Probando masajes lingam

En este relato contaré una experiencia que he vivido el mismo día que escribo. No hay sexo como tal pero por el morbo que he sentido merece la pena contarlo.

Hola a todos, este va a ser mi primer relato en la página y como digo en la descripción es una historia que NO contiene sexo, pero que como tal tiene su morbo. Espero que les guste.

Antes de nada empezaré con una pequeña descripción sobre mí. Soy un chaval joven de 26 años, pelo corto y moreno, de unos 1'83 m de altura y 65 kg de peso.

Hace unos casi un año, mirando en una página de contactos me encontré un anuncio de un tío que vendía suspensorios. Nunca había tenido uno, pero el morbo de tener me convenció para comprármelo. El tío, de unos 32 años,  pelo corto también y moreno, tonificado y cuerpazo, me dijo que me tenía que acercar a su casa y me dejaría probar los que quisiera, además de que me aconsejaría como me quedarían. Quedamos un día y me acerqué a su casa, me probé unos cuantos y me quedé con uno que era rojo y negro con las tiras amarillas. La verdad que me veía muy bien con ellos. Al irme y llegar a casa le dí las gracias y me contestó que me hacían buen bulto, aunque la verdad, no tengo un gran rabo y me siento algo acomplejado. En ese mensaje también me dijo que hacía masajes relajantes, que si me animaba algún día me lo podría hacer.

Me fué preguntando cada x tiempo para ver si me animaba al masaje, que lo cobraba a 20€, pero como yo no suelo ir bien de dineros le tuve que ir diciendo que no podía hacerlo. Hasta que un día un tío mío me pagó unos dineros por ayudarle a unas tareas y decidí que era el momento de darme ese caprichito.

Tras un tiempo sin saber nada del tío, le escribí un correo para ver qué tal iba de disponibilidad y me dijo que podría por las tardes de la misma semana en que le hablé y que si quería podía acercarme esa misma tarde. Vivimos algo lejos el uno del otro y a lo que me contestó ya era algo tarde para quedar ese mismo día, con que lo dejamos para el siguiente.

El día siguiente le volví a preguntar para confirmar si podía quedar, a lo que me respondió que sí, le contesté diciendole que vale pero que si era un masaje sin más o habría algo de morboseo. Me contestó que hacía un masaje de arriba a abajo con terminación lingam y masaje prostático. Diciéndole que tenía buena pinta lo que me decía le dije que sobre las 6 de la tarde estaría. Dicho y hecho, aunque tardé unos 15 minutos más.

Al entrar me hizo pasar a una habitación con una camilla, entré y me dijo que me fuera poniendo cómodo mientras el se preparaba. Así que empecé a desvestirme dejando solo los calzoncillos y esperé sentado en la camilla a que entrara. Cuando lo hizo, llegó con una tablet con música relajante, apagó la luz y encendió una vela, tras lo que me dijo que me tumbara boca abajo. Ahí empezaba lo bueno.

Lo primero que hizo fue decirme que me podía quitar el bóxer si quería, a lo que accedí inmediatamante y me los quité con algo de su ayuda y tras ello se puso manos a la obra. Empezó untándome un poco de aceite por la espalda y a pasar las manos por ella y por la columna, haciendo una ligera presión con los dedos, que me estremecía de placer, aunque de momento mi rabo estaba relajado. Seguía haciéndome algo de presión entre la nuca y los hombros, la verdad que no sabía que podía obtener tanto placer así, pero tenía ganas de que pasara las manos por mi culete.

Me tuvo como media hora boca abajo masajeándome todo el cuerpo hasta que al fin llegó a la zona que yo quería, noté como echaba aceite y empezaba a abrirme las nalgas y pasaba las manos por ellas, hasta que las separó y ya comenzaba a urgar por mi agujerito. La verdad que no sé muy bien como me hizo esa zona, al principio notaba dos dedos en tenaza, como si fuera a pellizcar, dentro del culo y abriéndolos suavemente a la entrada. Poco a poco empezó ya a meterme un dedito despacio, a pesar de que me dolía un poquito, me estaba excitando bastante y casi me corro del gusto en ese momento. Pero siguió un poco más y noté como se limpiaba con una toalla, tras lo que me dijo que me diera la vuelta. Llegaba ya el otro momento que esperaba, una paja mientras me masajean.

Al darme la vuelta estaba totalmente empalmado y me echó aceite por el abdomen, a esa zona no le hizo mucho caso ya que no le dedicó ni 5 minutos. Pasó directamente a untarme el rabo, noté como me lo descapullaba del todo y me hacía movimientos circulares con los dedos para seguir con la palma de la mano, yo estaba ya bastante extasiado y retorciéndome, aunque molestaba un poquillo lo estaba disfrutando demasiado y sabía que la corrida llegaría pronto. Al poco ya empezó a masturbarme haciendo una ligera presión con el brazo en mis huevos.

Al notar que ya me iba a correr le avisé y solo se dedicó a afirmar con la cabeza masturbándome más fuerte, por lo que llegué a soltar toda la carga que me llegó hasta la cara. Me sorprendió ya que nunca me había llegado a correr así de lejos, y eso que lo había intentado muchas veces. Al terminar me limpió los restos y me dijo que me tomara mi tiempo para limpiarme y vestirme. Al salir le pagué y me fuí más que satisfecho.

De vuelta a casa le volví a hablar por correo diciéndole que me había encantado y que a ver si pronto podría volver para repetir, contestándome él que cuando quisiera que le avisara. Así que cuando pueda permitírmelo volveré.

FIN

He de decir que me ha parecido una grandísima experiencia y que no dudaría en pagar para repetir. A mi manera de verlo no es lo mismo que pagar por sexo, ya que para mí no es necesario y nunca he tenido dificultad para ello. Y esto al ser algo diferente y en manos de un profesional si que merece la pena.

Espero no haberos aburrido mucho, pero ya he avisado al principio que no había sexo, y como he dicho en la descripción, creo que ha sido algo digno de contar.

Muchas gracias por haber llegado hasta aquí, para la próxima si que trataré de traer algun experiencia sexual. Y cualquier comentario, bueno o malo, será bien recibido.

Un saludo a todos.