Profesora muy particular (3)

De nuevo fui humillada por mi alumno que me sodomizó en la terraza.

PROFESORA MUY PARTICULAR (03)

Después de mis terribles experiencias que las podéis encontrar en esta misma página, el tiempo fue pasando lentamente ante mis ojos, pero sin tener la más mínima visita de Izan, mi alumno de clase que me visita con sus horribles chantajes.

Ya habían pasado alrededor de 4 meses cuando la semana anterior, después de terminar las clases matinales sobre las 2 de la tarde, vi como Izan que se sentaba en última fila con lo "peorcito" del Instituto se acercaba a mi con paso firme y ligera sonrisa. Izan había dejado crecer su pelo un poco más y llevaba una pequeña coleta que hacían destacar sus rasgos de "chico malo".

La capacidad de ese crío para sorprenderme y atemorizarme no tiene límites, y esta vez me ordenó salir a dar un paseo donde nada más pisar la calle me cogió de la mano como si fuésemos una pareja de enamorados. Cada poco tiempo me besaba para jugar con mi lengua, cosa que no conseguía por mi parte. Todo cambió cuando el muy ....!!, me obligo a pasear delante del trabajo de mi marido para que, según él, todos los compañeros supiesen lo "cornudo" que era. Nada más pasar por la puerta, dónde varios compañeros aguardaban, baje la mirada al suelo mientras el crío me sobaba el culo de forma descarada y brutal.

Más tarde nos dirigimos a su casa dónde pensé que estaríamos solos y que al menos ya nadie nos vería. Cual fue mi sorpresa, cuando al entrar el muchacho se dirigió hacia su madre Izan presentándome como "su novia", para mi total humillación. La madre no dijo nada a pesar de la notable diferencia de edad que nos separaba, es de suponer que estará harta pero acostumbrada al comportamiento de su hijo.

Izan me llevó a la terraza con la excusa de estar mas tranquilos. Al ser la hora de comer se cogió lo primero que pilló en la nevera, una cerveza y un cuenco de fruta. Una vez en la terraza, cerró la puerta y corrió una vieja cortina que tapaba la ventana.

Después me confesó que no me había cogido nada de comer, porque... (sacándose el pene), ya tenía bastante con él.

Una inmensa verga me esperaba y no tuve otro remedio que agacharme y empezar a chuparsela como a él le gusta, con mamadas profundas hasta que mis labios tocan sus testículos. El olor a meado era notable pero tenía la lección bien aprendida y no quería que me pegase y menos aún que saliese a la luz el video que posee y que puede destrozar todo lo que amo. El balcón disponía de medio murete dónde, como yo estaba agachada, por el momento me ocultaba de la gente, pero no Izan, mientras seguía metiendome su enorme palo en la boca. Izán balbuzeó de placer hastá que me llenó la boca de su licor salado.

Le limpié con mi lengua y labios tragándome por orden suya los restos mientras el comía un poco de fruta, hasta que por desgracia otra vez creció su rabo en mi boca, pero esta vez el crío quería algo más. Me levantó y me hizo sentarme a horcajadas enfrente de él, colocándo su herramienta en la entrada de mi ano. De nuevo mis peores pesadillas volvían de las tinieblas para llamar a mi puerta. Sin ningún tipo de decisión ni iniciativa me dejé caer, clavándose su verga casi por completo dentro de mí. Un dolor inimaginable rodeaba el anillo de mi culo mientras el apenas soportaba el placer, haciendo un pequeño parón para no eyacular tan pronto. A los pocos segundos empezó el "mete saca" donde me debió de dilatar más, hasta que su verga conseguió introducirse en su máxima longitud.

Unos minutos después nos dimos cuenta que unos viandantes de buena presencia nos estaban observando, el medio murete no conseguía tapar por completo nuestros cuerpos fundidos el la sodomización. Izan con un fuerte grito les dijo que se marcharan o que se uniesen a la "fiesta". Los ejecutivos no aceptaron su propuesta hasta que Izan me sujetó de las nalgas y me levantó, quedando yo abrazada con fuerza a él para no pegarme un porrazo. El crío se aseguró de enseñarles bien por dónde me estaba dando... y los muy cabrones subieron.

Al llegar, me tuve que dar la vuelta y agacharme, apoyándome en la mesita de la terraza con el culo en pompa mientras Izan terminó de follarme para dar paso a los nuevos invitados. Los cuatro directivos fueron pasando uno a uno por mi dolorido culo, consiguiendo reventarlo en cada envestida. Cuando uno me sodomizaba, el siguiente ya se preparaba tocandome los melones y excitándose para tenerla bien dura y poder encularme fuerte. Todos se descargaron a gusto dentro del ano, incluso dos de ellos repitieron en él hasta dejármelo desfasado. Tras la brutal penetración anal, los señores agradecieron a Izan su invitación y salieron con cierto pudor incluso miedo por lo que habían hecho.

De nuevo nos quedamos sólos, y ya casi era la hora de volver a iniciar las clases de la tarde. Antes el crío cogió el cuenco de la fruta y resbuscó hasta encontrar un plátano que rápidamente quiso metermelo. Me dijo que no quería que se saliese ni una gota de semen del culo, al parecer le excitaba mucho saber que mientras yo daba la clase tendría eso metido ahí y logicamente toda la leche que me habían introducido. El plátano me lo introdujo con facilidad al tener el culo totalmente reventado y dilatado, y apenas quedó fuera el rabito de la cáscara.

Al ponerme de pié noté un fuerte dolor y a duras penas conseguí andar hasta clase con la compañía de la persona que más odio. Durante dos horas impartí la materia de matemáticas con el mayor dolor y humillación que jamás he tenido.

... Continuará ...

Autor: Eduardo Castaño