Primiparada en el cine
Relato que trata sobre la primera de vez de un joven en un cine.
Hace exactamente un año me encontraba de vacaciones en Medellín. Sierto día sentí deseos de ir a un cine porno, como no conocía la ciudad, me arriesgue y lo encontré, en fin el caso es que entre subí las escalas y entre a la sala del segundo piso, en principio no pude ver nada pues no me había acostumbrado a la penumbra entonces logre sentarme en una de las silla y, en esos momentos estaba pasando dos tipos haciéndolo con una vieja, comencé a disfrutar de la película, de pronto sentí que algo ocurría a mis espaldas, cuando voltee mi sorpresa fue grande (pues no sabia que aquel sitio era un cine gay) cuando observe que un tipo se lo estaba mamando a otro por unos momentos, para luego masturbarlo; así duraron largo rato, obviamente esto me puso a mil, tanto que en esos momentos tuve una erección descomunal, esto sin observar que a mi lado se había sentado un tipo de unos 30 años (yo tenía 21), en esos momentos sentí una de sus rodillas rozar la mía y yo sin perder el tiempo le cogí su pene el cual estaba igual de erecto que el mío y por lo que pude palpar era un chimbo prometedor, el hizo lo suyo, después de manosearnos por un buen rato, le propuse que nos fuéramos para el baño a lo que el acepto de inmediato, ya en el baño, me saque el chimbo el cual estaba bien erecto, y el hizo lo mismo, comenzamos a masturbarnos mutuamente pero debido a la incomodidad del sitio y que no era para nada privado, PEDRO (que así era como se llamaba el tipo aquel) me propuso nos fuéramos para un motel que quedaba cerca del lugar a lo que acepte de inmediato.
Llegamos al lugar media cuadra mas allá del cine, y cuando entramos en la habitación los dimos un jugoso beso, nuestras lenguas se entrelazaban una y otra vez y cada vez mas profundo, luego mutuamente comenzamos a quitarnos la ropa, poco a poco, haciendo que el momento fuese cada vez mas excitante, después de quitarnos las camisas Dios el tipo era como me encantan; algo fornido y con vello en el pecho, y comencé a besarlo por todas partes, primero el cuello, luego las tetillas las cuales pude disfrutar chupando hasta saciarme, mientras el lo disfrutaba, luego nos fuimos a la cama allí luego de estar completamente desnudos, el comenzó a chapármelo, mientras que yo me colocaba en posición para yo poder chupar la suya, vaya chimbo era hermoso y comencé a besarle el glande a rodearlo con mi lengua y posteriormente me lo fui introduciendo poco a poco en la boca hasta tenerlo todo dentro de mi, su chimbo podía medir los 18 cm pero era algo gruesa, después de saborear ese delicioso palo, PEDRO me dijo que me lo quería meter a lo cual accedí gustoso, después de haberse puesto el condón intento metermelo (sin lubricar) y de inmediato me quite pues era la primera vez que me lo metían por el culo, de inmediato se dio cuenta y debido a su experiencia no tuve que pedirle nada sino que de inmediato de un salivazo me lubrico y con sus dedos logro untar bien las paredes de mi intestino, y de inmediato volvió a intentarlo y esta vez tuvo mas éxito, aunque me dolía un poco, logre soportarlo y disfrutar del momento, (a pesar de no haber sido penetrado nunca pude notar que el tipo era un excelente amante) sus movimientos eran controlados y sabia mantener el ritmo necesario para no acabar demasiado rápido, después de azotarme durante un buen rato se vino dentro de mi y a pesar de tener condón pude sentir como su leche caliente quedaba en el mismo después de disparar unas 6 veces.
Después me toco el turno, le pedí que se diera la vuelta y valla culo redondo y bien levantado parecía de futbolista y comencé a penetrarlo al momento que gemía del placer sentía como mi pene entraba en su culo ardiente y suplicante de placer, tuve que hacer un gran esfuerzo para no venirme enseguida, luego de envestirlo durante varias veces y al decirle que me venia me pidió que lo hiciera en su cara y así lo hice, y comenzó a gemir de placer pues el timo se estaba masturbando y en ese momento estaba eyaculando el también, cuando acabamos quedamos exhaustos (PEDRO mas que yo); finalmente nos dimos un duchazo y allí fue donde pude observar, palpar y disfrutar de la redondez de su trasero y de lo grande de su chimbo y lo volvimos a hacer allí. Al salir nos despedimos, pues lo esperaba su novia y se le estaba haciendo algo tarde.
Desde ese entonces no lo he vuelto a ver las dos veces que volví al cine, solo con la esperanza de volvérmelo a encontrar.
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