PROSTITUIDA A LA FUERZA final

La esperada culminacion de la historia de Samanta

Samanta sentia mucho asco de tener que someterse de nuevo a la voluntad de un despreciable como lo era el dueño de casa de su adorado chofer Felipe, pera ya era hora de haga algo por el, la vida del pobre viejo que tanto la habia ayudado corria mucho peligro y ella debia evitarlo a toda costa y no podia hacer otra cosa que seguir ofreciendo su hermoso cuerpo al degenerado que tenia al lado de la cama.

-Y bueno muñeca, ya te dije que no me ire de aqui hasta probar tu panochita, y no me vengas con pendejadas porque yo se que tipo de puta eres-

Samanta no queria recibir verga en su conchita ya que hace dos dias que habia salido de la mansion donde la obligaban a putear, no habia tomado sus pastillas anticonceptivas y le preocupaba que ese vejete la culeara sabiendo de antemano que no se aguantaria y explotaria su verga dentro de ella, pero por otro lado sabia que no tenia alternativa, asi que se dispuso a abrir las piernas para recibir al privilegiado vejete.

Pero la suerte aquella mañana estaba de parte de la hermosa rubia, justo cuando el viejo casero ya se estaba acomodando para para tener una experiencia sexual unica en compañia de la pobre Samanta, se escucharon ruidos abajo, era el motor del viejo auto del buen Felipe, quien sin saber acababa de salvar a la muchacha una vez mas de un viejo pervertido.

-MALDITA SEA, ES EL IMBECIL DE FELIPE, PENSE QUE TARDARIA MAS, POR ESTA VEZ TE SALVASTE PRECIOSA, ESA PANOCHITA SERA MIA TARDE O TEMPRANO-

El casero estaba colerico, pero no tenia de otra que subirse el pantalon y quedarse con la frustracion de no llenar con su leche el preciado agujero de la imponente jovencita. El vejete escapo por una de las ventanas para asi no tener que darle explicaciones a Felipe de su presencia en su departamento.

Samanta se vistio como pudo para que el viejo chofer que se habia convertido en su heroe no se percate de que hace pocos minutos esa habitacion olia a sexo, mientras este subia las viejas escaleras la muchacha se vistio con unos shorts cortisimos que tenia en la maleta, de esos que usaria para hacer bailes eroticos a sus clientes mas selectos cuando hacia trabajos a domicilio.

-¿Esta bien señorita Samanta?, la noto algo alterada-

-No es nada Felipe es solo que este sitio se me hace muy peligroso y escuche unos ruidos raros abajo, estaba muy asustada y rogaba que vinieras lo mas rapido posible-

-Si entiendo, sabe ya hable con sus padres, al principio no me creian pero les explique como fueron las cosas y nos estan esperando, debemos de salir de inmediato para su casa-

-Felipe ¿tu no le habras dicho a que me dedicaba estos 3 meses que estuve desaparecida verdad?-

-No mi niña, no les dije nada, yo respeto la promesa que le hice, si usted quiere contarle a sus papas acerca de su traumatica experiencia es decision suya y de nadie mas y yo no debo de interferir, pero le sugeriria que lo haga ya que con las influencias de su familia esos criminales podran refundirse en la carcel-

Ya mas aliviada por la eterna lealtad del viejo chofer, Samanta esbozo una hermosa sonrisa mientras se preparaba para reunirse con sus queridos padres despues de tanto tiempo, era como un sueño hecho realidad.

-Voy a darme una ducha Felipe, te prometo que no me tardo nada, mientras tanto ve preparando todo-

Al cabo de pocos minutos se escuchaban los chorros de agua provenientes del sucio y viejo baño del departamento de Felipe, como era de esperarse Samanta no cumplio con su promesa y al pobre viejo se le hizo una eternidad el tiempo que se demoro duchandose, por una extraña razon se le paro la verga solo de escuchar como esas gotas de agua eran mas afortunadas que el ya que caian sobre ese hermoso cuerpo que tantos viejos verdes habian tocado pero el solo se limitaba a ver.

Casi una hora despues la bella rubia salia envuelta en una toalla, lo que Felipe no sabia era que esa ducha no era de rutina sino que era para borrar las huellas del pervertido de su casero.

-Felipe, si ya no vas a regresar mas a tu casa, ¿porque no te llevas todas tus cosas?-

-Efectivamente no regresare nunca mas señorita, una vez que la deje sana y salva en casa de sus padres, no volvera a saber de mi, es lo mejor para ambos, y estas cosas viejas no me sirven-

EN cuestion de minutos la peculiar pareja se puso en marcha hacia su destino, a pesar de que estaba cerca de ver a sus padres despues de tanto tiempo Samanta no se veia feliz, y eso preocupaba a Felipe.

-¿Que le ocurre mi niña se la ve muy triste no esta contenta ni siquiera porque regresa a su casa?-

-Pues si Felipe no te puedo mentir, quiero a ver a mis papas pero tambien pienso en mi amiga Kelly, ella aun sigue en ese infierno, y quisiera ayudarla de alguna manera, ella no merece seguir ahi con esos delincuentes-

De inmediato al viejo chofer se le vinieron a la mente esos instantes calenturientos que jamas olvidaria, aquella noche donde por puro accidente dio con el paradero de Samanta, pero que minutos antes una deliciosa chiquilla deleito a todos los clientes y ahora recordaba como esa madura y muy atractiva mujer que era Gloria la presentaba por su nombre de pila Kelly.

-Por eso mismo le digo mi niña, es necesario que le cuente como fueron las cosas a sus papas, si hacen la denuncia formal hay grandes posibilidades de que la justicia haga lo suyo y su amiga tambien pueda librarse de esos malnacidos-

Samanta no respondio nada, por una extraña razon que no comprendia el chofer se negaba a hablar de su dolorosa experiencia en la mansion, este no dijo nada mas y siguio conduciendo rumbo a la casa donde habia trabajado tantos años.

Una vez que llegaron a su destino Felipe presencio un cuadro conmovedor, los padres de la chica corrieron a sus brazos para demostrale cuanto la extrañaban, y no se cansaban de agradecer a Dios que su unica hija aun siguiera con vida, no fue necesario que la muchacha hablara de lo sucedido ya que desde su desaparicion la casa estaba llena de policias y detectives todo el tiempo que una vez que la vieron la rodearon y la llenaron de preguntas, por peticion de su familia la dejaron en paz para que se concentre en la bienvenida que su familia le habia preparado.

Pero tarde o temprano el interrogatorio llegaria, y antes de que pudiera esfumarse como habia prometido Felipe fue el primero en ser abordado por las fuerzas del orden, al principio sospecharon de el ya que las concidencias de tiempo y lugar eran muy raras pero el viejo ya lo tenia todo planeado, su confesion fue del gusto de las autoridades, les dijo cosas claves para que den con el paradero de los explotadores que tenian prisioneras varias jovencitas, pero no dijo nada relevante acerca de lo implicado que estaba el, de todas formas un viejo como el de casi 60 años y con hipertension era dificil que fuera acusado del crimen del famoso empresario Ramon Salazar.

A pesar de lo nervioso y angustiado que se encontraba, Felipe cumplio con su deber de prestar las declaraciones del caso, pero grande fue su sorpresa cuando el jefe de policia le dijo que la banda de Leo habia caido hace una semana, el jefe mayor fue abordado en el aeropuerto mientras se disponia a viajar a EE UU, Ivan un poderoso juez de la corte de justicia lo habia denunciado ya que nunca le perdono que no pudiera agasajarse a Samanta en su estreno en la mansion.

Todos sus complices estuvieron tras las rejas en cuestion de dias, el operativo fue muy rapido ya que con todas las influencias de la poderosa familia de Samanta los miembros de la inteligencia policial ya tenian casi 3 meses tras los pasos de esa red de trata de blancas, solo necesitaban las evidencias y los testimonios necesarios para cerrar el caso y eso lo obtuvieron de sobra cuando la chica fue liberada.

Aun cuando le dijo a Felipe que no queria hablar de su dolorosa experiencia, Samanta no pudo mas y se lo conto todo a sus padres, por obvias razones les oculto los detalles mas vergonzosos y humillantes de su estancia en la mansion ya que tenia temor de su familia nunca mas la viera de la misma forma, por consejo de sus padres le dijo su version a la policia y eso fue suficiente para poner tras las rejas a todos aquellos desalmados que habia hecho su vida un infierno incluyendo a Rene el horrible vejete que fingiendo ser taxista la habia secuestrado y que habia sido el afortunado en romper su culito.

En cambio para Felipe las cosas no marchaban bien, Luis el hijo de Ramon el empresario que el habia asesinado ya habia movilizado todas sus influencias para dar con el paradero del asesino de su padre, al escapar con Samanta y dejar abandonado su puesto de trabajo el buen Felipe se habia convertido en el sospechoso numero 1 y mas temprano que tarde la policia estaria detras de el.

Los padres de Samanta en muestra de agradeciemiento le habia rogado que vuelva a trabajar con ellos con el doble de sueldo, el viejo se nego ya que sabia que habia cometido un crimen y que era un profugo de la justicia y eso solo les complicaria la vida a esa familia que ya habia sufrido demasiado, de manera que se nego rotundamente, a pesar de su negativa el padre de Samanta le habia extendido un jugoso cheque para que rehaga su vida como le plazca.

La angustia y el delirio de persecusion que sufria el viejo chofer lo estaba consumiendo de a poco, ya no podia seguir en la ciudad ni un minuto mas, asi que junto lo poco que tenia y se dispuso a marcharse de la ciudad para siempre, pero no podia hacerlo sin antes despedirse de Samanta.

Para alguien tan solitario y timido como el, la familia de la chica se habia convertido en su familia, los respetaba y los queria, vivio enamorado de la madre de Samanta muchos años hasta que la niña crecio para convertirse en una preciosa jovencita, que desde que entro a la pubertad se habia transformado en su obsesion mas grande, no solo era un amor platonico sino que le atraia eroticamente hasta niveles que no podia controlar.

A pesar de que todo lo que ocurrio a la muchacha era algo demasiado tragico y dramatico, Felipe no podia olvidar aquella noche donde la vio hacer un pole dance de antologia, cosa que la chica jamas le conto a sus padres, el viejo chofer era la unica persona que lo sabia y se llevaria el secreto hasta la tumba.

Ya con la decision tomada Felipe empaco sus pocas cosas y se puso en rumbo a la mansion donde Samanta vivia, su idea era despedirse no solo de ella sino de toda su familia, llego sin avisar y toco el timbre siendo sorprendido al ser atendido por la misma Samanta.

La chica lucia hermosa como de costumbre, en cuestion de dias habia recobrado su semblante de ingenua adolescente y tal parecia que jamas habia pasado por una experiencia tan traumatica como la que habia sufrido, lucia un short azul corto y ajustado que revelaba su estupenda figura y que dejo al viejo estupefacto.

-¿Felipe que haces aqui?-

-Vengo a despedirme mi niña, es cuestion de horas para que la policia empieze a perseguirme por el crimen que cometi, asi que ya no puedo estar en esta ciudad ni un minuto mas, asi que llego la hora de decir adios-

La tristeza se apodero del rostro de la muchacha, habia llegado el momento que tanto temia, siempre le habia tenido cariño a ese viejo chofer que tan bien se habia portado con ella y su familia, pero solo de recordar todo lo que habia hecho por ella habian provocado que se convierta en su heroe personal.

-No sabes como me rompe el alma que me digas esto Felipe, pero vamos entra, quiero contarte algunas cosas-

El viejo chofer entro por ultima vez a la que fue su casa por tantos años, dejo su pequeña valija afuera y se sento en la amplia y lujosa sala, el silencio era sepulcral, dando a notar que no habia nadie mas que ellos dos.

-Me gustaria hablar con sus padres mi niña, ¿puede llamarlos? para asi despedirme de todos-

-Eso no es posible Felipe, mis padres salieron a hacer unas diligencias de negocios, y desconozco a que hora regresaran, como no avisaste que venias, ellos no hicieron sus planes, de lo contrario te habrian esperado- respondio la rubia mientras cruzaba las piernas mirando fijamente a los ojos al nervioso chofer que tragaba saliva en señal de ansiedad.

-¿Pero y los demas empleados de la casa, donde estan todos?-

-Ay Felipe mi papa se ha puesto muy desconfiado con la servidumbre y los despidio a todos, e inclusive tengo ahora dos guardaespaldas personales pero hoy mi papa les dio dia libre-

El viejo chofer no pensaba quedarse a esperar hasta que los señores de la casa regresaran, se puso de pie para despedirse de Samanta, pero fue interrumpido por la muchacha que no lo dejo irse.

-Anda Felipe quedate un poco mas, te quiero contar muchas cosas, sabes Kelly me llamo hace unos dias, por fin esta libre de esos malditos, y se fue a vivir con su madre, ¿no es maravilloso que al fin sea feliz?-

-Si claro señorita, que bien por ella, debe de haber sufrido en ese infierno, sabe que lastima pero ya debo irme-

Samanta mirandolo a los ojos con firmeza, por primera vez lo enfrentaba a algo que el temia tanto.

-Felipe ¿porque cuando hablas conmigo siempre estas tan nervioso?, no se me da la impresion como si no quisieras estar cerca mio-

El viejo no sabia ni que contestar, ese era su punto debil, no solo la amaba sino que la deseaba con toda su alma, se moria de ganas de tener en sus manos ese cuerpo tan perfecto que habia visto crecer y que ahora estaba a solo cms de el.

-No es eso mi niña es solo que…

Samanta notaba el nerviosismo del viejo chofer que había prestado servicios en su casa desde que ella tenía conocimiento, como a su vez en el momento que lo estudiaba con más atención se dio cuenta del inmenso nerviosismo del viejo, nerviosismo que ella ya bien conocía en los hombres, muchas veces había tenido que atender a vejetes que llegaban a su lado en condiciones muy similares a las que en ese momento se encontraba el buen Felipe.

Un extraño sentimiento de algo parecido a la excitación se apodero de la conciencia de la jovencita, ya que habían sido largos meses en que ella había trabajado de prostituta de lujo, y aunque esto haya sucedido en forma forzada ella bien que había aprendido a cómo comportarse según la situación y el estado emocional del cliente de turno, y era esa misma técnica la que en estos momentos y en forma inconsciente estaba aplicando con el viejo Felipe, en forma refleja su nuevo instinto de hembra consentidora de machos fue tomando posesión de su mente.

Samanta entendiendo la pesadumbre de Felipe quien nuevamente estaba sentado en el sofá, se fue acercando hasta quedar sentada muy arrimada al viejo cuerpo de su salvador que estaba temblando de emoción por lo que estaba haciendo su amor platónico. Este tubo la inmensas ganas de pararse y salir corriendo cuando sintió que la muchachita en forma muy mimosa se apretujo contra su cuerpo abrazándolo y cruzando uno de sus delineados brazos por sobre su panza, el viejo se sentía morir, mientras a ella por su parte a la vez que le acariciaba le nacían unas tremendas ganas de hacer sentir bien a su salvador, lo más raro de todo era la forma en que ella creía que haría sentir al viejito ese.

Felipe aún estaba paralizado pensaba en forma incrédula en lo que le estaba sucediendo pero sabía que la hermosa Samanta a él solo lo veía como un pobre y desvalido viejo, que lo miraba nada más en forma paternal, pero se dio a disfrutar de la calidez de su cuerpo, veía como su fina y blanca manita le sobaba una parte de abultada panza, y mientras sentía esa desquiciante caricia no podía evitar que su verga se fuera endureciendo aún más de lo que ya estaba, el viejo se preguntaba que estaría pensando su niña, ya que apoyada en su pecho la veía con su mirada puesta en algún punto de la habitación.

Samanta quien se sabía en deuda con ese pobre viejo al cual pesadamente lo sentía respirar cerca de sus oídos e incapaz de soltarle una leperada, ella inconscientemente y debido a sus traumáticas vivencias, se propuso a saldar la deuda que ella tenía con él, y la saldaría de la única forma en que ella había aprendido a negociar en este último tiempo de su vida, lo haría con su cuerpo, y se lo haría saber en ese mismo momento aprovechando que aún faltaban varias horas para que sus padres estuvieran de regreso.

-Felipe… quiero agradecerte por todo lo que has hecho por mí…

El viejo escuchando la dulce voz de la jovencita se armó un poco de valor y se dio a abrazarla de la forma más paternal que pudo, a pesar de lo muy excitado que estaba en aquel estado no quería dejarle una mala impresión a aquella dulce muchacha que estaba a punto de no volverla a ver nunca más en su vida.

-No se preocupe mi niña… es lo menos que pod… Felipe quedo estupefacto y mudo cuando sintió que esa frágil mano de mujer que hasta hace poco le había acariciado la panza había bajado de súbito y sin más ya le estaba acariciando la verga por encima del pantalón, -Samanta… no… no quiero que me mal interpretes mi niña…, le dijo como aun no creyendo lo que le estaba sucediendo

-Shhh…!, le silenció la joven a la misma vez que le decía, -Tranquilo Felipe yo sé lo que hago… mis padres no llegaran hasta bien tarde… tu solo relájate que yo me encargo de todo, le dijo Samanta a la vez que en forma felina y despaciosamente, tal como le habían enseñado, se fue separando del obeso cuerpo del ex chofer de la familia, para quedar puesta de rodillas en el sofá y comenzar a desabrochar y bajar el cierre del pantalón del exaltado viejo.

-No señorita… no me mal interprete… es que yo nooo… hay… no le siga yaa!?, era lo único que atinaba a decir el viejo con ambos brazos puestos en el respaldo del sofá y con las uñas de sus manazas clavadas en este, cuando veía con sus ojos salidos de su órbita como los delicados dedos de su niña le bajaban el cierre del pantalón, para luego de terminar de hacerlo ver como su otra manita se perdía hacia el interior de este terminando por agarrarle la verga sin preámbulos ni tapujos de ningún tipo.

Samanta una vez que termino la caliente misión que ella sola se había encomendado, y tras meter su mano por debajo de los calzoncillos del viejo chofer sintió por vez primera las medidas vergales que este se gastaba, con expectación fue recorriendo esa caliente masa de carne que palpitaba aceleradamente mientras ella con sus ojos cerrados se daba a sentirla, sobarla y a medirla, determinando que esta era bastante gruesa e interminable, hasta que emocionada por un extraño deseo sin precedentes de querer hacer sentir bien a aquel hombre de 55 años, ya no se aguantó y sin más extrajo hacia afuera ese húmedo miembro que le había bañado su manita con líquidos pre seminales que este botaba producto de sus sobajeos.

-Nooo… no haga eso mi niña… yo solo quería… despedir…

El viejo nuevamente no alcanzo a terminar de hablar ya que Samanta no se lo permitió.

-Felipe… desde hace un par de años que me he dado cuenta de la forma en que me miras, y no te preocupes, esto que te voy a hacer es una forma de pagarte por todas las molestias que te has tomado en ayudarme, y junto con decirle esto último la muy guarrilla le paso la lengua desde los testículos hasta la punta del glande que ya botaba líquidos como si verdaderamente el viejo se estuviese casi meando.

Y no era raro el caliente actuar de la preciosa muchacha, si bien en estos momentos estaba sana y salva en la seguridad de su hogar con el aspecto de niña bien como lo había sido siempre, es importante recordar las 15 culeadas como mínimo que se tenía que pegar entre el día y noche con distintos hombres en los meses que la prostituyeron a la fuerza, o sea eran 105 culeadas semanales, o más bien dicho se había pegado 420 cogidas mensuales, esto quiere decir que en promedio se la habían culeado 1680 veces en los casi 4 meses que estuvo secuestrada, por lo tanto y en base a estos índices se puede decir que es normal que la atractiva Samanta hubiese estado tan necesitada de verga en estos momentos, y por muy buenas que fuesen sus intenciones con el vejete esa era la única verdad, la hembra en el fondo también estaba sedienta de verga y con ganas de que le metieran una buena tranca por la zorra, y en ese momento era su salvador quien había llegado a menguar sus acalorados ímpetus sexuales con los que la habían dejado sus captores.

Samanta pasaba su rosada lengüita por todos los contornos de aquella gruesa verga que tenía bien agarrada con sus dos manitas, mientras que de a momentos miraba a Felipe que estaba con los ojos cerrados y con cara de sufrimiento, para luego volver a posar su linda mirada en la caliente verga que se gastaba el viejo, la veía impresionante, una cosota gorda y amoratadamente negra, llena de venas que palpitaban al mismo ritmo y en forma sincronizada, con un glande aceitoso y reluciente producto de los jugos que botaba y de la saliva de la chamaca, para luego también fijarse que en la base de esta existía un poblado y enjambrado bosque de pelos bien negros, encrespados y gruesos.

Con todas estas desquiciantes imágenes la acalorada nena empezó a nuevamente a acariciarla por toda su extensión, ya era casi una experta en este tipo de tareas, con sus suaves manos que apenas la abarcaban ahora se daba a masturbarlo agitadamente subiendo y bajando su manita.

Felipe pensaba en lo dicho por Samanta antes de sacarle la verga desde sus pantalones, estaba seguro que su tierna chiquilla le pagaría el favor con una buena mamada, y ya con un poco más de control de la situación se atrevió a solicitarle.

-Mi niña discúlpame por lo que te voy a decir… pero ya…! métetela en la boca… y hazme una buena mamada…!, notese que era la primera vez en la vida que la podia tutear ya que la calentura le habia quitado por unos instantes los formalismos, pero el viejo a pesar de lo caliente que se sentía en algún momento pensó que su tierna chiquilla en cualquier momento se paraba de donde estaba se pondría de pie para expulsarlo de su casa por vulgar y aprovechado, pero nuevamente fue la misma chamaca quien le confirmaba lo erótico de la situación que felizmente él estaba viviendo.

La joven quien lo miraba con una autentica mirada de deseo sexual, le dio conocimiento,

-Felipe…, te voy a hacer la mejor mamada de tu vida para saldar mi deuda contigo, tu solo relájate y déjame hacértela…

-Si mi niña… lo que tú quieras, le respondió de forma eufórica, ya era mucho para el de lo que estaba sucediendo.

La complaciente jovencita acomodándose de rodillas ante él, y a la misma vez que ordenaba sus rubios cabellos para que estos no le entorpecieran en la labor, lentamente llevo sus labios rojos carmesí a su grueso miembro para comenzar a besarlo y a humedecerlo, a medida que lo hacía fue abriendo sus sensuales y ya cálidos labios, según sentía el viejo, hasta que abrazo con estos la grotesca circunferencia vergal con ellos, para luego a sabiendas que ya se había comido todo el glande y un poco más se dio a apretarlos y comenzar a darle unas exquisitas lamidas internas con su lengua, siempre mirando la expresión de calentura que tenía Felipe en su tosca cara de viejo y quien ya se retorcía en el sofá de un inmenso placer.

-Ohhhhhh!! Uffffff!!!!, comenzaron a surgir los primeros bufidos de la tarde del casi sexagenario macho, dándole a entender a la muchacha de que le estaba gustando mucho lo que ella tan dedicadamente le estaba haciendo.

Ella por su parte se la chupaba suavecito mientras en forma despaciosa y succionadora se la iba metiendo intentando tragársela entera por la boca, no paro de mamar y chupar hasta que sintió los testículos de Felipe rozar su barbilla.

Se mantuvo con la verga ensartada en su garganta por al menos unos 30 exquisitos segundos, hasta que supo que había llegado el momento de sacarla y comenzar a metérsela nuevamente, pero ahora de una forma más ágilmente mamadora.

El viejo por su parte solo gemía no creyendo que todo aquello era verdad, gruñía y daba pequeñas sacudidas hacia arriba con su panza y las caderas, mientras su verga entraba y salía de la apretada boquita de Samanta, quien de a ratos y sin parar de mamar lo miraba para estudiar su reacción, pero el viejo solo bufaba y al mismo ritmo de las succiones este ya comenzaba a moverse en una forma más acelerada con la intención de introducírsela del todo en la boca y comenzar un nuevo mete saca para sencillamente culearle la boca a la atractiva jovencita, quien ahora había bajado sus manos al piso y le hacia el trabajo solo con sus labios y su lengua.

Samanta ahora ya se la chupaba en todas sus letras, en su lengua y el paladar se impregnaba su sabor eróticamente fuerte y salado, sus labios ya estaban bañados de sus líquidos, su saliva se mezclaba con las exudaciones masculinas que provenían de los testículos del chofer los cuales ella se los tragaba como si de caramelo se tratase, no dejando en ningún momento de succionar y de mover su cabeza rítmicamente de atrás y hacia adelante, el viejo estaba en el cielo.

Era la misma Samanta quien se decía a ella misma lo bien que había aprendido a chupar verga en aquellos trágicos meses, con la sola diferencia en que ahora ella lo estaba haciendo a propia voluntad, preguntándose también que como era posible que ella se tragara esa tremenda tranca de carne que seguramente debía medir más de 20 centímetros, si hasta sentía en su nívea cara de cómo le raspaban los gruesos pendejos del viejo en el momento en que ella la tenía metida entera, pero el salado sabor a verga y a macho que la embriagaban eran indescriptibles, por lo que sus ganas de comerse a mordidas aquel enorme y tieso trozo de carne aumentaron.

-Así mi niña…!! Así mi niñaaaa…!!!, sigue chupandoooo…!!! Me vuelves loco mi amorrrrrr!!!!! UhhhhhOhhhh!!!!!.

bufaba complacido el pobre viejo, quien ya no se aguantó más y le soltó, -Sigue putillaaaa…!!, sigue que me gustaaaaa!!, le ordenaba y la insultaba producto de la calentura, hasta se atrevió a preguntarle, -De donde mierda has aprendido a hacer todas estas guarradas?, le consultaba con su cara salida y mirando como la chica ni se inmutaba por sus palabrotas y se limitaba solo a mamar ahora con mas ahínco.

La chica quien ni se desconcertó por las palabrotas del viejo chofer simplemente se sacó la verga de la boca y junto con tomar aire le contesto,

-Si no lo recuerdas me han convertido en puta… y esta tarde solo te atenderé a ti-, le dijo, y una vez terminando de decir esto último gateando se volvió a subir al sofá hasta llegar a sus oídos y junto con seguir masturbándolo le dijo casi susurrándole dentro de la peluda oreja.

-Estás preparado para lo que te voy a hacer ahora?, le pregunto finalmente con voz de viciosa.

-Queeee..!!??, que es lo que dices mi niñaaaa!!!???-

-Eso que ya escuchaste Felipe… si quieres que sea más clara… te lo diré…, le decía en forma felina en su oído, tal cual de como si fuese una verdadera gatita

-Te… voy… a cu… lear Fe… lipe…, le dijo entre susurros, -Te voy pegar una cabalgada como jamás en tu vida una hembra te lo ha hecho… lo quieres amor?-...

-Que dices…? Que dicessss!?, balbuceaba el buen chofer mirando en cualquier dirección de la habitación mientras su verga palpitaba recordando cada silaba que había pronunciado la rica jovencita

-Lo quieres?... Quieres que me acueste contigo en forma de pago por haber sido tan buenito?

El viejo quien se sentía en paraíso al estar escuchando como su Samanta se le ofrecía como la más vulgar de las putas, simplemente le rugió,

-Siiiiiiiiiii…!!!! Hazme todas las puteadas que quieras!!!! Pero hazlas lo más rápido que puedas que me tengo que irrrr!!!!!, le grito como un energúmeno, -Ya me dirás dónde y cómo fue que aprendiste todas estas zorrerías, por ahora solo sigue so putaaaa!!!!, le grito ya más envalentonado…

-De acuerdo bebé… recuerda que ahora solo soy tu putita, y voy a galoparte como nunca… lo recordaras por toda tu vida mi héroe, le respondió al tiempo que separaba su oído y se ponía de pie ante él.

Felipe al sentir su verga liberada de la manita de Samanta simplemente se la comenzó a jalar delante de ella.

La chica por su parte sin el más mínimo de recato cruzo ambas manos por su cintura para tomar su ajustada camiseta por ambos lados comenzando a subirla ante los enrojecidos ojos de Felipe, la fue retirando de su cuerpo lentamente hasta pasarla por sobre sus hombros y su cabeza, el viejo recién cayo en cuenta que en todos esos ricos momentos la nena no llevaba puesto sujetador.

El viejo chofer miraba embobado las imponentes tetas que se gastaba la nena, pero creyó morir de impaciencia cuando la vio que con sus manitas procedía a destrabar el botón delantero de su ajustado short azul, para luego verla como bajaba el cierre de este, para finalmente ser testigo de cómo las manos de la chamaca, una en cada cadera, comenzaba a bajar el short arrastrando junto con el la pequeña prenda íntima que también protegía la vagina de la rubia jovencita.

El short y los calzoncitos fueron bajando hasta llegar a los tobillos de la decidida y joven hembra, para luego tras subir levemente una pierna y luego hacer lo mismo con la otra, la atractiva potranca quedó ante los ansiosos ojos del chofer tal como llego a este mundo, o sea totalmente desnuda.

La encuerada Samanta se quedó en esas condiciones por algunos largos segundos para que el hombre que en pocos minutos la poseería como su verdadero macho viera todo lo que tenía ella para él.

Y en efecto el viejo Felipe se babeaba sin darse cuenta, mientras se masturbaba lentamente para no desparramarse, mientras sus ojos por primera vez se atosigaban de tanta mujer admirando aquellas preciosas tetas que quizás cuantos hombres ya se las habían chupado, para luego sorprenderse de la perfecta figura que poseía, esa cinturita de avispa adornada por el simpático ombliguito que en ese mismo momento le indicaba que tenía que mirar más para abajo, cosa que el hiso sin hacerse para nada el rogado hasta que sus ojos se posaron en aquella exquisita e íntima curvatura que se perdía entre medio de los imponentes muslos de la chamacota, y que estaba jaspeada por hermosos pelitos dorados y crespitos que lo invitaban a que el los olorizara.

Samanta quien estaba consiente en el estado de calentura que tenía al pobre viejo simplemente avanzo hacia él subiendo uno de sus formidables muslos al sofá y posarlo a un lado de la cadera del chofer, para luego hacer lo mismo con el otro quedando a horcajadas sobre su regazo, a la vez que sintió como su endurecida verga se alojaba cómodamente justo al medio de sus nalgas, y ya sin esperar nada más acerco sus labios a los del asustado vejete y lo beso con verdadera pasión.

La joven y desnuda hembra metía su lengua dentro de la boca de un conmocionado Felipe quien en forma tímida le correspondió el beso batiendo su vieja lengua con la de ella, poco a poco la fue comenzando a saborear sintiendo que aquella fresca boquita femenina era tan dulce como el mejor de los almibares, fue en eso que sintió como la chamaca de sus sueños le tomaba cada una de sus manos haciendo que él las posara en sus caderas, el viejo ya sudaba frio, y cuando sintió el contacto de sus ásperas manazas con la extrema suavidad de su piel de bebita casi la estrujo atrayéndola y comprimiéndola mas contra su cuerpo, mientras ahora era el quien casi se la estaba comiendo, ella por su parte simplemente se dejaba

El viejo mientras se devoraba a la chica y ya no aguantando más tanta lujuria fue bajando sus manos experimentando en ellas las gratificantes sedosidades de aquella tersa piel solo igualable a la más fina de las sedas, hasta que por fin tomo posesión de tan preciadas y duras nalgotas que rayaban la perfección en cuanto a proporción y consistencia, una vez que ya se las sobaba con desesperación le soltó la boca y se dio a notificarle.

-Mi niñaaa… discúlpame por tocarte de esta forma, le decía apretujándole con más ganas el culo, -Pero estas nalgotas que te cargas son tan suavecitas que pareciera que lo estaban pidiendo a gritos… además que estas bien buena cosita-

-Te gusta…? te gusta tocarme Felipe…?, le decía la nena con cara de ser la reina de las guarrillas,

-Me encanta mi vida…

-Entonces házmelo Felipe… quiero que me la metas todo lo que tú quieras-

El vejete ya no pudiéndose negar a tan tentadores ofrecimientos se dio a contestarle

-Siiiii… mi niñaaaa… te voy a gozar… si… y yo también te voy hacer gozar… vas a pedir más verga de toda la que te debieron haber metido en aquel puterio en donde te tuvieron metida en todo este tiempo-

La chica por su parte solo se dio a besarle en la frente dándole permiso con esto para que él le hiciera todo lo que quisiera, para después sentir como el caliente vejete con sus manos empezaba a manosearle las tetas sobándoselas y apretujándoselas como no creyendo que todo aquello realmente le estaba sucediendo, o al menos así lo pensaba Samanta por la salida expresión de su rostro, pero ella ya también estaba a cien por hora, se sentía más caliente que nunca sobre todo ahora que veía como el viejo con desesperación le chupaba las tetas como un verdadero crio queriendo tomarse hasta la última gota de leche hasta no dejárselas desinfladas, a la misma vez que sentía como la gruesa herramienta de su Felipe aun palpitaba en forma ardorosa y que le mojaba toda la canaleta de sus nalgas.

-Vamos a mi habitación Felipe… si lo vamos a hacer quiero que esto sea en mi propia cama- le propuso la ya muy caliente nenota al feliz vejete que en esos momentos le magreaba las tetas con calentona vehemencia.

El viejo luego de soltarle las tetas vio como aquella angelical criatura se separaba de su cuerpo para tomarlo de la mano a que lo siguiera, cosa que el hiso a duras penas ya que los pantalones al tenerlos abajo le dificultaban su caminar, sumado a que por cada paso que daba en dirección a la habitación de la nena este no podía dejar de comerse el desnudo cuerpo de la nenota que decididamente lo arrastraba a una cama.

Una vez que ya estuvieron en la habitación de Samanta Felipe quien ya estaba que se cortaba por meter su verga al interior del esbelto cuerpo de su único amor, la vio como ella grácilmente se depositaba en la cama para al frente de sus ojos abrirse de piernas de par en par mostrándole en todo esplendor lo que ella tenía al medio de sus muslos, el viejo estaba hechizado.

-¿Te gusta esto que tengo aquí?- le consulto la caliente chamaca a la vez que se apuntaba con un dedito justo en la entrada más íntima de su persona

-Claro que si mi niña…!!! nunca había tenido una putita tan exquisita como tú, por lo menos nunca sin que me cobren-

Se sinceraba el buen Felipe mientras terminaba de quitarse la camisa para quedar totalmente en pelotas, mostrándole a Samanta su viejo y fofo cuerpo lleno de arrugas, con una tremenda panza caída, pero con una vergota totalmente hiniesta y lista para pasar al asalto, a la nena esto le daba lo mismo, Felipe era un príncipe azul en comparación a otros vejestorios con los que tuvo que acostarse y que si habían sido enajenantemente asquerosos.

Pero el chofer por mucho que deseara a la nena y por muy caliente que se sintiera en aquellos momentos, no podía dejar de sentirse culpable por lo que estaba a punto de realizar, hasta llegaba a pensar que estaba haciendo mal al haberse dejado llevar por la situación y el haberle faltado el respeto a Samanta al haber tenido la insolencia de tocarla y besarla, pero se la había mamado tan rico se decía.

La nena por su parte viendo que el viejo nuevamente caía en un aletargado estado de pesadumbre, se dijo que ella tenía ser quien le diera el primer empujoncito para que este se la cogiera.

-Qué te pasa Felipe… acaso no quieres probarme?

-Ehhh no es eso señorita Samanta es solo que pienso en sus padres… ellos podrían llegar-

Mientras el pobre chofer daba todo tipo de explicaciones a la joven hembra su verga se negaba a bajarse, y al contrario por cada momento que pasaba esta se envaraba aún más.

-Ellos no llegaran hasta bien tarde Felipe…! Y tú no te iras de aquí hasta no tomar lo que te corresponde-

El viejo mirando la imponente hembra que lo esperaba con sus relucientes muslo abiertos para que el tomara de su cuerpo todo lo que quisiera ya no se la pensó más y olvidando todo tipo de respeto y tapujos se lanzó como un desesperado al medio de esas bien formadas piernotas abiertas que le prometían los placeres de los Dioses de tan abiertas que se encontraban.

Samanta sintió como el chofer hundía su cara y lengua en lo más profundo de su íntima hendidura de carne, por lo que de un inusitado suspiro le soltó

-Ohhhh siiii Felipeeee… esooo… esooooo chúpame la vaginaaaa…-

-Srpssss… Srpssssssss… tranquila putilla te pegare la mejor chupada de zorraaaa que jamás en tu vida hayas experimentadooo, Srrpsssssssssss!!-

se escuchó ante la fuerte sorbida de jugos que el vejete le mando al decirle eso último. Samanta gemía y gemía y no paraba de gemir ante la gratificante mamada de zorra que le estaba pegando Felipe, mientras el vejete no paraba de lamerle el coño como un perro hambriento, ella no paraba de mover sus muslos en forma agitada y abriéndolos y cerrándolos, como si con esto quisiera comerle la lengua al viejo con su panocha, hasta que ya no aguantando más y viendo que ya era imposible contener por más tiempo el orgasmo le soltó una abundante cantidad de caldos calientes, a la misma vez que con sus manitas lo tomaba con fuerzas desde su cabeza y lo empujaba para que este le siguiera chupando con más ganas de lo que ya lo hacía.

-Aaaaahha! Ahhhhhh!! Ahhgg!!!! Ayyyy!!!! Eran los fuertes gemidos que salían de su garganta moviendo su pelvis en forma aceleradamente circular en las mismas fauces hambrientas de aquel maduro macho a quien ella le estaba pagando en carne y en jugos.

Mientras el vejete, ante ese fenomenal squirt, no paraba de absorber y beber todos los juguitos que salían eyectados desde el interior de la vagina de su Samanta, este no paro de lamer hasta que vio que desde el tajo de la nena ya no salía nada.

Una vez terminadas las lamidas y mientras la jovencita aun era presa de los últimos escalofríos que habían asaltado su curvilínea anatomía, el conforme chofer ya se proponía a levantarse de la cama para vestirse cuando fue tomado por una de las suaves manos de Samanta quien se lo impidió.

-Aún falta Felipe… acaso pretendías irte sin tomar lo que te corresponde?-

le dijo nuevamente a la vez que hacía que el viejo otra vez quedara recostado en la cama.

-Ohhhh mi niña es que pensé que con eso sería suficiente… de verdad que no es necesario-

El chofer nuevamente quedo estupefacto al ser único testigo de cómo la hembrita hincada en la cama inclinaba su cuerpo para mandarle una soberbia mamada de verga como para asegurarse de que esta estuviese lo suficientemente parada como para poder penetrarla sin mayores complicaciones, ya que luego de darle unas húmedas lamidas en los testículos, fue ella solita quien se montó sobre su panza y junto con ensalivarse la vagina apunto la herramienta de carne justo a la entrada de su alcancía intima para comenzar a introducírsela con exquisitos movimientos pélvicos, el viejo quien no se la creía veía como la nena movía su vagina en forma circularmente exquisita y como su tiesa vara poco a poco se iba perdiendo al interior del cuerpo de Samanta.

La nena no paro de moverse hasta que se la trago entera, quedándose con sus ojos cerrados y con sus femeninos pelitos rubios refregándose con los gruesos pendejos negros de Felipe. Estaban pegados.

Samanta quien solo se movía despacito sobre la panza del viejo procurando que este sintiera en su verga todas las compresiones que ella delicadamente hacía con su vagina, se daba a contemplarlo y sentir como las nerviosas manos de este la recorrían desde sus nalgas pasando por su cintura y hasta llegar a sus tetas que le eran manoseadas casi con devoción por parte de este, para luego iniciar el recorrido hacia la inversa y así sucesivamente.

Hasta que cuando pasados unos 15 minutos de suave cogida la experta chica determino que el viejo ya había tenido tiempo suficiente para sentirla, ahora se proponía a pegarle la mejor cabalgada que jamás le dio a ninguno de sus clientes en los casi 4 meses de cautiverio y prostitución a los cuales le habían forzado.

-Me sientes Felipe… sientes… como me como tu verga…?-

-Si mi amor esta riquisimoooo… Ohhhh.. Que suavecita eres para coger mi vidaaaa-

-Pues prepárate papi… porque ahora sí que sabrás lo que es gozar con una yegua de verdad… te voy a refregar la zorra como nunca más lo vas a pedir-

Le decía la joven con sus ojos semi cerrados y con sus mejillas sonrojadas debido a lo acalorada que se sentía en aquellos deliciosos momentos, para luego continuar

-Así que mantén la verga bien parada, te voy a hacer sentir tan rico, que luego me la vas a querer meter tan profundo hasta sacármela por la boca… ya verás Felipin y todo esto te lo hago gratis y en agradecimiento por lo muy bien que te has portado conmigo…-

-No Samanta… mi niña…!! No es necesarioooo…!!!-

-Shhhh… solo relájate bebé… que aquí por fin ya estas con mami…, le decía la caliente jovencita a la misma vez que estando con ambas manitas apoyadas en el ancho pecho del viejo ya comenzaba a subir y bajar sus caderas en forma acelerada por la tiesa verga del casi enloquecido vejete.

Felipe quien había escuchado en forma incrédula todas las puterías que le decía su Samanta, ya sentía como la chica lo estaba galopando en una forma enloquecedoramente exquisita, sus blancas chichotas de rosados pezones se bamboleaban en su misma cara permitiéndole a él cazarlas de vez en cuando con su boca y succionárselas cuanto el quisiere, a ella solo la veía con sus ojos cerrados fuertemente como su estuviese enojada, mientras la cabalgada que le estaba pegando no tenía para nunca acabar.

-Te gusta… te gusta cómo te cabalgo…!?- le preguntaba al vejete la rubia jovencita luego de un rato a la vez que le mordisqueaba una oreja para hacer que el viejo se calentara más de lo que ya estaba.

-Siiiiii… Samanta… me gusta…, le dijo a penas se pudo sacar una teta de la boca.

-Dime guarradas Felipeeee… por favor insultameeee… trátame como a una cualquieraaaa… es lo que soy para ti en estos momentos noooo!?

El viejo no entendía lo que pasaba, no le gustaba nada que su Samanta se comportara en forma tan vulgar, pensó que tal vez a la pendeja esta quizás hasta le gustaba que distintos tipos se la pisaran durante toda una noche y por dinero del cual ella no veía ni un centavo, estos pensamientos le hicieron encolerizarse con la jovencita, pero si sentía muy rico en su verga, ahora sí que dejaría de lado todo sus sentimentalismos y le iba a dar guerra a la puta esa que en esos momentos tan exquisitamente lo cabalgaba y que prácticamente era ella quien se lo estaba violando a él.

-Así que te gusta que te den verga potranca hija de puta…!!!-

le rugió Felipe en su misma cara y con los ojos salidos si como realmente estuviese enojado con ella, situación que hiso que la vagina de samanta se humedeciera en el acto y hasta deshacerse en un manantial de líquidos vaginales que bañaron el grueso y pringoso instrumento que tan gratificantemente ella se estaba enterrando,

-Siiiiii Felipeeeee… me encantaaaa… me encantaaaa la vergaaaaa!!!!, le bufaba la chiquilla, mientras más aceleraba sus movimientos de sube y baja,

-Lo sabía pendejaaaa…!! Solo… solo eres una putaaa barataaaaa…!!!

Felipe sabia lo traumante que había sido para la chica todas sus vivencias pero también se había dado cuenta que el bajo mundo en el cual había estado inserta habían dejado marcas en su sexual temperamento, era lo que el en estos momentos estaba corroborando…

-Si felipitoooo yo solo soy una putaaaa barataaaa…! empuja hacia arriba por Dioooos que lo necesitoooo!!!!

El viejo mientras el ya también había comenzado a clavar a la chamaca con todas sus fuerzas decidió seguirle el jueguito a la furia esa que tan bien había aprendido las artes de la carne.

-Dime putaaa…!? cuanto me cobras por una noche completaaa para usarteeee!!??

-Ohhhh Diossss… baratoooo yo cobrooo bien baratooooooo!!!!

-Jajajajja… pues no te mereces ni un centavoooo eres la más inmunda de las ramerassss que he conocidoooo y solo sirves para abrirte de patas y ponerteeee a culear como una mal nacidaaa!!!!, jajajjaja!!!!

La excitada y casi enloquecida chamaca se vio asaltada por unos desenfrenados deseos de moverse, sentía como la verga se deslizaba libremente por su resbalosa vagina, como a su vez sabía que un despiadado orgasmo se avecinaba, y ella escuchando al vejete como le decía guarradas de grueso calibre, se sintió en la obligación de corroborarle que todo aquello en parte algo tenían de verdad…

-Siiiiii… yo no cobro nadaaaaa solo sirvo paraaa recibir vergaaaaa-

le decía entre jadeos y moviendo sus caderas de arriba y abajo en una forma más que enajenante, hasta que su cuerpo ya no le permitió mas ante tantas peladeces, -

Ufffff… Felipeee… Ufffffffff…me corrooooo…!!! Me corroooooo!!!! me estoy corriendoooo pensando en todas mis puteriasssss!!!!-

La nenota completamente sudada se refregaba como una poseída sobre la gruesa verga de Felipe succionándosela y exprimiéndosela con la zorra, sabiendo que eran más de 20 centímetros de verga la cual ella se estaba comiendo.

Cuando el vejete comprobó que la putilla esa había terminado de correrse, como pudo se enderezo para comenzar a besarla asquerosamente, no porque él lo quisiera, sino que sabía que la nena jamás iba a llegar a tener una relación normal, simplemente había que tratarla como una fulana, como una verdadera bataclana que solo vive para usarla y meterle la verga, y esta era su última oportunidad de él poder gozarla y beneficiársela, hasta muy al interior de su mente pensaba en quizás llevársela y dejársela para el solo.

Una vez que Felipe se aburrió de tenerla clavada y de besuquearla tanto como el quiso, simplemente la arrojo hacia atrás para proceder a desclavarla, y tomarla como si ella fuese solamente una cosa de carne que solo servía para meterle verga, cuando ya la puso en 4 patas con sus muslos bien separados uno del otro se dio a tantear con su dedo pulgar el orificio posterior de la endiablada y sumisa jovencita que aun temblando casi adivino las intenciones de su salvador y a sabiendas que ella estaba en deuda procedió a bajar lo que más pudo su tronco superior haciendo con esto que su culo quedara lo más empinado posible para que su exclusivo “cliente” se la metiera por el hoyo que el estimara conveniente, y claro el viejo ya se aprontaba a encularla y ella lo sabía.

-Escúchame zorraaaa… ahora voy a aprovechar de metértela por el culo ya que en un rato más me debo marchar, y no me puedo ir sin haber disfrutado los placeres de romperte el orto, jaja, lo quieres!?

-Rómpeme toda si quieresss… pero no te vayassssss-

En ese momento se produjo un silencio casi sepulcral en la habitación, el viejo Felipe quien ya tenía la cabeza de su verga posada en la misma entrada del ojete posterior de la dulce chamaca se la quedó mirando extrañado ante tan extraña solicitud, la veía puesta en 4 patas y mirándolo hacia atrás con su lacia melena rubia cayéndole desordenadamente hacia un lado de su cara, esto lo devolvieron por unos instantes a la cruda realidad, hasta que finalmente le contesto,

-Samanta… no puedo quedarme mi niña… lo sientooo, pero ahora sigamos en lo que estamos-

el vejete concentrándose en las últimas palabras de la joven simplemente dijo, -Tomaaaaaaa!!!!, rugió finalmente empujando con todas sus fuerzas hacia el interior del culo de la muchacha quien se lo comió entero y de una, el viejo se sintió revitalizado con semejante solicitud que le había hecho su Diosa.

Samanta al escuchar la respuesta que le daba Felipe, y el sentir con la bravura que este la estaba enculando no le quedo más remedio que padecer de los dolores de la dilatación anal, de cómo sus carnes posteriores se fueron abriendo para recibírselo centímetro a centímetro, el vejete ya bufaba de placer,

-Mmmmm… Ohhhhh… pendejaaaa que rico me la aprietas con el culo si hasta parece que yo soy el primero que te ha enculado.

-Nooooo Felipeeee… allá me encularon muchas veces-

le contestaba la chica con sus ojos fuertemente cerrados, sentía que al viejo que la había salvado no debía mentirle. Felipe extrañamente sentía como se le paraba aún más la verga con las confidencias que le estaba haciendo la chica, eso lo calentó hasta la locura por lo que se decidió ponerle el mejor enculamiento que jamás haya experimentado su Samanta, su dulce Samanta.

La rubia chiquilla sentía como Felipe le taladraba el culo con fuerzas descomunales, como si por alguna razón este estuviese enojado con ella.

-Te gusta guarrillaaaa!!??, le consultaba el viejo quien se movía intentando despedazarla, a la vez que traspiraba a mares ante el bestial enculamiento que le estaba plantando,

-Siiii quiero más vergaaaaa!! Felipeeee dame más!!! Mmmmmm… quiero comerme tu verga… que se deshaga en mi interior…Ohhhh Diossss Diossss!-

-Aaaarrrhgg ahh… siii cómasela todaa señorita Samantaaaa… ahh…!!!, seguía gruñendo el ahora feroz vejete, -Que precioso culo te gastas pendejita ricaaaa, blanquito redondito y paradito… te lo tienen que haber ocupado mucho en estos tres meses verdad?-

-Si Felipeee, me dieron unas buenas dosis de verga por el culoooo… auchhhh más despacio que a veces dueleeee!!-

El viejo en forma despiadada comenzó a meterle y sacarle la verga en forma acelerada, para luego agasajarla con tres profundas clavadas para que ella se la sintiera y después volver a sus acelerados movimientos de entrada y salida,

-Plaffffsss…!! Plaffffsss…!! Plaffffsss…!!! Plaffffsss…!!! Plaffffsss…!!!, se escuchaba en la habitación por cada choque de carnes.

De vez en cuando el viejo se salía para ver el hoyo de Samanta totalmente abierto y que este no se cerraba en donde este aprovechaba para mandarle un sendo escupitajo hacia su interior tal como él había visto en tantas películas xxx y que ahora el hacía realidad con la tierna chiquilla que él había visto crecerle las tetas.

-Ohhhh que culazo es el que te gasta puta de mierdaaaa!!!, le gruñía Felipe al estar hipnotizado mirando como las carnes de la joven vibraban al ritmo de sus embates, -Así… así… está bien rico… páralo más putita-

Samanta quien resistía los empellones que la partían en dos, se mordía los labios y se mantenía con sus ojos cerrados, le encantaba sentir esa mezcla entre placer y dolor, sus tetas se bamboleaban en forma alucinante al mismo ritmo en que el viejo empujaba aceleradamente,

  • AHHH Felipeeee… Nunca me imaginé que la tenías tan grande…!!!

-Jajajajaj así es putita… la tengo grandotota y tú te la comes toda… suerte que esos pendejos de por allá te lo agrandaron, jajaja!!! Por cierto tu también estas bien ricaaaa, Jajajaja!!!, le dijo a la vez que se la afianzaba con más energía desde las caderas y comenzaba a culearla con poderíos renovados,

-Ahhhh Felipeeeee ahhh ahhh así culeameeee dame más recioooo!!!! Tu vergaaaa… tu vergaaaaa me vuelve locaaaaa!!!! Más…!! Más…!!! Más…!!! Más…!!!! Ninguno de esos pendejos que dices me culio más rico que tuuuu-

Con semejante aleonamiento de la chamaca hacia la virilidad de Felipe este empezó con un vaivén más rápido y con más fuerzas, Somata también se movía y se echaba atrás con acalorados ímpetus, aumentando así entre ambos en placer de la colosal culeada que se estaban plantando, la caliente jovencita le paraba el culo lo más que podía con el único afán de comerle bien comida la verga a Felipe quien en esos ardientes momentos le daba rítmicas estocadas clavándola lo más profundo que podía.

-Ahhhhh Samantitaaaa…! que rico te lo comessss…!! Eso putitaaaa!!! Así…!!! Asiiii!!! Culeate tu solita como la perra que eres… ahhh… que rico coges… nadie me había movido el culo tan rico como tú-

Ya llevaban más de media hora culeando con ganas, la habitación de Samanta estaba llena de gemidos y de los ruidos que provocaban los golpes de ambos cuerpos, hasta que las fuerzas del buen Felipe ya no dieron para más, echándose sobre el cuerpo de la joven se dio a propinarle las mas profundas y desquiciantes puñaladas de carne que la joven recibió casi llorando de una exquisita excitación nunca antes sentida,

-Ohhhhh zorraaaa…! me corrooooo!! Me corrroooooooo- le gritaba a un lado del su oído…

La joven sintió como la verga se hinchaba cada vez más al interior de su recto, escuchaba como el vejete le gritaba en su misma oreja que se corría, hasta que fue testigo cuando Felipe se la enterraba con todas sus fuerzas al interior de su trasero para luego quedarse estático y con su cuerpo temblando, lo sintió explotar en sus intestinos.

Samanta experimentaba como su viejo chofer se desbordaba en semen en todo su recto, fueron por lo menos 7 injecciones de caliente liquido blanco y espeso que le depositaron bien adentro del culo, ella simplemente los recibió con una viciosa sonrisilla de placentera felicidad, la que nunca había sentido en sus casi 4 meses de cautiverio.

Mientras el vejete aun enterrado en el curvilíneo cuerpo de la chamaca de sus sueños, este lentamente volvía a la realidad, ya todo había terminado, su Samanta le acababa de pagar en carne su osado rescate.

Samanta habia quedado mas satisfecha que nunca, habia tenido muchos hombres encima de ella en su cautiverio, pero lo que acababa de hacer era muy distinto, si bien mas de una vez se habia corrido con algun cliente, nunca se habia entregado en cuerpo y alma como lo habia hecho hace unos minutos con su viejo chofer, que a su vez fue su heroe que le salvo la vida y el primer admirador que tuvo en la vida.

Las sensaciones que tenia la perturbaban, ese placer que habia sentido no lo olvidaria jamas, no era lo mismo tirar con cuanto viejo verde se le ponia encima solo por obligacion a tener sexo duro con alguien a quien conocia de casi toda la vida y que le estaba en deuda, Samanta ahora sentia la conciencia mas tranquila, le habia pagado al viejo con su hermoso cuerpo, y ambos habian tenido la mejor experiencia sexual de sus vidas.

Esa experiencia maravillosa que era justamente la que estaba buscando aquella tragica noche que fue secuestrada cuando iba rumbo a un lujoso hotel para perder la virgnidad con su novio, ahora se daba cuenta de que por su inexperiencia esos momentos de placer infinitos que habia tenido con Felipe nunca se habrian comparado con esa primera vez que jamas ocurrio.

Pasaron unos minutos y nadie se atrevia a romper el silencio sepulcral que llenaba el lujoso dormitorio de la muchacha, ¿tenian cargo de conciencia de las guarradas que habian hecho?, nunca lo sabremos, la chica seguia tirada en la enorme cama con el culo escurriendole semen en grandes cantidades y la cara hundida en la almohada mientras el viejo miraba al techo como buscando una respuesta a todo lo que habia hecho con su niña adorada.

-Ya debor irme Samanta, lo que hiciste fue maravilloso, pero tu mas que nadie sabes que cometi un crimen y que estoy huyendo de la justicia-

Cualquiera que lo escuchara ni sospecharia que solo hace unos minutos le habia entrado a verga por todos sus agujeros a esa preciocidad que se hallaba en la cama y que la habia tratado llevado por la calentura acumulada como la peor de las putas.

-Pero Felipe no hagas eso te lo suplico, yo tengo una extension de la tarjeta de mis padres te dare dinero para que te quedes en la ciudad, por favor no te vayas de mi vida te necesito-

La rubia imploraba con su voz quebrada y sus ojitos humedos, en esos momentos de nuevo volvia a ser la niña de bien, educada y culta que todos conocian, y no la zorra hambrienta de verga en que se habia transformado hace unos instantes.

-No Samanta lo sinto ya te lo explique muchas veces, es imposible, seria demasiado peligroso para los dos en especial para ti-

-Felipe quedate, te hare muy feliz te lo juro, lo que paso aqui no sera nada comparado con toda la felicidad que te espera si te quedas a mi lado, sere tu puta personal cada vez que se te antoje-

De nuevo la Samanta devoradora de hombres volvia a escena, poniendo una irresistible voz de gatita seductora que haria derretir a hasta un iceberg, al viejo se le puso dura la verga de solo escuchar semejante oferta, pero no podia dar marcha atras en sus planes.

Como un resorte la muchacha se puso de pie, aun seguia desnuda y con aroma de semen por todo el cuerpo, se metio al armario y saco un sobre.

-Esta bien respetare tu decision, pero no te niegues a esto- a continuacion le entrego en la mano el sobre, el viejo lo abrio y se sorprendio al ver una jugosa cantidad de efectivo.

Antes de que pudiera hablar, Samanta le dio una ultima orden.

-na na, ni se te ocurra decirme que no, aqui hay mas de 10.000 dolares en efectivo, el lo minimo que puedo hacer por ti, te los llevaras y primero que nada cambiaras de apariencia, asi en cualquier ciudad que te encuentres sera dificil que den por ti-

Acto seguido la muchacha se despedia de el definitivamente dandole un beso en la boca, un beso que el viejo no olvidaria jamas, rodeo con sus brazos el cuello de Felipe mientras lo besaba con pasion, no era un beso de cualquiera de despedida sino un beso candente de esos que hacen hervir la piel y que invitan a ir mas alla.

Felipe no soporto mas y cayo en el juego de la rubia, acariciandole el soberbio culo que se cargaba, la verga estaba dura y al chofer se le anotojaba una sola cosa volver a darle verga por todos sus agujeros, pero tenia que partir ya no habia tiempo para eso.

-Felipe prometeme que te volvere a ver-

No tenian intenciones de hacer algo asi, pero al estar tan cerca de ese mujeron que le habia entregado su perfecto cuerpo, cambio de opinion.

-Te lo prometo, no se en cuanto tiempo pero regresare por mi putita favorita-

Samanta esbozo una sonrisa plena ya que la habian tratado tantas veces de puta que hasta ya le gustaba y en especial cuando se lo decia el.

Un tiempo despues...

Habian pasado aproximadamente 6 meses desde la monumental culeada que se habian pegado de despedida Samanta y Felipe, todo habia regresado a la normalidad, la familia de Samanta habia hecho lo posible para que nadie se entere de lo que habia pasado su hija en su cautiverio, la chica ya estaba en la universidad y habia regresado con su novio, que decian que era el hombre mas afortunado del planeta ya que desconocia de donde habia sacado su novia tantas habilidades en las artes amatorias, pero el lo disfrutaba en silencio y sin preguntar nada.

Felipe habia invertido bien el dinero que Samanta le habia dado, se habia hecho un cambio extremo en su apariencia tanto asi que nadie lo reconoceria, usaba una peluca negra, habia arreglado su maltrecha dentadura y habia bajado de peso, y tal como lo prometio regreso de su exilio para ver esa diosa que tantos problemas le trajo pero que tanto placer le habia bridando.

Se citaron en la cafeteria de un centro comercial, el viejo estaba feliz no solo por verla sino porque sabia en donde terminaria esa cita, se sorprendio cuando dos muchachas guapisimas hicieron acto de presencia en la cafeteria, la una era Samanta que lucia hermosa como nunca, y habia recobrado por completo su aura de chica inocente y nadie sospecharia que era una guarra de cuidado en la cama, a su lado otra preciosa chica la acompañaba, era una morena delgada de finos rasgos y que Felipe conocia muy bien, se trataba de Kelly, a medida que se acercaban el viejo sonrio de oreja a oreja mientras el mesero anotaba lo que iba a pedir.

FIN...