¿Principio de nada, final de algo? VI
Sucedido en un presente muy cercano y después de lo que sucedió en un momento en concreto, es difícil saber cómo continuará si es que continua esta relación leerlo y lo entenderéis.
Adriana y Tiano, por unas circunstancias que no vienen al caso contar, tuvieron un pequeño problema, por el cual, tuvieron que pasar un poco más de dos días en mi casa. Con la condición por mi parte, de que dentro de mi casa no podría suceder nada, manías mías. El que no sucediera nada, era por el momento, no quería que por causa ajenas a nosotros, la situación tomara un rumbo que yo no quería.
Pasaron unos días y también un sábado especial con antiguos amigos. Era domingo y como había estado durmiendo prácticamente toda la mañana no había salido a correr y llevaba varios días sin hacerlo, unas veces por una cosa y otras por otras. Me levante y me dispuse a prepararme para salir a hacer un poco de deporte, ese día no tenía nada previsto.
Me suena el móvil y es Tiano, para ver si no me venía mal que pasaran a recoger unas cosas que se había dejado olvidadas Adriana. Le dije que en un rato salía a correr y el tío va y se apunta. Pues bueno, fue lo que le dije y a la media hora los tenía allí. Tiano preparado y ella de punta en blanco. Ya que prefería quedarse tomando un café en cualquier cafetería a salir a correr un domingo.
Pensé, si ya ha estado aquí sola, pues que se quede si quiere y ante mi ofrecimiento sonrió aceptándolo. Me gusta correr en silencio, oyendo música y no hablando, pero ese día tocaba ir hablando. Que no me importa hablar cuando la compañía es especial, cosa que no era el caso. Durante la carrera, que Tiano rompía mi ritmo, no paraba de ser como un interrogatorio, algo que me empezaba a cansar…
- Tiano, de verdad… no ves que hay a cosas que no te contesto y me haces la misma pregunta de diferentes maneras.
- Es que eres inaccesible.
- Eso no es cierto, lo que pasa que hay cosas que quiero que queden solo para mi o compartirlas con alguien… singular.
- No me digas que no somos “singulares” mi mujer y yo. Después de que…
- Tiene que haber algo más. Lo mismo con el tiempo…
- Bien, voy a dejar de tratar de saber más de ti… pero por lo menos contéstame a esto… ¿Piensas acabar lo que has empezado? Me refiero a…
- Te he entendido perfectamente. Todo llegara, si tiene que llegar.
- Es que no te entiendo. Me ha costado que Adriana intentara hacer algo… ni se sabe. Ahora tú te haces de rogar. Se por lo que me dice mi mujer, que también te pones a tope, como ella. ¿Por qué esperar?
- Entre otras cosas, porque lo cogerá con más ganas.
- ¿MASSSS?... ¡IMPOSIBLE! Ya te lo digo yo, que nos tienes subiéndonos por las paredes… JAJAJA… JAJAJA…
- Pues mientras lo estarás pasando muy bien seguro, así que no te quejes. Y vamos a correr un rato en silencio, que respiraremos mejor.
Continuamos en silencio hasta llegar a mi casa. Adriana al vernos dijo… “Carlos te lo dije y te lo digo, en esta televisión las series se ven mucho mejor, bueno las series y cualquier cosa, que gozada. Cualquier día me mudo aquí… Jajaja…” le reímos la gracia y a Tiano le entraron las prisas por irse a casa y se fueron. No hice nada porque se quedaran y antes de irse Tiano me hizo una propuesta… “Ya sé que nos dijiste que no te debíamos nada ni estábamos tampoco obligados contigo, pero nos apetecería invitarte a la montaña. Si te gusta este fin de semana estas invitado, tendrás unas vistas inigualables, piénsatelo”
La semana trascurrió como una semana cualquiera y sin nuevas situaciones interesantes, salvo las miradas y medio provocaciones de Adriana cuando coincidíamos en nuestro café diario. Como yo no hacía amago de nada, ella se hacia la dura y no había día que no viniera mas provocativa. El jueves llame a Tiano y acepte su invitación, me vendría bien la montaña y poner en orden mi cabeza. Les ofrecí ir en mi vehículo ya que era un 4X4 y si íbamos a la montaña… Tiano no tardo ni un segundo en decir que sí, porque quería conducirlo y ella decía que con el color llamaríamos la atención. Mi contestación fue que si nos perdíamos nos verían rápido.
El viernes salí antes. Me cambie y recogí el equipaje que llevaría, que ya estaba preparado. Pase por ellos y fueron puntuales. Donde íbamos ni lo conocía, ni había oído hablar del sitio, ni había pasado cerca de esa zona. Puse la dirección en el GPS, aunque Tiano me decía que no hacía falta que el me iría indicando. No iba con idea ni intención de tener nada con Adriana, porque entre otras cosas no querían que me marcaran el ritmo. Llegamos al pueblo y ahora sí, tenía que seguir las indicaciones de Tiano y fuimos a parar a las afueras del pueblo, a una casa muy grande, antigua.
Me extraño en un principio ver dos coches. Lo mismo era alguien que les cuidaba la casa y pasaron a prepararla o subir provisiones. Porque un par de veces pregunte si teníamos que hacer alguna parada para comprar algo y me dijeron que no. tampoco llevaban nada que pudiera suponer que había alimentos o bebidas. Paramos pegados a la puerta y salió una pareja de mas de 50 años, el seguro que pasaba los 60 o estaba en ellos justos.
Besaron primero a Adriana y tierra trágame, eran los padres de ella. Eso no me lo habían contado, se les olvido. Luego salió una hermana y no me hizo falta que me lo dijeran, porque se parecían bastante. Mas tarde aparecieron dos miembros más de la familia. No diré los nombres ni les pondré ninguno, tampoco hablare mucho de ellos, lo justo nada más.
Sabían que les hice el favor de dejarles estar en mi casa. Luego me presentaron como un hombre simpático, que venía de Madrid y en Valencia estaba solo, que tampoco era así. Todos fueron muy amables. De pronto y sin saber cómo, vino una catarata de preguntas sobre mi… menos mal que el padre se metió por medio y corto la conversación. Era un hombre muy agradable, nos salimos fuera y se interesó por el 4X4, entendía de mecánica y motores. Después de un rato de conversación me tranquilizo… “No las hagas caso, siempre lo quieren saber todo de todo el mundo, tu pasando o respondiendo un sí pero no, o un no pero si… jajaja…” me reí con él, eso se me daba bien.
Entramos de nuevo en la casa y ya me dijeron dónde estaba mi habitación, alguien había subido mis cosas. Le hice saber a Tiano que me tenía que haber dicho que era un fin de semana en familia, porque no hubiera venido. La cena fue aceptable en todos los sentidos y en cuanto pude dije que me iba a dormir. Saque un libro, me puse música y estuve como una hora y media, hasta que apague la luz y me dormí con el silencio más absoluto que había.
Me levante a las 06:30, hice unos ligeros estiramientos en la habitación. Me asee, me prepare adecuadamente para ir a la montaña y a las 07:10 salía de la habitación. Vi luz abajo y me encontré con el padre, que estaba desayunando y preparado para salir también. Lo dicho un hombre super agradable, nos fuimos juntos, vimos el amanecer y lo más importante no se metió en mi vida. Hablamos principalmente de ese lugar y por donde pasábamos. Regresamos pasadas las doce. Puede ver cierta tensión entre Adriana y su madre, la hermana miraba y pasaba de apoyar a la hermana.
Me entere rápidamente de que iba y mi parecer era que Adriana tenía la razón, pero… yo no podía meterme. El que si se metió fue el padre, que era un artista en voltear la situación y que todos se tranquilizaran, haciéndole un guiño de complicidad a Adriana, que no me paso desapercibido. Vislumbre un poco de mal rollito o como mínimo falta de entendimiento. Me cambie y los más jóvenes nos fuimos al pueblo dando un paseo. El día estaba bastante fresco y como varios fumaban nos sentamos en la terraza de un bar restaurante.
Adriana quedo sentada entre su marido y yo. Como había bajado con una falda mas bien corta sin llegar a minifalda y sin media, decía que tenía las piernas heladas. Me quite la cazadora y se la puso sobre los muslos. Era un momento propicio para hacer “travesuras”, las inicie acercando mi pierna a la de ella. Se puso nerviosa, me gustaba que se pusiera así. Cuando estábamos todos mas entretenidos en las conversaciones y estábamos mas sueltos, protegido por la cazadora, lleve mi mano a su pierna.
Adriana de forma automática, se apoyó con los brazos en la mesa, una postura un poco incomoda, pero para que nadie pudiera ver nada. Ya lo había calculado, el único que se podría percatar era su marido. Mi intención no era forzar mucho la máquina, simplemente ponerla nerviosa y algo excitada. El tacto de su piel erizada me decía que iba por buen camino. Llegaba casi a su coñito, pero antes de hacerlo separaba mi mano. Poco a poco fue abriendo un poco mas las piernas y mis dedos llegaban con más facilidad, pero nunca llegaban a donde ella deseaba.
Un coche aparco cerca de la terraza y bajaron del Dolors y su marido. Les salude con efusividad y Adriana cambio su cara, no le hacía mucha gracia verlos allí. Venían los dos en chándal, el de ella muy ajustado, marcando bien su culo. Subimos a la casa y ellos solo habían venido a comer luego se marchaban. Después de comer Adriana dijo que se iba a echar un rato. Me acerque a Tiano para decirle que echara un ojo, que iba a visitar a su mujer, me sonrió y me hizo un gesto de aceptación. El resto iban a jugar al mus, al parchís y el trivial. Me escaquee como pude y dije que yo jugaría un poco mas tarde.
Estaban jugando fuera al sol. Empezaron a llamar a voces a Adriana, había mucho jolgorio mientras la llamaban, lo que aproveche para subir a la habitación. Oía a Adriana que les decía que luego bajaba, pero que ahora la dejaran descansar un rato. Se les oía el cachondeo… “Que pasa que te ha dado tu marido una noche loca… estas embarazada y necesitas descanso… estas recuperando fuerzas para la noche…” y muchas risas, ella también eles respondía.
Había abierto la puerta sin hacer nada de ruido. Estaba asomada, en la habitación hace mucho calor, tenía la calefacción encendida y llevaba solo una camiseta, dejando ver el culito respingón, protegido con unas braguitas. Cuando lleve mi mano a su culo, pego un grito y los de abajo se preocuparon. Ella que ya me había visto, lo justifico con un bicho que le había rozado y los demás le decían que no se olvidara que está en el campo, que esperaba…
Se quiso quitar de la ventana, pero no se lo permití y no tuve que esforzarme mucho, ella admitió mi juego, le debió de resultar excitante. Puse mis manos en sus caderas, agarre las braguitas y las fui bajando sin prisas. Ella levanto primero una pierna y luego la otra. Hice que abriera mas las piernas y lo hizo. Agachado empecé a acariciar su clítoris. Poco después tenía un ligero movimiento de su cuerpo y su respiración se agitaba, aunque guardaba el control. Cuando le metí en su coñito dos dedos gimió, carraspeo, altero su respiración…
Recibia todas mis caricias con mucho agrado. Empecé a mordisquear sus nalgas, a besarlas, a succionarlas y ella estaba muy entregada. Empecé a comerme su coñito mientras mis dedos lo penetraban y tocaban su clítoris. Parecía un rio, que manera de mojarse. Deje de comérselo y lo follaba rápido con mis dedos, para luego ralentizar hasta casi pararme, ella no hablaba conmigo, pero meneaba sus caderas y su culo para que no me parase.
Fue cuando moje mi pulgar en su coñito y cuando lo note bien empapado, empecé a jugar con su culito. En cuanto noto mi dedo penetrándolo, echo una mano para atrás, con fuerza y decisión trataba infructuosamente de quitar mi dedo. Soltó un contundente y silencioso… “¡¡CABRONAZO!!” , me gusto oírselo, porque aunque tenía mucho carácter y lo demostraba, siempre guardaba las formas y como decía su marido, nunca utilizaba un lenguaje promiscuo ni era mal hablada ni follando.
Me costó bastante, pero logre meterle todo mi dedo dentro de su culo y ahora si me folle con fuerza el coñito. Inesperadamente movió, cerrando la ventana de golpe y quedándose apoyada en el cristal hasta que se corrió, conteniendo sus gemidos, pero no la respiración acelerada y las bocanadas de aire que soltaba, dejando el cristal empañado. No acababa de correrse y se giró, tratando de desabrochar mi pantalón, mientras a la vez tiraba de mi hacia la cama, diciéndome… “Me da igual todo, pero esta vez me vas a follar…”
Deje que cayera en la cama y me mantuve de pie, con una sonrisa maliciosa y le lance un beso, dándome la vuelta y marchándome. No se cortó y me profirió algún insulto, que no los tuve en cuenta, yo hubiera dicho mucho mas en su situación. Me baje con los demás y jugué con ellos. Pude oír como por la tarde se iban a bajar dando un paseo casi todos, incluidos los padres. Mire a Dolors y le hice una seña, no me hizo falta más, sabía que se quedaría. Oí a la madre de Adriana decir… “Que… ¿No has podido dormir? Si ya te lo dije, un día en familia y tú a dormir. Anda siéntate y juega a algo, que luego nos bajaremos casi todos al pueblo”
Adriana venia de mal genio y cuando su madre dijo eso, mire de nuevo a su cuñada para hacerle el mismo gesto de antes, me sonrió y movió su cabeza afirmando de forma muy sutil, seguro que Adriana lo vio y al mirarla, no me hacía falta preguntar, se dio cuenta, había logrado mi fin. Iba pasando el tiempo y aunque lo disimulaba no nos quitaba la vista de encima. Acabamos de jugar y los que se iban se fueron preparando para irse. Al final nos quedamos Tiano, Adriana, Dolors y su marido, otra pareja y la mujer de otra pareja. Al final siete personas más y yo.
Propusieron jugar de nuevo al trivial, la propuesta fue cuatro irían solos y dos en pareja, para poder jugar todos, que lo echaríamos a suerte. Adriana dijo que era muy buena idea y que se apuntaba al juego, en ese momento me autoexcluí con la excusa de que me dolía un poco la cabeza. Dolors fue mas astuta… “Yo voy a llamar por teléfono y ya sabéis como me enrollo, así que cuando vuelva me pongo con quien vaya perdiendo. ¿Ok?” y todos estuvieron de acuerdo viéndolo de lo más normal. Mientras preparaban todo, observe como Dolors cuchicheaba con su marido.
Llevaban poco jugando y le hice una seña descarada a Dolors, quería que Adriana que nos observaba se diera cuenta y le indique que subiera a la planta de arriba. Tardo pocos minutos en irse para arriba y poco después, me acerque a la mesa donde jugaban para decirle a Tiano… “Oye Tiano, me voy a tumbar un poco, si vais a cenar y no he bajado, por favor sube a darme un toque… por si me he quedado dormido” , él me dijo que me fuera tranquilo a tumbarme, lo decía natural, no se había enterado de nada y la que si se enfado fue Adriana, que aunque no dijo nada, como apretó su mandíbula, lo dejaba claro.
En la planta de arriba había como un rellano, con un pasillo pequeño a un lado, donde había dos habitaciones y una sala grande. Hacia el otro lado estaban el resto de las habitaciones, siendo la de Adriana y Tiano la penúltima, la ultima era en la que me habían instalado a mí. Dolors estaba con su sonrisa perversa, apoyada en una pared, con las manos colocadas detrás, su expresión de viciosa pondría cachondo a cualquiera. Me acerque le di un beso muy húmedo y cachondo, la cogí por la cintura y nos fuimos a mi habitación. Ella se volvió y cerró la puerta, le dije que no y la abrí… “¿Qué haces? Ciérrala no nos vayan a pillar” y acariciando su culo le conteste… “No te preocupes, lo hago porque si viene alguien lo podre oír” y ella con su sonrisa perversa me replico… “Pues lo oirás tú, porque cuando yo estoy en faena… no me entero de nada”
Nos reímos los dos y fue como un ataque lo siguiente, nos liamos a besarnos, meternos mano. Desabrocharnos nuestros pantalones, cada uno el del contrario. Fuimos muy habilidosos, porque quedamos desnudos en tiempo récord. Iba a ser un polvo rápido, no podíamos perder tiempo, si la había desnudado del todo, era para que si como yo suponía subía Adriana, que pudiera vernos perfectamente y con todo lujo de detalles.
Mi intuición no se equivocó. Estaba Dolors apoyada sobre el respaldo de una butaca que había y tal como estaba, ella no podía ver la puerta, pero yo sí. En el momento que vi que se abría unos centímetros y mientras follaba fuertemente a Dolors, gire de pronto mi cabeza ostensiblemente, para pilla la mirada de Adriana y que se diera cuenta de que a había pillado fisgoneando. Se aparto de golpe, supongo que con la esperanza de que no la hubiera visto, pero seguro que seguiría ahí, por lo menos escuchando.
Dije con un tono para que lo oyera… “Ahora mismo si te follaría de verdad… que tengo ganas de hacerlo ya, que estas echa una buena puta…” , Dolors que se creía que se lo decía a ella respondía con voz cachonda… “Ya me follas bien, mejor sería imposible… Uuuummm… no pares y si, es verdad soy muy puta” , vi que volvía a mirar y ahora me mantenía la mirada, mientras embestía a su cuñada con rabia, hasta le lance un beso.
“Tu cuñada Adriana si nos viera se moriría… que la veo muy mojigata” le solté a Dolors y ella a punto de correrse me decía… “Un poco santurrona sí que es… pero porque su marido no le da caña, que seguro que sería una putona…” seguimos follando y cuando se fue a correr, agarro la colcha y la mordió para que no se la oyera, que manera de dar culazos para que mi polla entrara mas, algo ya imposible.
Aunque no me llegue a correr le dije que se bajara, para no llamará mucho la atención. Casi una hora después baje yo. El juego estaba muy entretenido y como estaban a punto de terminarlo, no me uní a nadie, que de observador. Terminaron y al rato llego el resto. En unos segundos que pille a Adriana sola le dije que se cambiara, que se pusiera con faldas y sin nada abajo. Me miro, echo una dulce sonrisa y acercándose a mi oído me dijo suavemente… “Vete a la mierda y que te den por culo” , no me lo esperaba la verdad, pero antes de que se alejase, hice como hizo ella, suavemente a su oído le respondí… “A quien daré por culo será a ti y eso lo hare si quieres que follemos”
Se fue con cierta rabia. Cenamos, hubo lo que me gusta a mi… una buena sobremesa, con una tertulia agradable, aunque de vez en cuando trataran de sondear mas en mí y yo lograba escabullirme sin mayores problemas. Se había hecho tarde y Dolors y su marido se iban a ir, todos insistieron en que se quedaran, aunque el convencimiento de Adriana no era muy efusivo, al final se quedaron.
Los padres se fueron a dormir y el resto nos fuimos a otro lado de la casa, para que pudieran fumar los fumadores y se sirvieron todo tipo de bebidas. Pusieron música y yo interactuaba con todas bailando menos con Adriana. No porque no quisiera, sino porque ella me hizo varios feos en poco tiempo y prudentemente me aparte de ella. Aunque luego se le veía cara de cabreada por bailar con las otras. Que yo no lo hacía por provocarle nada, simplemente quería entretenerme, de hecho no tontee con ninguna, ni tan siquiera con Dolors, que fue en todo momento muy prudente.
No sé quién dijo de que ya era hora de ir acostándose y los demás le dieron la razón. Tiano que estaba alegre, me dijo… “Me llevo una botella a mi habitación, si te apetece una copa… ya me entiendes” y mi respuesta fue… “No creo que tu mujer quiera, pero si quiere… que vaya a mi habitación para invitarme” , se encogió de hombros y me fui a mi habitación, consciente de que no iba a haber invitación y mucho menos iba a venir ella a hacerlo.
Me terminaba de limpiar los dientes, cuando llamaron suavemente a la puerta. Estaba completamente desnudo. Me quede detrás de la puerta protegiendo la visión y abrí asomando la cabeza, era Adriana. Vaya sorpresa. Empujo y entro. Al verme desnudo se quedó cortada con lo que venía a decir. Se recupero rápidamente y me dijo… “Que te crees, lías a mi marido para que se cabree conmigo, porque sabias de sobra que no te iba a invitar… como se puede ser tan… TAN CERDO, TAN MALA PERSONA” y se iba air pero no la deje, le dije que antes me iba a oír…
“Mira listilla… el que me ha hecho la propuesta ha sido tu marido a mí y no yo a él. Lo único que le he dicho es que no creía que tu quisieras y como no me fio de él, le dije que si tu querías, que vinieses a invitarme… ¿Te has enterado ya?” , se quedó blanca y dudaba en irse o decirme algo, al final opto por lo último… “Me he pasado lo siento, una vez mas mi marido me la ha colado… discúlpame… si puedo hacer algo para que me perdones…” , evidentemente era una frase hecha, no había que tomársela literalmente, pero yo si me la quise tomar en su literalidad y provocarla…
“Pues pensándolo bien si hay algo que podías hacer… como habrás visto, esta tarde me he quedado a medias y tienes una boquita preciosa… ya me entiendes…” , conseguí lo que quería, que se “cabreara” y acabo diciéndome… “Vas tu listo, si sueñas conque te voy a hacer una mamada después de estar con esa guarra jodiendo, que seguro que ni te la has lavado y si no me como babas de otra mucho menos…” abandono la habitación de forma airada.
Solo me molesto una cosa de lo que dijo, que no me había lavado y eso sí que no, que soy demasiado limpio y siempre me aseo. Al ratito de irse y ya metido en la cama, otra vez volvieron a sonar leves golpes, me levante y antes de abrí, menos mal, escuche que era Dolors diciéndome que si estaba despierto. Me volví a la cama y me dormí, no me apetecía nada.
La mañana del domingo fui de los primeros en levantarme, me fui a correr un poco por el monte y regrese casi a la hora de comer. Después de la comida nos iríamos. Dolors me dijo que había ido por la noche, que menudo sueño debía de tener, me sonreí y encogí los hombros, como lamentando no haberla oído. Adriana estuvo esquiva y a la hora de comer se sentó lejos de mí, pero de frente. Tuvimos varias miradas y no mucho más.
Si nuestra llegada se vio “enturbiada” por el leve enfrentamiento madre hija, la despedida no podía ser otra y durante la comida la tensión alcanzo picos elevados. Esta vez quien hizo de “bombero” fui yo, preguntándole a la madre por la comida que había hecho, explicándole que yo lo hacía de otra manera y quería saber su receta.
La madre que tonta no era, con intenciones sibilinas y sin perder su sonrisa, me pregunto que como lo hacía yo, tratando de pillarme en un renuncio. Le salió mal, porque le explique con todo detalle como lo hacía y ya de paso, le dije como hacia otra receta que venía a cuento. Ella se quedó asombrada, diciéndome… “Pues debe ser el único hombre de los que hay aquí, que sabe cocinar” y a continuación me explico donde estaba la variante que hacia ella. Nos quedamos hablando de cocina.
En la despedida la madre me invito a volver cuando quisiera, aunque fuera solo y el padre igual. Nos montamos en el 4X4 y nos fuimos. Como este 4X4 consume toda la gasolina del mundo, en la primera gasolinera que está a poca distancia del pueblo, pare para llenar el depósito, aunque hubiéramos llegado de sobra. Le hice una seña a Tiano para que se bajara y así lo hizo. Una vez lleno de combustible, le invite a que condujera y no se lo pensó, diciéndole que yo iría detrás con Adriana, su respuesta… “Ves donde quieras que yo conduzco el tanque” dio dos palamas y se fue hacia el asiento del conductor y yo me monte detrás.
La cara de Adriana era de no entender bien lo que pasaba, pero si de lo que podía pasar y al cerra las puertas mirándome seria me dijo… “¡¡NO!!” ,la seriedad de ella contrastaba con mi sonrisa. Nada más poner en marcha el vehículo y dar dos rascadas, ya estaba acariciando la rodilla de Adriana, que de manera destemplada me quitaba la mano. El tira y afloja duro un buen rato, hasta que fue cediendo poco a poco y en cuanto giro su cabeza para decirme algo, posiblemente un exabrupto, la cogí y la bese.
Al principio se resistió y segundos después nuestras lenguas se entrelazaban en un beso muy caliente. No desaproveche para subir mi mano por su muslo y ella quiso débilmente impedirlo. Cuando llegue a su coñito que era una catarata, exclamo un gemido ronco y de manera cachonda me dijo… “Es que tenía razón eres un cerdo… pero ya que has empezado no pares” , le comía una teta y follaba su coñito con mis dedos, cada vez gemía mas y sin esperármelo… “Cabrón no sé de qué te ríes… que cada vez te van creciendo más los cuernos…” , ni mire porque le decía eso a su marido, me daba igual.
Veía que se corría y paraba, así se lo hice varias veces, hasta que hice que se pusiera a horcajadas sobre mí, no para follármela, quería ver su cara. Se desabrocho toda la parte de arriba y mi boca pasaba de una teta a otra, lamiéndolas y sobre todo mordisqueándolas, llegando a esa frontera entre el dolor y el placer, se agarraba a mi cuello, a mi cabeza y mientras mis dedos tocaban su clítoris, follaban su coñito y con algunas protestas, también su culito. El chillido que dio corriéndose, retumbo en el 4X4 fe forma estruendosa.
Una vez que se corrió, se quedó abrazada a mi cabeza y oía su respiración convulsionada, como poco a poco iba recuperando su respiración normal. Dejo de abrazarme, pero seguía apoyada sobre mi pecho. Tranquilamente empezó a desabrochar mi pantalón y cuando saco mi polla se le escapo un gemido. Me hacia una paja muy suave, me mordía el cuello y me lo chupaba, lo hacía con mucho morbo.
Se movió y apartando su braguita mas, se apretó contra mi polla, la coloco rozando su clítoris y ahora se puso como una moto. Me hacia la paja con su clítoris, era una doble paja. Su respiración volvió a ponerse muy acelerada y la mía cogía también su intensidad. Aunque vi sus intenciones y la aparte de encima mía. Eso no le agrado y al final se puso a comerme la polla, contra mas cachonda se ponía, mejor la comía. Estiré mi brazo y mi mano no tuvo problemas en llegar a su coñito y a su culito. Me follaba su culito, mi dedo pulgar era como una polla y ya entraba muy bien, le dije a su marido… “Pronto me follare este culito y ella me lo pedirá, lo único que no se si tú lo veras…”
Hizo una parada en comerme la polla y soltó la bomba… “Si ocurre él no lo vera, que se joda… pero lo doctorare como cornudo y vamos a empezar ya, aparca rápido donde puedas, que cuando Carlos se corra en mi boca, me vas a besar si o si y si no… se acabaron todos tus juegos, todas tus fantasías ya” ella volvió a su mamada y Tiano seguía conduciendo, hasta que sentí que aminoraba la marcha.
No sé exactamente donde paro, era como un terreno de la entrada a una finca. Empezó a correrse Adriana y su marido la miraba extasiado. Empecé a gritar, a decirle lo puta que era y notaba que le ponía cachonda que se lo dijera, aunque luego en frio dijera lo contrario. Mi corrida fue espectacular. Acabe de correrme y sentía la lengua de ella relamiendo. La excitación que me producía por la sensibilidad que tenía en esos momentos era tremenda.
Después, se incorporó, se colocó un poco el pelo y se morreo con su marido. Al terminar el morreo ella le dijo… “Ves como no ha pasado nada, ¿A que sabe mejor que el tuyo?” y el no contesto, arranco y siguio conduciendo. Cuando los deje y es algo que no suelo hacer, me vinieron las comparaciones y a la cabeza me venían otras cosas. Iba por buen camino, pero sabía que sería difícil que fuera igual.
Al día siguiente que era lunes, ella no acudió a tomar café, algo que me extraño. El martes recibo un whatsapp de ella, donde me pregunta si iré a tomar café, le contesto que si y sigue tonteando, al final le digo como quiero que vaya vestida y me manda un emoticono con el pulgar hacia arriba y otro con un beso de corazón.
Llegue antes que ella, la vi como venía por la cristalera y como venía, le daba igual el fresquito que hacía y eso que varias veces me dijo que era friolera. Entro y me pareció oírle decir al de la cafetería que no tomaría nada. Pensé que había oído mal. Venia hacia mi mesa con una sonrisa distinta. Yo puse una de mis mejores sonrisa y entonces vino la SORPRESA … me soltó varios folios escritos y me dijo con mucha tranquilidad, pero con mucha rabia… “Eres un ser despreciable, insultante, mala persona y… ni me saludes, ni me mires… si nos vemos”
Se fue como vino. Mire los folios y eran los relatos que había publicado, los referentes a “¿Principio de nada, final de algo?” en concreto los cinco primeros. La verdad que en ese momento no entendí para nada ese enfado y menos esa puesta en escena. Nadie salvo ella, podría saber a quién se refiere, porque no hay ni un dato para pensar que sea ella. Eso lo puedo asegurar, pero… es muy libre de enfadarse, indignarse… y lo que le apetezca. Como también me extraño que lo hubiera leído, porque a mí, sin nadie preguntárselo, me juro y requeté juro que nunca entraba en webs relacionadas con el sexo. Yendo para mi casa como unas dos horas después, me llamo Tiano y me pare para hablar con el…
- No hace falta que me cuentes nada, que ya me he enterado y quiero empezar pidiéndote disculpas.
- No disculpas que pedir y mucho menos tu.
- Es que he sido yo quien se lo ha enseñado.
- Ya decía yo…
- Pero te lo juro, que se lo he enseñado, pensando que se abriría mas, que la pondría mas cachonda y predispuesta.
- Jajaja… pues menos mal.
- Ya, se enfadó mucho y dijo de todo. La quise hacer ver, que nadie podría saber quién era, que eso era imposible. Pero dice que se ha sentido traicionada. Llena de rabia. Pero esta mañana se levantó muy relajada y creía que me había hecho caso, de tomárselo mejor y si eso, hablarlo contigo relajadamente.
- Jajaja… pues sí, ha sido muy relajado. Por lo menos les hemos dado un rato de diversión a los que había en la cafetería y seguro que días de especulaciones… jajaja…
- Es que cuando me lo ha contado… perdónala por el mal rato que te habrá hecho pasar.
- Tiano te lo digo de verdad. Me he llevado una sorpresa porque no me lo esperaba. Pero no me ha causado ningún trastorno, si luego pensándolo me ha hecho hasta reírme.
- ¿Reírte?
- Si porque por la mañana nos mensajeamos y me puso los dientes largos, la vi venir vestida mas explosiva de lo que le pedí y me la pego bien pegada… JAJAJA… es buenísima.
- Déjame que yo trataré de arreglarlo, no te preocupes.
- Tiano de verdad que no me preocupa. Por mí no fuerces nada. Lo que tenga que ser será.
- Ya verás como todo vuelve a la normalidad.
Al terminar de hablar con él, tenía la misma impresión que antes de hacerlo. Si se quería desenfadar ya lo haría. Aunque estaba convencido que había sido un pronto y tal vez dolida, porque se viera de una manera que no quería verse. Pero es como la he visto y como he visto todo lo que ha sucedido.
N O T A:
Este relato fue escrito antes de que se publicara el relato… “Desnudando a Carlos (CARTUZ)de Adri40”y después de meditarlo, he querido que saliera publicado tal como lo escribí y no modificar nada. Tampoco hare ningún comentario a ese relato, porque ella estaba en su derecho de hacer lo mismo que he hecho yo y al decir esto, esta claro que nos conocemos.