginales.

-pero mira nada mas, jaja estas todo mojada, se nota que querias que te metan la verga, pero no te precoupes que yo te dare gusto preciosa, voy a ser tu primer hombre mi vida, ya veras que no vas a querer que te la saque nunca mas-

Samanta ya ni siquiera se quejaba, todo su sueño de entregarle su mas preciado tesoro al chico que amaba se habia ido al trastre, todas las mentiras que le habia dicho a sus padres no habian servio de nada, y por ultimo su intento de sobornar a Felipe el chofer tampoco dio resultado, ahora estaba sola, semidesnuda, metida en un taxi en la soledad de un sitio desconocido y lo peor de todo, a merced de un viejo sadico que no pararia hasta saciar sus bajas pasiones con ella.

El viejo le hizo a un lado el calzon y pudo ver esa rajita enrojecida y mojada de la joven, Samanta despues de todo era un ser humano como cualquier otro y a pesar de todas las vejaciiones su cuerpo habia respondido a los estimulos.

A esas horas Sebastian muy angustiado llamaba a Catalina para ver que habia pasado con su novia, esta le dijo que habia cogido un taxi en las afueras de su casa, hace ya casi una hora, y que ahora ni siquiera respondia el telefono.

Lo que el pobre joven no podia adivinar era que su hermosa y virginal novia estaba a punto de ser penetrada por un viejo abusador.

Al ver esa rajita completamente depilada al viejo casi le da un infarto, se bajo el pantalon hasta las rodillas y trato de acomodarse para violarla.

Samanta se asusto mucho al ver una verga grande como de 20 cm que salia del andrajoso pantalon del viejo, se queria morir solo de pensar en que esa cosa iba a entrar en su conchita, pero nadie podria ayudarla.

El viejo disfrutaba de serruchar con su verga la entrada a la sagrada panocha de la joven, el hecho de ver que era virgen, lo estimulaba mas.

Samanta sabia que si queria evitarlo tenia que hacer algo y ya, el viejo estaba tan concentrado en acomodarse para empezar a culearsela que no se dio cuenta que la muchacha alzo el tronco para golpear con toda su fuerza el vidrio de la ventana, rompiendo una parte de la misma, su manito empezo a sangrar, pero habia logrado su cometido, ahora tenia en su mano un pedazo puntiagudo del mismo.

-¿que hiciste estupida? ahora te mato maldita-

El viejo enfurecido se desplomo sobre ella, pero fue recibido por un golpe con el pedazo de cristal en el hombro, el golpe fue rapido pero certero, echando para atras al viejo que se retorcia del dolor cogiendo su hombro sangrante, Samanta aprovecho para escapar del auto a toda prisa.

Con la falda levantada casi hasta el estomago, la asustada chica corrio con todas sus fuerzas, pero para su mala suerte tropezo con una roca, doblandose el tobillo dejandola tirada en el suelo polvoriento retorciendose de dolor.

Pero su dolor se le fue de la cabeza, cuando sintio la mano del viejo taxista en su cuello.

-ahora si te jodiste puta de mierda, yo solo queria culearte un rato, pero ahora te vas a arrepentir de haber nacido-

Cogiendola violentamente por el cabello la volvio a meter en el auto, solo que esta vez le amarro las manos a la espalda para que no intente nada.

La chica penso que ahora si la violaria, pero grande fue su sorpresa cuando el viejo hizo una llamada.

-Hola Leo como andas?, adivina que, en estos momentos tengo en el coche una buena mercancia, si, de esas que te gustan mucho, en 20 minutos te la llevo para que ver si hacemos negocio, te advierto que es carne de primera-

Samanta no podia creer lo que estaba escuchando, ¿la mercancia de la que hablaban era ella? en esos momentos empezo a temblar de miedo con fuertes escalofrios.

El viejo despues de terminar la llamada se acerco a ella.

-mira muñeca, estas que te caes de buena, pero me acorde que tengo muchas deudas, y tu puedes ser la salida para mis problemas, si te culeo el placer se va y ya, en cambio si hago negocio contigo, hasta puedo salir de pobre jajaj-

La muchacha sin entender del todo lo que decia el viejo miserable, solo miraba al piso esperando que su pesadilla termine, pero estaba muy equivocada apenas empezaria a darse cuenta de la maldad y de la miseria humana de la que vivia rodeada pero que su comodidad no le dejaba ver.

Antes de encender el auto de nuevo, el miserable vejete busco algo en el maletero del auto, salio con un frasco pequeño y un pañuelo para acercarse a la ahora si indefensa Samanta.

Se trataba de un quimico poderoso, para dejar inconciente a una persona, lo acerco a su nariz, y la hermosa rubia quedo tendida como muerta en el asiento de atras del auto, al viejo no le convenia que la chica viera donde iban a ir, y necesitaba tenerla dormida para poder hacer su maquiavelico plan.

El viejo puso en marcha el maltrecho auto rumbo al sur de la ciudad, casi media hora despues se estaciono al pie de una mansion de 3 pisos muy elegante y que contaba con cables de alta tension y guardias por todos los costados, habian una decena de autos de lujo parqueados alli.

En el otro extremo de la ciudad, ya Sebastian estaba desesperado, su auto estaba averiado asi que cogio un taxi hasta la casa de Catalina para ver que habia ocurrido con su novia, alli la muchacha le explico todo, y ambos se quedaron mas angustiados de lo que ya estaban.

Casi una hora despues de que el viejo taxista intentara violarla, Samanta despertaria con un terrible dolor de cabeza en una habitacion grande y bien iluminada, se dio cuenta de que ya no tenia las manos amarradas.

Grande fue su sorpresa cuando vio cerca de ella a una mujer como de unos 40 años, con un vestido blanco corto y bien ajustado, era una señora muy guapa y alta, y no parecia una mujer de la calle.

-hasta que despertaste, tienes que cambiarte porque los clientes ya empezaron a llegar-

Entre aturdida y asustada, la chica alcanzo a contestar.

-¿quien es usted? ¿en donde estoy?-

-mira, ya que te vas a dedicar a esto, debes de saber la verdad, me llamo Gloria y me dedico a entrenar chicas que son damas de compañia exclusivas, para que entiendas mejor putas caras-

La muchacha se aterro al escuchar esta ultima linea.

-¿pero de que habla? hay una confusion, por favor dejeme salir de aqui se lo suplico-

La pobre volvia a llorar buscando una pizca de misericordia, pero de nuevo se chocaria con la cruel realidad

-mira mi amor, me da pena por ti, pero el hombre que te recogio en ese taxi, no era ningun taxista, o mas bien si lo es, pero trabaja para nuestra organizacion, se le da una buena comision para conseguirnos chicas jovenes y bonitas, luego nos las traen y nosotros las convertimos en las putas mas apetecidas de la ciudad-

Samanta no podia dar credito a lo que estaba escuchando, todo parecia salido de una historia de terror.

La extraña mujer que respondia al nombre de Gloria siguio con su espeluznante explicacion.

-te secas las lagrimas, y te lavas la cara, porque te voy a llevar con Leo, y el te terminara de explicar el resto-

La chica estaba tan asustada que obedecio la orden, con lo bien vestida que andaba , la mujer no le pidio que se cambiara de ropa, Gloria la tomo de la mano y la llevo hasta el primer piso de la enorme casa, una vez alli entraron en una elegante oficina.

Ahi encontraron a Leo el jefe supremo de aquella criminal organizacion, era un hombre de unos 45 años, de piel trigreña, muy alto, con un enorme tatuaje en cada brazo, un espeso bigote adornaba su feo rostro, y el cabello crespo lo tenia largo y descuidado.

-¿asi que esta es la chica nueva que nos trajo Rene?-

-asi es Leo, joven y linda como tanto te gustan-

El hombrer lentamente fue acercandose a Samanta quien estaba temblando de pies a cabeza.

-mmm eres hermosa, y menudo culo que te cargas, en poco tiempo te convertiras en la favorita de nuestros clientes-

Samanta nuevamente buscaba clemencia

-Señor mi familia tiene mucho dinero, mis papas le daran todo el dinero que usted pida, pero se lo suplico dejeme ir-

-jajaj no me hagas reir niña estupida, sabes una cosa, antes nos dedicabamos a secuestrar niña ricas como tu para pedir un buen rescate, pero luego descubrimos que con la trata de mujeres se puede ganar mucho mas dinero que con los secuestros, y con ese cuerpo y la carita que te cargas en un mes nos haras ganar mas dinero que lo que podriamos ganar pidiendo un rescate por ti-

Samanta seguia llorando completamente desesperada sabiendo que aquello no era una pesadilla, sino que habia caido dentro de uno de los negocios mas prosperos dentro del marco de la ilegalidad, como lo era la trata de blancas, era algo que en su mundo rara vez se hablaba, pero que era una realidad.

Mientras tanto los miserables seguian discutiendo de su destino.

-y dime Gloria, ¿tu crees que la tendras lista para mañana?- decia Leo el jefe

-no Leo, a mas tardar sera hasta el lunes, hay muchas cosas en las cuales la tenemos que instruir-

El hombre enojado dio un golpazo al escritorio.

-Maldita sea, el fin de semana vienen los clientes mas exigentes, yo la queria para mañana mismo-

-lo, siento Leo pero no podra ser, debes de tener paciencia, ahora mismo comenzamos con el entrenamiento-

-La mujer agarro de del brazo a una Samanta que ya estaba histerica, gritaba y lloraba suplicando que tuvieran piedad de ella, pero ya era muy tarde-

Ambas abandonaron la oficina dejando a Leo y a sus gorilas solos, a esas horas la enorme mansion se encontraba casi llena de clientes, iban y venian hombres de todas las edades en especial hombres maduros que pasaban de los 50.

La mayoria iban a buscar alli volver a sentirse jovenes follando a jovencitas de cuerpos espectaculares, tal como lo decia Leo, aquella casa era uno de los centros favoritos de todo el pais, Leo era solo el jefe de una celula de reclutamiento y explotacion de jovencitas que en su mayoria estaban alli en contra de su voluntad.

Aquella organizacion criminal llevaba bastante tiempo operando y secuestrando jovencitas hermosas por todo el pais, y de todas las clases sociales, solo en esa casa se hallaban casi 20 chicas cuyas edades rondaban desde los 16 hasta los 30 años.

Las chicas eran seleccionadas con mucha precision con meses de antelacion por observadores especiales que se hallaban en todos los circulos sociales, en barrios pobres abrian negocios fantasmas en los cuales se ofrecian sueldos jugosos para atraer la presencia de jovencitas incautas que caian facilmente.

Por otro lado la organizacion se lucraba secuestrando chicas de familias muy adineradas para luego pedir rescates millonarios, pero luego se dieron cuenta que aveces los rescates demoraban mucho tiempo y eso no les convenia, de tal manera que tambien las obligaban a prostituirse como meras esclavas.

El negocio de la trata de blancas es uno de los negocios mas lucrativos en el mundo, y se realiza en todos los continentes, y las ganancias eran inmensas, los viejos verdes que son los clientes que mas demandan ese tipo de servicios, eran capaces de pagar hasta 1000 dolares por 15 minutos de sexo con una de estas chicas.

La celula en la cual habia caido la pobre Samanta y que dirigia Leo, era una de las mas poderosas, se jactaba de tener en su poder a las chicas mas hermosas y mas deseadas de la region.

Leo se habia desempeñado como guardaespaldas de un peligroso capo de la mafia de la trata de blancas, pero por su lealtad y por su capacidad de intimidar a las chicas se habia ganado el ascenso como lider de aquella celula.

Gloria la mujer que se encargaria de entrenar a Samanta, era la amante de Leo de toda la vida, mujer de escasos recursos que habia sido puta toda su vida, pero por su talento para satisfacer a los clientes mas exigentes, hace poco tiempo habia abandonado aquellas funciones, para dedicarse de lleno a la tarea de enseñarles a esas infortunadas jovencitas a ser las mejores putas de la ciudad.

En pocas palabras eran gente de lo peor, y en sus manos tenian a la chica que horas antes tenia la vida perfecta.

Regresando a la mansion, Samanta estab algo mas calmada, despues de una sonora cachetada que le haba propinado Gloria, habia dejado de llorar y se encontraba callada mirando el suelo, desde ahi podia mirar como viejos que podian ser su abuelo subian a las lujosas habitaciones de la mano de chicas jovenes y bonitas, en el primer piso funcionaba un escenario que tenia un bar bien surtido en medio, donde otras chicas no tan hermosas como ella pero muy atractivas a fin de cuentas, servian los tragos de mesa en mesa.

La estrategia del sitio no podia ser mas morbosa, puntualmente a las 10 de la noche las luces de la mansion se apagaban para que los ojos de todos los asistentes se concentraran en los shows de lape dance que ofrecia el sitio, en turnos de 10 minutos, una por una las jovencitas subian a la tarima para ofrecerle al publico un show de striptease que no era apta para cardiacos, mas de una vez tuvieron que llamar a una ambulancia para socorrer a algun cliente que quedo al borde de la muerte tras ver esos shows de un erotismo inigualable.

Despues de que todas las chicas hacian su show personal, los clientes excitados a mas no poder sacaban sus billeteras para poder tener entre sus manos a esas diosas que estaban cerca de la perfeccion.

Samanta podia darse cuenta de que el sitio estaba lleno de chicas bonitas y muy jovenes y que se notaba a simple vista de que eran como ella, muchachas de familias ricas que habian caido por desgracias en manos de esos explotadores.

Gloria le habia obligado a cambiarse de ropa a Samanta, sus ropas caras y provocadoras que habia usado para su noche especial con su novio, habian ido a parar a la basura, y habian sido reemplazados por un closet con ropas que solo de mirarlas la hacian morir de verguenza por lo cortas y vulgares.

-trata de dormir algo, porque mañana temprano comenzamos con tu entrenamiento, Leo te quiere el lunes lista para presentarte a nuestros clientes- le decia Gloria a una Samanta que estaba resignada, con su celular roto, y estando secuestrada en un sitio tan alejado de la ciudad, le seria dificil a sus padres dar con ella.

Efectivamente la jovencita no pudo pegar el ojo en toda la noche, se la paso llorando amargamente recordando como en pocas horas su vida se habia ido por el trastre, recordo a sus padres, a su novio, su colegio, a su chofer el viejo Felipe, y los sentia tan lejanos.

A las 8 de la mañana la casa de Samanta era un ir y venir de policias, Catalina y Sebastian no habian podido mas con las mentiras y habian tenido que decir toda la verdad, los padres de la chica estaban desesperados, y valiendose de todo sus influencias pusieron en marcha la operacion para encontrarla.

Cuando el viejo chofer llego a su sitio de trabajo, se sorprendio de que la mansion estaba llena de policias, una vez que lo diviso Amanda corrio a sus brazos llorando amargamente.

-don Felipe, ha ocurrido una desgracia, Samanta ha desaparecido-

-¿Pero que le ocurrio a la señorita señora? digame por favor-

-anoche salio para dormir en casa de su mejor amiga, y luego se fue sin permiso para verse con su novio, y desde ahi no sabemos de ella-

El viejo mientras la consolaba, se acordo del plan que Samanta le habia propuesto, pero prefirio callar.

A la misma hora pero en otra mansion, Samanta se alistaba para su primer dia en el infierno.

Gloria la llevo de la mano hasta una de las habitaciones del segundo piso, la casa era todo silencio, ya que las chicas dormian tras una noche de sexo y perversiones que sus clientes les exigian.

Alli se encontraba Leo desayunando, Gloria puso llave y quedaron los 3 solos en la habitacion.

-¿que hago aqui?- pregunto Samanta muy desconcertada

-mira querida, lo primero que tienes que aprender es saber chupar una verga hasta dejarla seca-

Nuevamente la muchacha entro en panico.

-no por favor, eso no, se lo ruego-, decia la jovencita que alguna vez habia visto en internet una felacion y le habia parecido lo mas asqueroso del mundo.

-una de las cosas que mas piden nuestros clientes es una buena mamada, hay casos de hombres por su edad, la verga ya no se les para, y se contentan con que una de nuestras chicas le chupe la verga hasta hacerlos vaciar, ademas a ti te conviene, ya que si eres buena mamando, menos tiempo estaran dentro de ti-

En ese momento leo se levanto y se acerco a la chica.

-si mi vida, solo relajate, y veras que al poco rato te va a gustar tener una verga en tu boquita-

Tras decir esto el hombre se bajo los pantalones para sacar una verga de un tamaño descomunal que era mucho mas grande y gruesa que la del taxista que la habia intentado violar.

Para su sorpresa Gloria se puso de rodillas, y se acerco a la verga de Leo, la joven estaba a punto de ver una felacion en vivo y en directo.

Sin ningun asco ni pudor, la mujer tomo con sus dedos aquella tranca y se la metio en la boca de un solo tajo, Samanta estaba horrorizada y asqueada, no podia creer que en algun momento de su vida terminaria por ver una felacion en directo, pero por una extraña razon no podia sacar sus ojos de aquella escena tan erotica.

En cuestion de segundos la verga del hombre estaba empapada de la saliva de Gloria que le queria demostrar a Samanta su destreza para mamar vergas, y vaya que lo estaba logrando la muchacha que minutos antes no queria estar alli, ahora miraba con mucha atencion la escena, como si tomara nota.

-ya ves cariño, todas las chicas de aqui aprendieron a mamar una verga con mis lecciones, y tu no seras la excepcion- dijo Gloria quien se levanto dejando muy excitado a su amante y complice.

Samanta sin poder decir nada, le esquivo la mirada, sin saber que la leccion apenas empezaba.

Gloria se acerco a ella rodeandola por la cintura al tiempo que le decia.

-vamos querida, te toca tu turno, haz exactamente lo que yo hice, tienes que hacer acabar a Leo-

La chica de nuevo se puso a llorar, sabiendo que estaba a punto de someterse a la humillacion mas grande su corta vida.

-No voy a hacer nada de esto, malditos pervertidos, les juro que los metere a la carcel a todos-

La muchacha nuevamente entro en histeria, pero eso solo complicaba las cosas.

La aparente amabilidad de Gloria desaparecio para convertirse en el demonio que era.

-mira estupida ya me cansaste con tus caprichos de niña rica, aqui no eres nadie, ¿me entendiste?- una nueva cachetada enrojecio las mejillas de la hermosa chica, Samanta cayo al piso del impacto, y Gloria se abalanzo sobre ella para seguirla golpeando, pero Leo lo impidio.

-ey ¿que te pasa? no le vuelvas a poner la mano encima y menos en la cara, no ves que me arruinas el negocio idiota-

Los gritos de Leo calmaron a Gloria y salvaron a Samanta de una golpiza segura.

De todas formas con inusitada violencia la mujer la agarro fuertemente de los cabellos mientras la amenazaba

-mira estupida, no nos hagas perder el tiempo, si en 10 minutos no haces lo que te digo, te juro que en su lugar te obligo a mamarle la verga a todos los guardias, y mira que son mas de 20-

Una navaja afilada fue puesta cerca de sus ojos, y la chica sabia que no tenia de otra.

Con la cara emapapada en lagrimas, la rubia se fue acercando con una mueca de terror a la verga de aquel tipo, trato de recordar como lo hizo Gloria pero los nervios que sentia habian provocado que olvidara todo.

-vamos mi amor date prisa haz como si fuera un delicioso helado de chocolate-

Haciendo un esfuerzo sobrehumano Samanta lentamente fue acercando sus labios a aquella descomunal tranca, el olor era insoportable, pero si queria salir viva de ese infierno debia hacer eso, con la lengua fue haciendo movimientos cada vez mas rapidos alrededor del glande del criminal que se sentia en el limbo.

Y es que Leo se acostaba con la chica que le diera la gana, pero la que tenia de rodillas ante el, era especial, poseia una belleza fuera de la comprension, solo con ver su carita hundida en su verga, se excitaba al maximo.

-ya dejate de llorar, y metela en la boca de una buena vez- le grito Gloria quien miraba impaciente.

Viendo como su complice perdia los estribos Leo quiso ayudarla, y con sus manazas dirigia las mamadas para que termine mas rapido, Samanta sentia que desfallecia, le provocaba vomitar, pero el terror que sentia por ambos lo impedia.

En cuestion de pocos minutos la mitad de aquella enorme verga ya estaba dentro de la boca de Samanta, a duras penas podia respirar, pero se dio cuenta de que si no lo hacia Gloria cumpliria su amenaza y la obligaria a mamarle la verga a todos aquellos hombres que trabajaban con esos maleantes, asi que hizo su mejor esfuerzo para hacer acabar a leo.

Samanta se mentalizo en que aquella verga era un delicios helado chocolate que solia disfrutar cuando salia con sus amigas, y aquello ayudo para evadir la sensacion del asco y la humillacion de su cruel realidad.

Los gemidos de Leo evidenciaban que la chica estaba logrando su cometido, la verga del hombre ya entraba sin problemas en la boquita de la chica, quien la lubricaba con su saliva, la escena tenia un erotismo supremo.

hasta Gloria que hace poco rato estaba furiosa, se habia relajado, su respiracion era mas forzada, y tocaba sus enormes tetas por encima de su blusa, ver como esa jovencita inocente le comia la verga a su amante la habia puesto cachonda.

Sin poder controlarse la mujer se fue acercando de a poco hacia donde se hallaban ambos, estiro su mano para acariciar el hermoso cabello rubio de Samanta que ni siquiera se dio cuenta ya que estaba concentrada en su labor de chupar vergas, labor que cada vez la sentia mas comoda, y no podia evitar excitarse de escuchar que aquel miserable gemia con sus mamadas.

La escena era absolutamente no apta para cardiacos, en el momento de la felacion Samanta lucia un cachetero naranja que habia encontrado en su nuevo closet y que resaltaba ese frondoso y perfecto culo que se cargaba, Gloria no pudo mas, y saco la mano de los cabellos de la chica para pasar a acariciarle las nalgas.

Gloria en su carrera de puta no habia tenido escrupulos ni limites, si el cliente lo pedia, se prestaba a todo tipo de perversiones, y estas incluian el lesbianismo, la bisexualidad era parte de su vida, y al estar en contacto con semejante belleza que era Samanta, no pudo resistirse.

Ya en esos momentos la chica mamaba la verga del miserable explotador con denuedo y entrega, cualquiera que la veia juraria que era un experta en el area, Gloria le acariciaba su espalda con suavidad, la cercania de esa belleza virginal y pura la excitaba mas de la cuenta.

El rostro de Leo estaba desfigurado por el placer que sentia, el ritmo de las mamadas era frenetico, y dio sus resultados, no pudo contenerse mas y exploto su verga en el rostro de la chica, un chorro espeso y abundante de semen fue a dar directo a la nariz y a los ojos de Samanta, quien nunca habia sido tan humillada en toda su vida

-a los clientes les gusta que los dejen bien limpios, asi que dejala seca- fue la ultima orden que la desalmada Gloria le dio a la infortunada muchacha

Presa del miedo y del asco Samanta limpio con su boquita los restos de leche que aun escurrian de la verga de Leo, para cerrar asi su primera leccion en esa casa del dolor, las ganas de vomitar eran inmensas.

-¿ya ves?, no fue tan dificil, en poco tiempo hare de ti una puta experta- decia Gloria riendo con la sensacion de haber hecho bien su trabajo.

Por otro lado Leo no podia estar mas satisfecho

-para ser la primera vez que chupas una verga lo hiciste muy bien cariño-

Samanta seguia sentada en el piso de la habitacion limpiando con su blusa los restos de semen de su cara.

-Llevala a donde estan las demas chicas, y que se bañe, porque el entrenamiento continua- indico Leo que se estaba acomodando el pantalon.

Una vez que Samanta fue devuelta a su cuarto, no pudo mas y vomito abundantemente, nunca se habia sentido tan humillada y asqueada en toda su vida, ella la chica que tenia la vida perfecta, ahi en esa casa no era nadie mas que una puta sin ningun derecho y que tenia que prestarse a todas las perversiones que a aquellos desalmados se les ocurran.

Y lo peor de todo es que su pesadilla apenas empezaba...

Continuara