Profesoras en cuarentena

Masturbaciones sobre las profas en esta cuarentena en casa.

MASTURBACIONES EN ESTA CUARENTENA CON LAS PROFAS DEL CLUB

La primera vez que me masturbe con alguna de ustedes obviamente fue con la maestra Chayo, ella empezó el club y fue la primera en hablar.

-Mientras leía su relato del desfile del 15 de septiembre en el que se cogían a su amiga y vecina de cuarto empecé a agarrarme la verga estando desnudo y tirado en la cama, imaginé que mientras   ella estaba de fisgona y veía la cogida que le ponían a su amiga entraba yo sin hacer ruido y al verla empinada en la ventana mirando me quitaba la ropa quedando con mi verga tiesa apuntando a   ella, me acercaba despacio y agarrándola con un brazo alrededor de la cintura y con la otra mano tapaba su boca le decía al oído: ¿te gusta lo que ves?.

Doña chayo trataba de escaparse moviéndose pero yo no la dejaba y de igual modo al oído le hacía ruido para que se callara y le decía: Tranquila yo también quiero ver, mira cómo está la puta de tu   amiga. Con mi verga pegada a su culo empezaba a mover mi cadera frotándome contra ella y embarrándole mi trozo de carne, en eso volvía a hablarle: Ya me dieron ganas ¿a ti?. Y moviendo la   cabeza ella me decía que sí, comenzaba besándole el cuello sin soltarla de la cintura ni de la boca, subía un poco para morder sus orejas y chuparlas un poquito y entre pequeños gemidos que   empezaba a dar la maestra le quitaba la mano de la boca y giraba su cabeza para darle un beso y morder sus labios (no describo como iba vestida pero la imaginé en leggins negros, tenis, blusa   blanca a tirantes, bra deportivo, tanga y el cabello recogido) la soltaba para darle la vuelta y jalar esa blusa para dejar su bra, lo bajaba hasta tener sus ricas tetas en mi cara y morderlas, quiero   chupar sus pezones que estoy seguro son grandes y aguantan bien las mordidas, sin perder tiempo le quitaba los tenis y el leggin, la tiraba en la cama, abría sus piernas y de la parte que cubre su   vagina agarraba su tanga y la jalaba lo más fuerte posible para romperla, me acercaba feroz a su panocha peludita para comérmela escupiéndole varias veces dándole de golpecitos a su clitoris con   mis dedos y después metiendo a mi boca, des pues de unos minutos me paraba y le ponía mi verga en la cara diciéndole: Demuéstrame como sabe mamar la verga una putita como tú.

Y la maestra   se prendía de mi verga metiéndola dentro de su boca una y otra vez como una loca, llenándola de saliva y yo sujetándola de su cabello: ¿Quieres saber lo que siente tu amiga?. Y con eso yo le   alzaba las piernas y me la cogía en misionero como a su amiga, siendo fuerte y no dejándola ni respirar, solo soltaría una de sus piernas para darle una cachetada y preguntarle: ¿Te gusta putita? Así   va a ser diario si no quieres que le diga al presidente municipal que lo estabas viendo, vas a ser mi putita de ahora en adelante, voltéate perra.

La ponía de perrita y sin decir agua va le ensartaba mi pedazo de carne en su panocha sin importar nada, la agarraría de su cabello largo y ondulado como si montara una yegua en celo, no pararía   de nalguear su culo hasta que quedara rojo y después de varios minutos soltaría mi leche dentro de ella.

Mientras imaginaba esto jalaba mi verga de arriba a abajo y al llegar al punto donde inundaba a la maestra mi verga explotó y arrojo mucha leche que fue a dar directo sobre mi pelvis, abdomen y parte de mi pecho, tuve que entrar a bañarme.

La segunda vez fue con Luz y Sol por su relato del desfile del primero de mayo donde se iban al baño con el director y el maestro de educación física que por cierto quedo inconcluso maestras, estaba en el baño de mi casa de pie con mi verga en la mano imaginando que Sol estaba hincada dándome su mejor mamada, imaginaba como pasaba su lengua por toda mi verga llenándola de su saliva, que se metía mis huevos a la boca y los chupaba queriéndome arrancarlos mientras con su mano jalaba mi verga masturbándome y viéndome a los ojos, yo no paraba de gozar con su boquita de mamadora que tiene y dejaba que ella hiciera su trabajo, volviendo a meterse mi verga a la boca para esta vez llegar hasta mi pelvis dejando mi verga adentro hasta su garganta y moviendo su lengua traviesa, después de unos segundos la sacaba por completo con algunas lágrimas en sus ojos y escupía mi pedazo de carne para volver a engullirla, y ahora hacía un mete y saca más rápido mientras se quitaba su blusa y su bra para dejarme ver sus deliciosas tetas.

Imaginaba que abría sus tetas y les escupía en medio para meter mi verga ahí y hacerme una rusa, no paraba con su ritmo acelerado ni tampoco para de escupir para facilitar el movimiento, hasta que en cierto momento la agarraba de manera brusca del cuello para meterle mi verga en la boca a la fuerza, mientras esto pasaba imaginaba que Luz estaba al otro lado del baño para viéndonos desde arriba, desnuda del torso hacia abajo y manoseando mientras veía como Solecito se tragaba mi verga. Bajo mi control hacía que Sol solo mantuviera la boca abierta, ahora era yo el que llevaba el ritmo y era uno fuerte y rápido, literal imaginaba que me cogía a Sol por la boca y ella no hacía nada para detenerme, al contrario, con sus manos me agarraba de la parte trasera de las piernas para empujarme más, perdía la noción del tiempo y después de una eternidad de mi verga en su boca soltaba grandes chorros de leche caliente y espesa que fueron a dar directamente a la garganta de Sol que la agarraba aún más fuerte del cuello para pegarla a mi verga y no pudiera sacarla.

Esta fue la más abundante, así como imaginé que soltaba mucha leche en la boca de Sol de esa misma manera lo hacía contra la pared de mi baño, solo imaginar la boca de sol me dan ganas de volver a masturbarme.

Mi tercera vez fue con Jime leyendo su aventura en los baños de vapor. Esta vez fue sentado sobre el sillón de un "trabajo" que llevo por las tardes en el cual si estoy solo tengo la libertad de cerrar el despacho.

La imaginé con su blusa floreada, su pantalón a la cadera con tanga y sin bra, con sus pezones erectos trasluciéndose por su ropa, imaginaba que iba caminando con ella tomados de la mano y que me paraba para besarla poniendo mis manos sobre su culote apretándolo y dándole ligeras nalgadas sin importarme que nos vieran, seguíamos caminando y al querer ir al estacionamiento que era subterráneo no aguantaba más y la recargaba sobre el cofre del coche, así empinadita le daba unas nalgadas más fuertes que sonaban con eco por todo el estacionamiento, me abría el cinturón junto con el pantalón sacando mi verga y embarrándola sobre las nalgotas de Jime para después bajar su pantalón súper entallada y jalar el hilo de su tanga hacía un lado para poder meter mi verga, sacaba mi teléfono para grabar mientras me la cogía, era excitante imaginarla en esa situación pensando que tal vez alguien podría pasar y vernos pero no me importaría, yo seguiría cogiéndome ese rico culo que tiene la miss, no paraba de nalguearla y de empujarla más contra el cofre.

Los gemidos de la maestra sonaban tan ricos en mi mente que solo me producía más deseos de cogerla sin parar, imaginaba que la jalaba de su blusa no importándome el rasgarla o romperla, después de unos minutos abría la puerta de atrás del coche para llevar a Jime y ponerla de rodillas en el asiento teniendo su culote a mi disposición y esta vez sería por su ano, lo apuntaba directo en ese agujerito y empezaba a hacer presión firme oyendo los quejidos de la maestra pidiendo que parara y yo por mi parte azotando esas nalgas.

Pidiendo que se callara, diciéndole que era mi puta y que tenía que aguantarse como tal, al ya tener mi verga dentro de su culo empezaba a bombearla sin darle tiempo de acostumbrarse al tamaño ni tiempo para que pasara su dolor, la cogía fuerte, en cada embestida mis piernas chocaban contra sus nalgas y mis huevos iban a dar directamente a su vagina chorreante, seguía tomando video con mi teléfono mostrando la faena anal que le estaba dando a Jime pidiéndole que volteara la cara para tomarla y ella obediente lo hacía y decía: Ya papi acaba en mi culo que alguien puede venir. Esta vez le hacía caso a la maestra y haciéndolo lo más fuerte posible la jalaba de la cadera para que mi verga entrara lo más profundo en ella y al cabo de unos minutos ambos terminábamos teniendo un orgasmo, ella manchando el asiento del auto y yo llenando sus intestinos con mi semen.

Ese día todo mi semen termino atrapado en mi mano, fui al baño a lavarme un poco y a secar mi sudor para poder volver a abrir.

La cuarta vez fue con Angy en su relato de la fiesta. Aquí estaba bañándome con el teléfono en la mano y con jabón en mi verga.

Imaginaba que yo estaba en dicha fiesta y veía cómo iba entrando Angy con su vestido fiusa entallado, sus tacones y sus redes y desde ese momento me paraba la verga, ella andaba de un lado a otro presumiéndose sabiendo lo sexy que se veía y en una de esas me acercaba a ella a conversar, la plática era amena y yo no paraba de verla y admirarla, En cierto punto la tome de la mano, bese su mano y diciéndole en un tono seguro le susurré al oído: Estás preciosa. Sin soltarla de la mano la levante para que me regalara una vuelta y poder verla por completo quedando fascinado con tremenda mujer, seguía tomándola de la mano pero esta vez más cerca y por causa del ruido de la fiesta le hablaba al oído tomando de la parte baja de su espalda empujándola hacía mí, entre platica rozaba mis labios en sus orejas y ella se estremecía, pasado unos minutos le pedía que me acompañara a mostrarle algo, ella aceptaba y de la mano la llevaba por la escaleras hacía una habitación y al entrar la hacía pasar primero cerrando la puerta tras de mí, al voltearse y preguntar qué es lo que le quería mostrar yo ya tenía mi verga dura en mi mano y le decía:

Esto, mira lo que provocas Angy. Imaginaba que ella se pasaba la lengua por los labios saboreando lo que iba a comerse, se sentaba en la cama y yo me acercaba a ella para llevarle mi verga a la boca la cual gustosa aceptaba, y comenzaba una mamada tierna, despacio, saboreando cada cm de mi verga y dejando su labial rojo por toda mi verga. Después de que Angy me hiciera disfrutar la ponía de rodillas en la cama apoyada sobre sus manos, de perrita, subía su vestido que de seguro ya estaba a media nalga y bajaba su tanga para incrustar mi cara entre sus nalgas y comerme su vagina, ella solo hacía ruidos con su boca y de vez en vez soltaba uno que otro gemido, imaginaba como su vagina cada vez se mojaba más y más y yo ansioso recogía toda esa humedad con mi lengua no parando de lamerla provocándole un orgasmo que la hiciera soltar un chorro de sus jugos y yo abriendo mi boca me lo bebía todo.

En esa misma posición la penetraba sin problema gracias a su abundante humedad, los gemidos que hacía Angy en mi imaginación era más bien como quejidos, como si estuviera con una niña, eran tiernos y eso me provocaba más morbo en segur taladrando su vagina estirando su tanga, me salía de ella para acostarme y que ella se sentara encima de mí con sus piernas flexionadas, empezaba a cabalgarme sin parar de gemir y yo le baja el vestido de la parte superior para ver sus tetas y observar como rebotaban con el ritmo de sus sentones, apretaba sus tetas con mis manos pellizcando sus pezones, manteniendo ahí mis manos, cuando ambos estábamos a punto de terminar mi dejaba ir sobre ella dejándola de misionero y enterrando toda mi verga lo más dentro de su ser llenado su vagina de mi leche, al terminar de soltar todos mis chorros me separaba y acomodaba su tanga en su lugar, ella se paraba y empezaba a lamer mi verga dejándola limpia y sin ninguna gota de leche, al ponerse de pie podía observar como su tanga estaba mojada, la hice a un lado y pude ver que mi semen estaba escurriendo fuera de ella, solo le volvía a acomodar la tanga, el vestido y salimos a la fiesta tomados de la mano.

Aquí la sensación del jabón fue deliciosa, imaginaba que era la humedad de Angy y no paraba de jalarla una y otra vez hasta que solté mi semen, entre lo blanco de la espuma no pude distinguir cuanto semen arrojé, pero fue muy excitante tenerla en mi mente.

Espero que todos estén respetando las reglas de cuarentena, un saludo de las profesoras indomables, si en algo podemos ayudar para que se mantengan en casa sin salir, estamos a la orden, besos. Sugerencias al mismo correo de siempre, besos.