Promocionando a su esposo

Mi esposa compró mi nueva promoción en la empresa con su cuerpo y el cuerpo de mis dos hijas... Y lo hicieron a gusto.

Promocionando a su esposo

Mi bonita esposa Anna tiene cuarenta y tres años... Es una morena muy bien formada y la madre de mis dos hijas... Marla, la mayor, con diecinueve años y Britt, la pequeña, con dieciocho... Ambas también son muy bonitas, bien formadas y morenas como su madre.

Un día, cuando volví a casa del trabajo, tenía algo que decirle a mi esposa y no me atrevía... Después de cenar y de tomar un par de tragos fuertes, le dije:

  • "¡Anna, mi jefe, quiere invitarnos a una orgía!"

Y Anna me respondió sin inmutarse:

  • "De acuerdo... Iremos."

No esperaba esa respuesta en absoluto... De hecho, esperaba que la invitación la indignara.

"¡Y él quiere que traigamos a Marla y Britt también!", añadí.

Una vez más, Anna me respondió:

  • "De acuerdo... ¿Cuándo será?, me preguntó.

  • "¡Este sábado!", le respondí.

Ella pensó un poco en eso y luego me dijo:

  • "Entonces sólo tienes cuatro días para prepararlas."

Puse esa expresión de asombro en mi cara que Anna conocía bien y ella me explicó su frase:

  • “¡Tienes que follarte a las chicas y quitarles la virginidad antes de que los hombres de la orgía se las follen!... Tendremos que invitar a tus dos hermanos para que te ayuden... Los llamaré ahora."

Anna les llamó y les contó lo que tenían que hacer... Que vinieran mañana después del trabajo y que también trajeran a algunos de sus amigos de mucha confianza y, por supuesto, bien dotados.

No podía creer que mi esposa estuviera tan dispuesta a hacer esto... Demasiada dispuesta incluso... Además, ella tampoco se inmutó al sacrificar a nuestras hijas para la orgía... ¡Algo estaba pasando!

Mientras pensaba en todo esto, Anna me llamó para que fuera a nuestro dormitorio y me hizo desnudar... Luego les dijo a las chicas que se desnudaran por completo y vinieran a nuestro dormitorio.

Mi esposa me estaba chupando la polla cuando entraron nuestras hijas... Hizo que Marla y Britt se sentaran en el borde de la cama y se recostaran con las rodillas pegadas al pecho.

Una mirada a sus cuerpos desnudos me puso la polla muy tiesa... Una mirada a sus coños abiertos me dio ganas de follarlos... ¡Quería follarme a mis hijas vírgenes!... ¡Mi esposa incluso quería que me follara a nuestras dos hijas vírgenes!... ¡Qué pasada!

  • "¿Estáis de acuerdo con que os folle, hijas?", les pregunté.

  • “¡Sí, papa!... Mamá nos dijo anoche lo que nos ibas a hacer para ayudarnos a prepararnos para la orgía que vais a llevarnos este sábado", dijo Marla.

Giré mi cabeza hacia Anna... Mi esposa puso una expresión en su cara de que la acababa de pillar... Parecía asustada y se le formaron gotas de sudor en la frente... La muy zorra se había enterado de la orgía mucho antes de que yo me enterara.

Antes de que pudiera decirle nada, mi esposa me dijo:

  • "¡Es para tu próxima promoción!... ¡Te convertirás en ejecutivo el lunes si las chicas lo hacen bien el sábado!... Eso significa mucho más dinero y ningún viaje de fin de semana fuera de la ciudad.”

  • "¡Yo soy ya un ejecutivo!", le respondí todavía en estado de shock.

Anna, me explicó que había dejado voluntariamente que mi jefe la follara para asegurar mi trabajo... Iba voluntariamente a la orgía una vez al mes para conseguir mi ascenso, del que ya hablaron hace tres meses... Me explicó que por eso me habían enviado fuera de la ciudad esos fines de semana para que ella no sólo pudiera asistir a las orgías, sino también para recuperarse uno o dos días después y yo no sospechara nada.

Luego, Anna continuó explicando que todavía no era un ejecutivo... Mi ascenso a ejecutivo dependía de que mis hijas se unieran a la orgía mensual y lo hicieran bien.

Había hablado con ellas y hecho todo lo posible para preparar a nuestras hijas durante los dos últimos meses, comprándoles consoladores, mostrándoles cómo usarlos y haciéndoles dormir con las pollas de silicona en sus coños todas las noches.

También las había enseñado a utilizar los tapones anales y ahora dormían con ambos agujeros llenos, que ella comprobaba personalmente todas las noches antes de acostarse.

Le dijo a su marido que los consoladores y los tapones anales también se los había aumentado de tamaño durante el último mes hasta que las chicas se han abierto bastante bien.

Ahora estaban listas para ser folladas pero necesitaban sentir la realidad... Necesitaban ser folladas a menudo y por una variedad de hombres para ir preparadas a la orgía... Me dijo que nuestras hijas deberían estar preparadas para recibir al menos treinta pollas ese día y que probablemente diez de ellas estarían metidas en el culo.

Ahora miraba a mi esposa de una manera completamente diferente... Esta hermosa mujer que pensé que me era fiel desde que nuestros votos matrimoniales ya no era la mujer con la que me había casado.

Al principio estaba indignado... Nunca había sospechado nada fuera de lo común... Entonces sentí un cosquilleo de orgullo... Mi esposa se sacrificaba sexualmente para beneficiar mi carrera... Era mucho más esposa de lo que jamás me había imaginado... Finalmente sentí lujuria... Tenía tantas ganas de follar con ella que apenas podía aguantarme... Sin darse cuenta, ella había cumplido todas mis fantasías en sólo unos momentos.

Durante años había fantaseado con que mi esposa follara con otros hombres, especialmente con algunos de mis jefes... Había fantaseado también, con ella follando con muchos hombres durante una orgía en la que ella era el centro de atención... Incluso había fantaseado con follarme a mis dos hijas.

Ahora, todo se convertiría en realidad... No sólo había querido que esto sucediera, sino que también había querido verlo... Y eso también sucedería... Estaba invitado el sábado a asistir a la orgía... A mi primera orgía.

Sonreí a mis tres mujeres y les dí las gracias... Dije eso mientras las miraba directamente a los ojos... Luego les pregunté:

  • "¡Así que, en teoría aún sois vírgenes!"

  • "¡Sí, papá!", respondieron ambas al unísono.

  • "Mi trabajo esta noche es meter mi polla y correrme en cada uno de vuestros coños antes de que mis hermanos y sus amigos os follen en grupo, mañana."

  • "¡Sí, papá!", respondieron sonriendo las dos y también mi esposa.

Sin esperar más, cogí mi polla y me situé frente a mi hija Marla que me sonrió mientras se la metía con fuerza en su coño virgen... No encontré resistencia alguna y se la clavé hasta el fondo... No puedo explicar lo bien que me sentí follando a mi hija... Me corrí y cuando se la saque vi que todavía mi polla estaba tiesa.

Miré a mi hija menor, Britt lista y esperándome... Se la metí más suavemente que a su hermana pero se la clave también hasta el final... Mi polla disfrutó de los viajes arriba y abajo por ese conducto... Tardé más de un minuto en llenarla con mi semen.

Una vez que mi polla se encogió y se deslizó fuera de Britt, mi esposa colocó una silla detrás de mis rodillas obligándome a sentarme... Eso me vino bien porque estaba exhausto.

Me senté allí mirando los coños de mis hijas y viendo mi semen como goteaba saliendo de sus coños... Mi esposa me estaba frotando la espalda y me presionó sus pechos contra mis orejas... Ella también estaba mirando los coños usados ​​de nuestras hijas.

Tras un silencio de recuperación, finalmente Marla dijo:

  • “Papá, esto fue agradable, rápido, pero realmente agradable... Creo que el sábado voy a disfrutar en esta orgía!.”

Y Britt dijo:

  • “Papá, tu follada fue mucho mejor que dormir con un consolador dentro de mí coño... Me gusta follar.”

Mi esposa dijo: "¿Quieres que prepare la cena o te gustaría que las chicas te chuparan fuerte para prepararte para su sexo anal?"

  • "Me gustaría descansar un rato, mientras preparas la cena... Despiértame cuando esté lista", le respondí.

Luego me acosté en la cama y abracé a mis dos hijas.

Cuando la cena estuvo lista mi esposa me despertó chupándome la polla... Las chicas se estaban riendo... Bajamos a cenar... No había hecho una siesta así en años, pero seguro que la necesitaba.

Justo después de la cena, hice que mis tres mujeres se inclinaran sobre el respaldo del sofá... Poniéndome un poco de vaselina en mi pene, lo deslicé dentro del primer ano, el de mi esposa, por un corto tiempo y luego lo deslicé en el siguiente, el de Marla, dejando el ano de Britt para el final.

Mi esposa me había dado sexo anal un par de veces en el pasado, pero si quería que enculara a mis hijas, también lo iba a conseguir... Al parecer, a Anna se lo habían estado dando todos los que quisieron cuando fue a las orgías... Era hora de un cambio en nuestra vida sexual, eso es seguro.

Ese sexo anal fue el mejor que jamás había tenido... Ninguna de ellas se quejaba... Todas parecían disfrutarlo... Y lo mejor era que yo lo estaba haciendo y también lo disfrutaba.

Podía quedarme todo el tiempo que quisiera dando por el culo a una de mis hijas o cambiar al culo de la otra... Podía ir lento o ir rápido... Y darle a mi esposa una buena enculada.

Cuando sentí la necesidad de correrme, me aseguré de estar en el recto de hija Marla en ese momento... Me aferré a sus caderas para mantener mi polla profundamente en su culo... A Marla le gustó y a mí también.

Me sorprendió cuando mi esposa se arrodilló y chupó mi polla manchada de mierda... También se lo ofreció a nuestras hijas y ellas lo hicieron... Escuché algunas quejas sobre el sabor, pero mi esposa les dijo que comenzaran a disfrutarlo porque tendrían que hacerlo en la orgía del sábado... Eso les dio el incentivo que necesitaban para terminar el trabajo y dar las gracias también.

No podía creerlo pero mi polla se puso duro de nuevo.

Esta vez hice que mis tres mujeres se tiraran al suelo... Pedí a Marla que pusiera su coño cerca de mí y mantuviera sus rodillas arriba y abiertas.

Luego hice que mi esposa me acercara la cara para que pudiera pasar directamente del coño de Marla a la boca de mi esposa... Luego hice que Britt asumiera la misma posición que su hermana Marla al otra lado de su madre, que quedó entre ellas.

De esa forma pasaba de un agujero a otro y me detenía brevemente en la boca de mi esposa... No podía saber cuánto aguantaría... Fue una buena media hora la que aguanté y una vez más me corrí dentro del coño de mi dulce Marla.

A la hora de dormir les dije a mis hijas que se pusieran en el borde de la cama  de Marla sobre sus manos y rodillas... Pasé de un culo a otro, todo el tiempo que pude aguantar... Britt se quejó de que le dolía, pero Marla nunca dijo nada, incluso después de que me corriera en su culo por segunda vez esa noche.

  • “¡Britt, sabes lo que dijo mami!... ¡Te la meterán por el culo al menos diez veces el sábado!... ¡Así que acostúmbrate y empieza a lamer la polla de papá!... ¡Ahora!", le dijo Marla a su hermana.

Dicho esto, Marla le dio una palmada a su hermana en el culo lo suficientemente fuerte como para que empezara.

Britt no estaba tan interesada en esto como su madre había esperado... Me gustara o no, mi esposa había vendido a mis hijas para que fueran unas putas de orgía una vez al mes y así pagar mi promoción.

Cuando me levanté en medio de la noche entré en la habitación de Marla, le hice el amor a su coño y jugué con sus tetas hasta que me corrí, y luego regresé a mi cama con mi esposa... Ella solo sonrió mientras yo subía a la cama y me preguntó con cuál de mi hija había estado... No le sorprendió cuando le dije que había sido Marla.

La mañana del miércoles, por sugerencia de mi esposa, fui al dormitorio de Britt... Sin embargo, ella no estaba feliz cuando me la follé a tope... Todavía estaba dolorida por atrás.

Le dije que si tenía alguna queja que se la dijera a su madre, de lo contrario, sería mejor que se acostumbrara a que le follaran el culo las veces que fuera necesario y apeteciera antes del sábado.

Cuando llegué a casa del trabajo, mis dos hermanos estaban allí junto con diez de sus amigos... Habían estado follando con Marla y Britt casi sin parar desde que las chicas regresaron de la universidad donde cursaban sus estudios.

Mi esposa asignaba a los hombres a una hija en particular y a un agujero en concreto... Antes de que terminara la noche, esos doce hombres se follarían a nuestras dos hijas por ambos agujeros, incluso si mi esposa tenía que chupárselas fuerte y metérselas.

La pobre Britt estaba molesta esta mañana con mi polla en su culo por tercera vez en unas dieciséis horas... Me preguntaba cómo se sentiría después de que la follaran por el culo una docena de veces esa noche del sábado.

Fui a ver a mis hijas entre hombres... Marla me sonrió y dijo que estaba lista para el sábado y la creí... Dijo que tenía el culo escocido pero que estaba segura de que podía aguantar los cuatro más que le había asignado su madre... Me explicó que hasta ahora había tenido ocho en el coño y ocho en el culo... Ella me dijo que su coño era para el siguiente hombre que le asignó su madre.

Entré en el dormitorio de Britt y cuando me vio se puso a llorar... Al parecer, el hombre que le había dado por el culo, lo había hecho muy brusco y la había desgarrado por dentro.

Me contó que fue demasiado rudo con ella, que le había tirado del pelo con fuerza y ​​que le había aplastado los pechos con sus poderosas manos... Me suplicó que le pidiera a su madre que dejaran de follarle el culo y ofreció su coño y su boca a cambio... Sonreí y le dije que se lo diría a su madre.

Luego salí y me crucé con su siguiente cliente por el pasillo que iba al dormitorio de Marla... Sabía que su coño era lo que iba a follarse, por lo que ella me había dicho.

Fui en busca de mi esposa y le dije:

-"¿Qué hay para cenar?"

  • “¡Bueno, pedí pizza y cerveza para los chicos!... ¿Quieres que te haga algo diferente?", me respondió.

  • “¡No... Eso estará bien!... ¡Ve a buscarme una cerveza!”, le respondí dándole una palmada en el culo mientras caminaba a mi lado.

Cuando regresó, deslicé mi mano por debajo de su vestido y al meterla por dentro de sus bragas noté que su coño estaba sin usar.

Debería haberme dado cuenta de que todos los hombres al tener a mis dos hijas para follárselas como quisieran y por donde quisieran, no querrían a mi esposa.

Con mis dedos en el coño de mi esposa le dije:

  • "El último chico que enviaste para follar a Britt le hizo mucho daño por dentro del ano... Quizás deberías decirles que sólo le follen el coño ahora y que hagan más anal mañana."

  • “¡Está bien!... ¡Quizás no debería haberle dicho que fuera duro con ella!... ¡Pensé que necesitaba descubrir cómo se sentía!... ¡Marla lo aceptó sin ninguna queja hasta ahora!, respondió mi esposa.

Había herido a Britt a propósito... Luego se apartó de mi para enviar a los dos siguientes a follar los coños de nuestras hijas... Me di cuenta de que no se subió las bragas, sino que volvió a colocar su coño, de nuevo, sobre mi mano.

Sentí su coño húmedo y supe que necesitaba un buen polvo… Decidí dárselo allí mismo, frente a mis hermanos y todos sus amigos.

Le quité su blusa y su falda ante los vítores de quienes no se follaban a mis hijas… Luego le quité también su sujetador y sus bragas mientras nos vitoreaban aún más y la incliné sobre el respaldo del sofá.

Ella colocó sus manos sobre el cojín y todos vieron cómo sus pechos se balanceaban cuando entré en su coño por detrás… Cada embestida hacía que sus tetas se balancearan sobre su pecho.

Britt comenzó a actuar como si fuera la estrella de una película porno… Me imaginé ver al presidente de la compañía haciéndole eso.

De todos modos, cuando los hombres se pusieron con las pollas tiesas, se los envió a sus hijas… Ella fue ‘sólo coño’ para mí el resto de la noche… Me follé a mi esposa mejor de lo que lo había hecho en bastante tiempo.

Mi esposa se burlaba de los chicos, jugaba con sus pollas y luego los enviaba a follar a sus hijas... Cuando ya estuvieron agotados, los envió a sus casas y les dijo que no volvieran... Sin embargo, podrían enviar a otros hombres en su lugar mañana para que se folle a sus hijas.

Mis dos hermanos se quedaron hasta el final... Mi esposa les dijo que podían volver tanto el jueves como el viernes si querían… Y ambos dijeron que si, de inmediato y sin dudarlo.

Fui a ver a mis hijas y ambas estaban profundamente dormidas… Todavía estaban sucias y cubiertas de esperma, pero descansaban cómodamente… Britt tenía manchas de sangre en el culo… Debió haber sido enculada más de lo que pensé... Sabía que todavía me la follaría por el culo por la mañana antes de ir a trabajar.

Me reuní con mi esposa y mis hermanos en la sala de estar... Juntos los tres nos follamos a mi esposa hasta que ella tuvo varios orgasmos.

Mis hermanos nos dijeron que habían querido follarse a mi esposa e hijas durante años... Mi esposa sugirió que trajeran a sus esposas para una orgía íntima con nosotros y  también podrían traer a sus hijos, si quisieran... Dijeron que si los trerían porque la idea les gustaba… Se corrieron y se fueron… Nosotros nos fuimos a la cama.

Dormí toda la noche y por la mañana desperté a Marla con un beso en sus labios y mis dedos en su coño… Luego la mandé a ducharse... Luego entré en el dormitorio de Britt y me la follé por el culo mientras ella lloraba de dolor sobre su almohada, pero nunca me pidió que parase.

Cuando volví del trabajo estaban de nuevo mis hermanos con diez hombres extraños más… Mi esposa me dijo que los doce se habían follado a nuestras hijas una vez y que estaban a la mitad de la segunda follada… A tres que tenían las pollas más pequeñas mi mujer les permitió follar el culo de Britt... Tres de las pollas más grandes consiguieron follar el culo de Marla... Sólo podían encularlas a tope dos veces a cada una y tenían que ir despacio mientras lo hacían.

Esta noche, para cenar, mi esposa, además de las cervezas compró papas fritas, nueces y bocadillos variados para que los hombres comieran mientras esperaban que la polla se les pusiera dura y follar de nuevo a nuestras hijas.

La mayoría de ellos eran fuertes para poder dar cuatro folladas, pero algunos se retiraron después de sólo tres, incluso con mi esposa sentada en su cara o chupando sus pollas para calentarlos más.

Volví a follarme a mi esposa desnuda... Ella me pidió que la follase más cuando terminé,  para calentar a los hombres que nos miraban, descansando y esperando que su polla se pusiera de nuevo dura.

Mis hermanos se quedaron de nuevo hasta el final... Esa noche nuestras hijas salieron de sus habitaciones y vieron a su madre tener nuestras tres pollas al mismo tiempo... Yo, dándole por el culo.

Otra vez dormí toda la noche pero extrañé follar con Marla y tomé su coño esa mañana del viernes... El culo de Britt no estaba tan dolorido como la mañana anterior, pero aún tenía que aguantar esta noche y luego mañana en la orgía.

Al volver del trabajo había diez hombres distintos a los anteriores veinte hombres que vinieron el miércoles y jueves, junto con mis dos hermanos.

Mi esposa había elegido cuatro de las pollas más pequeñas para follar por el culo a Britt dos veces cada una... También había elegido cuatro de las pollas más grandes para follar, también por el culo, a Marla dos veces cada una.

Los otros hombres, incluidos mis hermanos, se estaban follando el coño de nuestras hijas como locos... Mi esposa vestía sólo una tanga diminuta de color negro y servía a los hombres cerveza fresca.

Los hombres habían estado aquí todo el día y nuestras hijas no habían ido a la escuela... Mi esposa calculó que quedaban cinco hombres más para terminar la tercera ronda... Las chicas habían estado muy ocupadas durante todo el día y su madre tuvo que lavarles el culo y el coño en varias ocasiones.

Esa noche fue una fiesta porque Marla y Britt salieron al salón después de haber sido folladas tres veces por cada hombre, para que todos pudieran ver cómo las follaban más veces.

También comenzaron a follar con dos o incluso tres hombres a la vez, como habían visto hacer a su madre la noche anterior.

Yo pude follar a Marla dos veces mientras ella se sentaba en mi polla y dejaba que alguien más le follara el culo... Ella sólo me miró a los ojos y sonrió mientras acariciaba mi polla con su coño hasta que me corrí dentro de ella.

El sábado por la mañana nuestras hijas se despertaron pronto y vinieron a sentarse en nuestra cama y preguntaron a su madre cuándo comenzaría la orgía.

Ella les sonrió y les dijo que se suponía que íbamos a llegar al mediodía. Preguntaron si su madre llamaría a algunos de los chicos de anoche. ¡La respuesta fue no! Preguntaron si mis dos hermanos y sus hijos podían venir por un tiempo. ¡De nuevo la respuesta fue no! Luego me suplicaron que las follara.

Mi esposa se sentó apoyándose en el cabezal y les dijo seria:

  • “Pequeñas zorras cachondas, tendréis que esperar hasta el mediodía... Ahora ir a bañaros por separado, arreglaros el pelo, depilaros bien depiladas y prepararos para la fiesta... Esta orgía es en vuestro honor... Así que maquillaros bien y poneros la ropa que os dí...  No os masturbéis y calmar vuestra excitación sexual... Quiero que estéis muy calientes para cuando lleguéis, ¿Entendido?"

  • "¡Sí, mami!", dijeron al unísono las dos hermanas y se fueron de nuestro dormitorio.

Mi esposa se acurrucó contra mí y me preguntó:

  • “¿Te gustaría darme una buena follada o prefieres guardarlo para la esposa de tu jefe?

  • “Prefiero guardar lo para ella... Quiero reservar mis fuerzas y quedar lo mejor posible”, le respondió dándole una fuerte palmada en el culo y viendo cómo sus tetas rebotaban mientras saltaba de la cama.

De camino a la finca de mi jefe, nuestras hijas estaban demasiado excitadas como para estar quietas en sus asientos... Nunca habíamos estado aquí aunque obviamente mi esposa si que había estado muchas veces.

Apreté el botón del interfono y di mi nombre... Las grandes puertas de hierro se abrieron para permitirme entrar... Aparqué y salimos del coche... Mi esposa me cogió de la mano y me llevó directamente a la puerta principal.

Sin siquiera llamar, la abrió y entramos todos... Nos llevó a través de la casa y salimos al patio trasero... ¡Guauu!... Fue increíble... Tenía árboles, rosales, una piscina y un enorme jacuzzi.

Había un bar a un lado con un hombre desnudo que hacía de camarero... Todos estaban desnudos excepto nosotros... Me sentí fuera de lugar.

Mi esposa llamó a algunas personas, besó a otras y nos llevó directamente con mi nuevo jefe, el presidente y propietario de la empresa, al que me presentó ya que yo no lo conocía...Luego, mi esposa les presentó a nuestras hijas, Marla y Britt.

Mientras él las miraba, mi esposa les quitó los diminutos atuendos que llevaban... Mis dos hijas se pusieron con los hombros hacia atrás y la barriga hacia adentro... Con orgullo le mostraban sus cuerpos desnudos al hombre... Los otros hombres también estaban muy interesados y acudieron a verlas de cerca.

  • “¿Podríamos empezar la orgía ahora?... ¡Estoy tremendamente cachonda!", dijo Britt.

  • “¡Yo también!... ¡Realmente necesito una polla dentro de mí y pronto!", añadió Britt.

Mi esposa hizo que la acompañase a otra parte del patio y se llevo las ropas de nuestras hijas... Allí nos desnudamos y volvimos hacia donde estaba la gente... Me presentó a Kerry, la esposa del presidente de la empresa.

Kerry me cogió de ls mano y me llevó al jardín de rosas... Me explicó que le gustaba que la follaran en esta zona del patio y me agradeció por traer a mis hijas para entretener a su esposo y a los otros hombres.

Vi a mi esposa llevarse a uno de los ejecutivos hacia la piscina.

Mis hijas ya estaban en el suelo con una polla dentro... Se las veía tan felices en ese mismo momento que supe que se estaban divirtiendo y disfrutando del sexo, que tanto les gusta.

Cuando Kerry me llevó a donde quería follar, frotó un poco de loción en mi polla... Me dijo que era una crema prolongadora muy potente y que probablemente estaría follando con ella durante las próximas cuatro horas sin que mi polla se ablandase... La tendría siempre tiesa aunque me corriera las veces que pudiese.

Cuando comencé a follar con Kerry, vi sus pechos moverse como lo hacen los pechos de mi esposa... Mientras follábamos me dijo que amaba a mi esposa y que disfrutaba mucho comiendo su coño justo después de que alguien se corriese dentro de su coño y la llenase de esperma.

Luego me pidió que le metiera la polla por el culo... Cuando se la metí, me contó que ella era la dueña de la empresa, pero deja que su esposo la dirija... Ella fue la que le dijo a su esposo que me promoviera a ejecutivo, tras conocer a mi esposa y disfrutar mucho de su cuerpo... Y mi esposa, como agradecimiento, le había ofrecido a nuestras dos hijas para su esposo y para ella, si quisiera... Y también me ofreció a mí para que ella pudiera follarme si así le apeteciera.

Me sentí como si estuviera en una entrevista, sólo que mi polla estaba en el culo del entrevistador en ese momento... Kerry me preguntó sobre mi infancia, mi educación y mi experiencia laboral.

Aproximadamente cada quince o veinte minutos me pidió que cambiara los agujeros... Nuestra charla se prolongó durante unas tres horas largas antes de que mi esposa se uniera a nosotros... A ella se la habían follado algunos hombres y tenía el coño lleno por si quería utilizarla.

Nuestras hijas fueron la atracción principal ese día... Nos dijo que a las chicas les iba muy bien y que los hombres estaban disfrutando mucho con ellas, tanto por el coño, como por el culo e incluso por la boca, tragando semen sin problemas.

Durante la siguiente hora mientras seguía follándome los dos agujeros de Kerry, me dijo lo que tenía en mente para mí... Quería prepararme para que me hiciera cargo de su empresa en unos dos años.

Cuando me corrí por última vez y salí de su cuerpo, miré mi reloj de pulsera... Habían sido cuatro horas y veinte minutos, como había dicho Kerry... Nunca me había imaginado follar durante tanto tiempo en mi vida.

Mi nueva compañera de sexo y mi esposa se metieron en un sesenta y nueve, caliente y humeante mientras me recuperaba de mi maratón de sexo.

Una hora más tarde, Kerry nos llevó a ver qué estaban haciendo nuestras hijas.... Estaban también en un sesenta y nueve.

Marla me miró y dijo:

  • “¡Hola, papá!... ¡Estos jefes tuyos saben follar muy bien!"

  • "¡Pero los agotamos a todos y como nos quedamos con ganas estamos haciendo un sesenta y nueve!", añadió Britt.

Mi esposa se rió y mirando a Kerry le preguntó:

  • "¿Quieres empezar a probarlas?... Me apetece... ¿Y a tí"

Kerry, sonrió y tiró de Britt para separarla y llevársela... Mi esposa cogió a su hija Marla e hizo lo mismo.

Tres horas después, agotadas, las vimos aparecer... Menuda orgía de sábado tuvimos todos... ¿Repetiríamos?... Seguro que sí.

F I N