Profesor sumiso

Un profesor sufre el chantaje de su alumno y se verá a obligado a ceder ante todos los caprichos de su inesperado amo.

La academia me avisó de otro alumno interesado en mis clases, cuando pude leer la ficha del alumno, el nombre me resultaba familiar pero como no disponía de foto no llegué a distinguir quien es, además la dirección, cerca de mi casa, me resultaba indiferente.

El primer día de clase ya caí en la cuenta, se trataba del hijo de un conocido de mi padre, el cual frecuentaban el mismo bar pero por discrepancias principalmente futbolísticas (él era acérrimo del Atleti y mi padre seguidor del Madrid) terminó por enfriar la situación. De todas formas, la situación no pasó a mayores y no tuve problema en saludarle cuando le vi y él tampoco puso reparos que le diera clases a su hijo.

El chaval de 19 años, repetía segundo de bachillerato y los padres insistían en que hiciera la selectividad, por lo que mis clases eran un refuerzo de las materias de ciencia, aunque con intención de ayudarle a nivel general y a enseñar técnicas de estudio.

Las primeras clases fueron horrorosas, su capacidad de atención era ridícula y siempre se ponía a hablar de otros temas y conseguir que se centrara en la tarea era misión imposible.

En la quinta clase, sus padres no se encontraban en casa, él me abrió la puerta y me comentó que estaríamos solos, cuando entré en su habitación, vi la play y la tv encendida y mientras él entraba me dijo:

  • “Hoy quiero que juguemos a la play, no vamos a estudiar”
  • “Ya me gustaría, pero tenemos mucho que hacer y tus padres nos matarían”
  • “Vas a hacer lo que yo te diga”
  • “¿Perdona?”
  • “Si, lo vas a hacer porque si no voy a denunciarte”
  • “¿Qué dices? ¿Por qué?”
  • “Has intentado abusar de mi”
  • ¿Estás loco? Eso no ha pasado”
  • “Es tu palabra contra la mía ¿Quieres probar? Puede que acabes demostrando tu verdad, pero todo el mundo sabrá lo que me hiciste”
  • “No te he hecho nada”
  • “Eso solo lo sabemos tú y yo”
  • “Estás loco”
  • “Mira es muy sencillo (mientras cogía el teléfono móvil), voy a llamar a mi padre para decir lo que me has hecho”
  • “Para para… esto no es un juego ¿por qué haces esto?”
  • “Es muy sencillo, si no quieres que lo diga, harás lo que diga”
  • “Es un chantaje, esto es muy serio”
  • “Más serio es abusar de adolescentes”
  • “De verdad, por favor, no mientas… me vas a joder la vida”
  • “No… si a partir de ahora haces lo que diga”
  • “¿Qué quieres de mí?”
  • “Ya te lo he dicho, última oportunidad, ¿llamo a mi padre o no?”
  • “No no… para… te obedeceré… ¿qué quieres?”
  • “No tengas prisa, esto será una relación larga de amistad”

Acaté sus órdenes y nos pusimos a jugar a la play. “Acordamos” que el dinero que recibía de cada clase iba a ser para él como muestra de “lealtad”.

A la clase siguiente volvía a estar solo, me llevó a su habitación, me reclamó el dinero de la clase anterior y me pidió el móvil.

Me obligó a desnudarme y a masturbarme delante suya y ante la cámara de mi móvil. Entendí que no tenía salida y acepté, me fui desnudando (tampoco me generaba mucha vergüenza estar desnudo ante él, ya que estaba acostumbrado a ducharme con mis compañeros del equipo del futbol) y dejando toda la ropa a los pies de la cama. Una vez desnudo, me senté en su cama y empecé a masturbarme mientras él sonreía en frente de mí grabando toda la escena.

Como es lógico me costaba concentrarme y “calentarme”, por lo que tardé más de lo debido en correrme hasta que pude conseguirlo, derramando toda mi leche por las cercanías de mi ombligo.

La sonrisa de Emilio fue de aprobación, terminó de grabar, dejó el móvil en el escritorio y sacó del cajón una cucharilla.

Me obligó a dejar los brazos en la cama como soporte para que el con dicha cucharilla, fue recogiendo mi semen para obligarme a comérmelo, como si fuera un bebé con un yogurt.

La primera cucharada me produjo arcadas, pero las siguientes supe lidiarlas tragando como una pastilla sin “saborear”.

Por desgracia, esto no le sació… Dejó la cucharilla en el escritorio, se bajó los pantalones y calzoncillo a sus tobillos, se sentó a mi lado en la cama con la polla flácida y me dijo que era su turno para ser masturbado.

Por suerte, solo debía masturbarle con la mano, por lo que empecé a darle el movimiento que quería, con la esperanza de que se corriera con rapidez.

Pero no fue así, no le terminaba de convencer o “excitar”, por lo que ideó otro plan. Se quitó la camiseta para estar también completamente desnudo y se sentó en la silla de su escritorio, se metió en mi Facebook (le tuve que dar las claves) y mientras empezó a seleccionar fotos de mi círculo de amigas, yo le seguía masturbando, esta vez de rodillas.

Estaba claro que no era gay (solo buscaba fotos de mujeres), pero le excitaba la dominación que estaba haciendo conmigo. Entre las fotos seleccionadas estaba mi hermana y madre (no lo sabría pero se intuía por la temática de la foto) y esto terminó de hacerle correrse. Yo dirigí su polla hacia su tripa para que se descargara ahí.

Él se relajó pero pasados unos segundos, me indicó que cogiera la cucharilla, que esta vez debía hacerlo yo. Así que cogí la dichosa cucharilla y fue rebañando cada parte de ese fluido para después comérmelo bajo la aprobación de ese adolescente al que debía obedecer.

Una vez pasada la excitación nos vestimos y le tuve que explicar la relación que tenía con cada una de esas mujeres/chicas que él había seleccionado de mi álbum de fotos de Facebook. Cuando le confirmé que ellas dos eran mi madre y hermana, su excitación fue a más, por lo que “seguimos” investigando entre sus fotos, nos metimos en sus perfiles, para seguir descargando fotos “eróticas” a su parecer con comentarios obscenos entre unas y otras.

Mi hermana era más pequeña que yo, tenía 21 años, era bastante delgada, con poco pecho, pelo largo y castaño, ojos oscuros, bastante guapa de cara, con poco culo y de estatura media para una chica, 1’68 aproximadamente.

Mi madre tenía 47 años, era de altura como mi hermana, pero con más peso, tetas bien puestas y aunque no eran excesivamente voluminosas, te costaría enganchar una de ellas con una sola mano, por lo que resultaban llamativas. Solía tener el pelo recogido, tenía media melena de color más oscuro que el de mi hermana, solía ir bastante maquillada ya que era bastante coqueta con su físico.

Antes de acabar la hora de la “clase” y tras seleccionar múltiples fotos de ellas (decidió centrarse en ambas por la cercanía conmigo), se volvió a bajar el pantalón y calzoncillo y me volvió a pedir que lo masturbase. Esta vez tenía una nueva indicación ya que no se quería quitar la camiseta y debía depositar su leche en mi lengua.

Seleccionó una foto de ambas en la playa, donde el bikini daba poco margen a la imaginación, a pesar de que la llamativa de esa foto seguía siendo mi madre por sus curvas.

Terminamos la “clase” y me puso deberes para el siguiente día, ya que debía conseguirle un sujetador de cada una de ellas y más fotos que tuviera en el ordenador no publicadas.

A la siguiente clase solo le llevé las fotos que me había pedido, me parecía excesivo llevarle ropa de ellas e intenté convencerle y hacerle entrar en razón, pero esto le llenó de furia y me castigó por desobedecerle.

¿Qué hizo? Me obligó a bajarme el pantalón y ponerme en posición de culo de pompa mientras me apoyaba en el escritorio.

Desapareció de la habitación para volver con su pala de pádel y sin que me diera tiempo a reaccionar me dio un cachetazo con la pala en mi trasero mientras me repetía una y otra vez que no volviera a ignorar sus órdenes. De un tirón me bajó del calzoncillo para seguir golpeándome y dejándome el culo rojo. Aprovechó para hacerme una foto para guardar el momento y cuando dejó la pala de pádel en la cama y dijo que por hoy ya no iba a golpearme más, hice un amago de volver a subirme tanto el calzoncillo como el pantalón pero me dijo que no. Que dejara toda la ropa en la cama y que me quedara desnudo.

Me hizo un par de fotos desnudo de pie, y después varias a cuatro patas como un perro, hasta terminar besándole sus pies. Después tuve que quitarle las zapatillas de estar en casa que llevaba, para volver a besárselos sin ropa de por medio.

Mientras seguía de rodillas, me hizo quitarle los pantalones y calzoncillos, entendí que era para masturbarle pero antes de poner mi mano en su polla, me dijo que a partir de ahora sería con la boca, ya se acabaron las tonterías y que si seguía desobedeciendo dejaría de ser amigable conmigo.

No dudé, me la metí en la boca, y empecé a hacerle sexo oral. Entre las arcadas y asco que me producía no podía abrir los ojos para intentar concentrarme en mi “trabajo”. Mientras él, aunque seguía de pie, empezó a analizar las fotos que le había llevado en un pincho. No sé si por suerte o por desgracia, tardó poco en correrse, pero dejó fluir una enorme cantidad de leche por mi garganta, que impidió con su fuerza que se me escapara cualquier gota.

Una vez sacada mi boca sobre su polla, y limpiársela lamiéndolo con cuidado, como me exigió, me dijo:

  • “Tengo una misión para ti muy sencilla”
  • “¿Qué quieres que haga?”
  • “Quiero que hagas fotos de tu madre desnuda, píllala en la ducha, cuando se cambie… lo que tú veas... pero quiero ver su coño y sus tetas y en buena calidad eh. Estoy harto de tener que imaginármelo”
  • “¿Estás loco? Me va a pillar”
  • “¿Otra vez me vas a traicionar? Haz lo que sea para que no te pille, las quiero para la próxima clase”
  • “mmm” titubeé pensando como lo iba a hacer”
  • “Mira, voy a ser bueno, pon una cámara en el baño y otra en su habitación, en internet hay varias que son diminutas. En vídeo que se la aprecie bien me sirve. Eso sí, si es video… quiero también a tu hermana”
  • “Es una locura Emilio, como nos pillen…”
  • “No te preocupes, confío que no te pillarán”
  • “Ok, lo haré. No te volveré a defraudar”
  • “Así será, además tú también las podrás disfrutar”

Para el resto de clase me exigió un masaje corporal, se desnudó en la cama boca abajo y tuve que masajearle espalda y piernas. A falta de 5minutos para irme, se dio media vuelta, y me obligó que tuviera el masaje un final feliz, por lo que volví a comérsela, hasta que volvió a correrse en mi boca.

Conseguir las cámaras no fue difícil, internet te ofrece gran variedad y al día siguiente ya me llegaron. Saber dónde y cómo instalarlas me resultó más complejo, pero aproveché la esquina del techo de la ducha para instalarla ya que se disimulaba con facilidad y captaba todo y en la habitación de mi hermana y mi madre, entre cuadros fue bastante sencillo.

La app de las cámaras te permitía grabar 24h y después recortar a tu antojo, por lo que conseguir varios vídeos de mi madre y mi hermana en la ducha durante todo el fin de semana, en la que se podía apreciar todo, y desnudas en la habitación fue un objetivo no muy difícil de conseguir. Una vez que obtuve un material suficiente para entregar, volví a desmontar las cámaras y preparé todo en un USB.

En la misma mañana de la clase, recibí el siguiente whatsapp de Emilio:

  • “He hecho los deberes que me pediste la semana pasada, por favor, no olvides traerme la ayuda del vídeo que te pedí”
  • “Si, si, te lo llevo, no te defraudaré”
  • “Mira, ese USB mételo en un sobre blanco, por favor”
  • “Ok claro”
  • “Muchas gracias, hasta luego”

Llegué a la casa y me abrió el padre, me sorprendió bastante porque en las últimas clases siempre habíamos estado solos en casa.

  • “Hola Alex, ¿qué tal estás?”
  • “Bien bien, y ¿Vosotros?”
  • “Todo bien, ¿qué tal ves a Emilio? Me dice que está muy contento con las clases y que le están viniendo muy bien. Puede que ampliemos horas”
  • “Bueno, no lo veo necesario por el momento. Esperemos que apruebe todo”
  • “Muchas gracias de verdad”
  • “A vosotros, ¿subo a su habitación verdad?”
  • “Si claro, ah por cierto, me ha dicho que traías un sobre para mí, ¿es ese verdad?”
  • “No no, esto era para Emilio”
  • “Si, pero me ha dicho que me lo dieras a mi”
  • “Sí dáselo a él, no te preocupes” Gritó Emilio desde arriba.
  • “Pero, no creo que le sirva de nada…” Titubeé evitando darle ese sobre con las fotos.
  • “Venga, no pierdas el tiempo, dámelo y sube con Emilio”

El padre no dudó en cogerlo de mis manos, que temblorosas no pusieron resistencia y me subí a la habitación sabiendo que esto era el comienzo de algo desastroso para mi familia.

CONTINUARÁ

No duden en enviarme cualquier comentario a: garcialexre@gmail.com