Primos (3)
Dani y Fran pasan una temporada en la playa, donde se ven obligados a controlar sus impulsos hasta que esos pueden con ellos...
Ya habían pasado 15 días desde ese día en la piscina en el que Dani y Fran habían dejado las cosas claras. Desde entonces sus encuentros habían sido casi a diario, sin embargo esa rutina se había visto interrumpida unos días atrás cuando fueron al piso de la playa como cada verano. En ese piso convivían con sus padres, tíos, primos y hermanos y resultaba difícil tener algún momento de intimidad. Este estaba siendo su tercer día consecutivo sin poder hacer nada y ya apretaban las ganas. Por eso ese día decidieron volver de la playa más temprano que de costumbre, dejando a su familia aún allí, con los niños jugando y corriendo por la arena y los mayores sentados al sol. Dani y Fran se dirigieron al piso vacío a paso rápido, aún húmedos del agua salada de la playa y con arena pegada de jugar con sus primos menores. Entran al ascensor y mientras este sube Fran dice con tono pícaro:
-No puedes creerte las ganas que tengo de comerte la polla.
-Uff, aguanta un minuto...
Salen del ascensor incluso más ansiosos de lo que entraron y al fin entran al piso. Cogen las toallas de sus habitaciones y se dirigen al baño, donde cierran la puerta por si las moscas. Se desnudan a toda prisa y se meten juntos a la estrecha ducha. Los 2 están ya empalmados por la situación, y se miran sin un ápice de vergüenza o culpa. Encienden el agua, y esta resbala por sus cuerpos limpiándolos de la sal y arena acumuladas. Cada uno agarra la polla del otro y empieza a masturbarla con soltura, rápidamente.
-Diosss, qué cachondo estaba ya-reconoce Fran.
-Y yo... Esta noche he estado a punto de ir a tu habitación mientras todos dormían por el calentón que llevaba encima.
-Pues yo igual... Cabrón, si anoche en la cena llevabas unos pantalones de chándal que te lo marcaban todo, en que me vi de no sacármela y pajearme ahí mismo... llené los putos calzoncillos de precum.
-Jajajaja, qué salido eres macho...
-Mucho...
-¿No tenías tantas ganas de chupar?
Fran no se hace de rogar y deja de pajear a Dani al instante para arrodillarse y meterse su polla en la boca. Sigue sin caberle entera, pero Fran se esfuerza al máximo por engullir ese pedazo de carne. Dani mientras tanto hace comentarios que sabe que ponen cachondo a Fran:
-Sigue así primito... Te gusta mamar pollas más grandes que la tuya, ¿eh?
Fran sigue mamando, incluso con más ganas, y al mismo tiempo se pajea a toda velocidad. Dani le agarra la cabeza por detrás y empuja, obligandole a meterse más en la boca. Fran tose enseguida, sintiendo su garganta invadida, pero no se saca la polla de la boca. Dani empuja un poco más y ve como su pollón va entrando en la boca super abierta de Fran, hasta que de repente este tose y tiene una ligera arcada que le obliga a sacarse la polla de la boca mientras la saliva le chorrea por la barbilla.
-¡Cabrón!-dice- No seas bestia que tragarse tu pollón no es fácil.
-Vale, valee.
Y tras limpiarse el chorro de baba que le cae por la barbilla con el dorso de la mano, Fran vuelve a meterse la polla de su primo en la boca, tragándola lentamente. Tras unos minutos, logra su objetivo, con un último empujón aloja toda la polla de Dani en su garganta. Mira a los ojos de Dani, excitado, y continua haciendo la mamada más lenta y profunda. Dani no puede aguantarlo más y finalmente se corre entre gemidos. Su eyaculación es fuerte y copiosa tras los días de abstinencia, y llena rápidamente la boca y garganta de Fran, escapandosele por las comisuras de los labios y chorreando por su pecho.
Fran, frenético, escupe parte de la corrida blanca y espesa en su mano y la usa para masturbarse a toda velocidad, mientras sigue dando lametones al tronco de Dani. En cuestión de segundos, Fran se corre fuertemente, su polla dura como una piedra dispara trallazos de lefa a las piernas de Dani y no puede evitar soltar un grito de alivio y placer.
3 días después...
Esa tarde Dani y Fran se quedaron hasta más tarde en la playa. Ya atardecía, y la playa se iba vaciando. Su familia ya se iba a ir, pero ellos querían quedarse un poco más para darse un chapuzón y disfrutar del agua, que estaba limpia y caliente ese día. Ambos se metieron al agua y fueron avanzando a la zona más profunda, moviéndose entre la poca gente que continuaba en el mar. Llegaron a una zona en la que el agua les llegaba casi al cuello.
-Uf, qué buena está el agua hoy-dice Dani.
-Y que lo digas...
Los 2 nadaron un poco hablando de banalidades, hasta que Dani dijo:
-Oye... ¿alguna vez te la has cascado en el mar?
-Jajajaja no, puto salido. ¿Tú sí?
-Sí, y es la ostia, ya verás...-dice con picardía.
Dani se aproxima a Fran y le desabrocha su bañador. Sin darle apenas tiempo a reaccionar, le saca el pene del bañador y comienza a sacudírselo.
-Joder, estás muy salido, nos pueden ver...
-Qué va.
-Puff, anda, deja que te la haga yo también a ti jajajja
-Jajaja, ¿ves? Si eres tan cerdo como yo jajaja
-La verdad es que sí jajaja
Fran mira a su alrededor rápidamente y saca la polla de Dani del bañador y comienza a masturbarla. No hay nadie cerca de ellos, y no se les puede ver desde el balcón de su piso, así que siguen su paja mutua bajo el agua. Fran se acerca más a Dani, quita la mano de su pene y junta ambos miembros en su mano, masturbándolos los dos a la vez con dificultad, y haciéndolos frotarse uno contra el otro. El pene con fimosis de Fran se frota con fuerza contra la gruesa polla de su primo, y sienten sus huevos aplastados los del uno contra los del otro.
-Esto... es... alucinante-dice Fran con dificultad.
-Es una puta pasada-reconoce Dani, disfrutando toda la caña que está recibiendo su polla.
Tienen suerte de que la playa esté casi vacía y empiece a estar muy oscuro como para verlos desde la orilla, porque están sospechosamente cerca el uno del otro, y además sus jadeos, aunque contenidos, son bastante delatorios.
Mientras Fran continúa masturbando ambas pollas, las manos de Dani descienden por su espalda lentamente, hasta introducirlas bajo el bañador de Fran agarrando su firme trasero. Dani acaricia suavemente las nalgas de su primo, tratando de abarcar su redondez con las palmas de las manos. Lentamente, desliza su mano derecha al ano, y comienza a acariciarlo con los dedos. Fran le mira a los ojos con expresión indescifrable, pero no dice nada, ni tampoco se detiene en lo que está haciendo. Dani le sigue acariciando el agujero hasta detener la punta de su dedo corazón justo sobre él. Entonces, sin ninguna dificultad, desliza el dedo en su interior.
-Joder...-murmura Fran entre dientes.
-¿Qué pasa?¿Te hago daño?
-No... pero esto me está poniendo demasiado.
Dani sonríe y mueve su dedo con cuidado por dentro de la cavidad de Fran, que cierra los ojos y abre ligeramente la boca de forma involuntaria. Sus pollas calientes siguen frotándose, provocándoles incontenibles olas de placer a los 2. Dani hunde más profundamente su dedo en el recto de Fran, produciéndole un escalofrío.
-¿Te gusta?-pregunta Dani con picardía.
-Me encanta-contesta Fran con dificultad- Sigue.
Dani va a añadir a algo más, pero Fran se lo impide con un beso. Dani le corresponde, ligeramente sorprendido. Se besan intensamente durante unos segundos, hasta que la fricción entre sus miembros hace que se corran finalmente, casi simultáneamente. Lo sienten todo a la vez, el frescor del mar contra sus pieles desnudas, los movimientos del pene del otro al eyacular, el dedo de Dani acariciando las húmedas paredes del recto de Fran, las contracciones del ano de Fran apretando el dedo de Dani y por último sus lenguas entrelazándose con necesidad.
Ninguno de ellos lo mencionará después, pero ambos son conscientes de que esa es la primera vez que se besan sin tener semen en sus bocas. Y aún así ese es el mejor beso que se han dado, sin duda.