Profesor y Alumna: El mito de la Caverna Erotica
El profesor tiene una alumna aplicada. Es un poco zorra pero muy avispada, le va a enseñar de todo lengua, matematicas, historia, idiomas... todo a golpe de leciones y mucha polla. Hoy se encargará de enseñarle "El mito de la Caverna" pero lo hará de un modo muy particular.
La Profesor se paseaba por el pequeño despacho, pensando, cavilando. Su alumna, ya adulta aunque joven se sentaba muy muy recta en la silla delante del pupitre. Con el cabello castaño y ondulado, unos ojos brillantes y cafés, ropa ceñida que apretaba sus despanpanates formas... el profesor levantó el brazo y se aflojó la corbata, empezaba a tener calor.
Imagina una caverna, una pared rocosa, oscura y poco iluminada -dijo paseándose a su alrededor, fijando la vista en esos pechazos apretujados bajo la camisa blanca.
Eso es fácil -contestó ella girando la cabeza para seguir a su profesor.
Imagina a una chica... como tu... -dijo relamiéndose los labios.
Si -contestó ella poniéndose seria y haciendo lo que él le decía.
Estas sentada en frio suelo, inmovilizada de modo que solo puedes ver la pared rocosa. No puedes girar la cabeza y no conoces otra experiencia sensitiva que esa... la que obtienes a través de los ojos observando la pared.
¿Por qué...? -empezó a interrumpir ella.
Espera que termine -la cortó con voz dura... le ponía terriblemente cachondo regañarla.
Ella cerró la boca y se sonrojó. Se puso a un mas tiesa haciendo que sus generosos pechos sobresaliesen más aun.
Bien, como te decía... estas privada de toda experiencia sensitiva, no conoces otra cosa que lo que ves en esa pared -hizo una pausa y se colocó delante de ella con las manos en la espalda, mirándola desde arriba... la polla se le empezó a poner dura - hay un fuego tras de ti, pero no lo ves, proyecta sombras en la pared
Las sombras son o único que conozco -acertó ella.
Muy bien -contestó el profesor con satisfacción - esas sombras son humanas, pero no lo sabes. Ves algo... pequeño al principio... que aumenta de tamaño y se alarga poco a poco -dijo casi con un susurro mirando la boca de su alumna. Le encantaría tener esos labios rodeando su...
Es una polla -dijo con voz de guarrilla su alumna y añadió- pero eso no lo se.
No, no lo sabes -dijo con satisfacción- la ves crecer, ensancharse y apuntar arriba una y otra vez -dijo con un susurro ronco. A veces hay manos... subiendo... y bajando... oyes unos ruidos que no puedes identificar y la expulsión de algún tipo de sustancia por el extremo.
El profesor hizo una pausa y dejó que su alumna procesara toda la información, se lamió los labios... se movió para colocarse a su lado, lo mas cerca posible de ella, con la entrepierna a la altura de su cabeza. La muchacha, sonrojada por la descripción de su profesor intentaba concentrarse y pensar en lo que él le había dicho pero empezaba a sentir una picazón de excitación entre las piernas.
Bien ¿has imaginado lo que te he descrito? -preguntó el tras un rato.
Si -dijo ella con convicción y segura de su misma.
Estupendo, imagina ahora que después de estar siempre allí, sin moverte, solo viendo las sombras quedas liberada. Puedes girar la cabeza, levantarte, observar todo cuanto hay a tu alrededor, sientes por primera vez tu cuerpo como propio, que obedece a tus pensamientos y te giras en todas direcciones. ¿que pasaría?
Hum... que las cosas que no son sombras no me parecerían reales, mi realidad son las sombras -afirmó ella.
Excelente. ¿y si se encontrase cara a cara con lo que provocas las sombras?
No lo creería real, tampoco el fuego...
Imagina que exploras por curiosidad pura todo lo nuevo ¿no verías poco a poco todo con una nueva perspectiva? ¿Acaso no cambiaría tu realidad?
Ciertamente cambiaría, con el tiempo y con la experiencia -dijo ella animada.
El profesor se bajo con cuidado la bragueta bajo la atenta mirada de su alumna que se lamió los labios y sacó su nabo endurecido.
¿Aprenderías que las sombras están equivocadas con respecto a esto? -dijo acercándole la polla a la cara.
Aprendería que no es como yo lo imaginaba -dijo ella con voz seductora -que es...
¿Mejor? -sugirió su profesor acariciándose y excitándose.
Sin duda -dijo ella acercándose a su pene que lamió una vez con la punta de la lengua.
El profesor cerró los ojos y suspiró. Deseaba meter su polla en esa boca una y otra vez. Pero debía seguir con la lección.
- Cambia tu realidad entonces -dijo el ofreciéndole su pollón sin dejar de mirar su cara viciosa y hermosa.
Su alumna obediente, sonrió y lamió con cuidado el glande, aprisionandolo entre los labios. Su lengua y el percing en ella danzaron por la carne endurecida de su falo. Su boca se volvió ansiosa y empezó a succionar su miembro con fuerza y lentitud. El profesor gimió encantado y miró a su alumna aplicada, subiendo y bajando por su entrepierna. Tenia una boca deliciosa y única.
La tomo de las mejillas y movió sus caderas penetrando en la humedad, ella se tragaba su rabo sin esfuerzo y lo provocaba y masajeaba con maestría. Aceleró los embistes, obteniendo un placer sublime. Se recreó en la sensación y folló esa boca hasta llegar al limite de su aguante. Los gemidos mudos de ella solo lo ponían mas cachondo.
- Ahora -dijo el profesor con entre jadeos-llegas al final de esta experiencia nueva, ¿las sombras te parecen reales? -ella negó con la cabeza- ¿que quieres ahora?
Ella soltó su polla con una fortísima chupada que estuvo a punto de hacer que se corriera.
Tendría curiosidad por más -dijo ella sonriente y relamiéndose los labios.
¿Qué mas? -preguntó el apuntando su polla a la cara de su alumna.
Que es lo que expulsa, tras... -se quedó callada.
El profesor empezó a masturbarse para satisfacer la curiosidad de su alumna. No le costó mucho llegar al orgasmo tras la poderosa mamada y gimiendo profundamente salpicó de semen caliente el bello rostro de la muchacha. La primera lefada trazó una linea desde la frente hasta los labios, el restó mancharon el interior de su boca.
Agarró la nuca de su alumna y la atrajo para enterrar su polla de nuevo en su boca. Ella la tomo con ansia y bebió su caliente semilla hasta que el quedó saciado y blando. Feliz y saciado se abrochó la bragueta como si nada hubiese pasado.
Imagina que buscas mas experiencias, saber qué es real y que no, que son sombras y que no lo son. Sales fuera, experimentas nuevas formas de... bueno, como esta experiencia. Te acostumbras a la realidad y dejas atrás las sombra.
Ajá -afirmó ella con una sonrisa viciosa ante la idea de nuevas experiencias.
Pero tienes que volver a la caverna, a las sombras -ella lo miró contrariada- ¿que pasaría?
Que seguramente no sería igual -respondió- esas sombras ya no serían mi realidad, solo una vaga imitación. sabría que lo real está al otro lado y.. creo que me enfadaría no poder tenerlo... ¿he entendido bien la lección? -preguntó
En gran parte -dijo el profesor riendo- pero aun tienes mucho que aprender.
Quiero dejar las sombras atrás -dijo la alumna con doble sentido.
Lo harás, poco a poco, hemos terminado por hoy -finalizó el profesor y la observó mientras se marchaba aun con los restos de su semen en la cara.