Probando a Harry Potter
Hermione está harta de escuchar como Harry y Ginny follan al lado de su cuarto en la madriguera mientras que ella está a pan y agua. Un poco de poción multijugos y un pelo le darán su satisfacción.
Aquella mañana Hermione echaba de menos su vida muggle más que nunca y sobre todo la ropa que las chicas muggle de su edad llevaban. Se había estado probando ropa toda la mañana y en ese momento llevaba puesta una minifalda vaquera y una camiseta de tirantes ceñida. Llevó sus manos a su cintura y el reflejo del espejo le devolvía una sonrisa mientras recorría sus formas.
Ese reflejo le parecía mucho más sexy que el que solía ver todos los días reflejado en el espejo enfundada en una túnica que no dejaba notar nada de lo que había debajo. Se imaginó que alguien entraba en la habitación y empezaba a quitarle la ropa.
Un gemido ahogado la sacó de sus pensamientos. Se pasan el día haciéndolo, pero se lo merecen. Harry era su mejor amigo y Ginny siempre había sido la hermana que nunca tuvo, Desde el final de la batalla de Hogwards se habían pasado los días follando en la madriguera y ella tenía que pasarlos a pan y agua. Ron no era tan fogoso como Harry. Y ahora Ron estaba trabajando muchas horas en la tienda de bromas de los hermanos Weasly, ni siquiera volvía para dormir porque se quedaba en el caldero chorreante.
Harry y Ginny estaban desnudos a pocos centímetros de ella en la habitación de al lado. No pudo evitar imaginarse la polla de su mejor amigo entrando y saliendo de la hermana de su novio. El calor empezó a subirle a las mejillas en parte por la excitación y parte celos, le había tenido siempre ahí y nunca lo había probado. Se sorprendió llevándose las manos a sus pechos imaginando que eran las manos de Harry, y por qué no, de perdidos al rio.
Se tumbó en la cama, se puso cómoda y se llevó las manos a su entrepierna pensando que eran las manos de Harry las que la tocaban. Cuando sus bragas estaban empapadas se puso a cuatro sobre sus rodillas y codos y llevando sus dedos a su vagina empezó a meterlos y sacarlos al ritmo que gemía Ginny en la habitación contigua. Imaginando que era el pene de Harry y no sus dedos los que le daban placer. Empezó a sentir que se corría cuando los gemidos de Ginny se empezaron a acelerar. En el momento de álgido sintió como se tensaban sus muslos y como su vagina se contraía como loca sobre sus dedos introducidos dentro. Tuvo que morder la cama para que no la escucharan gritar.
Se quedó tumbada sola en la cama empapada en sudor y con la ropa a medias de quitar. Se sintió sola, se sintió que le faltaba el calor de otro cuerpo a su lado, pero aquello tenía una solución y ella sabía como y cuando hacerlo.
Un poco de polvos flu y una visita al callejón Diagón bastaron para comprar la poción que necesitaba. No quiso pararse a pensar por miedo a que se arrepintiese. Sólo tenía que conseguir el último ingrediente directamente de la fuente. Una vez terminada la poción sería coser y cantar, nadie tenía que saberlo y no tendría consecuencias.
El momento llegó al día siguiente, escuchó como se cerraba la puerta de la entrada, debía ser que Ginny ya había salido a correr como hacía todos los días como parte de su entrenamiento para el equipo de quiditch. Una visita a hurtadillas al cuarto de baño bastó para conseguir unos largos pelos color cobre de un cepillo. Introdujo el último ingrediente en la poción multijugos y comprobó como cambiaba de color. Sólo tenía que tomar un sorbo y sería otra persona, un sorbo y podría probar lo que había tenido tan cerca y que nunca vio con los ojos de una mujer.
Se llevó la poción a los labios y tomó un trago. La poción bajó densa por su garganta y notó como empezaba a extenderse por sus venas, llenando todo su cuerpo. Se sintió mareada y tuvo que arrodillarse para no caerse. Tardó poco en terminar la transformación y cuando se levantó se encontró que el reflejo del baño ahora era una chica más joven que ella que le devolvía la mirada.
Ahora tenía que cambiarse, había cogido un sujetador y unas bragas de Ginny del cesto de la ropa limpia cuando nadie la miraba. Aquel cuerpo le ponía cachonda, con sus tetas firmes y su entrepierna depilada. Empezó a preguntarse si habría poción suficiente para probarlo con el cuerpo de Harry. Pero no podía perder el tiempo. Ginny volvería pronto de su entrenamiento.
Salio del baño y cruzando el pasillo se metió sin hacer ruido en la habitación de Harry. Le encontró dormido en la cama, apenas tapado por unas sábanas que dejaban ver sus músculos y que dormía sólo llevando unos calzoncillos.
Se acercó sin hacer ruido y se metió en la cama.
Aquello despertó a Harry que la abrazó por la espalda mientras le besaba en el cuello.
-Buenos días cariño- dijo Harry somnoliento- ¿Has vuelto ya de tu entrenamiento?
-Pensé que podía entrenar contigo esta mañana- contestó Hermione con la voz de Ginny al mismo tiempo que llevaba su mano al calzoncillo de Harry y empezaba a acariciarle para comprobar que se ponía dura en poco tiempo.
Por su parte Harry llevó las manos a las tetas de Hermione y empezó a sobarlas mientras que la besaba en el cuello. Aquello era el paraíso. Sintió como Harry apartaba una de las manos y se la llevaba a la boca. Cuando volvió a estar por delante se dirigió directamente a su entrepierna y la metió por debajo de sus bragas. Hermione llevó una de sus manos para sujetar la mano de Harry dentro de sus bragas por nada del mundo dejaría que esa mano saliese de ahí.
Sus bragas ya estaban empapadas cuando sintió que necesitaba algo más. Se giró y puso la cabeza sobre el abdomen de Harry, llevándose la punta de su verga a su boca, mientras que con la mano libre le cogía los huevos y los mas ajeaba. Se estaba poniendo cada vez más cachonda. Notaba como la respiración de Harry se aceleraba, con su mano sintió que sus huevos se encogían un poco y no pensó, simplemente sintió que se iba a tragar todo lo que saliese de ahí. Se la metió dentro y cerró los ojos esperando el primer chorro que le dio en el paladar y empezó a tragar, al final no pudo tragarlo todo y empezó a salirsele fuera de la boca. ¿Por qué no lo había hecho antes?
Harry estaba tumbado y jadeando mientras que Hermione terminaba de limpiar con la lengua lo que se le había escapado de la boca.
-Ahora te toca a ti.
La tumbó en la cama, la besó en el cuello y empezó a bajar por su cuerpo, se detuvo en sus tetas haciendo que sus pezones se pusieran duros. Siguió bajando y se detuvo en su ombligo, empezó a empujarle la cabeza para que siguiera bajando, pero se detuvo en sus muslos sin decidirse a empezar, haciéndole rabiar le besaba sus muslos. Su bulba ya estaba hinchada y ardiendo cuando un grito salio de su garganta.
-Empieza ya joder.
En ese momento sintió la lengua sobre sus labios, pensaba que era lo mejor del mundo, pero entonces la lengua entró y empezó a tocar sus labios internos y a estimular su botoncito. Aquello si que era lo mejor del mundo. Y aun no había metido su lengua en su vagina, aquello la terminó de volver loca y notó como empezaba a chorrear. Notó como se tensaban sus muslos y se corría mientras que gritaba de placer. Pero necesitaba más y Harry ya estaba otra vez listo para seguir con una polla tan dura que apuntaba al techo.
Hermione se levantó y se puso sobre las rodillas dejando su culo a la altura de la cara de Harry. Se giró para sonreirle y Harry no necesitó ninguna aclaración. Se puso de rodillas y llevó la punta de su pene al culo de Hermione. La bajo poco a poco y la restregó contra sus labios. Hermione notó como se derretía al meterla poco a poco. Y como sus flujos salían fuera de su vagina empujados por el pene de Harry. Delante suyo tenían un espejo alto en el que Hermione podía verse a los dos reflejados con Harry detrás de ella sujetándola fuerte de la cintura, también le excitaba ver las caras de guarra que ponía ella, pero con el rostro de Ginny.
Pensaba que era lo mejor, pero entonces sintió que se rompía. El muy cabrón solo la había estado penetrando hasta la mitad y ahora empezaba a usarla toda. La llenaba del todo, volvía a acostumbrarse a que la penetrara poco y volvía a llenarla entera. Sus gritos llenaban la habitación y notaba que volvía a correrse. Tensó los muslos y empezó a contraer su vagina alrededor del pene de Harry, apretándolo intentando sacarle todo el jugo y eso es lo que pasó cuando se metió hasta el fondo y empezó a correrse dentro. El primer chorro bastó para que le quemara por dentro y volviera a correrse como una perra.
-Oh Harry ha sido magnífico- dijo mientras el miembro de Harry se deshinchaba dentro y sentía como empezaba a mojarse su muslo con la corrida que salía de su coño. Aun tuvo que pasar dos segundos para darse cuenta de que aquella no era la voz de Ginny sino la suya. Miró arriba y en el reflejo volvía a ser ella y Harry la miraba estupefacto.