Probando a otros. Parte 1
Me estiré por mi bolsa a los asientos de atrás. Víctor me dio una nalgada. Saqué el condón que se la había caído a Rafa. Lo abrí y se lo pasé al novio de mi amiga.
Después de ese 24 de diciembre del 2006, estaba segura que lo único que quería era entregarle mi cuerpo a Rafa cada que pudiera.
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UN SABADO ANTES DE ENTRAR A LA ESCUELA - ENERO 2007
Era casi medianoche. Alrededor no había más que parcelas. Estaba con Rafa en medio de la nada, en su auto. Los vidrios del auto estaban empañados, no se miraba nada para fuera.
Estaba completamente desnuda. Rafa tenía los pantalones a las rodillas. Mi novio me acababa de meter su lengua en mi panochita, era mi turno de complacerle. “¿O de complacerme?”. Mamar verga me gustaba igual o más que la misma penetración.
Me dio frio en la entrepierna, donde aun estaba mojado. Estaba en 4, con mis nalgas apuntando a la ventana. Rafa había bajado la ventana para que se empezaran a limpiar los vidrios.
No quería sacarme la verga de la boca, pero tenía que preguntar algo que me preocupaba.
-¿Qué hora son, amor? –Pregunté mientras se me caía saliva de la boca.
-Que rico mamas. –Dijo un poco agitado. –Faltan 10 para la medianoche.
-Me gusta mamar esta verguita tuya. Bueno, mía. –Dije sonriendo.
-Y bien que lo haces. Sigue.
-Quisiera seguir, pero ya es tarde. –Dije. –Me dijeron que llegara a las 11pm y ya nos pasamos casi una hora.
-No me eches la culpa, te dije que nos fuéramos.
Metí de nuevo la verga a mi boca. Arriba-abajo, rápido.
-Detente, me vengo. –Me dijo Rafa.
-Ya vamos a terminar. –Le dije.
Me volteé y me puse en 4, puse mis manos en el vidrio y saqué mi cabeza por la ventana. Excitada, escuché a mi novio sacar el paquete de condones, tomó uno y lo abrió. A los 30 segundos, sentí sus manos en mis nalgas, las acarició, las masajeó, luego las besó y las mordió, primero una, luego la otra.
Estaba muy caliente, muy excitada, Rafa sabía como ponerme así; sabía que deseaba tanto su verga dentro de mí, pero no me la metía, me hacía sufrir, me hacía desearla con locura. El solo imaginar siendo penetrada, hizo que me llegara otro orgasmo. Gemí y solté un grito fuera del auto.
-Así me gusta ponerte, y así te gusta que te ponga. –Alcancé a escuchar. No dije nada, seguía gimiendo. Sentí como sus dedos tocaron mi panochita. –Te pusiste muy mojadita.
Recordé que a Rafa le gustaba que en el sexo dijera unas cuantas palabras atrevidas. Aun me costaba decirlas. “Ya méteme la verga” , pensaba.
Pasaba su verga por mis nalgas, sentía el plástico del condón. Luego la puso en la entrada de mi panochita. La metió despacio pero sin problema. Resbalaba. Entró toda. Grité-Gemí. Aflojé mi cuerpo. Me tomó de las caderas, me empezó a mover a su ritmo, no rápido, pero no lento. Un ritmo normal.
No se escuchaba nada en aquel momento, solo nuestros gemidos y el golpe de sus piernas con mis nalgas. Al minuto soltó mis nalgas y yo me moví sola a su ritmo. Batallé en agarrarlo pero nos coordinamos. Cerré mis ojos, me moví y me dediqué a disfrutar de la penetración, de sus caricias en mis nalgas, en mi espalda, de sus besos. “¡Hay que rico! ¡Hay que rico! ¡Mas! ¡Mas! ¡Mas!” , me decía en mi mente. A los dos minutos me llegó otro orgasmo. Ese orgasmo me dejó agotada. Me detuve.
Rafa se dio cuenta y puso sus manos en mis hombros. Me empujó hacia él con fuerza y él me penetró con mucha más fuerza. Su ritmo bajó pero sus penetraciones eran más fuertes. Abrí mis ojos por el asombro, por lo que sentía. Casi sentía su verga llegar a mi estomago.
Lo escuché pujar. Una metida con fuerza, la sacaba y se detenía. Otra metida y lo mismo. “¿Qué es esto?” , me preguntaba. A la quinta metida me llegó el orgasmo más intenso que había tenido. Rafa me la sacó y sentí caliente en mi espalda. “Semen” , sonreí de felicidad.
-Que rico. –Me dijo. –Te amo.
-Sí, muy rico. –Le respondí. –Te amo.
No había tiempo para descansar, apenas descargamos los orgasmos, nos vestimos y nos fuimos. Llegamos a mi casa a las 12:20 de la medianoche.
-¿Quieres que me baje? –Me preguntó. –Yo puedo echarles una mentira que venía pensando.
-No te preocupes amor. Yo me las arreglo. –Le dije. –Te amo.
Nos despedimos con un beso. Bajé. Entré a la casa. Ahí estaba mi mamá.
-¿Y bien? ¿Cuál es tu excusa? –Me preguntó con un tono molesto.
-Perdón mamá. Cuando nos veníamos, llegó el papá de Rafa con comida y nos invitó a cenar. Rafa quería traerme pero yo insistí en quedarnos y por eso se nos hizo tarde.
Mi mamá me miró fijamente. Silencio. Luego dijo:
-Te creo. Pero que no vuelva a pasar.
-Rafa siempre se ha esforzado en mantener su palabra bien con ustedes. Hoy yo me equivoqué. Sé que confían en Rafa y me aproveché de eso. Te lo prometo, no volverá a pasar. –Le dije.
Y corrí a abrazarla. No sé si me había creído, pero me había salvado por esta. Tenía que ser más cuidadosa a la otra. Entré a mi cuarto y me tiré en la cama, estaba agotada, pero muy feliz. Sonreí. Me quité los zapatos, el pantalón y al final mi camisa. Sentí frio en mi espalda y saltó por los aires un condón.
“¿Qué hace un condón entre mi ropa?” , pensé. “Se le habrá caído a Rafa y se metió en mi ropa. Lo bueno que no lo vio mi mamá” , solté una carcajada. Lo guardé. Luego estiré mi mano a tocar lo mojado de mi espalda. “Semen, no me limpié. Me puse la camisa sin hacerlo.” , recordé. Tomé mi camisa y me limpié los restos. Llevé mi camisa a mi nariz y olí en lo mojado. “Que rico huele el amor” .
Me dormí.
PRIMERA SEMANA DE FEBERO 2007
Por “culpa” de la escuela, volvimos a lo de antes: no miraba a Rafa entre semana, solo los sábados.
Lo había visto dos veces nada más. Una vez no pudimos disfrutar por culpa de mi cuerpo y su naturaleza. La otra ocasión, mis padres invitaron a Rafa a cenar y no tuvimos tiempo de nada. En estos días, no me quedó de otra más que masturbarme para tranquilizar mi calentura.
A inicios de febrero se suspendieron las clases en mi escuela. Mis compañeros de clases organizaron una fiesta. Querían festejar por el regreso a clases. La fiesta se hizo un viernes. Estaba en mi casa y no podía ir. Invité a Rafa, pero me dijo que no podía. Tenía una fiesta con los maestros de la escuela.
Pensé en Andrea. De mi casa le hablé por teléfono.
-Hola Andy, ¿Cómo estás? –Pregunté nada mas respondió el teléfono.
-Hola July, bien. ¿Y tú? –Me respondió.
-Muy bien, muy enamorada. –Le dije.
Se rió.
-Tonta. Pero qué bueno que mi primo te haga muy feliz, amiga.
Platicamos de cosas sin sentido; chismes. Hasta que le solté.
-Amiga, quiero invitarte a una fiesta el viernes. ¿Puedes?
-¿El viernes? –Se quedó un rato pensando. Habló. –Sí, claro. ¿A qué hora? –Preguntó.
-Ese es el problema, no tengo con quien ir. No tengo hora. –Le dije.
-¿Y Rafa? –Me preguntó. Sola se respondió. –No puede.
Reí.
-Así es. –Le dije.
-Déjame pensar. –Me dijo. Luego de un rato de silencio dijo. –¿Puedo invitar a Marcos? Nos podría llevar y traer.
“Su amigo gay”
-Sí, dile.
Quedó en hablarme. Cuando lo hizo, me dijo que el viernes a las 6pm pasaba por nosotras y nos llevaría.
DIA DE LA FIESTA
Me vestí muy casual y pasaditas de las 6pm, pasaron por mi Marcos y Andrea. Saludaron a mi mamá y nos fuimos. A las 10:30pm me quería de regreso.
La plática en el camino no fue del otro mundo. A las 7pm llegamos a la fiesta. Éramos alrededor de 15 personas, estábamos en el patio de la casa de uno de mis compañeros. Estaban asando carne y había cerveza. Me junté con mis dos amigas (la amiga que me presentó al primo de su novio y la otra, ya casada, de 35 años y con hijo) y me llevé a Andrea y a Marcos conmigo. Sin duda Andrea se llevó la mirada de todos.
Nos ofrecieron cerveza (no acepté), Andrea agarró una y Marcos otra. Mis dos amigas también agarraron. Para las 9pm mi amiga casada se tuvo que ir porque no quería tener problemas con su esposo. Miraba a Andrea platicar muy a gusto con uno de mis compañeros. Se reía en todo momento. La estaba pasando bien.
“Ojala que se consiga un novio” , pensaba. No me molestaba que se metiera con Rafa, pensaba en su bien. A los 20 minutos me hizo una señal de que saliéramos.
Afuera:
-Ya me cansó tu amigo. –Me dijo.
Noté que andaba un poco tomada. No sabíamos tomar, 3 cervezas nos hacían mucho efecto. Siguió hablando:
-Me dice que soy muy bonita, y que le gusto, y que tengo buenos sentimientos…
Interrumpí:
-Eso es bueno, ¿No?
-Claro que no. Yo amo a otra persona. Mi amor es Rafa, no quiero a nadie más. Todavía recuerdo la primera vez que estuvimos juntos, el día más triste y más feliz de mi vida. –Dijo.
No dije nada. Continuó:
-Fue en navidad. Salimos a pasear en su auto. Fue cuando regresó de tu casa. –Dijo.
Recordé que ese día Rafa y yo hicimos el amor por primera vez. “Ese día me robó mi virginidad. Es el día más especial de mi vida ”. Siguió con su plática:
-Llevaba tiempo enamorada de él y sabía que ese era el momento de decirle lo que sentía. Y se lo dije. Le dije que lo amaba, que era el amor de mi vida. Y mi primo me respondió que me quería mucho pero que el amor de su vida eras tú. Eso me dolió, pero ya sabía.
Se detuvo. No dije nada, solo escuchaba.
-Le dije que quería que fuera el primero en mi vida. Me dijo que no. Le pedí, le rogué, le supliqué, le lloré… que hiciéramos el amor. Después de mucho insistir, aceptó. Fuimos a su casa, entramos a su cuarto. Nos besamos. Fue un beso muy especial para mí. Me acarició todo el cuerpo...
Empecé a imaginarme la escena. Me calentaba poco a poco.
-… mis nalgas, mis pechos, mi cintura, mi espalda. Me desnudó poco a poco. Me besó todo mi cuerpo. Metió su lengua en mí. Me hizo sentir rico. Luego se desnudó y me dijo que metiera su pene en mi boca. Así lo hice y con mucho gusto.
Sentí como me mojaba.
-Me acostó y me la metió. Fue la mejor sensación. Me llenó mi entrepierna de semen. El mejor día de mi vida.
“Rafa estuvo con dos mujeres en una noche y a las dos las estrenó. Suertudo.” , pensé.Estaba muy mojada.
-Y a partir de ese momento, nuestras vidas cambiaron. –Dijo. Se notaba una ilusión en su voz, en su mirada.
De repente escuché alboroto. Mi otra amiga estaba muy tomada y su novio ya no la dejaba tomar.
-Déjame en paz. –Le decía mi amiga.
-Vámonos, te voy a llevar a tu casa Marcela. –Le decía su novio.
La sacó y la subió a su auto. A los 5 minutos llegó su novio a hablar conmigo.
-¿Nos acompañas? –Me pidió. –Tú eres su amiga y conoces a su mamá. No quiero que piensen mal de ella si llego yo con ella en ese estado.
-Andrea, ¿Qué hora son? –Le pregunté a mi amiga.
-9:30pm.
-Ahorita vengo, vamos a ir a dejar a Marce.
-No te tardes. –Y me hizo una mueca señalando a mi compañero.
El novio manejó el auto y yo me fui con Marcela en los asientos de atrás. Seguía un poco caliente. Llegamos a la casa. Lo bueno es que Marcela aun podía caminar pero ya no reaccionaba. Toqué la puerta. Tardaron en abrir. Salió su hermano menor.
-¡Hola! –Saludé con nerviosismo.
-Hola. –Me respondió el hermano. –Hay Marcela, otra vez tu. –Dijo con un tono de decepción. –Pasa.
Entre los dos la llevamos a su cuarto.
-¿Y tus papás?
-No están, salieron. De la que se salvó mi hermana.
No hablamos mucho, me retiré. Entré al auto del novio de mi amiga.
-Fue rápido. ¿Que dijeron sus papás? –Me preguntó.
-No estaban. –Respondí. –Solo su hermano menor. De la que se salvó.
-Sí, es la segunda vez que se pone así. Nos va a meter en un problema. –Me dijo.
-Sobre todo a ti, Víctor. Tú la quieres y luego van a pensar mal de ti.
Arrancó el auto. Dijo:
-Sí, mucho. Luego van a pensar que me aprovecho. Y no es que no me haya aprovechado de ella. –Se rió. –Pero los dos hemos estado en nuestros 5 sentidos.
Se encendió algo en mí. Rafa cogiendo con Andrea. Víctor cogiendo con Marcela.
-¿Desde cuándo que tienen relaciones? –Preguntó.
-Estemm… -Dudó Víctor. –Pienso que esta no es una plática tuya y mía.
-Marce nos ha contado todo sobre ti y ella. –Le dije.
Se quedó callado un rato. Dijo:
-Siendo así, tenemos desde los 13 años.
-Y ¿Cómo empezaron? –Me estaba calentando.
Dudó. Me vio. Se rió.
-Experimentando. Yo le metía los dedos, luego ella me la jalaba. –Puso su mano en mi pierna. -Un día sin más, cogimos. Y a partir de ahí, lo hacemos cada que podemos.
-Y ¿Lo hace bien? –Seguí. Ya estaba bien caliente.
-¿Crees poder hacerlo mejor? –Me dijo.
Me sorprendió su pregunta, pero ya nos habíamos destapado.
-¿Quieres averiguarlo? –Le dije con un tono coqueto. Pasé mi mano por su pierna hasta llegar a su verga. Ya estaba erecta. –Alguien quiere salir.
Se acomodó y se bajó el pantalón y la ropa interior hasta las rodillas. Era una verga del tamaño de la de Rafa. Me agaché a mamársela mientras iba manejando. “Que rica verga” , pensé. Avanzó el auto, dio la vuelta y luego se detuvo. Puso sus manos en mi cabeza y me movió.
-Que bien la mamas. –Me dijo.
Me saqué la verga de la boca y lo masturbé.
-Eres el segundo con esta suerte. –Le dije.
-¿A quién mas se la has mamado? –Me preguntó.
-A mi novio. –Me agaché a seguir mamando.
-¿Tienes novio? –Se sorprendió. –Te miras bien seria y eres bien puta. Me lo dijo mi primo pero yo no le creía. Yo te miraba bien seria.
No dije nada. Me dolió lo que me dijo, pero no quería dejar de mamar su verga.
-Súbete encima de mí.
Me levantó. Vi una casa.
-¿Dónde estamos? –Pregunté.
-En mi casa. Aquí nadie nos va a ver.
Me bajé del auto y me bajé mi pantalón y mi ropa interior. Me volví a subir. Me tomó de la cintura y me cargó. Vi que no traía condón.
-Y ¿El condón? –Le pregunté.
-No traigo. –Me dijo.
-Sin condón, no lo hacemos. –Le dije.
-Pero…
No lo dejé hablar, le di un beso.
-Para tu suerte, traigo uno en mi bolsa. –Le dije y le sonreí.
-¿Cargas condones? Si que eres bien puta.
Me estiré por mi bolsa a los asientos de atrás. Víctor me dio una nalgada. Saqué el condón que se la había caído a Rafa. Lo abrí y se lo pasé al novio de mi amiga. Me acomodé de nuevo en los asiento de atrás. Ya se había puesto el condón.
-Ahora sí, súbete. –Me ordenó.
Me puse encima de él y me clavé despacio hasta que me entró toda. Solté un gemido. Me llegó un orgasmo. Me tomó de la cintura y me empezó a mover, yo también me movía.
“Que rico es probar otra verga” . Pensé en Rafa: “No es correcto lo que le estoy haciendo” . Luego en Andrea: “Pero Rafa se coge a Andrea y no les reclamo. Yo también puedo coger con otro” . Con este ultimo pensamiento, disfruté sin sentirme culpable. Un minuto clavándome.
“Y ¿Marcela? ¿Tú amiga? Es el novio de tu amiga” . De nuevo me sentí mal. “Pero no se debe enterar de esto” . Me sentí peor pero era la única manera de disfrutar de la verga de Víctor. Al minuto tuve otro orgasmo. A los 10 segundos Víctor tuvo el de él. Estábamos muy sudados y muy agitados. Nos besamos.
-Qué rica estás. –Me dijo.
No dije nada. Me apretaba mis nalgas. Me bajé de Víctor, luego del auto y me subí mi pantalón y la ropa interior. El novio de mi amiga hizo lo mismo. Nos subimos y arrancó el auto sin decir nada. Llegamos a la fiesta.
-Espera. –Le dije. –No quiero que se enteren de esto. –No quería ganarme la fama de puta y fácil.
-Está bien. –Me dijo. No lo dijo muy convencido.
No podía hacer nada más que confiar.
Bajamos del auto. Eran las 10pm. Cada quien se fue por su lado. Afuera ya estaban Marcos y Andrea.
-Te estábamos esperando, ya vámonos. –Dijo Andrea.
-¿Por qué? –Le pregunté.
-Hay solo hombres en la fiesta y no dejan de decirme cosas. Ya me cansé. Y luego este estúpido se aprovechó de que uno de tus amigos andaba borracho y se fue a mamarle la verga. Y me dejó sola.
-Cállate. –Dijo Marcos, mientras se ponía rojo.
“Yo andaba haciendo lo mismo” . Pensé.
-Está bien. Vámonos.
En el camino, Andrea se durmió y yo no decía nada por venir pensando en lo que había pasado. Llegamos a mi casa a las 10:25pm. Me despedí y me bajé. Mi mamá me estaba esperando. Saludé. Hablamos un poco de la fiesta y me fui a mi cuarto.
Me acosté pensando en la verga de Víctor. Le mandé un mensaje por el celular.
“Estuviste increíble. Espero que se repita lo de esta noche.” Se lo mandé.
No supe porque le había escrito eso. Mi corazón latió muy de prisa, esperaba ansiosa su respuesta. A los 10 minutos llegó la respuesta.
“Cuando quieras, mi verga esta a tu disposición.”
Le respondí rápido:
“Hay que rico, ya quiero sentirla dentro de mí de nuevo.”
Al minuto me llegó un mensaje. Era Rafa:
“Acabo de llegar a mi casa. Todo el tiempo estuve pensando en ti. Te amo mucho.”
Me sentí un poco desilusionada porque no era el mensaje de Víctor, que me llegó casi al mismo tiempo.
“En mi casa, solos tu y yo. Comerte tu panochita. Te comes mi verga. Y luego… hmm te lo dejo a tu imaginación”
Respondí:
“No sigas porque en este momento me voy a donde estas y te la mamo”.
Al minuto:
“Vente y cogemos toda la noche.”
Sonreí. Le escribí:
“Tenemos que coger de nuevo. Te dejo, voy a dormir muy feliz por la cogida que me diste. Besos”.
A los 20 segundos:
“Me escribes para ponernos de acuerdo. Besos.”
Me quité la ropa y me puse una limpia. Me acosté en la cama. Leí de nuevo los mensajes. “¡Rafa!” , me acordé de su mensaje. Le escribí:
“Yo también estuve pensando mucho en ti. Te extraño tanto. Te amo.”